La eternidad medida con precisión
en el instante inmóvil
que se prolonga intenso
entre dos veloces parpadeos.
jueves, marzo 10, 2011
miércoles, marzo 09, 2011
Todo está relacionado.
Y ese presente al que tanto nos agarramos lanzándonos de buena gana al abismo de su aparente simplicidad... Es lo que sucede, es lo que toco, es lo que hay... Es en realidad un complejo entramado compuesto por lo que fue, los vacíos y huellas dejados, lo que es, las presencias incuestionables y evidentes y lo que será, las sombras que se proyectan desde el horizonte.
A veces relaja concentrarse única y exclusivamente en lo que es.
Simplemente mirar el arder lento de las cosas como quién observa el titilar de una llama.
Tomarse un respiro. Descansar en esa ilusión. Pero jamás las cosas se ven como son. El fue y el será las matizan desde su inadvertida transparencia. Y es que no sólo somos lo que recordamos y lo que queremos ser, sino también lo que vemos se nos aparece como tal en función de lo que ya hemos visto y en un futuro queremos ver.
Lo menos real desde la conciencia es siempre el presente.
Nuestra biografía lo interpreta, nuestro deseo lo transfigura.
Tener solo presente es lo mismo que no tener nada.
Y ese presente al que tanto nos agarramos lanzándonos de buena gana al abismo de su aparente simplicidad... Es lo que sucede, es lo que toco, es lo que hay... Es en realidad un complejo entramado compuesto por lo que fue, los vacíos y huellas dejados, lo que es, las presencias incuestionables y evidentes y lo que será, las sombras que se proyectan desde el horizonte.
A veces relaja concentrarse única y exclusivamente en lo que es.
Simplemente mirar el arder lento de las cosas como quién observa el titilar de una llama.
Tomarse un respiro. Descansar en esa ilusión. Pero jamás las cosas se ven como son. El fue y el será las matizan desde su inadvertida transparencia. Y es que no sólo somos lo que recordamos y lo que queremos ser, sino también lo que vemos se nos aparece como tal en función de lo que ya hemos visto y en un futuro queremos ver.
Lo menos real desde la conciencia es siempre el presente.
Nuestra biografía lo interpreta, nuestro deseo lo transfigura.
Tener solo presente es lo mismo que no tener nada.
martes, marzo 08, 2011
"Hay millones de blogs y hay miles de millones de individuos que cuentan cosas a través de la web; pero nadie se entera de esas cosas, porque no tienen interés ni tiempo para hacerlo. Así que internet no puede reemplazar el periodismo, y siempre habrá periódicos o sitios web dedicados a escoger y organizar la información para consumo de sus nichos de usuarios respectivos."
(¿Qué hay de nuevo en WikiLeaks? Hernando Gómez Buendía. Publicado en El Malpensante)
(¿Qué hay de nuevo en WikiLeaks? Hernando Gómez Buendía. Publicado en El Malpensante)
"El otro día vi una película en que trabajaba Sofía Loren; bueno, es una mujer muy agradable, pero siempre estaba tapada por alguien o sólo le salía la cara un momento. Era la protagonista y la cámara estaba siempre lejos, y nunca se veía bien a Sofía. Es la nueva dirección. Es divertido cómo salen esos chavales de Nueva York, los directores de teatro, y lo primero que hacen cuando vienen aquí es olvidarse del argumento, olvidarse de la gente, olvidarse de los personajes, olvidarse del diálogo y concentrarse en este juguete nuevo y maravilloso que es la cámara."
(John Ford, Peter Bogdanovich)
(John Ford, Peter Bogdanovich)
"She had an overwhelming desire to tell him, like the most banal of women. Don't let me go, hold me tight, make me your plaything, your slave, be strong" But they were words she could not say. The only thing she said when he released her from his embrace was, "You don't know how happy I am to be with you." That was the most her reserved nature allowed her to express."
(Milan Kundera The Unbearable Lightness of Being)
(Milan Kundera The Unbearable Lightness of Being)
lunes, marzo 07, 2011
MONOS COMO BECKY
Es un tema complicado el de la locura.
Y seguramente lo es porque en gran medida tiene que ver con la percepción y el sentido en una criatura que es percepción y sentido, es decir que afecta a lo antropológicamente consustancial del ser humano.
Al final probablemente se trate de líneas, de limites que se cruzan o no, pero también de la capacidad de regresar, de no ir demasiado lejos como las niñas que protagonizan ese maravilloso cuento de Paul Bowles llamado "Te en el desierto". A mi modo de ver, la más perfecta y poética descripción de la locura... Buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando el te y siempre viendo una mejor que aquella sobre la que se encuentran, las tres niñas acaban irremediablemente perdidas en el desierto.
En este sentido, y como bien dice Leopoldo María Panero, la locura puede ser un tema de ética, es decir, algo que afecta esencialmente al individuo, a su manera de percibir las cosas, pero también tiene una vertiente social. Los individuos se inscriben en una sociedad que regula y ordena, que busca garantizar un espacio común de estabilidad sobre el que construir algo en conjunto. Y es aquí donde la poesía individual de la locura colisiona con esa definición del espacio común.
No hay mas que leer la "Historia de la locura en la época clásica" de Michel Foucault para entender lo que se esconde tras la propia idea de la locura, que no es otra cosa que un proceso de normalización, el trazado de una línea con la bendición de la ciencia que separe a los individuos operativos desde un punto de vista social de los que no lo son.
Al final se trata de depurar las filas de lo social desde lo operativo- funcional y es aquí donde se inserta este estupendo documental de Joaquín Jordá llamado "Monos como Becky".
El documental narra la historia del neurólogo portugués Egas Monis, inventor de la lobotomía, una técnica agresiva de tratamiento para pacientes con enfermedades mentales consistente en la destrucción física de determinadas zonas del lóbulo cerebral frontal.
Por lo visto, a medidados del siglo pasado, Moniz asisitió a un congreso de psicología en Londres donde un biólogo americano, el Dr. Fulton, presentó a una chimpacé llamada Becky que había sido sometida a la ablación del lóbulo cerebral frontal. Como consecuencia de ello había pasado de ser una criatura violenta y agresiva a convertirse en un animal encantador. Monis puso todo su empeño en trasladar esa acción a los seres humanos olvidando que Becky era una criatura tranquila, pero también era incapaz de realizar tareas propias de animales de su edad.
Monis lo consiguió y por ello ganó el Premio Nobel, pero el documental cuestiona los resultados de una técnica que sólo parece destinada a hacer que los pacientes dejen de ser una molestia para la sociedad. La lobotomía les sume en un estado de paz y tranquilidad. No gritan ni se pelean y asi podemos continuar los que aparentemente estamos sanos sin ser molestados por sus gritos y estertores, pero también la lobotomía priva a esos pacientes, sumidos en una vida vegetativa que sólo es duración, de sentimientos y capacidades propias del ser humano que hacen de la vida algo especial y distinto para cada ser humano.
"Monos como Becky" ataca a la psiquiatría tradicional, cuestiona sus técnicas casi industriales de gestión de los enfermos que parecen buscar inhabilitarlos como fuente de distorsión del diario trabajo colectivo.
Como las mariposas atravesadas por un alfiler, los enfermos psiquiátricos ven atravesadas sus cabezas por el punzón del médico y terminan clavados en la pared de un psiquiátrico, privados para siempre de la capacidad de ser humanos en lo esencial.
"Monos como Becky" es un alegato contra la medicina hecha por y para los médicos, la que ignora los planteamiento y necesidades de los pacientes, la que no dialoga sino que impone convirtiéndose en una institución más al servicio del orden social, la que obedece a la voz de su amo y los hace callar para siempre mientras permite que los verdaderos locos, los que puntualmente se levantan a las siete de la mañana de cada día con la camisa planchada y recién peinados, campen a sus anchas por toda la sociedad.
Brillante.
THE RIGHT STUFF
Basada en el libro homónimo de Tom Wolfe, "The right stuff" cuenta los inicios del proyecto espacial norteamericano desde la perspectiva de uno de sus más directos y principales protagonistas: los pilotos que trabajaron para llegar más alto, más rápido y más lejos.
No es una película redonda. En algunos momentos resulta demasiado larga, especialmente las repetitivas escenas de los astronautas siendo lanzados al espacio, que resultan demasiado iguales, y en otros momentos resulta dispersa, con sucesiones de eventos demasiado separados en el espacio y en el tiempo... pero, y en general, se deja ver a lo largo de sus más de tres horas.
Además, y para mi gusto, hay una gran diferencia desde el punto de vista de la historia entre el comienzo de la misma, centrada en los pilotos que se matan intentando ver al diablo que se esconde tras la barrera del sonido y el resto, que cuenta los inicios de la carrera espacial propiamente dichos. La primera es interesante y rica, la otra resulta más rutinaria, tópica y dispersa.
Siempre he pensado que la historia de Yeager, brillantemente interpretado por un silencioso Sam Shepard, y su afán por perseguir al demonio que se esconde tras la barrera del sonido constituye el tronco esencial de la historia, la principal fuente de trascendencia y emoción de esta crónica histórica.
De algún modo, el hierático Yeager encarna ese esfuerzo, a veces loco, por superar los propios límites que resume toda la carrera espacial.
Las mejores secuencias de la película son aquellas en las que este personaje aparece superando límites uno detrás de otro hasta llegar incluso a vislumbrar las estrellas durante unos segundos, forzando las posibilidades de su avión. Porque Yeager es uno de esos héroes anónimos para los que el estar no cuenta, lo único que importa es el ser y, por esta misma razón, y aunque su tiempo acaba por pasar y termina siendo olvidado (norteamérica prefiere a los astronautas en lugar de los pilotos), Yeager se convierte en depositario de unas esencias trascendentes que son las que revisten de épica todo el proyecto espacial.
