Tras dos grandes fracasos comerciales: Barbarroja (1965) y Do-Des-Ka-den (1970) -que tambien fue un desastre económico pues el cineasta japonés se implicó en labores de producción-, el gran director cinematográfico japonés Akira Kurosawa estuvo sumido en una grave crisis personal que incluso le llevó a cometer un intento de suicidio -que casi fue exitoso-.
De esta situación, Kurosawa escapó como sólo los más grandes pueden escapar: filando 'Dersu Uzala' en 1975, con dinero de la Unión Soviética.
El oscar de hollywood a la mejor película extranjera le fue otorgado y con la estatuilla en el kimono Kurosawa pudo obtener la financiación necesaria -via George Lucas y Steven Spielberg- para realizar, en 1980, Kagemusha, también conocida por 'La sombra del guerrero'.
Situada entre dos obras maestras como 'Dersu Uzala' y 'Ran' (1985), Kagemusha cuenta la historia de un gran señor feudal que, en trance de controlar todo el Japón, cae herido de muerte en el asedio de una fortaleza. Su gran preocupación en su lecho de muerte es que su clan se debilite con su prematura marcha y ésta inquietud se materializa en un último deseo: su muerte no debe trascender durante tres años y medio. Un ladrón, perfecta imagen del señor, deberá ocupar su lugar durante todo ese tiempo.
Al principio todo irá bien, pero, como siempre, ese gran pesimista llamado Kurosawa no puede evitar contarnos cómo todo se va torciendo y encaminandose a un final fatal, un final dramático que los errores humanos y locuras aún más humanas no pueden sino preparar.
El señor de Shingen pretende que el orden por el que tanto ha peleado persista después de su muerte: un doble puede reemplazarle y garantizar con su presencia el éxito de su clan; Pero nada es mas vano que los esfuerzos del hombre por intentar dar un orden y un concierto a la comedia humana.
En contra de la conocida idea liberal de que la persecución egoísta del propio interés redunda en el bien común, Kurosawa cree lo contrario. Para él, primero en Kagemusha y más tarde -de una forma más rotunda- en Ran (1985) -Caos en japonés-, la esencia de la vida es un continuo desorden producido por la individual persecución del propio interés.
En este entramado loco y brutal, todo orden, encarnado por los dos señores feudales que protagonizan ambas películas, es una mera situación temporal, un evento inesperado y afortunado que no tardará en desaparecer devorado en el inmenso oceano de la estupidez humana (después de mil y un esfuerzos por pasar por quién no es, el doble de Shengen se descubre jugando con un niño y queriendo montar a caballo).
Más Shakesperiano que nunca y utilizando una conocida frase del dramaturgo inglés, para Kurosawa la vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, contado a voces y que no tiene ningún sentido... aunque tenga como decorado la tranquilidad de un jardín Zen.
lunes, septiembre 29, 2003
viernes, septiembre 26, 2003
De lo poco que veo 'Gran Hermano' el aspecto que más atrae mi cansina atención de vagabundo 'zappeador' es el incontrovertible -en mi opinión- hecho de que un italiano -en definidas cuentas un forastero por muy europeos que nos tengamos- esté desgañitandose para tratar de que doce españoles ordenen su vida y no se maten entre sí.
Estamos ante la más pura metonimia: el pequeño todo de trece payasos de la tele -solo falta Milikito- mostrando un atisbo de una gran verdad.
Después de todo, y si mal no recuerdo, el término español quiere decir -más o menos- 'los que viven en Hispania'. Es decir, es un término dado por gente que nos vió desde fuera y decidió llamarnos así. Actitud que, por un lado, muestra que el turismo aún no era un gran invent y, por otro, refleja el poco interés que despertábamos en nuestros civilizados convecinos fenicios, griegos y etruscos.
Para todos ellos simplemente eramos los que viven en Hispania y para mi esa definición presenta de forma muy obvia el escaso o nulo interés que el definidor mostraba por lo definido: ¿Quiénes son? Pues lo que viven en Hispania. Ese ruidoso y caótico batiburrillo de enanos cetrinos en el que no merece la pena detenerse a diferenciar (Puedo incluso imaginar el displicente gesto del brazo señalando las verdes costas de Ampurias). Simplemente son ellos, los españoles. No les des más vueltas Asdrúbal. (Quizá también haya algún guiño de complicidad). Hazme caso y no te metas, que cada uno es de su padre y de su madre y es un lio.
Y ahora Nicola se empeña en enseñarnos a tirar de la cadena. También intenta que nos llevemos bien, nosotros, un poco más altos y menos cetrinos, mejor alimentados, pero siempre los que viven en Hispania.
Desde los lejanos tiempo del 'pasota' Asdrubal las cosas están cambiando.
¿Conseguirá el macarra pero voluntarioso Nicola un mínimo orden, un suficiente concierto que satisfaga su exigente gusto europeo?
No lo se, pero escribir con mierda en la pared del retrete ya me parece un gesto desesperado.
Estamos ante la más pura metonimia: el pequeño todo de trece payasos de la tele -solo falta Milikito- mostrando un atisbo de una gran verdad.
Después de todo, y si mal no recuerdo, el término español quiere decir -más o menos- 'los que viven en Hispania'. Es decir, es un término dado por gente que nos vió desde fuera y decidió llamarnos así. Actitud que, por un lado, muestra que el turismo aún no era un gran invent y, por otro, refleja el poco interés que despertábamos en nuestros civilizados convecinos fenicios, griegos y etruscos.
Para todos ellos simplemente eramos los que viven en Hispania y para mi esa definición presenta de forma muy obvia el escaso o nulo interés que el definidor mostraba por lo definido: ¿Quiénes son? Pues lo que viven en Hispania. Ese ruidoso y caótico batiburrillo de enanos cetrinos en el que no merece la pena detenerse a diferenciar (Puedo incluso imaginar el displicente gesto del brazo señalando las verdes costas de Ampurias). Simplemente son ellos, los españoles. No les des más vueltas Asdrúbal. (Quizá también haya algún guiño de complicidad). Hazme caso y no te metas, que cada uno es de su padre y de su madre y es un lio.
Y ahora Nicola se empeña en enseñarnos a tirar de la cadena. También intenta que nos llevemos bien, nosotros, un poco más altos y menos cetrinos, mejor alimentados, pero siempre los que viven en Hispania.
Desde los lejanos tiempo del 'pasota' Asdrubal las cosas están cambiando.
¿Conseguirá el macarra pero voluntarioso Nicola un mínimo orden, un suficiente concierto que satisfaga su exigente gusto europeo?
No lo se, pero escribir con mierda en la pared del retrete ya me parece un gesto desesperado.
jueves, septiembre 25, 2003
Apenas el tiempo justo para una despedida,
un tímido instante de honda proximidad
acompasadamente sentido por sus cuerpos
agotados en una larga noche sin tregua ni sueño.
La luz del sol, avanzando sobre las despeinadas sábanas,
enmarca y define la terminación de su tiempo.
