Querido empresario franquista: los españoles sí trabajan (el problema es otro)
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha declarado recientemente que “los españoles no quieren trabajar” . Una frase que suena más propia de un empresario franquista de hace medio siglo , de esos que aparecen en las cacerías de La escopeta nacional, persiguiendo a la Barbara Rey de turno con más torpeza babosa que acierto, que de quien preside hoy la principal patronal de un país moderno (aunque se trate de España). Y por si esto no fuera poco, Garamendi se permite además el lujo depravado de comparar al trabajador español con un deportista de élite . Un alarde retórico más propio del muro de LinkedIn que de un análisis económico serio: el empleado convertido en atleta de alto rendimiento que debe “dar el máximo” cada día, con la obvia diferencia de que aquí no hay sueldos millonarios ni contratos blindados, sino la justificación —casi siempre implícita— para una explotación inmisericorde que muchos de esos mismos empresarios defienden sin sonrojo. Con esta caricatura...