Frente a un Zapatero bohemio y soñador que no entiende por qué en la baraja solo hay cuatro ases cuando juega el presidente y que últimamente se ha visto obligado a ensayar la mejor de sus miradas magnum de preocupación, el Partido Popular nos propone la mediocridad de un Bartleby dispuesto a hacer muy pocas cosas... Sólo reaccionar, esperar, arriesgar lo mínimo temiendo siempre la alargada sombra fantasmal de una derrota y esperando que las circunstancias cumplan con su parte y le hagan el trabajo.
No se puede decir que no han nacido aquí.
Son pura antropología hispánica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario