Esta madrugada he vuelto a verla.
Filmada en 1945, cuando la guerra mundial daba sus últimos coletazos (atómicos), "They were expendable" es una atípica película de hazañas bélicas de las que Hollywood produjo como rosquillas como el conflicto para cuidar la moral tanto en la vanguardia como en la retaguardia.
La película cuenta la historia de una derrota, la de las tropas americanas en las Filipinas y de hecho el titulo de la película se refiere a todos aquelos que fueron vencidos en la isla por las tropas japonesas, pudiendo traducirse el título original por "Fueron sacrificados". Al final, los personajes intepretados por George Montgomery y John Wayne, que han demostrado las posibilidades de las lanchas torpederas en la lucha naval hundiendo bastantes barcos japoneses defendiendo las Filipinas, escapan hacia Australia mientras su tripulación, los sacrificados, observan y escuchan volar el avión mientras escapan hacia ninguna parte perseguidos por las tropas japonesas.
Como en todas las películas de John Ford (soy fan), " They were expendable" es una película brillante llena de momentos de puro cine en los que las imágenes hacen innecesaria la presencia de cualquier palabra con su arrolladora presencia expresiva, momentos nacidos del inmenso talento del maestro para contar y también para estilizar la puesta en imágenes del espectáculo del ser humano desplegando todo su abanico de contradicciones.
Uno de esos momentos sucede cuando la derrota es inevitable, por radio se escucha el arrollador avance japonés y la rendición de las tropas americanas en Bataan.
Wayne acaba de oficiar un funeral por los miembros de su tripulación muertos en el hundimiento de la lancha torpedera que comanda. Está abatido y necesita un trago. La radio habla de derrota. Es entonces, cuando Wayne saca sus dólares americanos para pagar la botella de whisky que ha pedido.
Ford nos muestra la mesa, la botella y las manos de Wayne. Los billetes están arrugados y las manos de Wayne los sopesan para luego lanzarlos sobre la mesa.
Ya no tienen ningún valor.
Por encima de todo, y por increíble que parezca, "They were expendable" es una película sobre la esperanza, positiva y llena de fuerza que uno puede ver con emoción en todos aquellos que se quedan (inmenso Ward Bond como siempre) mientras Wayne y Montgomery vuelan a Australia para continuar la guerra.
Quiza esta cualidad sea lo que más me gusta de esta valiente rareza que Ford decidió producir y filmar en 1945, cuando ya existían muchas victorias de las que hablar y que, por cierto, está escrita por Frank "Spig" Wead; militar y escritor sobre cuya vida el propio Ford rodó en el año 1957 una -como no podía ser menos- inolvidable película, "The wings of eagles". Aquí creo que se titulo "Escrito bajo el sol".