El adiós es más que una certeza,
pueden tocarlo el uno al otro
en las abiertas yemas de sus dedos.
un tímido instante de honda proximidad
acompasadamente sentido por sus cuerpos
agotados en una larga noche sin tregua ni sueño.
La luz del sol, avanzando sobre las despeinadas sábanas,
enmarca y define la terminación de su tiempo.
El adiós es más que una certeza,
pueden tocarlo el uno al otro
en las abiertas yemas de sus dedos.
martes, septiembre 16, 2003
lunes, septiembre 15, 2003
PATALEO
Hablo con mi amigo J. por teléfono.
Con resignación me confirma de que la oferta laboral publicada en las páginas dominicales de un conocido diario corresponde a su puesto de trabajo y yo no doy crédito. Este mundo hace tiempo que lo agotó.
Me dice que aún tiene que confirmar ciertos aspectos y que la vida es así.
Yo le contesto que así de mierdera es lo que es y él no puede estar más de acuerdo conmigo.
Después de colgar, me pregunto cuántas conversaciones de ésta o parecida índole se producen a lo largo del día. Y también dudo ¿es la vida una mierda tan grande como decimos que es o son algunas personas, los que publican ofertas de puesto de trabajo sin avisar a su titular -por ejemplo-, quienes nos llevan a tener ese pensamiento?
Y me viene a la mente el concepto marxista de REIFICACIÓN... A mi fracaso siempre le vienen a la mente estas ideas y no pensamientos tan constructivos -como por ejemplo publicar a traición ofertas de trabajo- y por eso es mi fracaso y yo tanto le quiero...
En resumidas cuentas, se produce la reificación cuando una obra del hombre deja de convertirse en objeto para pasar a ser un sujeto con identidad y vida propia. Marx lo usaba pare referirse a la mercancía y al hecho de que se olvidara el trabajo humano que se esconde tras su presencia hecha valor.
Honestamente pienso que lo mismo pasa con esta mierda de mundo en donde vivimos: los hombres que lo hacen peor de lo que ya es con su absoluta falta de decencia y sentido humano de la vida se esconden detras. Al fin y al cabo, la naturaleza es lo que es. Un absurdo mecanismo triturador al que no se le pueden pedir peras porque es un olmo. Una ciega mecánica que nos tritura a cada segundo que pasa y punto. No es ni malo ni bueno. Es lo que es. Las reglas de un juego en el que nadie nos pidió permiso para hacernos jugar y en el que acabaremos perdiendo -la vida por lo menos-.
Pero, y una vez sabido ésto, que es muy triste y tal y esas cosas ¿qué papel juega el hombre en todo ésto?
Racionalidad, conciencia, moral... ¿Instrumentos para hacernos más agradable este viaje a ninguna parte? ¿Aquello que hace del hombre la obra cumbre de la creación? Permitanme que me ría. Putas bestias peleando por medio acre de infierno es lo que somos. Animales con infulas. Nuevos ricos de la naturaleza sin cojones para otra cosa que no sea la propia supervivencia... La distancia que nos separa de los animales no es tanta.
Hablo con mi amigo J. por teléfono.
Con resignación me confirma de que la oferta laboral publicada en las páginas dominicales de un conocido diario corresponde a su puesto de trabajo y yo no doy crédito. Este mundo hace tiempo que lo agotó.
Me dice que aún tiene que confirmar ciertos aspectos y que la vida es así.
Yo le contesto que así de mierdera es lo que es y él no puede estar más de acuerdo conmigo.
Después de colgar, me pregunto cuántas conversaciones de ésta o parecida índole se producen a lo largo del día. Y también dudo ¿es la vida una mierda tan grande como decimos que es o son algunas personas, los que publican ofertas de puesto de trabajo sin avisar a su titular -por ejemplo-, quienes nos llevan a tener ese pensamiento?
Y me viene a la mente el concepto marxista de REIFICACIÓN... A mi fracaso siempre le vienen a la mente estas ideas y no pensamientos tan constructivos -como por ejemplo publicar a traición ofertas de trabajo- y por eso es mi fracaso y yo tanto le quiero...
En resumidas cuentas, se produce la reificación cuando una obra del hombre deja de convertirse en objeto para pasar a ser un sujeto con identidad y vida propia. Marx lo usaba pare referirse a la mercancía y al hecho de que se olvidara el trabajo humano que se esconde tras su presencia hecha valor.
Honestamente pienso que lo mismo pasa con esta mierda de mundo en donde vivimos: los hombres que lo hacen peor de lo que ya es con su absoluta falta de decencia y sentido humano de la vida se esconden detras. Al fin y al cabo, la naturaleza es lo que es. Un absurdo mecanismo triturador al que no se le pueden pedir peras porque es un olmo. Una ciega mecánica que nos tritura a cada segundo que pasa y punto. No es ni malo ni bueno. Es lo que es. Las reglas de un juego en el que nadie nos pidió permiso para hacernos jugar y en el que acabaremos perdiendo -la vida por lo menos-.
Pero, y una vez sabido ésto, que es muy triste y tal y esas cosas ¿qué papel juega el hombre en todo ésto?
Racionalidad, conciencia, moral... ¿Instrumentos para hacernos más agradable este viaje a ninguna parte? ¿Aquello que hace del hombre la obra cumbre de la creación? Permitanme que me ría. Putas bestias peleando por medio acre de infierno es lo que somos. Animales con infulas. Nuevos ricos de la naturaleza sin cojones para otra cosa que no sea la propia supervivencia... La distancia que nos separa de los animales no es tanta.
martes, septiembre 09, 2003
As I walked out on the streets of Laredo.
As I walked out on Laredo one day,
I spied a poor cowboy wrapped in white linen,
Wrapped in white linen as cold as the clay.
"I can see by your outfit that you are a cowboy."
These words he did say as I boldly walked by.
"Come an' sit down beside me an' hear my sad story.
"I'm shot in the breast an' I know I must die."
"It was once in the saddle, I used to go dashing.
"Once in the saddle, I used to go gay.
"First to the card-house and then down to Rose's.
"But I'm shot in the breast and I'm dying today."
"Get six jolly cowboys to carry my coffin.
"Six dance-hall maidens to bear up my pall.
"Throw bunches of roses all over my coffin.
"Roses to deaden the clods as they fall."
"Then beat the drum slowly, play the Fife lowly.
"Play the dead march as you carry me along.
"Take me to the green valley, lay the sod o'er me,
"I'm a young cowboy and I know I've done wrong."
"Then go write a letter to my grey-haired mother,
"An' tell her the cowboy that she loved has gone.
"But please not one word of the man who had killed me.
"Don't mention his name and his name will pass on."
When thus he had spoken, the hot sun was setting.
The streets of Laredo grew cold as the clay.
We took the young cowboy down to the green valley,
And there stands his marker, we made, to this day.
We beat the drum slowly and played the Fife lowly,
Played the dead march as we carried him along.
Down in the green valley, laid the sod o'er him.
He was a young cowboy and he said he'd done wrong.
