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viernes, junio 10, 2011

"Estos autores no ven que las necesidades no son nada, tomadas una a una, que sólo hay un sistema de necesidades o, más precisamente, que las necesidades no son otra cosa que la forma más avanzada de la sistematización racional de las fuerzas productivas en el nivel individual, donde el «consumo» toma la posta lógica y necesaria de la producción."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
EL TAO DE LA FÍSICA


Publicado en 1975 por el austriaco Fritjof Capra, "El Tao de la física" es un clásico de los libros de divulgación de la física teórica. Pero, y aún siendo relevante, este aspecto no es el más importante de la propuesta que ofrece este libro a su lector...

"El Tao de la física" es el primer libro que inaugura todo un modo de ver esta disciplina, fundamentalmente la nueva física, la basada en el estudio de lo que es mucho más que microscópico.

El aspecto esencial del libro es el brillante y pasmoso paralelismo que Capra muestra entre los planteamientos de la física cuántica y el modo de pensar y entender la vida propio de las filosofías orientales.

Y resulta toda una experiencia comprobar como superpuestos ambos planteamientos coinciden de manera excepcional.

Y parece que desde Los Vedas el hombre ha realizado un largo viaje en su esfuerzo por comprender el mundo, un viaje que Capra descubre le ha llevado al mismo punto de partida, a la percepción del mundo como una estructura en red de eventos interrelacionados, que en absoluto pueden ser entendidos por separado y en el que además es imposible la distinción cartesiana entre el observador y lo observado.

Una visión global y sintética de las cosas que choca con la visión analítica propia del racionalismo occidental que se agota en un incesante e interminable esfuerzo de descomponer la materia en partes, interminables árboles que impiden el acto de intuición que hace posible ver el bosque, comprenderlo, y que comprueba al mismo tiempo que la distinción entre el observador y lo que observa solo es posible a partir de un cierto tamaño de las cosas.

Implicación, intuición... conceptos nada mensurables que convierten el conocimiento en un acto de acto nivel basado en acciones tan naturales y sencillas como el escuchar (no oir) y el ver (no mirar); conceptos que remiten a la colisión contra uno de esos espejos que solo Alicia puede atravesar y que remiten a una parte de la realidad que en absoluto es accesible desde lo racional .

En este libro lo espiritual recupera afortunadamente su lugar como forma fundamental de conocimiento, un lugar que el conocimiento científico convertido en religión en su momento le arrebató.

La energía se convierte en materia, un vacío que no es tal, el entramado energético que subyace tras ese vacío y del cual la matería convertida en infinitisimales quarks brota súbitamente, los comportamientos simétricos de partículas aun separadas en el espacio...

Un territorio fascinante, la última frontera que nos obliga a aceptar como hipótesis la posibilidad de no terminar sabiéndolo todo.

Fascinante.

lunes, junio 06, 2011

"Esto es un cuento: «Había una vez un hombre que vivía en la escasez. Después de muchas aventuras y de un largo viaje a través de la ciencia económica, conoció la sociedad de la abundancia. Se casaron y tuvieron muchas necesidades.»"
(La sociedad de consumo: sus motos, sus estructuras)

domingo, junio 05, 2011

LA LOCURA DEL MERCADO

Escrito en 1995 por Chris Hartman, un marxista de pura cepa, "La locura del mercado" es un libro cuya tesis en absoluto cualquier persona inteligente debería dejar pasar desapercibida... Es más... Ni siquiera hay que ser inteligente, sólo hay que tener la suficiente sensibilidad como para poner la mirada en otros lugares, en otros aspectos de la realidad en que nos encontramos, porque ser de izquierdas siempre fue una cuestión de sensibilidad que Marx intentó hacer científica.

La constante presión hacia la baja de los salarios, la desaparición del concepto del "trabajo de por vida" (aunque las obligaciones económicas con el sistema permanecen inflexibles, centradas en la deuda como elemento de dominación... aún mucho más eficaz cuando todo lo demás, lo que permite pagarla, es mucho menos permanente), los increíbles niveles de pobreza en el mejor momento de capacidad productiva y tecnológica de la humanidad... y muchas más preguntas que están ahí, para ser retomadas, e intentar ser respondidas, aparecen en este libro de Hartman que por otro lado, resulta vigente  pareciendo estar escrito para dar cumplida cuenta de las dos crisis que el sistema capitalista ha vivido desde entonces: la de 1997 y la actual.

Porque al final se trata de una cuestión de sensibilidad:

"En los Estados Unidos, "expertos" muy bien pagados quieren que se acaben las ayudas y los subsidios para aligerar la carga que los ricos soportan manteniendo vivos a los pobres"

Y hay dos sensibilidades... la del hombre/mujer fuerte de la derecha siempre se ha querido salvar solo, dejando atrás a los débiles, y la del hombre/mujer fuerte de la izquierda, que no concibe una salvación que no sea colectiva, que esencialmente es altruista, porque hay una cosa que es cierta:

"La pobreza y la enfermedad, el hambre y el sufrimiento, la desesperanza y la desesperación no son, evidentemente, nada nuevo en la sociedad humana. Han existido durante la mayor parte de la historia conocida. Pero la miseria del mundo actual es diferente, ya que coexiste con una riqueza capaz de desterrar la pobreza para siempre."

Y también es cierto que en la verdadera izquierda hay una superioridad moral sobre la derecha, la que nace de anteponer la preocupación por el destino general de "los otros" a la absorbente preocupación por el destino de uno mismo.

Y no es mucho menos cierto que...

"Nos enfrentamos a un gran acertijo para el que ninguno de los grandes partidos políticos tiene respuesta. Se produce más riqueza que en cualquier otro momento de la historia. Hay invenciones que pueden incrementar la producción de todo tipo de cosas, incluyendo los alimentos básicos que les son negados a generaciones enteras. Los seres humanos pueden conquistar el espacio exterior y explorar los océanos. Pueden utilizar máquinas increíbles o mandar información de una parte del mundo a otra en una fracción de segundo. Sin embargo, conseguir llevar una vida decente cada vez es más difícil. La gente, en lugar de esperar vivir en condiciones más prósperas y cómodas, muchas veces vive con el miedo a que la situación empeore. La pobreza, en lugar de desaparecer, crece."


Y en absoluto es cierto que el pensamiento de Marx esté muerto... aunque quizá sea verdad que a los mercados no les importaría matarnos para tener tres piscinas en lugar de dos.

viernes, junio 03, 2011

"La tecnología sirve para instituir formas de control social y de cohesión social más efectivas y más agradables."
(El hombre unidimensional, Herbert Marcuse)

miércoles, mayo 25, 2011

"El análisis moralizante (del que no escapan ni los liberales ni los marxistas) es siempre un error... el sistema sólo conoce las condiciones de su supervivencia; ignora los contenidos sociales e individuales... Consumo, información, comunicación, cultura, abundancia: hoy el sistema mismo instaura, descubre y organiza todo esto, presentándolo, para su mayor gloria, como las nuevas fuerzas productivas. También él se reconvierte (relativamente) de una estructura violenta a una estructura no violenta; sustituye la explotación y la guerra por la abundancia y el consumo. Pero nadie debería agradecérselo pues esa reconversión no implica que el sistema cambie y si lo hace es sólo obedeciendo a sus propias leyes"
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)

domingo, mayo 22, 2011

"Toda cosa producida es positiva, toda cosa mensurable es positiva. El hecho de que la luminosidad del aire de París haya disminuido el 30% en cincuenta años es un dato residual e inexistente a los ojos de los contadores. Pero si provoca que aumente el gasto de energía eléctrica, de bombillas, de lentes, etc., entonces existe y, al mismo tiempo, ¡existe como incremento de la producción y de la riqueza social!... Pero, tal vez, en esa álgebra mítica de las contabilidades, haya una verdad profunda, LA VERDAD del sistema económico político de las sociedades de crecimiento. El hecho de que se sumen en absoluta confusión lo positivo y lo negativo nos parece paradójico. Pero, probablemente, sea sencillamente lógico. Porque quizás la verdad sea que precisamente los bienes «negativos», los factores de degradación de la calidad de vida compensados, los costos internos de funcionamiento, los gastos sociales de endorregulación «disfuncional», los sectores anexos de prodigalidad inútil, desempeñan en este conjunto la función dinámica de locomotora económica... Hay que admitir la hipótesis de que todos esos factores de degradación entran en alguna parte como factores positivos, como factores continuos del crecimiento, como reactivadores de la producción y del consumo."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)

