lunes, julio 31, 2006

PARIS HILTON

Maravillosa y muy recomendable la entrevista a la rica heredera que publica el dominical del diario "El Mundo".
Las perlas se suceden una detrás de otra... "Una chica debe tener un visión en el armario, un jaguar en el garaje, un tigre en la cama y un asno que corra con todos los gastos" ... Para muestra este estupendo botón.

No la subestimen.
Ella es una de esas rubias que, como escribió la gran Anita Loos, prefieren todos los caballeros.
Escuchándola parece que por su boca está hablando uno de esos personajes frivolos y astutos que pululaban por la sofisticada comedia americana de la década d elos cuarentas y los cincuentas, en blanco y negro o en Technicolor: "Cómo casarse con un millonario?", "La costilla de Adán", "La mujer del año" o "Historia de Filadelfia"
Muchas de sus contestaciones parecen diálogos escritos por Ruth Gordon, Garson Kanin, Donald Ogden Stewart o la propia Anita Loos... Réplicas rápidas, inteligentes y llenas de intención que te sorprenden, que te hacen pensar que las apariencias engañan y que debajo de la intrascendente frivolidad de un actitud impúdicamente mundana hay vida inteligente.

Lo tiene claro. Sabe lo que quiere.... Y lo está consiguiendo: "Yo no quiero ser famosa, sólo quiero ganar mucho dinero"

Bien por ella, bien por su guionista o bien por los dos... que cualquier cosa es posible en este mundo nuestro donde la verdad ya es una mentira pronunciada el número necesario de veces y con la precisa convicción ante el público adecuado y en el momento más oportuno.

En cualquier caso, Paris Hilton es todo un personaje.

sábado, julio 29, 2006

"Todo está lleno a la vez de luz y de noche oscura"
(Parménides)

Eres la suma de tus éxitos y también de tus fracasos.

"El mito central de nuestra cultura es la expulsión del Paraíso. Pero nadie quiere creerlo, nadie quiere que ese sea el mito central de nuestra cultura, y que represente una Caída, que este mundo sea la manifestación de una Caída: caemos del nacimiento a la muerte, del sueño al fracaso, de la salud a la enfermedad. No estamos en el Paraíso. Pero nadie quiere aceptarlo. Esta cultura se niega a aceptar la muerte. Y este es el mito central de nuestra cultura: tanto la Crucifixión como la expulsión del Paraíso, pero nos negamos a afirmar que hemos sido arrojados del Paraíso y desarrollamos teorías utópicas, socialismo, fascismo, democracia, desarrollamos posibilidades utópicas que nos devuelven el Paraíso, pero hay una grieta en todas las cosas, pòrque este es el Reino de la Grieta, el Reino del Fracaso, este es el Reino de los Muertos y a menos que afirmemos el fracaso y la muerte, vamos a ser muy desdichados. Cuanto más afirmemos la muerte,más felices seremos. Cuanto más afirmemos el fracaso, más exito tendremos."
(Leonard Cohen)

La vida no es sólo un asunto de luz.
Había salido cruz.
No huiría.

Le reconfortó haber recuperado su vida: su ático, su negocio, su mulata…
Todo estaba allí, le pertenecía de nuevo.

Por un momento se lo había negado, pero el azar le acababa de permitir recuperarlo en un fugaz golpe de moneda.
Era maravilloso estar vivo en Concepción, tumbado junto a los espumosos y perfumados pies del mar eterno e inmutable que como un ojo azul de mirada profunda le miraba desde los jardines más recónditos de la historia.
Era maravilloso tener suerte.

No se marcharía, pero aún no había terminado.
Ahora Da Silva debía decidir si se presentaba ante sus buscadores o serían ellos quienes tendrían que encontrarle.
Decidió que sería cara lo primero y cruz lo segundo.

La moneda descansaba en el fondo de su puño cerrado.

Sentado en una tumbona de su terraza, la mirada se le perdía en el cielo cada vez más azul.
Por un momento se preguntó si se trataba de una mañana más. Tenía dudas. Quizás, éste que acababa de ver nacer fuese uno de esos días diferentes en que todo cambiaba para mal o para bien… Enseguida dejó de preocuparse. En unas horas lo sabría.

Cara.
Cruz.

Con cuidado lanzó la moneda al aire.

Una gaviota estuvo a punto de llevársela prendida del pico.

Cuando cayó brillando como una estrella sobre su palma, lo hizo sobre su cara, la de algún antiguo presidente que ya nadie recuerda. Quizá, el liberador de todo el territorio. Seguramente algún importante reformador del pasado siglo. En cualquier caso, historia escrita por los vencedores y poder para escribirla.

La suerte estaba por completo echada
Había salido cruz.

Serían ellos los que tendrían que buscarle.
Y con la ayuda de Cebrían lo tendrían muy fácil. Sus labios se convertirían en el camino más recto y seguro hacia él. Serían la línea más recta.

La curiosidad de saber el por qué vibraba aleteante en algún lugar no muy apartado de su conciencia.

Iría al chiringuito y allí les esperaría.
Bebiendo y contando velas blancas sobre el mar.
POSEIDÓN

En 1972, Irwin Allen produjo "La aventura del Poseidón" inaugurando con el éxito obtenido uno de los géneros más típicos de la década de los setentas: el cine de catastrofes.

La película se basaba en un libro homónimo de Paul Gallico publicado el año 1969, quién a su vez se inspiró en la leyenda marina de las grandes olas y en un suceso que vivió viajando por el Atlántico en el "Queen Mary": El barco fue golpeado de forma inesperada por una gran ola que hizo tambalear el barco hasta el extremo de llevarle a pensar en la posibilidad de volcar.

El proyecto costó cinco millones de dólares y cosechó, sólo en los Estados Unidos, cuarenta y dos.. El filón estaba abierto y fue explotado con producciones como "El coloso en llamas" o "Terremoto", proyectos que combinaban desastres de todo tipo con un reparto lleno de estrellas (muchas de las cuales acababan estrelladas durante el metraje).

"La aventura del Poseidón" es, a mi entender, una buena película. Es una de mis favoritas y, para mi gusto, la mejor dentro del género que inauguró.

Ahora, Hollywood ha decidido revisitar este clásico para pasarlo por el tamiz de los efectos especiales digitales y el resultado es "Poseidón", una película -para entendernos- mucho mejor de lo que se dice y comenta pero que - en mi opinión- está por debajo de su predecesora principalmente en los aspectos de historia e interpretación.

En general, la película funciona. Hay tensión y se pasa mal rato. En la sesión a la que asistí la gente se mordía las uñas e incluso llegaba a taparse los ojos en ciertos momentos culminantes de la película. Aspectos todos que hablan de una narración eficaz y convincente, apoyada en unos efectos especiales brillantes y en una historia que en líneas generales ya mostró eficacia en su momento... y que sigue funcionando.

Y que sigue funcionando... aunque la desaparición del airado sacerdote, que con tanto brio interpretaba Gene Hackman en la primera versión, rebaja un tanto el sentido de la historia.
No olvidemos que "La aventura del Poseidón" es principalmente -y por increíble que parezca- la historia de un hombre que no se resigna.
Una vez el buque ha volteado el relato, mediante el personaje del reverendo Frank Scott, plantea la disyuntiva de esperar a ser rescatados o de hacer algo más. El inconformismo de Scott ante un destino que parece escrito de antemano y pronunciado por el capitán genera una fractura en el grupo de supervivientes: los que se quedan y los que deciden moverse, hacer que las cosas pasen:

"We're cut off from the rest of the world. They can't get to us. Maybe we can get to them".

No en vano, y esa misma mañana, Scott pronuncia un sermón en el que expone sus heterodoxas ideas:

"So what resolution should we make for the new year? It's to let God know that you have the guts and the will to do it alone. Resolve to fight for yourselves, and for others, for those you love."

La historia creada por Gallico es algo más que una catástrofe.
Es un camino barco arriba en busca de la salvación, de la luz, como bien se muestra al final de la misma.

"La aventura del Poseidón" habla de las decisiones que se toman y de las consecuencias que trae el tomarlas, de la absoluta ausencia de certezas y garantías externas al convencido interior del hombre mismo, de la soledad ante la incertidumbre del destino asumido (¿es más correcto esperar? ¿es mejor marcharse?), de la perseverancia como principal forma de supervivencia y último refugio del individuo constantemente cuestionado por el azar y la duda.

"La aventura del Poseidón" habla de la eterna soledad que acompaña cada decisión que se toma, del constante asedio de la incertidumbre y de la firme convicción como desesperado asidero, último refugio de nuestra levedad.

Todos estos aspectos desaparecen en la nueva versión, más orientada al hecho puro y duro de la evasión contra reloj. La película pierde la fuerza vital que la anima, animando a sus personajes y queda reducida a un mero mecanismo hueco de entretenimiento... que funciona.

"Poseidón" no pasará a la historia del cine, ni siquiera será recordada entre las mejores películas del año, pero seguro que proporcionará a todos aquellos que la vean un "buen" mal rato.

Aunque yo, personalmente, me quedo con la versión de 1972 y el reverendo Scott sacrificando su propia vida en el altar de la certidumbre, agotándose como héroe hasta el extremo de llegar a desaparecer.

martes, julio 25, 2006

"Con todas nuestras fuerzas hemos luchado para que no llegase el invierno. Nos hemos agarrado a todas las horas tibias, y a cada puesta de sol hemos procurado sujetar el sol en el cielo todavía un poco, pero todo ha sido inútil. Ayer por la tarde el sol se ha puesto irrevocablemente en un enredo de niebla sucia, de chimeneas y de cables, y esta mañana es invierno."
(Si esto es un hombre. Primo Levi)

domingo, julio 16, 2006

Bajo la amarillenta luz del crepúsculo las sombras definitivamente se alargan.

sábado, julio 15, 2006

En un momento de la maravillosa y preciosa "El Castillo ambulante", película dirigida por Hayao Miyazaki, la protagonista, Sophie, le dice al atormentado Howl, el dueño de tan extraño castillo, que "el corazón es una pesada carga".

Amo esta frase.

Y es una pesada carga tanto para lo bueno como para lo malo. A veces te hará perder los papeles y pegarle un cabezazo a Materazzi (si eres Zidane), pero -creo- es mejor tener corazón que carecer de él y convertirse en un formal de la vida, en un ventajista de la moral.

El corazón es una pesada carga sería la divisa de mi escudo.
Y crearía una orden de caballeros cuyo único objetivo sería pelear todas las batallas perdidas de las que tuviéramos noticia... como la de Zidane.
Lucharíamos contra todos esos hipócritas que escriben a favor de viento y que se refugian en la generalidad de la normal moral para liquidar de un plumazo la excepción muy humana del caso concreto.

Se asume un gran riesgo teniendo corazón: el de no poder controlar en algún momento el peligroso animal que todos llevamos dentro.
Pero no teniéndolo se asume otro mayor: desnaturalizar la vida y desnaturalizarnos a nosotros mismos.

A mi entender, en la balanza de Zidane pesan mucho más las cosas buenas que ha hecho por el fútbol (y por los que le hemos visto sobre el verde cesped bailar valses silenciosos de compenetrado amor con el balón) que las cuatro agresiones realizadas durante su larga carrera deportiva. Pero hay algunos -los que seguramente han preferido no tener corazón- que prefieren quedarse con lo malo de ese mal momento en que a Zidane el corazón le pesó como plomo ardiente en el pecho.

Sin corazón es mucho más fácil la vida.
Sin él, uno puede remontar más cómodamente el vuelo y alcanzar más rápidamente el cielo de las ideas puras y abstractas.
Se entiende todo más fácilmente y así es mucho más sencillo escribir que en ningún momento Zidane debió ceder ante la provocación de Materazzi o que hay que pensar en los niños que le están viendo o que ha sido un borrón para su carrera... Verdades... Pero verdades a medias.

Quizá el balon de oro deba ser para el italiano que logró desequilibrar al genio y sacarle del campo, quizá esta fuera la mejor jugada del partido, pero mi fracaso y yo nos quedamos con Zidane y su paso cadencioso de rey destronado camino de los vestuarios
Cargando, callado y majestuoso, el silencio que a veces nos deja habernos dejado arrastrar demasiado lejos por ese peso.
EL CASTILLO AMBULANTE

La última película de Hayao Miyazaki es una maravillosa obra de ficción que cuenta la preciosa historia de Howl, un hechicero que vive separado de su corazón y de cómo la joven Sophie se las arregla para conseguir unir lo desunido de nuevo... También cuenta más cosas e incluye frases maravillosas como ésta: "Un corazón es una pesada carga"...( y yo añado: tan pesada que algunos prefieren no tenerlo).

