domingo, julio 03, 2011

DSK

No me gusta el mecanismo de la justicia norteamericana.

En muchos casos, el trabajo de los abogados consiste en investigar, husmear en la basura de los acusadores de sus clientes, en busca de elementos suficientes como para desprestigiar la credibilidad del relato de aquellos. Y al final no es la presunta verdad de los hechos la que se juzga sino la medida en que la credibilidad de quién los relata puede afectar el valor de verdad de aquellos.

La justicia así se convierte en una siniestra sofística de las circunstancias que rodean a los hechos regida por la idea de que sólo el intachable tiene el privilegio de la verdad, de acusar y ser creído.

Y puede darse el caso de que esa camarera de hotel haya sido realmente violada por el ya ex-presidente del FMI, que tenga un amigo narcotraficante y que esta mujer haya visto la justicia como una manera muy poco escrupulosa de conseguir ingresos extras... como -por cierto- bastantes americanos mucho más respetables que una camarera de hotel hacen,

Pueden darse las tres cosas... y una cuarta que DSK sea declarado no culpable o, incluso, inocente.

No sólo se trata de ser inocente... Es mucho más importante parecerlo.

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