Ninguna luz tan clara como ésta,
la que tibia te ilumina
en la recién amanecida mañana.
Y aunque no los ves
sabes que hay caminos marcados
sobre las vacías aceras
que muy pronto serán habitadas,
caminos como el tuyo,
de subida o de bajada,
de ida o de vuelta
que serán andados con prisa...
o sin ella
por pasos como los tuyos
que respiran profundamente,
que se toman con calma
el complejo oficio de amanecer
a una vida que aguarda
en el mismo lugar donde quedó ayer.

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