La sal de la tierra
No tengo la menor duda de que el mal se levanta todos los días a las siete de la mañana para buscar la forma de ganar mucho más dinero. Tampoco tengo la menor duda de que durante sus más de 40 años de carrera, el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado se ha dedicado a retratar el conjunto de todos sus desmanes: su magna obra de dolor y muerte a cambio de ofrecer una nueva casa con piscina a sus esbirros y acólitos que acumular junto a las otras. Dirigido de manera conjunta por el cineasta alemán Wim Wenders y por Juliano, el propio de hijo de Salgado, "La sal de la tierra" es un magnífico documental que repasa la vida y la obra del fotógrafo brasileño, su dolor ante el arrasador impacto de lo visto por el objetivo de su cámara y la necesaria redención a través del proyecto Génesis que busca la repoblación y reforestación de territorios asolados por ese irresponsable y loco modo de gestionar las cosas que sólo busca crecer más y más. Estoy convencido de que, si todo s...