El Atlético que llega pronto
El Atlético que llega pronto
Esta entrada continúa la anterior (El Atlético que se devora a sí mismo). Allí describíamos el patrón de fatiga. Aquí lo demostramos con el dato más simple: los puntos por partido.
En esa entrada señalábamos un patrón visible desde hace años: el equipo de Simeone arranca las temporadas con energía desbordante y las termina exhausto. La intensidad, que tantas veces ha sido su marca diferencial, parece volverse contra él a medida que avanza el curso.
Este nuevo texto profundiza en esa intuición con datos. Porque más allá de las sensaciones —que pueden engañar—, los números confirman la tendencia: el Atlético de Madrid, en la mayoría de las temporadas, va de más a menos, con caídas de rendimiento medibles en la segunda vuelta que no se observan en la misma magnitud en el Real Madrid ni en el Barcelona.
Es cierto que hay excepciones —años atípicos como el del parón por la pandemia o el posterior al Mundial de Catar—, pero el patrón general es consistente: el equipo alcanza su pico antes de tiempo y luego se desinfla. Lo que aquí analizamos es esa irregularidad estructural, su relación con el modelo de juego y el impacto que tiene en la clasificación final. Y también lo que podría haber cambiado si el rendimiento del Atlético hubiera sido tan estable como el de sus dos grandes rivales.
🔢 El dato que lo demuestra
El indicador más claro es el PPP (puntos por partido), que mide el ritmo de puntuación de un equipo a lo largo de la temporada. Si comparamos las primeras y segundas vueltas del Atlético desde 2014, el resultado es elocuente.
Es la media de puntos que consigue un equipo por cada partido jugado. Se calcula así:
PPP = puntos obtenidos ÷ partidos jugadosEn una vuelta de 19 partidos, si haces 38 puntos: 38 ÷ 19 = 2,00 PPP. Comparar el PPP de la 1ª vuelta con el de la 2ª permite ver si el equipo mantiene el ritmo o se cae.
| Temporada | PPP 1ª vuelta | PPP 2ª vuelta | Diferencia |
|---|---|---|---|
| 2014-15 | 2,26 | 1,89 | −0,37 |
| 2015-16 | 2,37 | 2,05 | −0,32 |
| 2016-17 | 2,05 | 2,26 | +0,21 |
| 2017-18 | 2,32 | 2,05 | −0,27 |
| 2018-19 | 2,16 | 1,74 | −0,42 |
| 2019-20 | 1,89 | 2,26 | +0,37 |
| 2020-21 | 2,56 | 1,94 | −0,62 |
| 2021-22 | 2,00 | 1,58 | −0,42 |
| 2022-23 | 1,71 | 2,37 | +0,66 |
| 2023-24 | 2,31 | 1,77 | −0,54 |
| 2024-25 | 2,16 | 1,84 | −0,32 |
En la temporada 2024-25, el Atlético cerró la primera vuelta con 41 puntos (41 ÷ 19 = 2,16 PPP) y la segunda con 35 puntos (35 ÷ 19 = 1,84 PPP), lo que supone una caída de −0,32 PPP. Es decir, vuelve a aparecer el mismo patrón: buen arranque y descenso en primavera.
Solo dos años rompen esa tendencia: 2019–20, cuando el parón por la pandemia permitió un reinicio físico y táctico; y 2022–23, cuando Simeone bajó el ritmo y amplió la rotación tras el Mundial de Catar. Son excepciones que confirman la regla.
⚖️ Comparado con los grandes
Para que se vea quién se cae más, basta con mirar la diferencia de PPP entre primera y segunda vuelta en los tres equipos que juegan siempre lo mismo: Atlético, Real Madrid y Barcelona.
| Temporada | Δ Atleti | Δ Madrid | Δ Barça |
|---|---|---|---|
| 2014-15 | −0.37 | −0.11 | +0.26 |
| 2015-16 | −0.32 | +0.47 | −0.58 |
| 2016-17 | +0.21 | +0.16 | +0.11 |
| 2017-18 | −0.27 | +0.04 | −0.02 |
| 2018-19 | −0.42 | −0.08 | +0.24 |
| 2019-20 | +0.37 | +0.06 | −0.14 |
| 2020-21 | −0.62 | −0.15 | −0.02 |
| 2021-22 | −0.42 | −0.11 | −0.04 |
| 2022-23 | +0.66 | +0.05 | +0.12 |
| 2023-24 | −0.54 | −0.06 | −0.07 |
| 2024-25 | −0.32 | −0.11 | −0.11 |
En el mismo periodo, el Real Madrid promedia una caída muy pequeña (en torno a una décima de punto por partido), y el Barcelona se mueve también en márgenes cortos. El Atlético, con un descenso medio cercano a 0,45, sigue siendo el que más se deja en el camino.
La diferencia es clara: Madrid y Barcelona sufren el calendario; el Atlético lo paga.
Mientras los dos gigantes sostienen un nivel competitivo estable, el equipo de Simeone entra en declive tras el ecuador de la liga, coincidiendo con los meses de mayor densidad de partidos —Champions, Copa y fases decisivas de Liga—.
🧩 Lo que explican los números
Los datos no hablan de falta de ambición ni de talento. Hablan de desgaste: de un modelo que exige un esfuerzo máximo en cada partido y que, en un calendario de 60 o 70 encuentros anuales, no puede sostenerse hasta el final.
El Atlético de Simeone juega cada minuto como si fuera el último, y eso tiene un precio. El equipo no se cae por debilidad, sino por agotamiento.
En términos estadísticos, el Atlético es el más irregular del trío de cabeza. Su media histórica en la era Simeone ronda los 75 puntos por temporada, mientras que Madrid y Barcelona mantienen promedios cercanos a los 85–90. Esa diferencia de 8 a 10 puntos por curso es exactamente la que reflejan los descensos del PPP. Y es, al mismo tiempo, la frontera que separa la constancia del título de la fatiga de llegar siempre un poco tarde.
🧠 Qué habría pasado con un rendimiento estable
Si el Atlético hubiera mantenido un nivel de regularidad similar al de Madrid y Barcelona, habría ganado alguna liga más y mejorado su posición en varias otras. En las temporadas con caídas más acusadas (2018–19, 2020–21, 2023–24), esos 8 o 9 puntos adicionales lo habrían mantenido en la pelea hasta el final.
Y, en el contexto europeo, probablemente habría llegado más lejos: no por falta de calidad, sino por falta de combustible.
El Atlético no pierde por competir peor, sino por competir demasiado pronto.
⚙️ Señales de evolución
En los últimos años, Simeone ha intentado ajustar el modelo. El equipo tiene más fases de posesión, gestiona mejor algunos partidos y reparte un poco más los esfuerzos. Son pasos tímidos, todavía inconsistentes, pero apuntan en la dirección correcta: mantener la identidad, pero aprender a dosificarla.
Porque el problema del Atlético no es su intensidad. El problema es no saber administrarla en un fútbol que ya no perdona los excesos.
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