Todo suma

sábado, mayo 21, 2011

1
"Renovación, reciclado de las personas que trae apareados pesados costos sociales, pero, sobre todo, la obsesión generalizada de la inseguridad. La presión psicológica y social de la movilidad, del estatus, de la competencia a todos los niveles (ingresos, prestigio, cultura, etc.) se hace más opresiva para todos. Hace falta más tiempo para recrearse, reciclarse, para recuperarse y compensar el desgaste psicológico y nervioso causado por múltiples daños: trayecto domicilio/trabajo, superpoblación, agresiones y estrés continuos. En definitiva, el costo mayor de la sociedad de consumo es el sentimiento generalizado de inseguridad que engendra...».
Todo lo cual lleva a una especie de autodevoración del sistema: «En este crecimiento rápido... que engendra inevitablemente tensiones inflacionistas..., una porción no desdeñable de la población no consigue seguir el ritmo y pasa a formar parte de los "abandonados a su suerte". Y los que siguen en carrera y alcanzan el estilo de vida propuesto como modelo, lo hacen pagando el precio de un esfuerzo que los deja disminuidos. Y esto es así aunque la sociedad se vea obligada a amortiguar los costos sociales del crecimiento redistribuyendo una parte cada vez mayor del producto nacional bruto a favor de inversiones sociales (educación, investigación, salud) definidas sobre todo para servir al crecimiento.» (E. Lisie). Ahora bien, en todas las contabilidades, esos gastos privados o colectivos destinados a hacer frente a las disfunciones antes que a aumentar las satisfacciones positivas, esos gastos de compensación, se adicionan a la elevación del nivel de vida... Llevada esta situación al límite, según J. Bourgeois-Pichat, «podríamos imaginar que la población cuya actividad está dedicada a mantener la salud del país supere en cantidad a la población comprometida efectivamente en la producción»."

2
"El único resultado objetivo es pues el crecimiento canceroso de las cifras y los balances, pero, esencialmente, se vuelve exactamente al estadio primitivo que es el de la carestía absoluta, del animal o del indígena, que agota todas sus fuerzas en la tarea de sobrevivir."

3
"Ahora bien, un sistema es ineficiente cuando su costo es igual o superior a su rendimiento. No es este el caso. Pero, vemos perfilarse, a través de los factores que degradan la calidad de vida y los correctivos sociales y técnicos de esos factores, una tendencia general a un funcionamiento interno tentacular del sistema: los consumos «disfuncionales », individuales o colectivos, aumentan más rápidamente que los consumos «funcionales». En el fondo, el sistema es su propio parásito."
(La sociedad de consumo: Sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)

¡Interesante!
Una parte del costo de los sistemas públicos de sanidad es consecuencia de las disfuncionalidades del sistema, del daño que hace a los individuos que lo integran.
Crece la disfuncionalidad, crece el coste...

miércoles, mayo 18, 2011

Declaro que la manifestación de Sol no afecta a mi libertad de voto.
La Junta Electoral no habla por mi y no siento que me represente en ese auto..


Constitución Española
Artículo 21.
1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.
2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.