Me gusta el abigarrado y fascinante mundo de Miyazaki.
Me gusta la belleza y la poesía de sus historias.

Todas sus películas tienen alma.
Son grandes viajes que sus protagonistas emprenden en busca de sí mismos.
Perseguidos por la fatalidad, recorren coloristas laberintos dentro de mundos extraños y al mismo tiempo familiares en busca de la exacta puerta que dará acceso a la emoción precisa, al momento perfecto... y al final terminan siempre consiguiendo el premio de encontrarse a sí mismos, su lugar en el mundo.

La princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, el Castillo Ambulante...

En cinco minutos de Miyazaki hay mas verdad y más cine que en toda la película "Superman returns".

Aún quedan genios.
El cine todavía no ha muerto.

jueves, julio 13, 2006

SECUELAS (I)

Ante la poca calidad de las decisiones de los ejecutivos de hollywood a la hora de escoger los guiones y los proyectos, me permito proponer una serie de sugerencias para la secuela de “Superman returns” prevista para el 2009:

1
Titulo:
Locos por Superman

Director:
Sam Shepard

Argumento:
Durante una interminable noche de borrachera, un hombre interpretado por Kart Russell se pregunta por qué Superman nunca ha aparecido para socorrerle en los momentos más terribles de su vida.
Kim Bassinger o Jessica Lange pueden darle la réplica alcohólica y pasivo-agresiva.

Recomendación:
Por muy afeada que venga, evitar dar el papel a Charlize Theron. El Oscar ya lo tiene.

2
Titulo:
Superman en Idaho

Director:
Gus Van Sandt

Argumento:
Un estresado Superman entra en crisis. La imposibilidad de salvar al mundo le puede. La imagen de su padre, Jor-El, le persigue y la hace caer en la heroína.
Un día aparece en una estación de autobús en Idazo donde conocerá al personaje que interpreta Joaquin Phoenix, un Superman en lo suyo.
Este personaje le dará la réplica y algo más…


3
Titulo:
Interestatal 303

Director:
Wim Wenders

Argumento:
Una carta caída de entre las páginas de un viejo cuaderno de planes para conquistar el mundo pondrá a un cansado y viejo Luthor sobre la pista de Supermán. El viejo Lex, cansado de su exitoso negocio de marketing político, no dudará en salir a la carretera para encontrar la ciudad que figura en el matasellos de la carta.
El periplo de luthor le llevará a un pequeño villorio de la américa profunda. Allí, Supermán vive en una caravana ganándose la vida como portero de una discoteca y como forzudo en el circo.
Nastassja Kinsky interpretará a su mujer.

4
Titulo:
No me hables esta noche.

Director:
Pedro Almodóvar

Argumento:
Lois Lane no puede más. Ya en la cuarentena ve que su vida pasa ante la indiferencia de su marido superhéroe.
Angustiada y deprimida pasea las calles de Manhattan y en un encuentro casual conoce a una travesti que vive de imitar al propio Superman. Ella/El hará viva en ella/ella la ilusión de un volver a empezar aunque sólo sea un par de horas durante la madrugada.

Recomendación:
Eusebio Poncela deberá hacer musculación para poder interpretar a Superman.

Muy pronto, en la pantalla de su ordenador más cercano, habrá más secuelas....
Syd Barret ha muerto.
Mientras escribo escucho el mejor disco de Pink Floyd, "The Piper at the gates down". El único de toda la discografía del músico en el que Barrett pudo desplegar todo su talento, antes de que sus angeles y sus demonios se le llevaran a dar una larga vuelta junto con su fracaso.

Syd Barret ha muerto, pero en mis oidos -y lo que es mejor, en mi mente- el diamante loco sigue brillando.

¡Shine on, you crazy diamond!
SUPERMAN RETURNS

1
¡Uf!
La verdad es que no se para qué ha regresado Superman... Bueno. Sí, lo se... Todos lo sabemos.

