Ucrania y la gran mentira de la OTAN

La OTAN "no sabía": tres memorandos de la Casa Blanca que los documentos desmienten

Memorandos desclasificados de conversaciones entre Bush y Putin (2001-2008) muestran que Rusia advirtió explícitamente que la expansión de la OTAN hacia Ucrania y Georgia crearía conflicto a largo plazo. Washington trató esos avisos como "performance" retórica, no como señal de seguridad dura.

Hay una narrativa muy cómoda —y muy repetida— según la cual la ampliación de la OTAN hacia el Este fue un proceso "natural", benigno, casi administrativo, y que Rusia reaccionó de forma imprevisible, irracional o oportunista. El problema es que, cuando uno mira documentos de conversaciones presidenciales (no columnas, no tertulias), esa narrativa se queda sin suelo.

En un vistazo: Este artículo analiza tres memorandos oficiales estadounidenses de conversaciones entre Bush y Putin (2001, 2005, 2008) obtenidos por FOIA, que demuestran que Rusia advirtió con claridad y antelación que la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN sería interpretada como amenaza a su seguridad nacional y generaría "conflicto a largo plazo". Los documentos revelan no solo el aviso explícito, sino también cómo Washington lo procesó: Bush calificó el planteamiento de Putin como "a good performance", sugiriendo que se trató como gesto retórico y no como señal de seguridad dura. La tesis central es que la expansión de la OTAN no fue un proceso sin costes previsibles, sino una decisión estratégica tomada pese a advertencias explícitas sobre sus consecuencias.

Tengo delante tres transcripciones/cables de alto nivel (2001, 2005, 2008). No son propaganda rusa: son resúmenes estadounidenses de reuniones con Putin. Y lo que aparece ahí es simple: Rusia avisó. Avisó con antelación, avisó con motivos, y avisó con escenarios.

Estos documentos no son filtraciones: son memorandos oficiales de conversación (memcons) entre Bush y Putin (2001, 2005, 2008), redactados para uso interno del gobierno de EE. UU.

Se han publicado tras una batalla de acceso a la información: el National Security Archive los pidió por FOIA y terminó en litigio por el atasco administrativo.

FOIA significa Freedom of Information Act: la ley federal de EE. UU. que permite a ciudadanos y organizaciones solicitar documentos a agencias federales, con límites (seguridad nacional, privacidad, etc.). NARA es la National Archives and Records Administration, el organismo que custodia archivos federales y registros presidenciales.

Un matiz útil: un memcon no es necesariamente una transcripción literal palabra por palabra; es un registro escrito por personal del NSC a partir de la reunión (con intérprete). Su valor aquí no está en el adjetivo, sino en las líneas rojas, los mecanismos y los escenarios que quedan fijados con fecha.

1) El punto no es si la OTAN "es buena": el punto es si su expansión fue tratada como coste cero

Puedes defender que la OTAN se percibe a sí misma como defensiva. Lo que no puedes defender, leyendo esto, es que llevarla hasta el umbral ucraniano-georgiano era un acto administrativo sin consecuencias previsibles.

La tesis de este análisis es simple y muy concreta: había avisos explícitos de que Ucrania y Georgia no eran "un país más", sino un umbral que Rusia interpretaría como seguridad dura. Y aun así se siguió empujando el proceso.

Existe otra lectura, por supuesto: que los países del Este "tenían derecho" a buscar protección tras décadas de dominación soviética. Es cierto en el marco legal posguerrafría. Pero en términos de arquitectura de seguridad, ese "derecho" no elimina el coste estratégico. Occidente aplicó esa misma lógica de esferas de influencia brutalmente en su momento —Italia, Grecia, América Latina durante la Guerra Fría—; pretender que no cuenta cuando beneficia a la OTAN no es principio, es doble estándar. No se trata de negar la soberanía formal de esos países, sino de reconocer que alimentar minorías anti-rusas en la periferia inmediata de Rusia, y luego escudarse en la retórica de la "libre elección", es la misma estrategia que Occidente prohibió a la URSS en su propia esfera. La cuestión no es moral: es de cálculo estratégico y sus consecuencias.


2) 2001: Rusia dice "me estáis construyendo el sistema fuera"

En Brdo (junio de 2001), cuando aún existe margen para el "reset", Putin suelta una frase clave: Rusia se siente "left out of NATO". Y pregunta: "Why is NATO enlargement needed?"

No es un detalle. Es el diagnóstico de fondo: si la seguridad europea se organiza como ampliación de un bloque militar donde Rusia no cuenta, Rusia no lo lee como "estabilidad", lo lee como arquitectura contra ella. Ese marco mental está plantado en 2001, con fecha y lugar.


3) 2005: cooperación táctica, erosión estratégica

En 2005 (Oval Office) se ve cooperación real en expedientes globales (Irán y Corea del Norte), pero también se ve el nervio técnico: discusión sobre proliferación, "small nukes", y el trasfondo de control de armamentos.

Esto sirve para evitar una caricatura: no es que "Rusia no quería cooperar nunca". Coopera. El problema es que la cooperación táctica convive con una grieta estratégica que se agranda, y que explota con Ucrania/Georgia.


4) 2008 (Sochi): Ucrania y Georgia como umbral de conflicto

Aquí está el núcleo probatorio.

4.1 Ucrania: demografía + diagnóstico estatal + consecuencia (en frío, delante de Bush)

Putin dice que la adhesión de Ucrania a la OTAN crearía "a field of conflict… long-term confrontation".