La protesta crece en Sol a pesar de la prohibición de la Junta
Miles de personas desafían a la Junta Electoral y se concentran en Sol
Los 'indignados' consiguen abarrotar plaza Catalunya a ritmo de cacerolada

martes, mayo 17, 2011

"Aquí es precisamente donde interviene la dramatización espectacular a cargo de los medios de comunicación masiva (la noticia/catástrofe como categoría generalizada de todos los mensajes): para poder resolver esta contradicción entre moral puritana y moral hedonista, es necesario que esa quietud de la esfera privada aparezca como valor obtenido con esfuerzo y constantemente amenazado, rodeado por una fatalidad de catástrofe. La violencia y el carácter inhumano del mundo exterior son necesarios, no sólo para experimentar más profundamente como tal la seguridad (esto en la economía del goce), sino además para sentir que elegir la seguridad como tal (esto en la economía moral de la salvación) está justificado a cada instante. Es necesario que, alrededor de la zona preservada, florezcan los signos del destino, de la pasión, de la fatalidad, para que la cotidianidad recupere la grandeza, el carácter sublime, cuyo reverso en realidad es. Por todas partes se sugiere, se menciona, la fatalidad para que, frenTe a ella, la banalidad se alimente y encuentre gracia."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)

viernes, mayo 13, 2011

"El intercambio se presenta así, en el fondo, como un proceso de gasto sobre el que se desarrolló un proceso de adquisición. La economía clásica creyó que el intercambio primitivo se producía bajo la forma de trueque, pues no tenía, en efecto, ninguna razón para suponer que un medio de adquisición como el intercambio hubiera podido tener como origen, no la necesidad de adquirir sino la necesidad contraria de destrucción y de pérdida.
La concepción tradicional de los orígenes de la economía no ha sido arruinada más que en fecha reciente, incluso muy reciente, por lo que un gran número de economistas sigue considerando
arbitrariamente el trueque como el ancestro del comercio. Opuesta a la noción artificiál de trueque, la forma arcaica del intercambio ha sido identificada por Mauss con el nombre de potlach tomado de los indios del noroeste americano, que practican el tipo más conocido. Instituciones análogas al potlatch indio o rastros de ellas han sido halladas con mucha frecuencia... El potlatch excluye todo regateo y, en general, está constituido por un don considerable de riquezas que se ofrecen ostensiblemente con el objeto de humillar, de desafiar y de obligar a un rival. El carácter de intercambio del don resulta del hecho de que el donatario, para evitar la humillación y aceptar el desafío, debe cumplir con la obligación contraída por él al aceptarlo respondiendo más tarde con un don más importante; es decir, que debe devolver con usura.
(...)
Las consecuencias en el orden de la adquisición no son más que el resultado no querido —al menos en la medida en que los impulsos que rigen la operación sigan siendo primitivos— de un proceso dirigido en un sentido contrario. "El ideal, indica Mauss, sería dar un potlatch y que no fuera devuelto". Este ideal es realizado por ciertas destrucciones en las cuales la costumbre consiste en que no tengan contrapartidas posibles."
(La parte maldita. Georges Bataille)

Se da para que no pueda ser devuelto.
El que más tiene puede dar más y aquellos que están obligados a devolver no pueden responder con algo de mayor valor.
La autoridad del que más tiene se pone de manifiesto en el gasto de esa riqueza que se posee ante los ojos de la comunidad.
El primer intercambio se basaba en un proceso ritual de gasto, en absoluto se intercambiaba para acumular sino para todo lo contrario. La vergüenza era tener que acumular, porque, si se acumulaba, era porque no se había podido corresponder con una dádiva mayor.

martes, mayo 10, 2011

"Todo este horror encuentra sus orígenes en el fracaso del capitalismo de mercado en proporcionar vidas mínimamente satisfactorias a la mayor parte de la gente, dejando a una quinta parte de la población mundial malnutrida y a la mayoría del resto dudando sobre si mañana podrán aún disfrutar de las pequeñas comodidades que les son hoy permitidas. Tanto los defensores acérrimos del poder de la clase dominante como los reformistas tímidos y cobardes actuales nos dicen que no hay alternativa a este sistema. Pero si eso es verdad, entonces no hay futuro para la humanidad."
(Chris Harman, La locura del mercado)