(Johnny Cash, Streets of Laredo)
As I walked out on Laredo one day,
I spied a poor cowboy wrapped in white linen,
Wrapped in white linen as cold as the clay.
"I can see by your outfit that you are a cowboy."
These words he did say as I boldly walked by.
"Come an' sit down beside me an' hear my sad story.
"I'm shot in the breast an' I know I must die."
"It was once in the saddle, I used to go dashing.
"Once in the saddle, I used to go gay.
"First to the card-house and then down to Rose's.
"But I'm shot in the breast and I'm dying today."
"Get six jolly cowboys to carry my coffin.
"Six dance-hall maidens to bear up my pall.
"Throw bunches of roses all over my coffin.
"Roses to deaden the clods as they fall."
"Then beat the drum slowly, play the Fife lowly.
"Play the dead march as you carry me along.
"Take me to the green valley, lay the sod o'er me,
"I'm a young cowboy and I know I've done wrong."
"Then go write a letter to my grey-haired mother,
"An' tell her the cowboy that she loved has gone.
"But please not one word of the man who had killed me.
"Don't mention his name and his name will pass on."
When thus he had spoken, the hot sun was setting.
The streets of Laredo grew cold as the clay.
We took the young cowboy down to the green valley,
And there stands his marker, we made, to this day.
We beat the drum slowly and played the Fife lowly,
Played the dead march as we carried him along.
Down in the green valley, laid the sod o'er him.
He was a young cowboy and he said he'd done wrong.
(Johnny Cash, Streets of Laredo)
domingo, septiembre 07, 2003
A mi entender, lo peor que puede hacer una obra de ficción es decepcionar y, en este sentido, 'La liga de los hombres extraordinarios' es una película que decepciona.
Los buenos planteamientos, la interesante idea (procedente del comic) de hacer ficción con personajes que ya llevan más de un siglo en ella, la sombría y muy lograda puesta en escena (con alguna excepción lamentable como todas las aquellas que suceden al aire libre y en el puente del Nautilus, que más se parecen a un capítulo tonto de 'Vacaciones en el mar' -aunque sin niña explotada ni sobrecargo drogadicta- que a otra cosa) de un Londres fin de siglo y, finalmente, el propio Sean Connery se diluyen en una boba persecución cuyas claves cualquier espectador con memoria y experiencia en ese tipo de cine puede perfectamente prever.
Y es que lo último que debe hacer la ficción es decepcionarnos. Su última responsabilidad, creo, es la de proporcionarnos un espacio donde nuestras expectativas sean verdaderamente colmadas. Para disgustos y contratiempos, la realidad ya se basta por sí sola y no creo que nadie se meta en un cine para recuperar esas sensaciones que, precisamente, deseamos olvidar en la entrada.
A este respecto, 'La liga de los hombres extraordinarios' es una película llena de ordinariez y que tiene el dudoso honor de convertir al malvado Moriarty en un miserable negociante, al poetico Nemo en un karateka recién salido de una película de John Woo y al trágico Doctor Jekyll en una marica histérica.
En fin, diversión para después de la sesión de 'electro-schock' con algún que otro detalle a tener en cuenta:
- la presencia del incombustible Sean Connery. Una de las pocas estrellas con que cuenta el estrellado (en el pavimento) cine actual ¿Qué sería de este engendro sin su presencia divina, por encima de todas las cosas? Quizá, la versión cinematográfica de 'Los Chiripitiflauticos'.
- la sinuosa y ladina interpretación que del sinuoso y ladino Dorian Gray hace Stuart Townsend
- el diseño rutilante del Nautilus, realmente majestuoso y más parecido a una opera acuática que a una nave.
Y poco más. Demasiado poco para casi dos horas de metraje.
Contratando a Jack 'El Destripador' hubieran terminado antes.
Los buenos planteamientos, la interesante idea (procedente del comic) de hacer ficción con personajes que ya llevan más de un siglo en ella, la sombría y muy lograda puesta en escena (con alguna excepción lamentable como todas las aquellas que suceden al aire libre y en el puente del Nautilus, que más se parecen a un capítulo tonto de 'Vacaciones en el mar' -aunque sin niña explotada ni sobrecargo drogadicta- que a otra cosa) de un Londres fin de siglo y, finalmente, el propio Sean Connery se diluyen en una boba persecución cuyas claves cualquier espectador con memoria y experiencia en ese tipo de cine puede perfectamente prever.
Y es que lo último que debe hacer la ficción es decepcionarnos. Su última responsabilidad, creo, es la de proporcionarnos un espacio donde nuestras expectativas sean verdaderamente colmadas. Para disgustos y contratiempos, la realidad ya se basta por sí sola y no creo que nadie se meta en un cine para recuperar esas sensaciones que, precisamente, deseamos olvidar en la entrada.
A este respecto, 'La liga de los hombres extraordinarios' es una película llena de ordinariez y que tiene el dudoso honor de convertir al malvado Moriarty en un miserable negociante, al poetico Nemo en un karateka recién salido de una película de John Woo y al trágico Doctor Jekyll en una marica histérica.
En fin, diversión para después de la sesión de 'electro-schock' con algún que otro detalle a tener en cuenta:
- la presencia del incombustible Sean Connery. Una de las pocas estrellas con que cuenta el estrellado (en el pavimento) cine actual ¿Qué sería de este engendro sin su presencia divina, por encima de todas las cosas? Quizá, la versión cinematográfica de 'Los Chiripitiflauticos'.
- la sinuosa y ladina interpretación que del sinuoso y ladino Dorian Gray hace Stuart Townsend
- el diseño rutilante del Nautilus, realmente majestuoso y más parecido a una opera acuática que a una nave.
Y poco más. Demasiado poco para casi dos horas de metraje.
Contratando a Jack 'El Destripador' hubieran terminado antes.
(NO ME COJE LOS ACENTOS. MIS DISCULPAS A LOS QUE SEPAN LA SUFICIENTE ORTOGRAFIA)
Tras otra deliciosa y refinada sesion de sadomasoquismo consistente en encontrar alguna oferta de trabajo interesante en las webs de empleo, mi fracaso escucha una y otra vez las canciones del ultimo disco de Jhonny Cash -y algunas del anterior- y no puede evitar pensar en el existencialismo y especialmente en las ideas de Martin Heidegger (el rey sin corona de la filosofia del siglo XX) a proposito de la obra de arte y, en concreto, de la poesia.
Quiza por eso mi fracaso es mi fracaso, porque no piensa en otras cosas... Pero esa es otra historia.
Como dijo Jack 'el Destripador', vayamos por partes...
1
'La manifestacion del ser del hombre y con ello su autentica realizacion acontece por la libertad de la decision. Esta aprehende lo necesario y se mantiene vinculada a una aspiracion mas alta.', escribe Heidegger en 'Holderlin y la esencia de la poesia'.