Y acto seguido explica el mecanismo, no como filosofía, sino como palancas:

  • "Seventeen million Russians live in Ukraine… a third of the population."
  • "It's an artificial country…"

Putin describe Ucrania como un "país artificial" con 17 millones de rusos. Esa caracterización —históricamente discutible— es funcional a su argumento estratégico: si Ucrania es un constructo frágil con población rusa masiva, su entrada en la OTAN no es "adhesión soberana", sino una trampa que convierte esa fractura interna en detonante permanente. Uno puede rechazar esa lectura de la identidad ucraniana, pero lo que no puede negar es que Putin está exponiendo su lógica de seguridad: la OTAN en Ucrania no sería un cambio administrativo, sino una redefinición del tablero con población rusa como variable.

  • Advierte de cómo se percibe internamente: "NATO is perceived… as a hostile organization", y liga esa percepción a la posibilidad de ruptura política.

Luego viene lo decisivo para entender por qué esto no era "retórica": Putin conecta OTAN con bases y sistemas cerca de Rusia, y lo formula como dinámica de interferencia constante: "Russia would be creating problems there all the time."

Tú puedes considerar esa lógica aceptable o inaceptable. Pero lo que no puedes decir es que no se expresó con claridad.

4.2 Georgia: "paraguas OTAN" → incentivo militar → guerra irregular → OTAN no entra

Putin describe Georgia como un caso de incentivo perverso: con el "escudo" de la OTAN, Tiflis podría intentar "resolver" territorialmente Abjasia y Osetia del Sur por la vía militar: "with the shield of NATO… spread NATO's military umbrella… start military operations…"

Y remata con una predicción de escalada: "Guerilla warfare will start…" y acto seguido plantea el límite real: "Will NATO go to war there? Of course not."

Esto refuerza el punto central: la expansión no es solo un "símbolo"; puede alterar incentivos internos y abrir conflictos concretos que la propia OTAN no estará dispuesta a sostener militarmente.


5) La frase que deja en mal lugar la narrativa de la sorpresa: "good performance"

Hasta aquí, uno podría decir: "Bueno, Putin avisó; Bush escuchó; ya está". No. Hay un detalle que hace el cuadro más inquietante: cómo se procesa el aviso.

Después de escuchar el argumento sobre la OTAN, Bush lo encuadra como una puesta en escena: "It was a good performance."

Esto no prueba mala fe. Pero sí apunta a una hipótesis incómoda: que en Washington se trató ese aviso como gesto retórico (para consumo o negociación), no como señal de seguridad dura. Y ese "fallo de lectura" es exactamente el tipo de error que convierte una ampliación "política" en un problema de guerra.


6) El contexto técnico que hace creíble la alarma rusa: minutos, no metáforas

El mismo memcon de Sochi no solo habla de OTAN. Habla de misilística, defensa antimisiles, transparencia y riesgo de accidente.

Putin pone un ejemplo brutal: un lanzamiento desde un submarino en el norte de Europa "will only take six minutes to reach Moscow". Y Bush reconoce el problema: no quiere poner a nadie en "quick response moments" porque eso aumenta la posibilidad de error.

Esto importa porque traduce el debate OTAN (político) a términos de tiempo de decisión nuclear (técnico). Y ahí se entiende el punto de fondo: incluso si la OTAN se presenta como defensiva, mover infraestructuras y sistemas cerca puede ser leído por la otra potencia nuclear como reducción del margen y aumento del riesgo.


Conclusión: el error no fue "no saber", fue actuar como si no hubiera coste

Estos papeles hacen algo muy concreto: eliminan la defensa de la ignorancia.

  • En 2001 ya está el marco: Rusia se siente fuera y cuestiona la lógica de ampliación.
  • En 2008 están los nombres propios (Ucrania/Georgia), el pronóstico (campo de conflicto, guerra irregular), y el mecanismo (fracturas internas + incentivo militar + bases/sistemas + tiempos de reacción).
  • Y además está el gesto psicológico: el aviso tratado como "performance".

Los avisos hacían plausible el conflicto. Ignorar esa plausibilidad, tratarla como teatro diplomático, fue negligencia estratégica de primer orden.

Aquí opera una paradoja conocida en las dinámicas de escalada: la pasivo-agresividad siempre se sale con la suya porque el sistema moral condena únicamente la agresividad activa. Expandir la OTAN paso a paso, cruzar líneas rojas previamente señaladas, generar incentivos militares en la periferia de una potencia nuclear, todo eso se presenta como "proceso administrativo", "libre elección", "soberanía". No hay tanques, no hay misiles cruzando fronteras. Es acción estratégica envuelta en lenguaje burocrático. Y cuando la otra parte responde con fuerza —el salto cualitativo, la agresión abierta— toda la responsabilidad recae sobre quien rompió el cristal, no sobre quien estuvo empujando durante años.

No se trata de absolver a quien ejecuta la invasión. Se trata de reconocer que en una espiral de provocación-respuesta, asignar toda la culpa al último movimiento es analíticamente tramposo. Si construyes una escalera durante dos décadas, no puedes sorprenderte cuando alguien la sube.

Si quieres defender que la OTAN tenía derecho a expandirse, tendrás que defenderlo asumiendo el coste, no negándolo. La posición de este análisis es que fue un error estratégico: no por "culpa moral", sino por cálculo. Y estos documentos —precisamente por ser internos y fechados— son una prueba de ese error.



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