Que nadie toque a los fetos, acurrucados, calladitos, tan formales y tan indefensos... Todos deben vivir. Ni siquiera hay que hablar de moral ni derecho. Las elementales reglas del sentimentalismo no toleran la violación de su rosado templo. Otra cosa bien distinta es cuando nacen, abren los ojos y crecen,. echan a andar y cuando se les llama ni se vuelven, Otra cosa bien distinta es cuando no comen, desarrollan ideas propias, no se conforman, se vuelven contestones, piden la palabra y ante el más que seguro hecho de que no se les de, intentan tomársela. Cierto. Otra cosa bien distinta es. Cada caso debe ser estudiado. Tiene que demostrar su inocencia y a veces ni siquiera basta con la conforme presentación de la acreditación de lo que es justo. Ya no conmueve tanto el color morado del que no se calla, seguramente apesta, no se calla, no se conforma, no se calle, quiere más, no se calla, se levanta de la mesa, no se calla, protesta. No caben se...