Supongo que al final acabamos siendo un enigma.
La vida y sus rigores sentidos en el esfuerzo por existir terminan por modelar nuestra personalidad a base de aciertos y fracasos y resultamos seres complicados, difíciles de comprender y difíciles de ser explicados.
"The reader" es el misterio de Hanna Schmitz y el efecto demoledor y venenoso que sobre la vida de Michael Berg termina ejerciendo.
La verdad es que me interesa mucho más este aspecto que elementos mucho más evidentes relacionados con el nazismo. De algún modo, "The reader" me recuerda a "Herida", la estupenda película del francés Louis Malle.
Parafraseando una vieja frase de Ingmar Bergman, el amor es a veces una lanza arrojada hacia una oscuridad que nos contempla, una oscuridad de la que no estamos seguros si verdaderamente nos mira o somos nosotros mismos quienes nos imaginamos mirados tal y como quisiéramos serlo, como en un perverso y traidor espejo.
Y lo peor no es arrojar esa lanza sino pretender ir a por ella... Intentar comprender una vida que se nos muestra en un determinado momento, como la pequeña punta de un enorme iceberg cuyo verdadero tamaño se nos escapará siempre.
Nunca terminará de haber una respuesta... ni para Hannah ni para la nación alemana que durante un tiempo vivió entre las cenizas de cuerpos asesinados que antes fueron mucho más que eso.
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