lunes, mayo 09, 2011

"En un mundo de pulsiones y de fantasmas manipulados por los signos, lo real no puede llegar a su propia realidad y a su verdad. La práctica del consumo consiste en una negación esencial del acontecimiento, del enfrentamiento y de la exigencia de la realidad y la verdad. Del mismo modo que los primitivos ignoraban la historia con sus contradicciones y sus dramas porque su pensamiento era mítico, la sociedad de consumo, por la omnipresencia del imaginario colectivo, ya no hace historia y no la reconoce. Lo real no es aprehendido en su trascendencia, está totalmente sumergido en el sistema de signos que se comporta como una pantalla ante la percepción de la realidad. En un universo imaginario no pasa nada, nada se crea ni llega a existir en sí mismo.
Consumir es, pues, huir de la historia en sus contradicciones y de lo real en su verdad. Atrapada constantemente en una proyección indefinida de fantasmas individuales y colectivos, la dimensión de lo real y de la historia se encuentra excluida en beneficio de un gozo inmediato y a corto plazo. Sociedad sin rumbo ni voluntad común, en la que la política no puede llegar más que en forma de fantasmas."
(Estudio introductorio: La dictadura del signo o la sociología del consumo del primer Baudrillard, Luis Enrique Alonso)

sábado, mayo 07, 2011

"La sociedad de consumo que teoriza Baudrillard se funda en un sistema de signos que no tiene valor racional y objetivo, que no tiene realidad. El mundo del consumo es un mundo de creencia y esperanza sobre los productos, objetos, cuerpos y bienes. Es un pensamiento mágico en el sentido en que el mito triunfa sobre lo racional, la creencia sobre el hecho, la ilusión sobre la verdad. El fundamento de esta creencia es esa capacidad de ceder a los signos, que son todopoderosos y captan en beneficio propio las necesidades y deseos reales, que tan sólo raramente son planteados en términos de realidad y verdad. Cuando había tormenta, los primitivos creían en la cólera divina (proyectaban en un sistema de signos) para conjurar el miedo, porque no se explicaban racionalmente la tormenta mediante sus mecanismos naturales. La creencia, de los actuales consumidores, consiste igualmente en adherirse plenamente a los signos, cuyo significado subyacente es el remedio contra el miedo: el bienestar perpetuo y la felicidad
por la profusión de bienes. Signos como «bienestar», «confort», «sexo» o «felicidad» se manifiestan por todas partes puesto que rigen nuestro imaginario. Todos los fantasmas y todas las proyecciones, todos los deseos y todas las necesidades, todas las imágenes y todas las
palabras aspiran a ser integradas en él y a perpetuar en el imaginario la consecución del goce anticipándose siempre a lo real. El sentido fundamental del consumo consiste en comprender que hay un auténtico terrorismo del signo que funciona de manera totalitaria."
(Estudio introductorio: La dictadura del signo o la sociología del consumo del primer Baudrillard, Luis Enrique Alonso)
"Si los consumidores se limitasen a consumir según sus necesidades reales, consumirían menos y en consecuencia se produciría menos también. Habría una determinación razonable de las necesidades necesarias para la simple satisfacción. El consumidor es, pues, el que no se para en la satisfacción de sus necesidades reales, sino que aspira, por la mediación del signo, a satisfacer sin parar necesidades imaginarias, necesidades estimuladas por la publicidad e incitadas por el sistema de retribuciones simbólicas."
(Estudio introductorio: La dictadura del signo o la sociología del consumo del primer Baudrillard, Luis Enrique Alonso)

viernes, mayo 06, 2011














"--- Lo comprendo todo perfectamente, Iván: desearíamos amar con el corazón y con el vientre, lo has expresado con perfección. Me encanta tu ardiente amor a la vida. A mi entender, se debe amar a la vida por encima de todo.
--- ¿Incluso más que al sentido de la vida?
--- Desde  luego, hay que amarla antes de razonar, sin lógica como has dicho. Sólo entonces se puede comprender su sentido"
(Los Hermanos Karamazov, Fedor Dostoiewski)