Supongo que las intenciones eran otras, pero el resultado deja mucho que desear. Ante mis encallecidos ojos de cinéfilo empedernido ocurría una sucesión de tópicos y lugares comunes engarzados con una nada dismulada desgana y protagonizados por un Superman que más parece un limpiador de piscinas de la serie Mujeres Desesperadas que un auténtico superhéroe.

Nada de nada.

Otro producto desalmado, resultado de una rutina, la que impone una industria y su necesidad de obtener beneficios fabricando como enormes y costosas rosquillas los productos que son la razón de ser de su negocio.

Un modelo de hacer cine quizá empiece a agotarse: el de hacer películas sin basarlas en buenas historias y buenos personajes, sólo haciendo descansar su eficacia en el virtuosismo técnico y la espectacularidad de los efectos especiales.

2
Lo único que me resultó interesante es el momento en que, en la azotea del edificio del Daily Planet, Lois Lane se descalza para volar una vez más de la mano del hombre de hierro.
Apenas quince segundos de metraje...

3
Los actores parecen desdibujados, como aplastados por toda la maquinaria técnica de la producción. En absoluto dan lo mejor de si mismos. Se limitan a decir sus líneas y esperar que todo termine para poder regresar a casa. Quizá, en el buzón les espere algún guión interesante.
Incluido, por supuesto, Kevin Spacey... cuya presencia resulta decepcionante.

4
La historia es absurda.
Brian Singer, su director, intenta presentarnos un superman agobiado por las cargas propias de su condición (todos tenemos problemas, tío) y lo cierto es que debe ser agotador. Tener que aparecer en el último momento para recoger un albañil que se cae de lo alto de un rascacielos en Hamburgo para acto seguido tener que apagar un incendio que amenaza a una escuela en Bombay debe ser agotador hasta para un superhombre como él, pero lo cierto es que -y a la pálida luz nocturna de mi personal entender (¡toma ya frase de tango triste!)- ese intento de humanizar al personaje revela el cartón piedra que se esconde tras él.
Le hace definitivamente poco creíble.
Lo siento fans.

La fórmula le dió resultados con los Hombres X, pero creo que no funciona con Supermán. Principalmente, por las propias características imposibles del personaje.
Los hombres X se defienden, luchan con otros mutantes. No quieren salvar al mundo y en su modestia hacen posible una cierta solemnización de sus circunstancias en busca de discursos más profundos como el de la reivindicaicón de la diferencia. Pero, Superman.... Superman nos tiene que salvar a todos y cada uno de nosotros, los habitantes de Metrópolis, de todas las desgracias que nos acechan.
Incluso sin necesidad de que aparezca un supervillano como Lex Luthor para joderlo más, el mundo ya es lo suficientemente complicado.
Y por ahí la historia empieza a fracasar... No hablemos ya de la anécdota, del plan de Lex Luthor de montar una Marbella en medio del oceano atlántico.

Definitivamente, el tratamiento más humorístico que tuvo el proyecto que dirigió Richard Donner en 1978 le va más al personaje y le esfuerzos de luthor por convertirse en un especulador global hubieran encajado mejor con la interpretación del villano que el muy grande Gene Hackman llevó acabo en aquella película: sencillamente, como con dos whiskys de más y como asumiendo de una forma histérica, pero elegante su eterna condición de antagonista fracasado. No puedo ganarle pero tampoco pudeo dejar de retarle.

El Luthor de Spacey lo lleva peor.... y además su chica es mucho más fea que la Eva Teschmacher que interpretara la neumática Valerie Perrine.

Y además falta el estupendo Ned Beatty para terminar de convertir al Luthor de Hackman en el miembro más relevante de lo que en realidad es un dúo cómico-terrorista.

La seriedad y la grandilocuencia no van con Superman. La deconstrucción, tampoco, porque sólo se trata de un caso más de rico que llora.

5
Los dialogos rancios y carentes de profundidad no ayudan en nada a la sucesión de tópicos que componen como un collar de "dejavus" la acción de la aventura , entre ellos el del avión que parece que va a estrellarse pero que enseguida y regresando del fuera de campo remonta el vuelo y por dos veces o el del novio comprensivo procedente de la más rancia comedia romántica.
Un villano intepretado por Kevin Specey bien merecería la escritura de alguna réplica interesante...

