Era consciente de que la gota que colmaba su vaso era cada vez más pequeña.
Era consciente de que la distancia que le separaba de los otros crecía y crecía,
de que cada vez era mayor haciéndole más y más incomprensible...
pero no podía evitarlo.
Simplemente, la gota caía.
Simplemente, el vaso rebosaba
Comentarios
Publicar un comentario