Al final, y a su modo, consigue llegar hasta las estrellas.
¿Quién es el mejor piloto?
"The right stuff" nos cuenta una gran verdad, que lo importante y esencial casi siempre se olvida, que el presente es una materia delicada hecha de pasado y de futuro.
Yo me quedo con Yeager persiguiendo a ese diablo que se esconde más allá del Mach 1.3.
domingo, marzo 06, 2011
THE VAPORS
Turning japanese...
"Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
(think so think so think so)
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so"
Turning japanese...
"Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
(think so think so think so)
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so"
INOLVIDABLE
The right stuff
"There was a demon that lived in the air. They said whoever challenged him would die. Their controls would freeze up, their planes would buffet wildly, and they would disintegrate. The demon lived at Mach 1 on the meter, seven hundred and fifty miles an hour, where the air could no longer move out of the way. He lived behind a barrier through which they said no man could ever pass. They called it the sound barrier."
The right stuff
"There was a demon that lived in the air. They said whoever challenged him would die. Their controls would freeze up, their planes would buffet wildly, and they would disintegrate. The demon lived at Mach 1 on the meter, seven hundred and fifty miles an hour, where the air could no longer move out of the way. He lived behind a barrier through which they said no man could ever pass. They called it the sound barrier."
sábado, marzo 05, 2011
THE INNOCENTS
Que recuerde sólo he sentido miedo leyendo dos libros: "Los mitos de Ctulhu" de H.P. Lovecraft y "Otra vuelta de tuerca" de Henry James.
No he olvidado la sensación de desasosiego que sentí al leer el modo en que James describe la primera aparición del fantasma de la señorita Jessel a la nueva institutriz, Miss Giddens: el repentino silencio de la naturaleza, la extraña sensación de ser observado, la descripción de la otra orilla del lago, la necesidad de volver a mirar hacia allí, el descubrimiento de la presencia de la figura vestida de negro donde antas no estaba...
"The innocents" es la adaptación cinematográfica del relato de Henry James que el estupendo y olvidado Jack Clayton llevó a la pantalla en 1961.
La historia es la quintaesencia del relato gótico de fantasmas: vibrantes luces de velas, ventanas con visillos que se lleva el viento, ruidos que se escuchan en el ático, penumbra, jardines bajo la luz de la luna, sombras fugaces, rostros que súbitamente miran desde el otro lado del cristal, voces...
Miss Giddens, magnificamente interpretada por Deborah Kerr, llega a una inmensa mansión campestre donde dos niños viven practicamente abandonados por su tio y a cargo del personal de la casa. Muy pronto, la puritana y bienintencionada institutriz empezará a descubrir la oscuridad maldita que se esconde tras la luminosa angelicalidad de los niños.
"The innocents" es una obra maestra del terror basado en lo sugerido, en la sospecha, en la intuición.
El misterio es atmosférico y con el peso opresivo del plomo, en una sucesión de sutiles detalles que van ocurriendo en un dramático "crescendo", se va cerniendo sobre la sorprendida protagonista que lo dará todo por salvar a los dos niños que han sido puestos a su cargo de la ominosa sombra que les acompaña.
Brillante.
viernes, marzo 04, 2011
jueves, marzo 03, 2011
La cueva del monstruo siempre fue la oscuridad del cine... y un poco el alcohol.
Se aceptan voluntarios para una eutanasia...
Las personas siempre fueron un misterio...
What's they are building? I don't fuckin' know.
I don't know what they´re talking about.
Y siempre hubo una distancia,
casi siempre dolorosa,
a veces maravillosa,
pero nunca buena
para los rigores de la vida diaria,
cosa que a los monstruos se les da bastante mal
a tenor de los resultados de 44 años de vida estéril,
a la espera de una ficción.
Se aceptan voluntarios para una eutanasia...
"En el futbol hay victoria y derrota, hay azar, hay drama, existe lo inesperado y los vuelcos del destino; hay venganza (o deseo de revancha), hay tradición, hay generosidad y egoísmo, hay nobleza y vileza, hay soberbia y humildad, hay envidia y hay celos, hay brutal rivalidad, hay lucha, hay sentimiento de humillación y de hundimiento, hay éxtasis momentáneo (como todos). ¿Acaso no consiste en todo eso la vida más vehemente, la vida más viva? Y, claro está, hay destreza e inspiración, pero también buena y mala suerte. ¿Qué más se puede pedir?"
(Los rostros y el tiempo. Entrevista a Javier Marías en Letras Libres)
(Los rostros y el tiempo. Entrevista a Javier Marías en Letras Libres)
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