(El PSOE rechaza que se obligue a enseñar los crímenes de Stalin, El Pais)
Llama la atención las dudas que se tienen sobre algunos acontecimientos históricos, siempre hay escuelas e interpretaciones... aunque la gente efectivamente muriera en masa de hambre, y lo clara que se tienen otras, por ejemplo las causas de nuestra guerra civil y la visión idealizada de nuestra II República... Y en este caso, hablamos de defensores de la verdad frente a interesados pseudo-fascistas
Lo único cierto es que esa hambruna que sucedió en varias repúblicas de la Unión Soviética, incluida Ucrania, fue consecuencia directa de una ciega y brutal política planificadora del estalinismo y hacer una lectura que separa nacionalidades a la hora de caracterizar el hecho es situarse interesadamente en el error. Porque el plurinacional estado soviético si algo tuvo es una alta capacidad para afectar con sus decisiones el destino de diferentes nacionalidades, de decenas de millones de personas... no sólo los ucranianos. A este respecto ahí esta "Imperio" de Kapuscinsky (si uno no quiere entrar en los libros de historia).
Probablemente, no se trate de genocidio.
Estoy dispuesto a entenderlo.
Quizá haya diferentes interpretaciones y lo sucedido en la antigua Unión Soviética no entre de una forma técnica dentro de la definición que encierra al concepto como tal, como delito internacional... "Se entiende por genocidio cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal"... No estoy seguro... Aunque una de las máximas preocupaciones del stalinismo siempre fue alisar y aplanar la variada superficie de la Unión Soviética eliminando cualquier heterogeneidad basada en la creencia y/o en la condición, buscando el hombre soviético.
Pero no es menos cierto que, de ser así, habría que buscar algún otro concepto para definir esa vergüenza e introducirlo en los libros de historia y en el derecho... porque efectivamente la gente murió de hambre o fue obligada a abandonar en masa sus hogares.
Los hechos no son ni opinables ni discutibles.
Sucedieron y tuvieron los efectos que tuvieron sobre aquellos que los padecieron.
Y por eso no deberían permanecer ocultos tras un administrativo debate nominalista. Deberían tener por si mismos la visibilidad que merecen.
Se trataba de economías agrarias cuyo sustento de forma directa o indirecta se basaba en lo producido por la tierra, como no podía ser de otra forma cada año los campos producían para mantener en marcha y vivas a las sociedades que vivían de esa concreta economía, los funcionarios del gobierno soviético retiraban todo lo que producían los campos para que la Unión Soviética pudiera vender las cosechas en el mercado internacional a cambio de hierro y otras materias primas industriales, pero la gente empezó a no tener nada con lo que procurarse sustento de forma directa o indirecta y, como consecuencia de esa decisión tan maximalista, empezó a morir de hambre siendo en todo momento súbditos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Y aquí es donde entran los matices... Pudieron ser tratados así por ser Ucranianos o Uzbekos o por ser simples números prescindibles dentro de una desalmada estructura de planificación que buscaba cumplir sus objetivos por lo civil o por lo penal. Yo, y por lo que se, me quedo con la segunda opción. Pero, y en cualquier caso, millones de personas se vieron abocadas a un terrible destino, incluyendo como cuenta Kapuscinsky madres que se comían a sus propios hijos, y eso es lo que no puede ser discutido.
Y es aquí donde entran los matices... A veces no sólo para definir los hechos sino también para controlarlos y domesticarlos cuando pueden ser perjudiciales para alguna concreta causa.
Quizá haya cosas que no deben tener nombre para que nadie pueda apropiarse de su monumental grandeza de hecho referencial que apunta hacia algo esencial y rebajar su sentido adaptándolo a las necesidades de sus siempre más pequeñas causas... pero eso es soñar a cerrados ojos llenos.
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