lunes, mayo 02, 2011

"El modo de regulación, reproducción y mantenimiento de esta sociedad de consumo es contundente y aterradoramente eficaz: la simulación, la apariencia de realidad, ha terminado con la realidad misma. La práctica del consumo que se autorreviste de un carácter real y positivo, presentando, para remarcar su imagen de verosimilitud, a todos los individuos como elementos idénticos de una «totalidad consumidora », se desenvuelve, sin embargo, en la negación y la reversión de lo real; los signos nada tienen que ver con ningún tipo de realidad ni con ningún tipo de necesidad social o biológica. Son simulacros creados precisamente para enmascarar la ausencia de ella, ahora es la realidad la que quiere y tiende a funcionar como los signos producidos para, teóricamente, representarla, pero lo cierto es que para lo que verdaderamente sirven es para dominarla."
(Estudio introductorio: La dictadura del signo o la sociología del consumo del primer Baudrillard, Luis Enrique Alonso)
"El traslado del énfasis desde la manufactura y la venta de los productos hacia el estableci-miento y persistencia de relaciones comerciales duraderas trae consigo que la perspectiva del mar-keting se coloque en primera línea de la vida comercial. El imperativo de la producción, que era el objetivo supremo de la era industrial, se considera cada vez más como una función subordinada al marketing. Cuando incluso los bienes se convierten en simples plataformas para gestionar los ser-vicios, y los servicios se convierten en la máquina principal que impulsa el comercio global, resulta fundamental el establecimiento de relaciones con los usuarios finales. El marketing se transforma en la estructura básica de la nueva economía-red, puesto que el control del cliente se convierte en el objetivo central de la actividad comercial...
Hoy en día, la perspectiva del marketing gana influencia y las relaciones mercantilizadas con los consumidores se convierten en el negocio esencial de los negocios; controlar al cliente es ahora algo tan importante y tan urgente corno en tiempos en que dominaba la perspectiva de la manufactura lo fue el control sobre los trabajadores. Si el cronómetro y la cadena de montaje sumi-nistraron los medios técnicos para controlar a los trabajadores, hoy los bucles cibernéticos y los códigos de barras suministran los medios técnicos para proceder al control de los clientes. En el siglo venidero, la organización del consumo será tan importante como en el siglo pasado lo fue la organización de la producción. La idea central es convertir la totalidad de la experiencia personal en algo dependiente de los agentes comerciales. Aunque el usuario final está involucrado en el pro-ceso, cada vez depende más de intermediarios que atienden o sirven a sus necesidades. Controlar al cliente significa exactamente esto: ser capaz de mantener y dirigir su atención y gestionarle los mínimos detalles de todas sus experiencias vitales. Los agentes comerciales asumen el papel de cuidadores."
(La era del acceso, Jeremy Rifkin)

domingo, mayo 01, 2011

1
"En el capitalismo clásico, al capital le fue suficiente con producir unas mercancías, pues el consumo funcionaba solo. Hoy en día, en la sociedad de consumo, hay que producir a los mismos consumidores, hay que producir la demanda misma y esa producción es infinitamente más costosa que la de las mercancías."

2
"La sociedad de consumo funciona como un proceso de clasificación y de diferenciación, esto es, en una dinámica constante de selección de signos que jerarquizan a los grupos sociales manteniendo su estructura de desigualdad y dominio. La diferenciación se va renovando continuamente gracias a la innovación y remodelación permanente de las formas/objeto a las que se accede de manera radicalmente diferente según la posición de clase: las clases dominantes se consagran como modelos imposibles de alcanzar por definición, que marcan las diferencias, haciéndose punto de referencia de cualquier bien de consumo que es apreciado individualmente como una acción aislada y soberana, siendo en realidad un hecho de significación social programada."

(Estudio introductorio: La dictadura del signo o la sociología del consumo del primer Baudrillard, Luis Enrique Alonso)
"Cada hora del hombre es un lugar vivo de nuestra existencia que ocurre una sola vez, irremplazable para siempre. Aquí reside la tensión de la vida, su grandeza, la posibilidad de que la inasible fugacidad del tiempo se colme de instantes absolutos, de modo que, al mirar hacia atrás, el largo trayecto se nos aparece como el desgranarse de días sagrados, inscriptos en tiempos o en épocas diferentes."
(La resistencia, Ernesto Sábato)

La felicidad es el inventario riguroso de esos días sagrados...