6
En fin, ni un sólo atisbo de inteligencia.
Nada de nada.

Hubo una época en que el cine ayudaba a la gente a pasar de una forma entretenida y agradable los malos o buenos tiempos -fue el único consuelo para los americanos durante los años de la Gran Depresión-, ahora, y con películas como Superman Returns empieza a hacérnoslo perder.

7
Ya hay en marcha una secuela. Su estreno está previsto para el 2009..... Quizá ya no exista el cine para entonces.

miércoles, julio 12, 2006

"No es la justicia, sino el accidente, el azar y la fortuna -la aliada del paciente tiempo- quienes mantienen un justo y escrupuloso equilibrio."
(Lord Jim, Joseph Conrad)
En mis manos hay un dossier sobre el cine de terror contemporáneo. En su encabezamiento hay una frase extraída de una famosa novela gótica "The haunting of Hill House":

"Ningún organismo puede subsistir mucho tiempo, sin volverse loco, en unas condiciones de realidad absoluta; incluso las alondras y los saltamontes, suponen algunos, sueñan".

Me pregunto si será verdad.
Pienso en las personas que se definen como prácticas y realistas, pero enseguida me seduce la idea del soñar despierto, de las esperanzas y las ilusiones, de su insoportable levedad, y el fundamento antropológico de su absoluta necesidad.

Imagino como sonámbulos a todos aquellos que persiguen su esperanza en el mayor o menor espacio de tiempo que separa el primer respirar del último.
No se equivoca Calderón de la Barca.
La vida es sueño.
Tengo que confesarlo.
Mi parte oscura, la auto-destructiva, comprende el cabezazo de Zidane a Materazzi.

Sabes que te van a expulsar, que vas a perjudicar a tu equipo y a ti mismo, que no debes ceder a las provocaciones pero ese italiano ha cruzado la línea que en cada momento separa el bien del mal.
En ese momento lo demás no importa.
Controlo mi destino. Igual que lo construyo puedo destruirlo. También soy el puto dueño de mi fracaso, de mi furia y mi dolor.

Ni mi madre ni mi hermana son unas putas ni tampoco yo soy un sucio terrorista.
Una copa del mundo no merece mi indiferencia ante el insulto, la fria indiferencia de los formales ante la diaria y cotidiana abominación.

Soy Zinedine Zidane y mi libro ya está escrito.
Había pensado en otro final, pero...

¿Un cabezazo en el pecho?
¿Por qué no?

miércoles, julio 05, 2006

Inspira profundamente todo el aire que puede,
enseguida lo expulsa.

Se escucha los látidos pausados de su corazón.

Está incuestionablemente vivo.

A su manera,
a su estilo,
pero tan vivo como cualquiera pueda estarlo.
No necesita que nadie le extienda un certificado.
ITALIA-ALEMANIA

Acabo de volver a ver la prórroga de esta espléndida semifinal del mundial, un choque de trenes entre dos expresos continentales y el juego tuvo el inmenso poder de emocionarme como si lo estuviera viendo por primera vez, como si fuera ayer.
Algunas reflexiones:

1
Los mejores partidos, los que se recuerdan, jamás pasan a la memoria por el buen juego de los contendientes. Lo que permenece es la emoción, la virtualidad de ambas posibilidades de éxito casi hasta el último instante. La trascendencia está en la emoción, en la incertidumbre a la que se someten veintidos hombres dando lo mejor de si mismos, desafiando los mil y un azares del destino, intentando continuar un paso más en la competencia.

El fútbol es como la vida o la vida es como el futbol... No se. Lo único que tengo claro es que la grandeza está ahí, en la brillante emoción intensa que ofrece un partido de ida y vuelta donde uno tiene la impresión que todo es posible, aunque sólo uno puede continuar.

Mientras el buen futbol sirve para recordar a los buenos jugadores, la emoción aparece para recordar los buenos partidos. Sus imágenes se graban como hierro candente en algún lugar privilegiado de la memoria. Tienen la suficiente fuerza para hacerlo.

2
Nadie celebra los goles como los italianos.
En mi memoria está presente el desencajado grito extático de otro italiano, Tardelli, tras anotar el gol que ponía por delante a su selección en la final del mundial 82.
La desencajada emoción de Grosso en el partido ayer se le parecía mucho.

