Todos los miembros de la sociedad humana necesitan de la asistencia de los demás…cuando la ayuda necesaria es mutuamente proporcionada por el amor, la gratitud, la amistad y la estima, la sociedad florece y es feliz…pero aunque la asistencia necesaria no sea prestada por esos motivos tan generosos y desinteresados…, la sociedad, aunque menos feliz y grata no necesariamente será disuelta. La sociedad de personas distintas puede subsistir, como la de comerciantes distintos, en razón de su utilidad, sin ningún amor o afecto mutuo…la sociedad podría sostenerse a través de un intercambio mercenario de buenos oficios…Pero la sociedad nunca puede subsistir entre quienes están prestos constantemente a herir y dañar a otros…La beneficencia, por tanto, es menos esencial para la existencia de la sociedad que la justicia. La sociedad puede mantenerse sin beneficencia, aunque no en la situación más confortable; pero si prevalece la injusticia, su destrucción será completa