UP IN THE AIR
Supongo que lo contrario es "Down to earth"... Ser práctico, ser sensato... actitudes que protagonizan el modo de estar de los personajes que aparecen en esta película de Jason Reitman.
Todo es reflexivo, calculado... o, al menos pretende serlo. Desde el modo de hacer el equipaje a la manera de afrontar los rigores de una vida complicada, que se pasa de avión en avión.
Despista un poco la complicada profesión de su protagonista, Ryan Bingham (George Clooney), que vuela de un lado a otro de los Estados Unidos despidiendo gente, porque lo importante de "Up in the air" es la colisión que esas vidas pretendidamente ordenadas y razonadas tienen con lo inesperado, con el absurdo de una existencia cuyas cualidades, tanto positivas como negativas, van mas allá del esfuerzo de racionalización que sus protagonistas hacen.
"Up in the air" es una película coral, un elaborado retablo de naturaleza humana colisionando una y otra vez con sus contradicciones.
Y el despido que es la razón del estar de Ryan Bingham "up in the air" no es otra cosa que la culminación de todos esos absurdos que hacen las vidas más complicadas, pero también menos previsibles, absurdos en los que el propio Bingham (convertido en prototipica quintaesencia de esa actitud controladora, adulta y racional), termina cayendo hasta el punto de llevarle a un actitud antipódica a la que ha venido manteniendo con respecto al compromiso a lo largo de la película.
Porque la vida siempre sorprende, siempre tiene un punto incontrolable, "up in the air".
Queramos o no siempre termina por ponernos a prueba, tentando la firmeza del equilibrio "down to earth" en el que pretendemos asentarnos.
Y siempre se nos olvida que lo importante es el hecho de estar viajando.
Y que existen otros espacios, otras voces, otros ámbitos, en definitiva, la posibilidad de cambiar.
Interesante.
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