Históricamente se acusa -con razón- a Italia de practicar un fútbol defensivo y rácano, pero no recuerdo emociones como las de Tradelli y Grosso vestidas con otras camisetas. Quizá porque ese estilo de juego les lleva a valorar el hecho salvador del gol como nadie. No lo se... Pero los gritos de Tardelli y Grosso ahí quedan.

3
Los alemanes nunca pierden la cara a los partidos.
En el interior de cada uno de ellos parece anidar una especie de mecánica de constancia, confianza y esfuerzo que les hace casi invencibles.

La prórroga de los cuartos de final contra Argentina pasó factura a los Alemanes, pero aún así aguantaron hasta el final, hasta el último minuto y hasta el último hombre.
No están ahí por casualidad.
Siempre cumplen.
(Uno puede contar siempre con que un alemán cumplirá su palabra. En Waterloo Wellington se atrincheró y aguantó a las tropas de Napoleón en una posición difícil a la espera de que el prusiano Blücher cumpliera con su promesa de llegar con refuerzos... y llegó)
Jamás se derrotan.
Uno tiene que ganarles.

Hay algo superior en ellos, incluso en la derrota.
La imagen de Metzelder tras el pitido final, de rodillas, como encajando el golpe de la eliminación con la misma actitud con la que había jugado el partido me resulta potente, casi religiosa.

4
Animicamente y futbolísticamente, el esfuerzo de Italia descansó sobre los hombros de Gattuso. En el peor momento del partido, cuando los alemanes presionaban a Pirlo para ahogar el fútbol italiano y dejaban el balón para el pequeño y rocoso futbolista del Milán, éste no le perdió la cara al momento y se hechó sobre sus enormes espaldas y su inmenso corazón el juego de la selección.

Gattuso sacó el balón jugado -como pudo pero lo sacó-, se multiplicó en defensa saliendo a todo alemán que se atreviera a cruzar los tres cuartos de su campo y protegió las espaldas de la vanguardia ofensiva de su equipo.

Incansable, duro, potente, generoso en el esfuerzo, sacrificado, eficaz, Gattuso se reivindicó como un gran futbolista, un profesional cuyo ámbito de actuación no es la fantasía de la inspirada línea de pase descubierta o el toque inteligente de balón o el gol sino el esfuerzo y la emoción, la catársis y la entrega.
Todos los equipos necesitan un Gattuso, alguien que trace una línea y decida que nadie va a dar un paso atrás, que entre en el cuerpo a cuerpo para equilibrar un paretido a golpes de sudor y fuerza.
Todos los equipos necesitan un Gattuso para cuando las cosas no salen como están planeadas y los futbolistas de calidad y toque son arrollados por el mejor juego del otro equipo. La de ayer era la cita de Gattuso con su propia historia y como era de esperar no se escondió. El sólo aguantó como pudo las embestidas alemanas y mantuvo fisicamente a su equipo ante una Alemania que deseperadamente se desangraba como un toro bravo.

Cuando el árbitro mejicano pitó el final del encuentro, Gattuso se dejó caer sobre el cesped. No tenía fuerzas ni para correr a abrazarse con sus compañeros. Sólo su entrenador, el frio Lippi, sabía de la importancia de su esfuerzo y corrió a levantarle. Aparte de los abrazos de rigore, ese fue el único gesto diferente que Lippi tuvo con algún jugador italiano.

No hagan caso de Valdano, Gattuso fue el héroe del encuentro.

5
Viendo jugar a Alemanes e Italianos, asistiendo emocionado a la consitencia tanto individual como grupal que muestran ambos equipos, a la pesonalidad y al sentido del juego, comprendo por qué nunca nuestra selección no ha hecho nada en un mundial.
Aún nos falta mucho, tanto que quizá nunca lo consigamos.

A nuestros jugadores aún les faltan un par de hervores.

Hay otro fútbol que no sabemos jugar.
Tenemos jugadores de fútbol, pero no futbolistas y los equipos campeones del mundo los componen siempre veintidos futbolistas.

lunes, julio 03, 2006

Terrible texto...

