lunes, septiembre 28, 2009

MR. BROOKS

Nadie sospecha que bajo la anodina apariencia de Earl Brooks (Kevin Costner), el hombre de negocios del año en Portland, se esconde un secreto.

El predador de los negocios esconde otro predador no menos peligroso, un cuidadoso y calculador asesino que lleva toda su vida matando y que ha conseguido construirse un castillo de respetabilidad social bajo la cual su otro yo existe y se protege. Al mismo tiempo, Mr. Brooks es un hombre atormentado. Constantemente luchando contra el impulso a matar que le grita desde muy adentro, intentando no escucharlo, pero siempre cediendo ante la poderosa evidencia de su propia verdad, la de ser un psicópata asesino.

Una verdad que, en su fantasía, se ha separado de su cuerpo adquiriendo una entidad propia, la de Marshall (William Hurt), un inseparable amigo que condensa los peores aspectos de su ser y que siempre aparece para abrirle las puertas que Brooks intenta cerrar.

El planteamiento resulta muy interesante, pero "Mr. Brooks" es una de esas películas que no termina de estar a la altura de la propia idea de sí misma.

El duelo que "Mr. Brooks" tiene consigo mismo, el despliegue de su meticuloso talento para matar sin dejar huella, la evidencia de su hipocresía en su otra vida familiar y profesional bastarían por si solos para producir una extraordinaria historia en los límites de lo que se puede o no contar... Pero "Mr Brooks" tiene que compartir su tiempo con otra trama argumental, menos interesante y más rutinaria, que protagoniza Demi Moore, centrada en la investigación policial de sus propios crímenes y que ocupa más espacio del necesario.

Demasiadas cosas una vez más, cosas que restan y que, de forma injustificada, restan protagonismo al inquietante espectáculo del monstruo en su oficio de tinieblas, su hija probablemente heredera de la tradición familiar y el desconocido que chantajea a Brooks para verle matar.

Todo lo demás hace que la historia flaquee y uno tenga la sensación de que a "Mr Brooks" le falta algo para ser una gran película... y no es que le falte... es que le sobra.



2 comentarios:

  1. ¿No les faltará reconocer que es una puesta en escena más de "El extraño caso..."?

    No la he visto, pero no me extraña que le sobren cosas. Hay miradas maestras como la de Stevenson que esta al alcance de muy pocos poder mejorarla o completarla.

    "Y así, posando la pluma, cerrando esta confesión mía, pongo fin a la vida del infeliz Henry Jekyll."

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  2. Stevenson son palabras mayores siempre...

    "No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices"

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