martes, septiembre 08, 2009

La ciudad está llena de oficinistas que pelean desesperadamente
por el último asiento vacío en el último tren de la mañana...
los que quedan en pie revisan su fracasada estrategia,
planean nuevas formas y maneras
como si la vida les fuera en ello
(y en verdad se les va),
mientras los que pudieron sentarse
malgastan el efímero éxito
descansando la mirada perdida
en la misma ninguna parte de todas las mañanas
(y en verdad se les va).

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