"En la historia y en la vida, parece a veces discernirse una ley feroz que reza: «a quien tiene, le será dado; a quien no tiene, le será quitado». En el Lager, donde el hombre está solo y la lucha por la vida se reduce a su mecanismo primordial, esta ley inicua está abiertamente en vigor, es reconocida por todos. Con los adaptados, con los individuos fuertes y astutos, los mismos jefes mantienen con gusto relaciones, a veces casi de camaradas, porque tal vez esperan obtener más tarde alguna utilidad. Pero a los «musulmanes», a los hombres que se desmoronan, no vale la pena dirigirles la palabra, porque ya se sabe que se lamentarán y contarán lo que comían en su casa. Vale menos aún la pena hacerse amigo suyo, porque no tienen en el campo amistades ilustres, no comen nunca raciones extras, no trabajan en Kommandos ventajosos y no conocen ningún modo secreto de organizarse. Y, finalmente, se sabe que están aquí de paso y que dentro de unas semanas no quedará de ellos más que un puñado de cenizas en cualquier campo no lejano y, en un registro, un número de matrícula vencido. Aunque englobados y arrastrados sin descanso por la muchedumbre innumerable de sus semejantes, sufren y se arrastran en una opaca soledad íntima, y en soledad mueren o desaparecen, sin dejar rastros en la memoria de nadie. "
(Primo Levi, Si esto es un hombre)

jueves, junio 22, 2006

La metrosexualidad es el arte de convertir a las personas en electrodomésticos.
LA VOLPE

El entrenador de la selección mejicana de fútbol se llama Ricardo LaVolpe. Es argentino, pero parece un personaje sacado de una película de Peckinpah con su rostro duro y masculino, con su apariencia peligrosa y desgastada que quizá esconda el negro brillar de una cierta fragilidad que ya revienta las costuras polvorientas de un alma mil y una veces perdida y reencontrada.

Perfectamente podría haber disparado contra el árbitro metrosexual que escatimó un penalty a su equipo.
Perfectamente podría haber sacado una sucia botella de tequila caliente y haberla vaciado allí mismo con grandes y glotones tragos antes de agotar su última bala sacando otro delantero.

Lo veo cabalgando con el Grupo Salvaje camino de la ninguna parte desde la que un día vinieron.

Su equipo perdió con Portugal, pero siempre atacó... incluso con un jugador menos.

¿Por qué no?

Lo importante es no ceder, seguir siendo uno mismo hasta que la vida -en este caso la competición- le lleve a uno por delante y que gane el mejor.
REIVINDICACION

Viajando con mi mando a distancia por los canales de televisión topo de bruces con el familiar rostro de Manolo "eldelbombo" (no se cómo escribirlo).

El personaje lleva puesta la camiseta de la selección, pero esta vez no está aporreando su bombo en la grada. Cómodamente sentado en un sofá habla sobre sí mismo, que es lo mismo que hablar de fútbol, mientras él y su entrevistador francés ven un partido de Francia.

No se por qué decido quedarme, pero el caso es que decido escucharle para descubrir con asombro que lo ha dejado todo por el fútbol y, lo que es peor y con áún más asombro, que le han dejado por el futbol.
La historia es ésta: Manolo regresó un día de un partido de la selección y su familia no estaba en casa. Se había marchado.
Simple y clara.

No se cómo tomarmelo.
Podría vituperarle como seguramente haría la mayoría de la gente, después de todo el fútbol no es tan importante, pero enseguida mi fracaso me susurra al oído que debo comprenderle.
Primero, porque es uno quién debe decidir qué es lo importante en su vida (y muchos que se rien de Manolo y su bombo se morirán sin llegar a saberlo, seguramente con la satisfacción interna de haber sido correectos y formales)
Segundo, porque creo que no debo lamentar algo que ni siquiera el propio interesado parece lamentar... porque Manolo enseguida deja de lado su posible, y políticamente correcta, tragedia personal y se pone a hablar de fútbol y los ojos se le iluminan con una jugada de Henry.

Y de la mano de Manolo y su bombo llego a James Joyce, a las palabras finales de Gabriel en su relato corto "Los Muertos":

"Mejor pasar temerariamente a ese otro mundo en plena gloria de una pasión, que decaer y ajarse funestamente con la edad"

Es cierto.
En sus palabras late la plena gloria de una pasión.
Desde este blog reinvindico a Monolo y su pasión ciega por el fútbol y nuestra selección.
Esa ha sido su elección.