1.
Si hay algo que me quede claro de los dos partidos amistosos que la selección española ha jugado como preparación al mundial es que el juego por extremos y con bandas nos resta posesión de balón y, como consecuencia, control del juego.
Además, ésto nos obliga a dejar a un jugón en el banquillo para dar entrada a un centrocampista de contención, generalmente Busquets, para construir con Xabi Alonso una línea de primera defensa. Pero ésto no nos termina de servir de mucho puesto que cuando pierde el balón el equipo está demasiado descolocado y obliga a demasiados jugadores constructores de juego a correr hacia atrás... lo cual nunca es una buena idea.
Para evitar ésto los extremos deberían tener una primera intención de jugar hacia el interior para asociarse con los centrocampistas y tocar garantizando posesión y control de juego.
Los desequilibrios por banda deberían ser recursos tácticos, generalmente con aclarados en la zona contraria a donde está el balón con rápidos cambios de juego que desequilibren el balance defensivo de un equipo que se encuentra basculado hacia el otro lado del campo.
El balón siempre debería pasar por Xavi e Iniesta como primera opción. Eso, Sena lo entendió perfectamente en el Europeo y cualquier otro medio centro que juegue en nuestra selección también debiera tenerlo escrito en la frente a fuego.
Nuestro principal juego debería ser siempre el toque... y de cuando en cuando, como mejora, algún desequilibrio por velocidad en banda contraria al sentido del juego.
Y a este modo de juego veo que algunos de los extremos que hemos llevado se pueden adaptar (por ejemplo, Pedro), pero tengo dudas respecto a otros como Jesús Navas... al que Del Bosque parece querer meter con calzador.
Seremos un equipo más si pretendemos dar más peso al juego por banda y nos iremos a casa en cuartos como casi siempre.
Si abandonamos nuestra identidad, con lo que nos ha costado encontrarla, Del Bosque y Hierro ya se pueden quedar por el Sur de Africa, que no se molesten en regresar.
2.
En lugar del exceso de intentar probar el juego por banda con extremos como estrategia y no como táctica (comprobando una y otra vez que el equipo pierde posesión y control de juego), deberíamos haber puesto el énfasis en el juego de estrategia a balón parado... que seguro nos ayudará a ganar algún partido.
Si abandonamos nuestra identidad, con lo que nos ha costado encontrarla, Del Bosque y Hierro ya se pueden quedar por el Sur de Africa, que no se molesten en regresar.
2.
En lugar del exceso de intentar probar el juego por banda con extremos como estrategia y no como táctica (comprobando una y otra vez que el equipo pierde posesión y control de juego), deberíamos haber puesto el énfasis en el juego de estrategia a balón parado... que seguro nos ayudará a ganar algún partido.
Si el equipo hace el primer gol a balón parado, su juego de toque veloz debería resultar venenosamente irresistible contra un equipo que debe abrirse porque necesita marcar.
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