O mucho me equivoco o Abel Resino va a hacer que echemos de menos a Javier Aguirre.
Ya no me gustaron sus ventajistas declaraciones el día de su primer partido, la victoria a domicilio por cuatro goles en casa del Huelva. Por lo visto, los jugadores ya habían captado su mensaje. Un mensaje que en los siguientes partidos debieron perder... Aquellas declaraciones ya me parecieron ventajistas en els entido de querer apropiarte de alguna forma de la victoria.
Declaraciones que, por cierto, repitió en cuanto se produjo el segundo buen resultado, semanas después... Le faltó tiempo para hacerlo.
Luego vino el miserable planteamiento contra el Oporto... Había que salir a ganar y decidimos salir a contener... Si sale bien, atacamos en la segunda parte, por lo que le cedemos la mitad del tiempo al rival privando al equipo de una de sus figuras, de su jugador más en forma, en virtud de no se muy bien qué maldito planteamiento táctico que recordaba al propio mejicano. El resultado fue un partido en el que apenas se tiró a puerta.. cuando sólo valía ganar.
La tercera es la exclusión del equipo del portugués Maniche que, si bien es cierto, con su falta de cabeza no ha dado más que motivos, no es menos verdad que hay otros jugadores que se encuentran en la misma situación que el portugués y que sin embargo cuentan con la inagotable confianza de este técnico de segunda división.
¿Por qué tantas oportunidades a Pablo? ¿Por qué tantas contemplaciones con Raúl García?
Lo más fácil es ofrecer una victima en sacrificio y Maniche es la perfecta excusa tras la que ocultarse, pero lo más difícil es reconocer los propios errores y eso, Abel, jamás lo hará porque para eso hay que ser de primera división.
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