Esta libertad de decision no consiste en otra cosa que en lo siguiente:
- el ente (la parte fisica y real) que se supone poseido por un ser (la parte simbolica e imaginaria) reconoce ese ser como propio y tambien como proyecto
- Y libremente toma la decision de realizar ese proyecto en el mundo utilizando las cosas fisicas que le rodean y forman parte de ese mundo tomandolas como instrumentos con los que realizar ese proyecto
- Y ¿por que? Porque descubre que su razon de estar en el mundo es la realizacion de ese proyecto
- Tambien puede tomar otras decisiones. Es libre para ello, pero todas ellas implican no ser quien debiera ser. (cosa que debieron haber hecho los chicos de Gran Hermano o Jim Carrey, por ejemplo)
En este sentido -y en otros- la filosofia de Heidegger es existencialista porque exige al hombre bastarse a si mismo, no apoyarse en un mundo de realidades superiores, en un orden sobrenatural para fundar su existencia, sino escucharse para ser.
Esa voz que el hombre escucha viene del interior de si mismo, de su ser y es responsabilidad de ese ente fisico percibirla para tener una autonomia y un propio proyecto; de lo contrario, y como cosa existente en el mundo para la percepcion de los otros entes, simplemente sera un instrumento mas en los proyectos de otros, una existencia dependiente, no realizada y por lo tanto frustrada.
2
La palabra que nombra a los dioses, es decir, la que nombre ese proyecto o ese ser, es siempre una respuesta a la continua exigencia/invocacion que ese ser nos hace para ser escuchado ('sal del armario, sal del armario', por ejemplo).
Heidegger escribe que 'esta respuesta brota, cada vez, de la responsabilidad de un destino', un destino que el ente asume como propio, como su ser.
3
¿Como escuchar?
Para Heidegger, 'la poesia es instauracion por la palabra y en la palabra. Que es lo que se instaura? Lo permanente.'. El poeta es capaz de nombrar al ente por lo que en realidad es, por su ser.
En este sentido, 'La poesia es la instauracion del ser con la palabra' y lo es, en un sentido social y tambien en un sentido personal'.
Me explico.
Hay poetas reconocidos como tales que pueden ser capaces de mostrar la esencia del tiempo en que viven(asi, pensaba Heidegger de Horderlin) y luego esta el poeta que todos y cada uno de nosotros podemos ser escuchando nuestro propio destino, nuestra propia verdad (porque la existencia es poetica y este es uno de los grandes secretos del cine de John Ford).
4
En la voz de los poetas, esta la voz de los dioses y por eso todos callamos cuando habla uno autentico y verdadero. Abocados al sinsentido de una vida sin trascendencia, una vida frente a la muerte, la presencia de un sentido y vivido como tal nos hace callar.
Como bien escribe el filosofo aleman, 'el poeta esta expuesto a los relampagos de dios' y esos relampagos tambien nos ciegan a nosotros cuando le escuchamos.
'En la poesia los hombres se reunen sobre la base de su existencia. Por ella llegan al reposo, no evidentemente al falso reposo de la inactividad y vacio del pensamiento, sino al reposo infinito en que estan en actividad todas las energias y todas las relaciones', al infinito reposo que nos da la contemplacion de una verdad entre tanta mentira y simulacro.
5.
Y tambien callamos porque 'son los dioses mismos quienes dan esa capacidad de hablar', porque no todos somos capaces de escuchar esa voz interna ya sea propia, ya sea del mundo que nos rodea. Porque no somos capaces de encontrar por nosotros mismos lo que nos es propio y necesitamos claves para interpretar e interpretarnos. Por esa razon tambien callamos, porque queremos saber y sabernos mejor.
5
'Poeticamente el hombre habita esta tierra' y mi fracaso siempre calla cuando escucha la voz rotunda y cavernosa de Johnny Cash.
6
¿Con quien callas tu?
Tras otra deliciosa y refinada sesion de sadomasoquismo consistente en encontrar alguna oferta de trabajo interesante en las webs de empleo, mi fracaso escucha una y otra vez las canciones del ultimo disco de Jhonny Cash -y algunas del anterior- y no puede evitar pensar en el existencialismo y especialmente en las ideas de Martin Heidegger (el rey sin corona de la filosofia del siglo XX) a proposito de la obra de arte y, en concreto, de la poesia.
Quiza por eso mi fracaso es mi fracaso, porque no piensa en otras cosas... Pero esa es otra historia.
Como dijo Jack 'el Destripador', vayamos por partes...
1
'La manifestacion del ser del hombre y con ello su autentica realizacion acontece por la libertad de la decision. Esta aprehende lo necesario y se mantiene vinculada a una aspiracion mas alta.', escribe Heidegger en 'Holderlin y la esencia de la poesia'.
Esta libertad de decision no consiste en otra cosa que en lo siguiente:
- el ente (la parte fisica y real) que se supone poseido por un ser (la parte simbolica e imaginaria) reconoce ese ser como propio y tambien como proyecto
- Y libremente toma la decision de realizar ese proyecto en el mundo utilizando las cosas fisicas que le rodean y forman parte de ese mundo tomandolas como instrumentos con los que realizar ese proyecto
- Y ¿por que? Porque descubre que su razon de estar en el mundo es la realizacion de ese proyecto
- Tambien puede tomar otras decisiones. Es libre para ello, pero todas ellas implican no ser quien debiera ser. (cosa que debieron haber hecho los chicos de Gran Hermano o Jim Carrey, por ejemplo)
En este sentido -y en otros- la filosofia de Heidegger es existencialista porque exige al hombre bastarse a si mismo, no apoyarse en un mundo de realidades superiores, en un orden sobrenatural para fundar su existencia, sino escucharse para ser.
Esa voz que el hombre escucha viene del interior de si mismo, de su ser y es responsabilidad de ese ente fisico percibirla para tener una autonomia y un propio proyecto; de lo contrario, y como cosa existente en el mundo para la percepcion de los otros entes, simplemente sera un instrumento mas en los proyectos de otros, una existencia dependiente, no realizada y por lo tanto frustrada.
2
La palabra que nombra a los dioses, es decir, la que nombre ese proyecto o ese ser, es siempre una respuesta a la continua exigencia/invocacion que ese ser nos hace para ser escuchado ('sal del armario, sal del armario', por ejemplo).
Heidegger escribe que 'esta respuesta brota, cada vez, de la responsabilidad de un destino', un destino que el ente asume como propio, como su ser.
3
¿Como escuchar?
Para Heidegger, 'la poesia es instauracion por la palabra y en la palabra. Que es lo que se instaura? Lo permanente.'. El poeta es capaz de nombrar al ente por lo que en realidad es, por su ser.
En este sentido, 'La poesia es la instauracion del ser con la palabra' y lo es, en un sentido social y tambien en un sentido personal'.
Me explico.
Hay poetas reconocidos como tales que pueden ser capaces de mostrar la esencia del tiempo en que viven(asi, pensaba Heidegger de Horderlin) y luego esta el poeta que todos y cada uno de nosotros podemos ser escuchando nuestro propio destino, nuestra propia verdad (porque la existencia es poetica y este es uno de los grandes secretos del cine de John Ford).
4
En la voz de los poetas, esta la voz de los dioses y por eso todos callamos cuando habla uno autentico y verdadero. Abocados al sinsentido de una vida sin trascendencia, una vida frente a la muerte, la presencia de un sentido y vivido como tal nos hace callar.
Como bien escribe el filosofo aleman, 'el poeta esta expuesto a los relampagos de dios' y esos relampagos tambien nos ciegan a nosotros cuando le escuchamos.
'En la poesia los hombres se reunen sobre la base de su existencia. Por ella llegan al reposo, no evidentemente al falso reposo de la inactividad y vacio del pensamiento, sino al reposo infinito en que estan en actividad todas las energias y todas las relaciones', al infinito reposo que nos da la contemplacion de una verdad entre tanta mentira y simulacro.
5.
Y tambien callamos porque 'son los dioses mismos quienes dan esa capacidad de hablar', porque no todos somos capaces de escuchar esa voz interna ya sea propia, ya sea del mundo que nos rodea. Porque no somos capaces de encontrar por nosotros mismos lo que nos es propio y necesitamos claves para interpretar e interpretarnos. Por esa razon tambien callamos, porque queremos saber y sabernos mejor.
5
'Poeticamente el hombre habita esta tierra' y mi fracaso siempre calla cuando escucha la voz rotunda y cavernosa de Johnny Cash.
6
¿Con quien callas tu?
martes, septiembre 02, 2003
Técnicas para encontrar trabajo.
Pragmática y ética de la esclavitud.
Sumisión y olvido de uno mismo.
Domingos en el campo y sábados en Alcampo.
Noches que el cansancio vela.
Preocupaciones.
Diario funeral de ese niño que -dicen- todos llevamos dentro.
Existir para dejar de ser.
Papeles y más papeles.
Mil y una manos peleando por un sorbo de agua caliente,
por medio acre de infierno
¿Aún no tienes una estrategia,
un plan de escape,
un proyecto propio de tardes junto al mar,
de mañanas en el parque?
Cuando ya no les sirvas,
creeme,
será demasiado tarde.
Pragmática y ética de la esclavitud.
Sumisión y olvido de uno mismo.
Domingos en el campo y sábados en Alcampo.
Noches que el cansancio vela.
Preocupaciones.
Diario funeral de ese niño que -dicen- todos llevamos dentro.
Existir para dejar de ser.
Papeles y más papeles.
Mil y una manos peleando por un sorbo de agua caliente,
por medio acre de infierno
¿Aún no tienes una estrategia,
un plan de escape,
un proyecto propio de tardes junto al mar,
de mañanas en el parque?
Cuando ya no les sirvas,
creeme,
será demasiado tarde.
viernes, agosto 22, 2003
Mientras bebo, solo, a la luz de la luna
Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Se dice que Li Po, el autor del texto que acabas de leer, llegó a escribir más de 20.000 poemas a lo largo de su vida y cosa tan asombrosa encuentra, a mi entender, una explicación más que razonable en una frase que he encontrado en la red atribuída a otro poeta chino, no se si contemporáneo o no, llamado Tu Fu. La frase en cuestión dice lo siguiente: "En cuanto a Li Po, dénle un vaso de vino y les escribirá cien poemas".
Y es que es posible que los poemas no sólo se escriban sino que tambien -y de un modo previo- se vivan con una copa de vino en la mano. Quizá estén ahí, brillando en el fondo de esos instantes precisos que vivimos de la mano de las personas más adecuadas -la luna, la propia sombra o incluso alguien mucho mejor y más cierto-, insuflándoles sentido y vida y sólo los poetas como Li Po sean capaces de captar ese esencial brillo genésico para después trasladar su deslumbramiento al papel.
Leo que las obras de Li Po son un canto a la buena vida y a los placeres, que su tono lírico individualista y desenfadado es experto en cantar las glorias del vino y de la naturaleza y pienso en cuánta poseía encierran todos y cada uno de esos instantes plenos vividos entre el vino y la provechosa compañía de los seres que más queremos.
Todos tenemos algún recuerdo de esos o, por lo menos, así quiero creerlo.
Ante el vino de mi copa
El viento viene del Este
en un palanquín de seda.
Riza el vino de mi copa
el viento de primavera.
Bajo la lluvia de pétalos
de las ramas desprendidos,
como las rosas abiertas
está tu rostro en el vino.
¿Has pensado cuantos años
las glicinas, los almendros,
florecerán tras tus rejas
iluminando tus sueños?
Es hora, niña, que dances
el sol camina al ocaso;
la tarde se va, en la noche,
la juventud, en los años.
La vida, niña algún día
blanqueará nuestros cabellos.
Amor y vino en las copas
antes que se marche el tiempo.
La intemporal epifanía de cabalgar contra los cañones del tiempo
El momento plenamente vivido como ese instante auténtico que nos da sentido y al que pertenecemos.
Y la poesía como una pequeña historia de todos aquellos deseos que existieron plenos y cuyos sentires acompasados ya se desvanecieron en el negro silencio del que venimos -y al que, cuando ya no nos queden más latidos en el pecho, acabaremos regresando descalzos, no tan ciertos-.
Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Se dice que Li Po, el autor del texto que acabas de leer, llegó a escribir más de 20.000 poemas a lo largo de su vida y cosa tan asombrosa encuentra, a mi entender, una explicación más que razonable en una frase que he encontrado en la red atribuída a otro poeta chino, no se si contemporáneo o no, llamado Tu Fu. La frase en cuestión dice lo siguiente: "En cuanto a Li Po, dénle un vaso de vino y les escribirá cien poemas".
Y es que es posible que los poemas no sólo se escriban sino que tambien -y de un modo previo- se vivan con una copa de vino en la mano. Quizá estén ahí, brillando en el fondo de esos instantes precisos que vivimos de la mano de las personas más adecuadas -la luna, la propia sombra o incluso alguien mucho mejor y más cierto-, insuflándoles sentido y vida y sólo los poetas como Li Po sean capaces de captar ese esencial brillo genésico para después trasladar su deslumbramiento al papel.
Leo que las obras de Li Po son un canto a la buena vida y a los placeres, que su tono lírico individualista y desenfadado es experto en cantar las glorias del vino y de la naturaleza y pienso en cuánta poseía encierran todos y cada uno de esos instantes plenos vividos entre el vino y la provechosa compañía de los seres que más queremos.
Todos tenemos algún recuerdo de esos o, por lo menos, así quiero creerlo.
Ante el vino de mi copa
El viento viene del Este
en un palanquín de seda.
Riza el vino de mi copa
el viento de primavera.
Bajo la lluvia de pétalos
de las ramas desprendidos,
como las rosas abiertas
está tu rostro en el vino.
¿Has pensado cuantos años
las glicinas, los almendros,
florecerán tras tus rejas
iluminando tus sueños?
Es hora, niña, que dances
el sol camina al ocaso;
la tarde se va, en la noche,
la juventud, en los años.
La vida, niña algún día
blanqueará nuestros cabellos.
Amor y vino en las copas
antes que se marche el tiempo.
La intemporal epifanía de cabalgar contra los cañones del tiempo
El momento plenamente vivido como ese instante auténtico que nos da sentido y al que pertenecemos.
Y la poesía como una pequeña historia de todos aquellos deseos que existieron plenos y cuyos sentires acompasados ya se desvanecieron en el negro silencio del que venimos -y al que, cuando ya no nos queden más latidos en el pecho, acabaremos regresando descalzos, no tan ciertos-.
miércoles, agosto 13, 2003
No me gustan las películas de amor.
Salvo raras excepciones -que ahora cuidadosamente olvido- no disfruto con las historias que son directamente románticas, es decir, que cumplen con todos los requisitos del llamado 'género romántico'.
A cada uno le gusta lo que le gusta ¡Qué le vamos a hacer!
No obstante, no soy un pedazo de carne con ojos... Tengo mi corazoncito, entre otras cosas porque jamás olvido recogerlo del suelo o de la mesilla de noche cuando todo se acaba -que no es por desilusionaros, pero casi siempre termina si no hay dinero, hipotecas o hijos de por medio-... Pero ese es otro tema y yo soy el loco de otro diferente.
Decía que no era un pedazo de carne con ojos.
Disfruto mucho con las historias que aparentemente pertenecen a otros géneros cinematográficos, pero que, en realidad, la línea básica argumental transcurre por el enfangado pantano de las emociones más o menos sentimenales. 'Misión a Marte' de Brian de Palma es una de ellas ('Abyss' de James Cameron otra, por cierto)
Aparentemente hay una historia de ciencia ficción con extraterrestes incluidos, pero, en realidad, todo éso sucede en la superficie. Por debajo corre incandescente el estigio fluir de una emocionante y conmovedora historia de amor.
Todo lo que ves, existe y sucede ante tus ojos, está en función de la decisión que el personaje que interpreta Gary Sinise -con su habitual imposible expresión de haber fallado el penalty que le podría haber dado la final a tu equipo- decide tomar cuando faltan menos de quince minutos para que la película termine y esa decisión no es otra que continuar con el sueño de su novia muerta y explorar la vida en el universo...
Pasmoso ¡Qué mayor prueba de amor puede existir que hacer tuyos los sueños de tu ser más querido!
Guionistas de historias románticas, aprended de una vez por todas.
Cuando no está la persona que tiene la mala suerte de recibir en depósito nuestro corazón (generalmente, para siempre mientras ésto dure), uno puede elegir vivir en un pasado lleno de recuerdos. Esta es vuestra opción más habitual, pero olvidais que también puede decidir vivir de otra forma, hacia delante, viviendo como si fueran propios los secretos y confesados sueños del otro.
Probadlo, de verdad. Renovaros o morid.
Me fascina mucho esa idea y por eso me encantó una película que en su momento a poca gente gustó. (Más bien fue un fracaso económico que ha llevado al pobre De Palma y sus fantasmales y precisos movimientos de cámara a la vieja Europa. Aqui, entre nosotros, ha rodado su última película 'Femme Fatale'). Y, lo que es mejor, me sigue gustando.
Hay algo insano y destructivo en vivir de los recuerdos. Es como si nunca se volviera a abrir la ventana. Por eso la idea de optar por abrirla para mirar y ver, no con los propios ojos, sino con los de ella -o de él- me parece maravillosamente antagónica por vital y positiva.
Todavía estoy esperando una película de amor con ese talante. Quizá, porque -si tengo que elegir- me quedo con los que tienen el coraje de seguir viviendo y que, de no haber encontrado aún a nadie mejor (que no es por estropearlo todo no pareciendo romántico, pero siempre se suele encontrar a alguien), ponen su presente y su futuro a los pies de aquel ser tan especial que con ellos debiera estar viviendolos.
Salvo raras excepciones -que ahora cuidadosamente olvido- no disfruto con las historias que son directamente románticas, es decir, que cumplen con todos los requisitos del llamado 'género romántico'.
A cada uno le gusta lo que le gusta ¡Qué le vamos a hacer!
No obstante, no soy un pedazo de carne con ojos... Tengo mi corazoncito, entre otras cosas porque jamás olvido recogerlo del suelo o de la mesilla de noche cuando todo se acaba -que no es por desilusionaros, pero casi siempre termina si no hay dinero, hipotecas o hijos de por medio-... Pero ese es otro tema y yo soy el loco de otro diferente.
Decía que no era un pedazo de carne con ojos.
Disfruto mucho con las historias que aparentemente pertenecen a otros géneros cinematográficos, pero que, en realidad, la línea básica argumental transcurre por el enfangado pantano de las emociones más o menos sentimenales. 'Misión a Marte' de Brian de Palma es una de ellas ('Abyss' de James Cameron otra, por cierto)
Aparentemente hay una historia de ciencia ficción con extraterrestes incluidos, pero, en realidad, todo éso sucede en la superficie. Por debajo corre incandescente el estigio fluir de una emocionante y conmovedora historia de amor.
Todo lo que ves, existe y sucede ante tus ojos, está en función de la decisión que el personaje que interpreta Gary Sinise -con su habitual imposible expresión de haber fallado el penalty que le podría haber dado la final a tu equipo- decide tomar cuando faltan menos de quince minutos para que la película termine y esa decisión no es otra que continuar con el sueño de su novia muerta y explorar la vida en el universo...
Pasmoso ¡Qué mayor prueba de amor puede existir que hacer tuyos los sueños de tu ser más querido!
Guionistas de historias románticas, aprended de una vez por todas.
Cuando no está la persona que tiene la mala suerte de recibir en depósito nuestro corazón (generalmente, para siempre mientras ésto dure), uno puede elegir vivir en un pasado lleno de recuerdos. Esta es vuestra opción más habitual, pero olvidais que también puede decidir vivir de otra forma, hacia delante, viviendo como si fueran propios los secretos y confesados sueños del otro.
Probadlo, de verdad. Renovaros o morid.
Me fascina mucho esa idea y por eso me encantó una película que en su momento a poca gente gustó. (Más bien fue un fracaso económico que ha llevado al pobre De Palma y sus fantasmales y precisos movimientos de cámara a la vieja Europa. Aqui, entre nosotros, ha rodado su última película 'Femme Fatale'). Y, lo que es mejor, me sigue gustando.
Hay algo insano y destructivo en vivir de los recuerdos. Es como si nunca se volviera a abrir la ventana. Por eso la idea de optar por abrirla para mirar y ver, no con los propios ojos, sino con los de ella -o de él- me parece maravillosamente antagónica por vital y positiva.
Todavía estoy esperando una película de amor con ese talante. Quizá, porque -si tengo que elegir- me quedo con los que tienen el coraje de seguir viviendo y que, de no haber encontrado aún a nadie mejor (que no es por estropearlo todo no pareciendo romántico, pero siempre se suele encontrar a alguien), ponen su presente y su futuro a los pies de aquel ser tan especial que con ellos debiera estar viviendolos.
martes, agosto 12, 2003
viernes, agosto 08, 2003
domingo, agosto 03, 2003
DESEOS
Como cuerpos bellos de muertos que no han envejecido
y los encerraron, con lágrimas, en una tumba espléndida
- con rosas en la cabeza y en los pies jazmines -,
así parecen los deseos que pasaron
sin cumplirse; sin que ninguno mereciera
una noche de placer, o un alba luminosa.
(CONSTANTINOS P. CAVAFIS)
Como cuerpos bellos de muertos que no han envejecido
y los encerraron, con lágrimas, en una tumba espléndida
- con rosas en la cabeza y en los pies jazmines -,
así parecen los deseos que pasaron
sin cumplirse; sin que ninguno mereciera
una noche de placer, o un alba luminosa.
(CONSTANTINOS P. CAVAFIS)
'El cielo sobre Berlín'.
La ciudad y los ángeles que escuchan todo ese mar de almas que constantemente no dejan de hablar, de pedir, de lamentar navegando los mil y un caminos de la gran ciudad.
Me encanta esta película, sobre todo esta canción infantil que, si mal no recuerdo, pierde su entonación de canción infantil en el doblaje al español:
“Cuando el niño era niño, era el tiempo de estas preguntas. ¿Por qué soy yo y no soy tú?. ¿Por qué estoy aquí y no allá?. ¿Cuándo empezó el tiempo y donde acaba el espacio?. ¿Es la vida bajo el sol tan sólo un sueño?. Lo que veo y oigo y huelo ¿no es sólo la apariencia de un mundo frente al mundo?. ¿Realmente existen el mal y la gente que es mala?. ¿Cómo es posible que yo que existo no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, que existo ya no seré quien soy?.”
Aun me recuerdo conmovido por este principio de una historia que es un hermoso homenaje a lo que de precioso tiene nuestra precaria existencia de seres humanos: encontrarse en otros ojos, las palabras precisas, los más ajustados silencios, la compañía solidaria de los cuerpos, caricias, confidencias, el sol, la lluvia, la verdad del hoy y la fascinante incertidumbre de lo que pasará mañana cuando amanezcamos igual de ciertos que hoy, un poco más desgastados, un poco más viejos.
Una obra que continúa conmoviéndome hasta el final con su puesta de la poesía en movimiento a 24 imágenes por segundo.
Una obra que habla solo a aquellos que están dispuestos a escucharla, una joya que brilla entre el barro de esta época bárbara con pretensiones de grandeza ilustrada que nos ha tocado vivir.
Los que sienten y piensan muy pronto seran exterminados. Ya no existen poetas guerreros que les defiendan. Los persas caminan Termópilas arriba y apenas se les oponen 300 espartanos.
La historia cabalga también contra ellos.
1
TERMÓPILAS
Honor a aquellos que en sus vidas
se dieron por tarea el defender Termópilas.
Que del deber nunca se apartan;
justos y rectos en todas sus acciones,
pero también con piedad y clemencia;
generosos cuando son ricos, y cuando
son pobres, a su vez en lo pequeño generosos,
que ayudan igualmente en lo que pueden;
que siempre dicen la verdad,
aunque sin odio para los que mienten.
Y mayor honor les corresponde
cuando prevén (y muchos prevén)
que Efialtes ha de aparecer al fin,
y que finalmente los medos pasarán
(Konstantino Kavafis)
La ciudad y los ángeles que escuchan todo ese mar de almas que constantemente no dejan de hablar, de pedir, de lamentar navegando los mil y un caminos de la gran ciudad.
Me encanta esta película, sobre todo esta canción infantil que, si mal no recuerdo, pierde su entonación de canción infantil en el doblaje al español:
“Cuando el niño era niño, era el tiempo de estas preguntas. ¿Por qué soy yo y no soy tú?. ¿Por qué estoy aquí y no allá?. ¿Cuándo empezó el tiempo y donde acaba el espacio?. ¿Es la vida bajo el sol tan sólo un sueño?. Lo que veo y oigo y huelo ¿no es sólo la apariencia de un mundo frente al mundo?. ¿Realmente existen el mal y la gente que es mala?. ¿Cómo es posible que yo que existo no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, que existo ya no seré quien soy?.”
Aun me recuerdo conmovido por este principio de una historia que es un hermoso homenaje a lo que de precioso tiene nuestra precaria existencia de seres humanos: encontrarse en otros ojos, las palabras precisas, los más ajustados silencios, la compañía solidaria de los cuerpos, caricias, confidencias, el sol, la lluvia, la verdad del hoy y la fascinante incertidumbre de lo que pasará mañana cuando amanezcamos igual de ciertos que hoy, un poco más desgastados, un poco más viejos.
Una obra que continúa conmoviéndome hasta el final con su puesta de la poesía en movimiento a 24 imágenes por segundo.
Una obra que habla solo a aquellos que están dispuestos a escucharla, una joya que brilla entre el barro de esta época bárbara con pretensiones de grandeza ilustrada que nos ha tocado vivir.
Los que sienten y piensan muy pronto seran exterminados. Ya no existen poetas guerreros que les defiendan. Los persas caminan Termópilas arriba y apenas se les oponen 300 espartanos.
La historia cabalga también contra ellos.
1
TERMÓPILAS
Honor a aquellos que en sus vidas
se dieron por tarea el defender Termópilas.
Que del deber nunca se apartan;
justos y rectos en todas sus acciones,
pero también con piedad y clemencia;
generosos cuando son ricos, y cuando
son pobres, a su vez en lo pequeño generosos,
que ayudan igualmente en lo que pueden;
que siempre dicen la verdad,
aunque sin odio para los que mienten.
Y mayor honor les corresponde
cuando prevén (y muchos prevén)
que Efialtes ha de aparecer al fin,
y que finalmente los medos pasarán
(Konstantino Kavafis)
viernes, agosto 01, 2003
Termino de ver 'Ghost Dog' de Jim Jarmusch y vuelvo a tener ganas de escribir.
No tengo sueño y eso que es la vida no es más que éso... o al menos esta es la parte que más me atrae de la película. A lo largo de la misma, el libro 'Rashomon' va pasando por las manos de varios personajes hasta que regresa a su primera dueña (la circularidad maravillosa de 'La Ronde', la vieja película de Max Ophüls).
'Rashomon' es un relato acerca de cómo una serie de personas interpretan el mismo acontecimiento, la misma realidad de distintas maneras... Y es que no podemos hacer otra cosa. Somos pura interpretación de una realidad que se nos escapa de entre las manos como arena.
'Ghost Dog' interpreta la realidad a la luz del Hagakure, el antiguo código de los samurai y su amo Louie también sigue otro código, el mucho más terrenal de una organización criminal, incluso Vin, el compadre de éste, se alegra de ser asesinado de acuerdo con la forma en que debe terminar la vida de la persona que aún sigue creyendo que es -y que desde luego no pasa por morir de vejez-.
Hablaba antes de sueño y ese sueño es la interpretación, el código que utilizamos para descifrar ese caos de sensaciones, estímulos e impresiones que llamamos realidad. No se trata de que esta vida no sea nada en comparación con la otra que nos espera (ja,ja,ja) en el más allá, sino de vivir la que tenemos de acuerdo a la ética y la estética que cada uno decidamos darnos. Ese es el sueño. No hay mejores ni peores caminos, sólo distintos sueños palpitantes y terrestres conviviendo los unos con los otros, debatiendose en la dorada jaula de un espacio y de un tiempo que no nos pertenecen.
A su fragrante luz hasta el final, que en algún momento del más adelante a todos nos aguarda, cobrará sentido.
No tengo sueño y eso que es la vida no es más que éso... o al menos esta es la parte que más me atrae de la película. A lo largo de la misma, el libro 'Rashomon' va pasando por las manos de varios personajes hasta que regresa a su primera dueña (la circularidad maravillosa de 'La Ronde', la vieja película de Max Ophüls).
'Rashomon' es un relato acerca de cómo una serie de personas interpretan el mismo acontecimiento, la misma realidad de distintas maneras... Y es que no podemos hacer otra cosa. Somos pura interpretación de una realidad que se nos escapa de entre las manos como arena.
'Ghost Dog' interpreta la realidad a la luz del Hagakure, el antiguo código de los samurai y su amo Louie también sigue otro código, el mucho más terrenal de una organización criminal, incluso Vin, el compadre de éste, se alegra de ser asesinado de acuerdo con la forma en que debe terminar la vida de la persona que aún sigue creyendo que es -y que desde luego no pasa por morir de vejez-.
Hablaba antes de sueño y ese sueño es la interpretación, el código que utilizamos para descifrar ese caos de sensaciones, estímulos e impresiones que llamamos realidad. No se trata de que esta vida no sea nada en comparación con la otra que nos espera (ja,ja,ja) en el más allá, sino de vivir la que tenemos de acuerdo a la ética y la estética que cada uno decidamos darnos. Ese es el sueño. No hay mejores ni peores caminos, sólo distintos sueños palpitantes y terrestres conviviendo los unos con los otros, debatiendose en la dorada jaula de un espacio y de un tiempo que no nos pertenecen.
A su fragrante luz hasta el final, que en algún momento del más adelante a todos nos aguarda, cobrará sentido.
jueves, julio 24, 2003
'28 días después' no es una mala película.
Simplemente, uno compra la entrada y se sienta en la butaca esperando ver un terrorífico espectáculo de persecución sangrienta, deseando cagarse de miedo y lo que encuentra es una 'road movie' que transcurre por el paisaje simbólico de una serie B de epidemias y muertos vivientes ¿Y eso por qué es? La respuesta está en el Marketing indiscriminado, quizá desesperado.
'28 días después' parece una especie de subida Mekong arriba -empiezo a pensar que todas las historias que me gustan suben un invisible río Mekong- desde el caos hasta el orden, entendiendo éste como un encuentro con la propia identidad que curiosamente siempre pasa por el compañero de viaje como agente catalizador. Por algo será. Los otros no siempre son un infierno. Por lo menos, no al principio de todo.
No voy a decir que '28 días después' es un brillante ejercicio de 'loquesea', porque no lo es. Tampoco diré que sea una película inolvidable, una obra maestra de esas de las que uno se enamora perdidamente. Simplemente, no es una mala película y, dados los tiempos que corren, no es poco.
Simplemente, uno compra la entrada y se sienta en la butaca esperando ver un terrorífico espectáculo de persecución sangrienta, deseando cagarse de miedo y lo que encuentra es una 'road movie' que transcurre por el paisaje simbólico de una serie B de epidemias y muertos vivientes ¿Y eso por qué es? La respuesta está en el Marketing indiscriminado, quizá desesperado.
'28 días después' parece una especie de subida Mekong arriba -empiezo a pensar que todas las historias que me gustan suben un invisible río Mekong- desde el caos hasta el orden, entendiendo éste como un encuentro con la propia identidad que curiosamente siempre pasa por el compañero de viaje como agente catalizador. Por algo será. Los otros no siempre son un infierno. Por lo menos, no al principio de todo.
No voy a decir que '28 días después' es un brillante ejercicio de 'loquesea', porque no lo es. Tampoco diré que sea una película inolvidable, una obra maestra de esas de las que uno se enamora perdidamente. Simplemente, no es una mala película y, dados los tiempos que corren, no es poco.
Acabo de ver 'The Hulk' y he salido fascinado con tres cosas que hacen -para mi gusto- que la película merezca muy mucho la pena.
1.
La belleza de Jennifer Connelly... sobran las palabras
2.
El estilo con que Ang Lee ha decidido revestir la narración -sobria y llena de pulso, como son todas sus historias-. Los efectos digitales son utilizados para dividir la pantalla... si... aquella cosa que Norman Jewison elevó a la categoría de arte en la primera versión de 'El caso de Thomas Crown'... y dividirla haciendo que parezca que uno está viendo/leyendo un comic de Marvel... Sencillamente, pasmoso.
Por supuesto... a esta maravilla de narrativa orfebrería china -nunca mejor dicho- se une el oficio y la capacidad de hacer interesante lo nimio que tiene Ang Lee
3.
Y por supuesto, el gran Nick Nolte. En toda mi vida de espectador cinematográfico no he visto a otro actor capaz de interpretar tan bien, con tanta verdad, la brutal perdida de control, la absoluta emergencia de la animalidad.
Aún le estoy viendo al borde del derrumbe en 'Aflicción' o hechando los higados en 'La delgada línea roja' ordenando a un escrupuloso capitan la toma de una colina.
Nadie como Nick Nolte para caminar sobre el filo de la navaja cortándose.
Sólo por verle a él, merece la pena este Hulk, que acaba siendo un digno hijo de tan buen y brutal padre.
1.
La belleza de Jennifer Connelly... sobran las palabras
2.
El estilo con que Ang Lee ha decidido revestir la narración -sobria y llena de pulso, como son todas sus historias-. Los efectos digitales son utilizados para dividir la pantalla... si... aquella cosa que Norman Jewison elevó a la categoría de arte en la primera versión de 'El caso de Thomas Crown'... y dividirla haciendo que parezca que uno está viendo/leyendo un comic de Marvel... Sencillamente, pasmoso.
Por supuesto... a esta maravilla de narrativa orfebrería china -nunca mejor dicho- se une el oficio y la capacidad de hacer interesante lo nimio que tiene Ang Lee
3.
Y por supuesto, el gran Nick Nolte. En toda mi vida de espectador cinematográfico no he visto a otro actor capaz de interpretar tan bien, con tanta verdad, la brutal perdida de control, la absoluta emergencia de la animalidad.
Aún le estoy viendo al borde del derrumbe en 'Aflicción' o hechando los higados en 'La delgada línea roja' ordenando a un escrupuloso capitan la toma de una colina.
Nadie como Nick Nolte para caminar sobre el filo de la navaja cortándose.
Sólo por verle a él, merece la pena este Hulk, que acaba siendo un digno hijo de tan buen y brutal padre.
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