Confieso que tengo una relación extraña con esta película de Walter Hill... Quiero que me guste, pero nunca termina de gustarme tanto como deseo.
"Traición sin límite" es una historia a la que le falta un par de hervores. Las diferentes lineas argumentales no terminan de cuajar por si mismas ni tampoco ensamblarse en un tono armónico y coherente. Estoy convencido de que, forzado por circunstancias económicas y buscando la viabilidad del proyecto, alguien cortó secuencias con las mismas desconsideradas tijeras de siempre.
Y el resultado es el mismo de siempre cuando se corta y recorta sin consideración... Los personajes no terminan de respirar y las tramas carecen del suficiente espacio narrativo como para desarrollarse mientras el que les escribe siempre intuye la gran historia de violencia, amor y odio que pudo ser. Esos dos amigos separados por la frontera física del Río Grande y por la espiritual que separa lo correcto de lo incorrecto, aunque unidos por el amor a una misma mujer, merecían una historia mejor, más espacio y más tiempo para emocionarnos en su lucha contra un destino que está escrito para los dos.
La realidad es diferente.
La narración resulta deslabazada y episódica. Hay demasiados personajes con cosas qué decir, demasiadas situaciones que se suceden.
Todo resulta igual de importante y exige su lugar en una historia que fácilmente debe durar treinta o cuarenta minutos más.
Desigual y entretenida por momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario