"Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin la ayuda del diablo"
(Jean Cocteau)
miércoles, junio 29, 2005
martes, junio 28, 2005
CALLEJÓN SIN SALIDA
Las personas tristes creen que las alegres son crueles, puesto que son incapaces de ver la maldad, el dolor y el sinsentido que les rodea.
Las personas alegres creen que las tristes son estúpidas, puesto que son incapaces de disfrutar del instante en que cada momento se encuentran.
Las personas tristes creen que las alegres son crueles, puesto que son incapaces de ver la maldad, el dolor y el sinsentido que les rodea.
Las personas alegres creen que las tristes son estúpidas, puesto que son incapaces de disfrutar del instante en que cada momento se encuentran.
ANTROPOLOGÍA POLÍTICA
Leo en El Mundo...
"El líder del BNG, Anxo Quintana, ha asegurado que no habrá "ni exigencias ni condiciones" para pactar con los socialistas el nuevo gobierno de la Xunta. Ha advertido al ejecutivo central que "nadie puede pensar que Galicia va a salir barata", que van a reclamar la "deuda histórica" que España tiene con esta comunidad y que "el nuevo Estatuto debe ser ambicioso, no una 'reformiña'". "
El desastre de la política española es el desastre de sus políticos.
La ostentación de la contradicción es una de sus principales armas.
Recuerdo lo recién leído...Ni exigencias ni condiciones, pero el estatuto debe ser ambicioso y Galicia no va a salir barata.
Faltaría más.
Piensa como nosotros y acertarás. Entonces ya no habrá lugar para las exigencias y las condiciones. Tendremos la misma voz... la mía por supuesto.
Interesante (y un poco fascista) planteamiento.
(Hay tantos fascistas en la izquierda como en la derecha, la única diferencia es que los de la izquierda aún no lo saben.
Simplemente, racionalizan. Descartan cualquier otra posibilidad todos los días, todas las horas y en todo momento. )
Las exigencias y condiciones no son malas por sí mismas.
No tiene por qué haber acuerdo.
La negociación une a los afines y separa a los opuestos.
La principal e invariable consecuencia de cualquier negociación es que sólo puede haber acuerdo entre los que son verderamente afines.
La afinidad se encuentra -o no- al final del camino.
Lo demás, la convivencia entre los opuestos, es una cuestión de tolerancia y respeto entre ellos.
El problema es tener que ponerse de acuerdo por narices, por coger el tren del poder.
Buscar la finidad a todo modo.
La política como el arte de lo (im)posible.
Me gusta creer que hay gente incapaz de negociarlo todo.
Quiero pensar que aún existen la ética y la moral, el punto de vista, los axiomas y los planteamientos.
Mi fracaso me mira y se sonríe.
Leo en El Mundo...
"El líder del BNG, Anxo Quintana, ha asegurado que no habrá "ni exigencias ni condiciones" para pactar con los socialistas el nuevo gobierno de la Xunta. Ha advertido al ejecutivo central que "nadie puede pensar que Galicia va a salir barata", que van a reclamar la "deuda histórica" que España tiene con esta comunidad y que "el nuevo Estatuto debe ser ambicioso, no una 'reformiña'". "
El desastre de la política española es el desastre de sus políticos.
La ostentación de la contradicción es una de sus principales armas.
Recuerdo lo recién leído...Ni exigencias ni condiciones, pero el estatuto debe ser ambicioso y Galicia no va a salir barata.
Faltaría más.
Piensa como nosotros y acertarás. Entonces ya no habrá lugar para las exigencias y las condiciones. Tendremos la misma voz... la mía por supuesto.
Interesante (y un poco fascista) planteamiento.
(Hay tantos fascistas en la izquierda como en la derecha, la única diferencia es que los de la izquierda aún no lo saben.
Simplemente, racionalizan. Descartan cualquier otra posibilidad todos los días, todas las horas y en todo momento. )
Las exigencias y condiciones no son malas por sí mismas.
No tiene por qué haber acuerdo.
La negociación une a los afines y separa a los opuestos.
La principal e invariable consecuencia de cualquier negociación es que sólo puede haber acuerdo entre los que son verderamente afines.
La afinidad se encuentra -o no- al final del camino.
Lo demás, la convivencia entre los opuestos, es una cuestión de tolerancia y respeto entre ellos.
El problema es tener que ponerse de acuerdo por narices, por coger el tren del poder.
Buscar la finidad a todo modo.
La política como el arte de lo (im)posible.
Me gusta creer que hay gente incapaz de negociarlo todo.
Quiero pensar que aún existen la ética y la moral, el punto de vista, los axiomas y los planteamientos.
Mi fracaso me mira y se sonríe.
domingo, junio 26, 2005
BATMAN BEGINS
La película de Christopher Nolan no es otra cosa que un eficaz y elaborado artilugio destinado al entretenimiento. En este sentido no se aparta de la línea de los grandes espectáculos cinematográficos que anualmente se convierten en los buques insignia del trabajo anual de los más importantes estudios.
La pregunta sobre los orígenes del hombre murciélago, de su vocación por la incansable lucha contra el crimen en la ciudad de Gotham, encuentra respuesta a lo largo de las aproximadamente dos y horas y media de duración de la película.
El espectador no quedará decepcionado.
Existe una buena razón -que además es explicada por Nolan de una forma convincente-, una razón que nada tiene que ver con el placer de llevar un bañador turbo por fuera del esquijama y que todos de alguna forma sospechábamos.
El héroe está justificado.
El pulso cinematográfico de Nolan hace el resto, porque la espectacularidad de Batman begins en nada se diferencia del resto de espectáculares productos cinematográficos basados en la infografía y la acción.
La factoría sigue en marcha.
No deja de producir eficaces productos clónicos, de diferente apariencia pero de similar corazón creativo y tecnológico.
El pulso cinematográfico de Nolan... y también las presencias de grandes actores. Desde Christian Bale hasta Morgan Freeman, pasando por Liam Neeson, Michael Caine, Gary Oldman o Tom Wilkinson.
Su talento incrementa por mil la credibilidad de una historia que no brilla precisamente por su originalidad, aunque tenga sus momentos...
En resumidas cuentas, y si no quiere aburrirse, "Batman begins" le hará pasar un buen rato... y punto.
La película de Christopher Nolan no es otra cosa que un eficaz y elaborado artilugio destinado al entretenimiento. En este sentido no se aparta de la línea de los grandes espectáculos cinematográficos que anualmente se convierten en los buques insignia del trabajo anual de los más importantes estudios.
La pregunta sobre los orígenes del hombre murciélago, de su vocación por la incansable lucha contra el crimen en la ciudad de Gotham, encuentra respuesta a lo largo de las aproximadamente dos y horas y media de duración de la película.
El espectador no quedará decepcionado.
Existe una buena razón -que además es explicada por Nolan de una forma convincente-, una razón que nada tiene que ver con el placer de llevar un bañador turbo por fuera del esquijama y que todos de alguna forma sospechábamos.
El héroe está justificado.
El pulso cinematográfico de Nolan hace el resto, porque la espectacularidad de Batman begins en nada se diferencia del resto de espectáculares productos cinematográficos basados en la infografía y la acción.
La factoría sigue en marcha.
No deja de producir eficaces productos clónicos, de diferente apariencia pero de similar corazón creativo y tecnológico.
El pulso cinematográfico de Nolan... y también las presencias de grandes actores. Desde Christian Bale hasta Morgan Freeman, pasando por Liam Neeson, Michael Caine, Gary Oldman o Tom Wilkinson.
Su talento incrementa por mil la credibilidad de una historia que no brilla precisamente por su originalidad, aunque tenga sus momentos...
En resumidas cuentas, y si no quiere aburrirse, "Batman begins" le hará pasar un buen rato... y punto.
sábado, junio 25, 2005
AQUILINO POLAINO (II)
Me parece muy interesante.
La ciencia también puede ser utilizada como un mecanismo de control social.
El ciéntífico se convierte en una especie de policía de la verdad.
Hay cosas que no se discuten y otras que sí.
El alto porcentaje de matrimonios que se divorcian, las enfermedades mentales asociadas a la convivencia en familias disfuncionales, la violencia entre cónyuges... más y más cosas... pero la suma de todas ellas no sirve para desacreditar a la familia. Ni siquiera estoy seguro de que nunca se haya hecho (no para atacar o no a la familia como institución sino -quizá- para tener una visión más completa y honesta de lo que nos pasa como sociedad)
La familia está bien, forma parte del orden establecido.
Hay pequeñas disfuncionalidades, siempre achacables a los individuos, no a la institución en sí.
No se hacen críticas generales.
Aquilino seguro que no las hace.
Es la palabra de Dios.
La crítica siempre se hace a todo lo que permanece fuera de ese orden establecido.
Fuera de sus murallas, sólo puede habitar la locura.
Me parece muy interesante.
La ciencia también puede ser utilizada como un mecanismo de control social.
El ciéntífico se convierte en una especie de policía de la verdad.
Hay cosas que no se discuten y otras que sí.
El alto porcentaje de matrimonios que se divorcian, las enfermedades mentales asociadas a la convivencia en familias disfuncionales, la violencia entre cónyuges... más y más cosas... pero la suma de todas ellas no sirve para desacreditar a la familia. Ni siquiera estoy seguro de que nunca se haya hecho (no para atacar o no a la familia como institución sino -quizá- para tener una visión más completa y honesta de lo que nos pasa como sociedad)
La familia está bien, forma parte del orden establecido.
Hay pequeñas disfuncionalidades, siempre achacables a los individuos, no a la institución en sí.
No se hacen críticas generales.
Aquilino seguro que no las hace.
Es la palabra de Dios.
La crítica siempre se hace a todo lo que permanece fuera de ese orden establecido.
Fuera de sus murallas, sólo puede habitar la locura.
viernes, junio 24, 2005
AQUILINO POLAINO
Le veo fotografiado.
Su sonrisa no me gusta. Me resulta falsa, un fracasado esfuerzo de cordialidad. La triste mueca de un hombre pagado de sí mismo y de su ciencia.... o de las dos cosas, quizá satisfecho por haber ajustado cuentas.
Puede que me equivoque, pero Aquilino Polaino es el tipo de hombre de ciencia que detesto.
Sin autocrítica epistemológica.
Absolutamente confiado en el poder omnímodo de la ciencia.
Sabiéndose en el bando siempre ganador porque, haga lo que haga, la verdad científica (Y dios)siempre estarán de su lado.
Soberbio.
Frío.
Cruel.
No me gusta nada lo que veo en esa imagen.
Algo así como una especie de totalitarismo científico que se basa en la más radical de las ignorancias: la del condicionamiento del punto de vista que nos lleva a abordar un tema, por ejemplo la homosexualidad, de una forma u otra.
Ciencia provinciana.
Sabiduría pueblerina del mas tuerto entre los ciegos.
Escuchar y/o leer sus afirmaciones sobre el tema me producen sentimientos complementarios de indignación y rubor.
Seguro que su soberbia de saberse intocable hombre de ciencia le hace decir esas cosas terribles que escucho y leo.
Le hacen ignorar los sentimientos de las personas que pueden escuchar, tomándole en serio, sus arriesgadas y taxativas afirmaciones en un tema cuando menos controvertido..
Después de todo lo que Aquilino dice es ciencia.
La verdad está de su parte y el que se pique que se coma todos los ajos que pueda.
Inhumanidad cosificadora total.
Pero Aquilino olvida muchas cosas.
Su principal olvido es ver la enfermedad donde quiere verla.
Yo la veo en otras partes... En las familias (enorme fábrica de tullidos), en las psicopatologías de la vida cotidiana (siempre generadas por el esfuerzo de darse la espalda a uno mismo en todos esos aspectos que el propio considera fuera de la normalidad), en todos esos seres terribles que se nos aparecen cada día por las calles y parecen tan normales (seguro que en su mayoría heterosexuales emparejados y parte de familias).
Aquilino no tiene una sóla palabra para ellos, para el siniestro concepto de normalidad, para la neurosis y el daño que genera el esfuerzo diario por vestirse un traje marrón que a algunos les queda grande, a otros les queda estrecho.
Las cosas que seguro él acepta desde su punto de vista de creyente hombre de orden como verdades inmutables son buenas e intocables.
La locura no es un factor que se extiende horizontalmente por toda la sociedad, sino que se concentra verticalmente en ciertos lugares, casi siempre frecuentados por aquellos que curiosamente nunca son los suyos.
La palabra de la ciencia usada en vano, desde una ideología que no puede disimular.
Sentirse atraído por una persona del mismo sexo (que se ve y se toca) puede ser signo de trastorno mental, pero creer ciegamente en un Dios (que nunca se ha visto), escuchar una mañana de Primavera su llamada en las florecillas del campo, es un síntoma de sensatez perfecta.
No se qué me parece peor, si las cosas que dice o la forma en que las pronuncia.
Intolerancia disfrazada de Ciencia.
El sueño de la razón engendra monstruos y Aquilino Polaino es uno de ellos.
La verdad es siempre su primera víctima.
Otro tipo de psicópatas.
Le veo fotografiado.
Su sonrisa no me gusta. Me resulta falsa, un fracasado esfuerzo de cordialidad. La triste mueca de un hombre pagado de sí mismo y de su ciencia.... o de las dos cosas, quizá satisfecho por haber ajustado cuentas.
Puede que me equivoque, pero Aquilino Polaino es el tipo de hombre de ciencia que detesto.
Sin autocrítica epistemológica.
Absolutamente confiado en el poder omnímodo de la ciencia.
Sabiéndose en el bando siempre ganador porque, haga lo que haga, la verdad científica (Y dios)siempre estarán de su lado.
Soberbio.
Frío.
Cruel.
No me gusta nada lo que veo en esa imagen.
Algo así como una especie de totalitarismo científico que se basa en la más radical de las ignorancias: la del condicionamiento del punto de vista que nos lleva a abordar un tema, por ejemplo la homosexualidad, de una forma u otra.
Ciencia provinciana.
Sabiduría pueblerina del mas tuerto entre los ciegos.
Escuchar y/o leer sus afirmaciones sobre el tema me producen sentimientos complementarios de indignación y rubor.
Seguro que su soberbia de saberse intocable hombre de ciencia le hace decir esas cosas terribles que escucho y leo.
Le hacen ignorar los sentimientos de las personas que pueden escuchar, tomándole en serio, sus arriesgadas y taxativas afirmaciones en un tema cuando menos controvertido..
Después de todo lo que Aquilino dice es ciencia.
La verdad está de su parte y el que se pique que se coma todos los ajos que pueda.
Inhumanidad cosificadora total.
Pero Aquilino olvida muchas cosas.
Su principal olvido es ver la enfermedad donde quiere verla.
Yo la veo en otras partes... En las familias (enorme fábrica de tullidos), en las psicopatologías de la vida cotidiana (siempre generadas por el esfuerzo de darse la espalda a uno mismo en todos esos aspectos que el propio considera fuera de la normalidad), en todos esos seres terribles que se nos aparecen cada día por las calles y parecen tan normales (seguro que en su mayoría heterosexuales emparejados y parte de familias).
Aquilino no tiene una sóla palabra para ellos, para el siniestro concepto de normalidad, para la neurosis y el daño que genera el esfuerzo diario por vestirse un traje marrón que a algunos les queda grande, a otros les queda estrecho.
Las cosas que seguro él acepta desde su punto de vista de creyente hombre de orden como verdades inmutables son buenas e intocables.
La locura no es un factor que se extiende horizontalmente por toda la sociedad, sino que se concentra verticalmente en ciertos lugares, casi siempre frecuentados por aquellos que curiosamente nunca son los suyos.
La palabra de la ciencia usada en vano, desde una ideología que no puede disimular.
Sentirse atraído por una persona del mismo sexo (que se ve y se toca) puede ser signo de trastorno mental, pero creer ciegamente en un Dios (que nunca se ha visto), escuchar una mañana de Primavera su llamada en las florecillas del campo, es un síntoma de sensatez perfecta.
No se qué me parece peor, si las cosas que dice o la forma en que las pronuncia.
Intolerancia disfrazada de Ciencia.
El sueño de la razón engendra monstruos y Aquilino Polaino es uno de ellos.
La verdad es siempre su primera víctima.
Otro tipo de psicópatas.
miércoles, junio 22, 2005
EL LABERINTO DE LA IZQUIERDA
"Lo cuentan quienes lo vieron. El consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, entraba en el avión para regresar a Madrid desde una capital europea. En primera clase. En una mano, un maletín de la prestigiosa marca parisina de marroquinería Louis Vuitton. Y en la otra, un volumen del revolucionario Ernesto “Che” Guevara. Todo un contraste."
(Leído en "El confidencial digital")
Louis Vuitton, Che Guevara y una pregunta... ¿Puede haber ética sin estética?
"Lo cuentan quienes lo vieron. El consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, entraba en el avión para regresar a Madrid desde una capital europea. En primera clase. En una mano, un maletín de la prestigiosa marca parisina de marroquinería Louis Vuitton. Y en la otra, un volumen del revolucionario Ernesto “Che” Guevara. Todo un contraste."
(Leído en "El confidencial digital")
Louis Vuitton, Che Guevara y una pregunta... ¿Puede haber ética sin estética?
sábado, junio 18, 2005
KARMONA
El futbolista Karmona se retira del futbol activo a los 37 años.
Su equipo, el Eibar, ha luchado por el ascenso hasta la última jornada.
Finalmente, los rivales han cumplido con su parte. Han ganado sus partidos copando los dos puestos restantes de ascenso.
El Eibar es un equipo modesto.
Su prEsupuesto seguramente no alcanza a pagar el sueldo de alguna de las grandes estrellas de la Primera División.
No obstante, ha estado a punto de ascender.
Incluso llegó a acariciar el imposible sueño del ascenso cuando uno de sus delanteros marcó el gol que les puso en primera y por delante en el marcador. Mas tarde, la suerte se mostró esquiva. El empate del equipo visitante (de penalty y con expulsión del propio Karmona) y las victorias de los equipos rivales devolvió al equipo a su realidad de segunda división.
Al finalizar el partido, los jugadores estaban desolados. Karmona, en el túnel de vestuarios, quizá el que más.
Se retiraban cabizbajos, con la lágrima asomándoles en la perdida mirada, al vestuario.
Enseguida comenzaron a ser rodeados por personas, jóvenes y mayores de su propia afición. Esas personas les abrazaban, les besaban, les consolaban demostrándoles su afecto y su agradecimiento.
Karmona era el futbolista que más gentío congregaba a su alrededor.
Un futbolista honrado, sin grandes dotes técnicas, que jamás jugó en un gran equipo, pero que siempre lo dió todo por los colores de los equipos para los que jugó. Uno más entre tantos, sacado de la oscuridad del túnel y devuelto a la verde luz del cesped.
Paseado a hombros por los que todavía son los suyos.
Conducido en una triunfal vuelta al campo, por un gentío que quizá congregara las doscientas personas.
La cámara enfoca al jugador.
Las emociones se lo tragan vivo.
El comentarista con voz fría comenta.
Sobre un plano medio del jugador casi entregado al llanto, dice que el futbolista seguramente habría soñado la noche anterior con otra forma mejor de despedirse.
Nada pasa.
Ningún rayo divino fulmina la estúpidez reptante de su voz.
Después de todo, y en su último partido, Karmona no ha conseguido el ascenso.
Uno de los dos no ha entendido nada.
Seguramente yo.
El futbolista Karmona se retira del futbol activo a los 37 años.
Su equipo, el Eibar, ha luchado por el ascenso hasta la última jornada.
Finalmente, los rivales han cumplido con su parte. Han ganado sus partidos copando los dos puestos restantes de ascenso.
El Eibar es un equipo modesto.
Su prEsupuesto seguramente no alcanza a pagar el sueldo de alguna de las grandes estrellas de la Primera División.
No obstante, ha estado a punto de ascender.
Incluso llegó a acariciar el imposible sueño del ascenso cuando uno de sus delanteros marcó el gol que les puso en primera y por delante en el marcador. Mas tarde, la suerte se mostró esquiva. El empate del equipo visitante (de penalty y con expulsión del propio Karmona) y las victorias de los equipos rivales devolvió al equipo a su realidad de segunda división.
Al finalizar el partido, los jugadores estaban desolados. Karmona, en el túnel de vestuarios, quizá el que más.
Se retiraban cabizbajos, con la lágrima asomándoles en la perdida mirada, al vestuario.
Enseguida comenzaron a ser rodeados por personas, jóvenes y mayores de su propia afición. Esas personas les abrazaban, les besaban, les consolaban demostrándoles su afecto y su agradecimiento.
Karmona era el futbolista que más gentío congregaba a su alrededor.
Un futbolista honrado, sin grandes dotes técnicas, que jamás jugó en un gran equipo, pero que siempre lo dió todo por los colores de los equipos para los que jugó. Uno más entre tantos, sacado de la oscuridad del túnel y devuelto a la verde luz del cesped.
Paseado a hombros por los que todavía son los suyos.
Conducido en una triunfal vuelta al campo, por un gentío que quizá congregara las doscientas personas.
La cámara enfoca al jugador.
Las emociones se lo tragan vivo.
El comentarista con voz fría comenta.
Sobre un plano medio del jugador casi entregado al llanto, dice que el futbolista seguramente habría soñado la noche anterior con otra forma mejor de despedirse.
Nada pasa.
Ningún rayo divino fulmina la estúpidez reptante de su voz.
Después de todo, y en su último partido, Karmona no ha conseguido el ascenso.
Uno de los dos no ha entendido nada.
Seguramente yo.
viernes, junio 17, 2005
JAJAJJAJAJAJAJJAJA
"En la construcción, en los puestos bases de la construcción, España ha progresado mucho y ya no es fácil ver, afortunadamente, a un español subido en un andamio. Ahora los españoles están en unos puestos más altos. Yo creo que en eso la población inmigrante es fundamental, y nuestro progreso se ha debido también a ellos."
Ana Botella
Sin comentarios.
"En la construcción, en los puestos bases de la construcción, España ha progresado mucho y ya no es fácil ver, afortunadamente, a un español subido en un andamio. Ahora los españoles están en unos puestos más altos. Yo creo que en eso la población inmigrante es fundamental, y nuestro progreso se ha debido también a ellos."
Ana Botella
Sin comentarios.
jueves, junio 16, 2005
miércoles, junio 15, 2005
YETI
"On the tree-line I once found deep footprints in the newly fallen snow which I could not account for. They might have been made by a man. People with more imagination than I posses might have attributted them to the Abominable Snowman"
(Seven years in Tibet, Heinrich Harrer)
El Yeti es un tibetano con los pies muy grandes ¿Tiene el Tibet liga de baloncesto? (Seguro que hay un Real Lhasa)
"On the tree-line I once found deep footprints in the newly fallen snow which I could not account for. They might have been made by a man. People with more imagination than I posses might have attributted them to the Abominable Snowman"
(Seven years in Tibet, Heinrich Harrer)
El Yeti es un tibetano con los pies muy grandes ¿Tiene el Tibet liga de baloncesto? (Seguro que hay un Real Lhasa)
DIFICIL PROPÓSITO
"But i have at least learned to contemplate the events of life with tranquility and not to let myself be flung to and fro by circumstances in a sea of doubt"
(Seven years in Tibet, Heinrich Harrer)
La tranquilidad es un interesante concepto... La mayor parte de las tranquilidades tienen -en mi nada docta opinión- su origen en la fatiga.
"But i have at least learned to contemplate the events of life with tranquility and not to let myself be flung to and fro by circumstances in a sea of doubt"
(Seven years in Tibet, Heinrich Harrer)
La tranquilidad es un interesante concepto... La mayor parte de las tranquilidades tienen -en mi nada docta opinión- su origen en la fatiga.
martes, junio 14, 2005
"Marquis de Sade: And what's the point of a revolution without general copulation?"
(Marat/Sade, 1967)
(Marat/Sade, 1967)
I
Vivo en un piso alto,
un piso alto desde el que se ve el cielo.
Por las noches me gusta sentarme, a oscuras,
en silencio,
a escuchar sus ruidos,
a sentir sus silencios.
Avanza la noche.
Lentamente, la luz se disuelve
en su oscuro cieno
Los aviones pasan parpadeantes,
sus tintineos puntúan mis pensamientos.
Alguna estrella empieza a brillar.
Las luces de la ciudad
no empalidecen su atrevimiento.
II
De cuando en cuando,
mi fracaso se acerca.
Viene a acompañarme.
Me mira con cariño.
Se enrolla en torno a mis pies.
Ronronea.
Deja que le acaricie.
A oscuras, velo su sueño.
Vivo en un piso alto,
un piso alto desde el que se ve el cielo.
Por las noches me gusta sentarme, a oscuras,
en silencio,
a escuchar sus ruidos,
a sentir sus silencios.
Avanza la noche.
Lentamente, la luz se disuelve
en su oscuro cieno
Los aviones pasan parpadeantes,
sus tintineos puntúan mis pensamientos.
Alguna estrella empieza a brillar.
Las luces de la ciudad
no empalidecen su atrevimiento.
II
De cuando en cuando,
mi fracaso se acerca.
Viene a acompañarme.
Me mira con cariño.
Se enrolla en torno a mis pies.
Ronronea.
Deja que le acaricie.
A oscuras, velo su sueño.
jueves, junio 09, 2005
martes, junio 07, 2005
"To the lighthouse"
Supongo que no descubro nada si escribo que "To the lighthouse" es uno de los grandes libros de una de las más grandes escritoras de la historia de la literatura, Virginia Woolf.
El principal atractivo que, a mi entender, encierra esta hermosa historia melancólica es la sensitiva elaboración de una poética de la relatividad que la autora lleva a cabo a lo largo de sus casi 300 páginas.
Me explico.
En esta historia, como en la vida, el significado que para los personajes tienen los espacios descansa absolutamente en el tiempo en que son vividos.
Después de todo, el libro se construye en torno a un instante, la excursión al faro, que no sucede cuando debiera suceder, con la familia unida y feliz.
La primera parte se estructura en torno al "antes", el día anterior a una prevista excursión que no llega a suceder por prescripción del patriarca de la familia.
Tiempo después, y tras un melancólico interludio de ausencia y casa vacía, llega la segunda parte: un regreso y una triste excursión de los supervivientes de aquel instante ya pasado al faro, un gesto desesperado y sucedáneo que en absoluto reemplaza al auténtico (porque todo tiene su lugar en el devenir de los acontecimientos).
El sentido que los personajes dan al mismo espacio, a la casa, la isla y el faro, ha cambiado.
Ha pasado el tiempo, se han producido muertes y el regreso, aunque sucede, es un acto desesperado y vació carente del menor sentido.
El patriarca realiza una vacía ceremonia de invocación de un paraíso perdido que ya sólo reside en su memoria.
Alargadas sombras se proyectan sobre su deseo de recuperar un tiempo pasado y unos seres queridos que ya no volverán.
Para su desgracia, la oportunidad de ir al faro ya pasó.
Nada puede hacerle escapar de una soledad y una vejez que le miran fijamente a los ojos.
Jamás debió negarse a ir.
Los instantes pasan.
Son irrepetibles.
No disfrutar de ellos es plantar la semilla de futuras tristezas y arrepentimientos.
El espacio, los paisajes y las cosas, están en función del tiempo que vive el ojo que los mira.
La teoría de la relatividad también rige en el ámbito de los sentimientos.
Supongo que no descubro nada si escribo que "To the lighthouse" es uno de los grandes libros de una de las más grandes escritoras de la historia de la literatura, Virginia Woolf.
El principal atractivo que, a mi entender, encierra esta hermosa historia melancólica es la sensitiva elaboración de una poética de la relatividad que la autora lleva a cabo a lo largo de sus casi 300 páginas.
Me explico.
En esta historia, como en la vida, el significado que para los personajes tienen los espacios descansa absolutamente en el tiempo en que son vividos.
Después de todo, el libro se construye en torno a un instante, la excursión al faro, que no sucede cuando debiera suceder, con la familia unida y feliz.
La primera parte se estructura en torno al "antes", el día anterior a una prevista excursión que no llega a suceder por prescripción del patriarca de la familia.
Tiempo después, y tras un melancólico interludio de ausencia y casa vacía, llega la segunda parte: un regreso y una triste excursión de los supervivientes de aquel instante ya pasado al faro, un gesto desesperado y sucedáneo que en absoluto reemplaza al auténtico (porque todo tiene su lugar en el devenir de los acontecimientos).
El sentido que los personajes dan al mismo espacio, a la casa, la isla y el faro, ha cambiado.
Ha pasado el tiempo, se han producido muertes y el regreso, aunque sucede, es un acto desesperado y vació carente del menor sentido.
El patriarca realiza una vacía ceremonia de invocación de un paraíso perdido que ya sólo reside en su memoria.
Alargadas sombras se proyectan sobre su deseo de recuperar un tiempo pasado y unos seres queridos que ya no volverán.
Para su desgracia, la oportunidad de ir al faro ya pasó.
Nada puede hacerle escapar de una soledad y una vejez que le miran fijamente a los ojos.
Jamás debió negarse a ir.
Los instantes pasan.
Son irrepetibles.
No disfrutar de ellos es plantar la semilla de futuras tristezas y arrepentimientos.
El espacio, los paisajes y las cosas, están en función del tiempo que vive el ojo que los mira.
La teoría de la relatividad también rige en el ámbito de los sentimientos.
lunes, junio 06, 2005
COMIENZOS
Empiezo hoy a leer "Seven years in Tibet", escrito por el alemán Heinrich Harrer.
El libro relata las vivencias de su autor durante el tiempo que éste permaneció en el cada vez menos secreto reino espiritual de las nubes.
Lo elegí de entre un terceto de opciones que componián además un libro de Fenimore Cooper y otro de Budd Schulberg.
No razoné.
Simplemente estiré el brazo y elegí.
En el borgiano jardin de los senderos que se bifurcan opté por un camino.
Simplemente comenzé a andarlo.
Los motivos que me llevaron a él permanecen oscuros.
Forma parte de nuestra complejidad el misterio de todas y cada una de nuestras elecciones.
Empiezo hoy a leer "Seven years in Tibet", escrito por el alemán Heinrich Harrer.
El libro relata las vivencias de su autor durante el tiempo que éste permaneció en el cada vez menos secreto reino espiritual de las nubes.
Lo elegí de entre un terceto de opciones que componián además un libro de Fenimore Cooper y otro de Budd Schulberg.
No razoné.
Simplemente estiré el brazo y elegí.
En el borgiano jardin de los senderos que se bifurcan opté por un camino.
Simplemente comenzé a andarlo.
Los motivos que me llevaron a él permanecen oscuros.
Forma parte de nuestra complejidad el misterio de todas y cada una de nuestras elecciones.
miércoles, junio 01, 2005
lunes, mayo 30, 2005
Sexy Beast
Todo un descubrimiento casero, en el DVD.
Interpretada por los británicos Ray Winston, Ben Kingsley e Ian McShane, la película cuenta la historia de una golpe perfecto y la imposibilidad que el protagonista (Winstone) tiene de negarse a participar en él.
El mayor atractivo que ofrece "Sexy Beast" es la composición que McShane y Kingsley, nominado al Oscar por este trabajo, hacen de sus respectivos personajes, dos despiadados y brutales miembros del hampa londinense. Cada uno en su estilo: frío y calculador McShane, brutal y desmedido Kingsley... Si bien, los dos dan el mismo miedo.
Viéndoles desenvolverse con su personal forma de expresar la crueldad, uno rápidamente empatiza con el personaje interpretado por Winstone, ya retirado en la ardiente Almería.
Siente su miedo a volver a enfrentarlos.
No es que la película esté llena de momentos memorables ni vaya a convertirse en un clásico, pero sí contiene los elementos necesarios para convertirse en una curiosidad cuyo extraño atractivo hará que la veamos más veces que "Ciudadano Kane".
Todo un descubrimiento casero, en el DVD.
Interpretada por los británicos Ray Winston, Ben Kingsley e Ian McShane, la película cuenta la historia de una golpe perfecto y la imposibilidad que el protagonista (Winstone) tiene de negarse a participar en él.
El mayor atractivo que ofrece "Sexy Beast" es la composición que McShane y Kingsley, nominado al Oscar por este trabajo, hacen de sus respectivos personajes, dos despiadados y brutales miembros del hampa londinense. Cada uno en su estilo: frío y calculador McShane, brutal y desmedido Kingsley... Si bien, los dos dan el mismo miedo.
Viéndoles desenvolverse con su personal forma de expresar la crueldad, uno rápidamente empatiza con el personaje interpretado por Winstone, ya retirado en la ardiente Almería.
Siente su miedo a volver a enfrentarlos.
No es que la película esté llena de momentos memorables ni vaya a convertirse en un clásico, pero sí contiene los elementos necesarios para convertirse en una curiosidad cuyo extraño atractivo hará que la veamos más veces que "Ciudadano Kane".
sábado, mayo 28, 2005
To the lighthouse
"What is the meaning of life? That was all -a simple question; one that tended to close in on one with years. The great revelation had never come. Instead there were little daily miracles, illuminations, matches struck unexpectedly in the dark; here was one. This, that and the other; herself and Charles Tansley and the breaking wave...."
(Virginia Woolf, To the lighthouse)
Amen....
"What is the meaning of life? That was all -a simple question; one that tended to close in on one with years. The great revelation had never come. Instead there were little daily miracles, illuminations, matches struck unexpectedly in the dark; here was one. This, that and the other; herself and Charles Tansley and the breaking wave...."
(Virginia Woolf, To the lighthouse)
Amen....
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