Es una pena que Josu Jon Imaz deje la política, pero no podía ser de otra forma. Si hay una manera inequívoca de reconocer a un buen político en España es cuando los demás le obligan a dejar la política.
Dónde va a parar... Mola mucho más Eguibar y su actitud positiva... hacia si mismo y los suyos.
El talante dialogante y constructivo de Imaz le auguraba está muerte.
"Hay otra reflexión que no puedo pasar por alto. El nacionalismo vasco democrático ha jugado y juega un papel primordial en la construcción de nuestro país. El mundo está cambiando aceleradamente y, al igual que otras generaciones han hecho un esfuerzo ímprobo por modernizar y actualizar nuestro proyecto, también nuestra generación debe llevarlo a cabo. Conceptos como estado-nación, soberanía o independencia adquieren hoy tintes necesariamente diferentes de lo que en el pasado representaban. Las fronteras se debilitan e incluso desaparecen en nuestro entorno, y desde el nacionalismo vasco democrático tenemos que ser pioneros en las reflexiones de actualización de nuestro bagaje fundacional, de un partido que nace para preservar un pueblo que perdía su identidad y su régimen de libertades histórico."
(Apostar por el futuro)
Desde Luis Gómez Llorente hasta él hay una larga lista de escelentísimos cadáveres que harían del panorama político de nuestro país algo diferente a la constante pelea de gallos.
Definitivamente, el sosiego y el futuro no nos van demasiado.
Nuestro rollo es otro:
miércoles, septiembre 12, 2007
VACACIONARIO
- La inocencia de un niño se mide por el número de veces que dice "no se".
- Los nudistas nunca son las personas más atractivas de la playa.
- El mejor día de las vacaciones siempre es el primero, cuando todo está por empezar.
- Es fácil perder la noción del tiempo si uno descansa lo suficiente... desgraciadamente el tiempo siempre se las arregla para encontrarle a uno.
- Las playas de la infancia siempre son las mejores... aunque sean las de Benidorm.
- La velocidad máxima en una autovía es siempre de 120 kilómetros por hora en torno a un vehículo de la guardia civil.
- La ingesta de enormes cantidades de atún de almadraba no engorda y es buena para la salud.
- Si al final del verano uno desea volver es que no ha descansado lo suficiente.
- Ahora el mar está mucho más cerca de lo que estaba cuando quien escribe era pequeño... muy pronto Madrid tendrá playa. Es la próxima gran obra de Gallardón.
- Todo el mundo debería seguir veraneando en las costas levantinas. Las costas de Cadiz no son nada recomendables. Repito. Todo el mundo debería seguir veraneando en las costas levantinas. Se está muy mal por Cádiz. Sólo los "frikis" le encontramos atractivo.
- Las formas que se pueden construir trazando lineas rectas imaginarias entre las estrellas son infinitas.
- El mar es el reloj. Las olas, sus mil y un agujas.
- Cada bar de carretera tiene su dulce típico.
- No hay barriga sin braga nautica.
- El verano siempre es un espejismo... a menos que te atrevas a no regresar. Entonces, se convierte en realidad... pero, y automáticamente, la ciudad pasa a ser el espejismo. Tiene que ser así. No podemos estar nunca satisfechos.
- El cielo de las "chuchos" existe y se llama Cádiz.
- La inocencia de un niño se mide por el número de veces que dice "no se".
- Los nudistas nunca son las personas más atractivas de la playa.
- El mejor día de las vacaciones siempre es el primero, cuando todo está por empezar.
- Es fácil perder la noción del tiempo si uno descansa lo suficiente... desgraciadamente el tiempo siempre se las arregla para encontrarle a uno.
- Las playas de la infancia siempre son las mejores... aunque sean las de Benidorm.
- La velocidad máxima en una autovía es siempre de 120 kilómetros por hora en torno a un vehículo de la guardia civil.
- La ingesta de enormes cantidades de atún de almadraba no engorda y es buena para la salud.
- Si al final del verano uno desea volver es que no ha descansado lo suficiente.
- Ahora el mar está mucho más cerca de lo que estaba cuando quien escribe era pequeño... muy pronto Madrid tendrá playa. Es la próxima gran obra de Gallardón.
- Todo el mundo debería seguir veraneando en las costas levantinas. Las costas de Cadiz no son nada recomendables. Repito. Todo el mundo debería seguir veraneando en las costas levantinas. Se está muy mal por Cádiz. Sólo los "frikis" le encontramos atractivo.
- Las formas que se pueden construir trazando lineas rectas imaginarias entre las estrellas son infinitas.
- El mar es el reloj. Las olas, sus mil y un agujas.
- Cada bar de carretera tiene su dulce típico.
- No hay barriga sin braga nautica.
- El verano siempre es un espejismo... a menos que te atrevas a no regresar. Entonces, se convierte en realidad... pero, y automáticamente, la ciudad pasa a ser el espejismo. Tiene que ser así. No podemos estar nunca satisfechos.
- El cielo de las "chuchos" existe y se llama Cádiz.
(ANTI) EDUCACIÓN
Lo de poder pasar curso con cuatro o menos asignaturas suspendidas es una medida que no piensa en los alumnos sino en nuestras estadísticas educativas buscando maquillarlas.
En asignaturas cuyo contenido es acumulativo como las matemáticas el resultado puede ser desastroso y en general planteará a los profesores situaciones personalizadas de enseñanza a la carta que quizá redunden en un descenso del nivel general para que los suspensos recuperen el nivel en ese nuevo curso. Así, los que aprobaron el curso anterior se verán perjudicados por intentar mantener en el colegio a un chaval que sin duda terminará desanimándose un par de años más tarde.
Como siempre, el problema se traslada a los profesores. Me gustaría saber qué medios se les va a proporcionar para sostener esas situaciones desiguales en el aula.
Y al final, tendremos bolsas de absentismo escolar que en lugar de gotear lentamente, año a año, fuera de la escuela lo hárán de una sóla vez, cuando ya no se le pueda regalar más tiempo en la escuela... si es que la ministra no decide regalar los titulos universitarios o los certificados de escolaridad.
Es una medida desastrosa que va en contra de la ética del esfuerzo... entre otras muchas cosas.
Explícale a un niño de nueve años que no es lo mismo pasar curso sabiendo la asignatura que no sabiéndola, hablale del futuro y de la conveniencia de ser un hombre o mujer preparado.
Todos los niños que hayan pasado sin estudiar serán siempre un mal ejemplo y representarán constantemente la tentación de un mal camino para los otros, los que han cumplido, que quizá tengan que escuchar en el patio de su colegio que son tontos por estudiar.
Acabamos de descubrir la "anti-pedagogía".
Otro golpe al endeble sistema educativo español donde cada paleto que ha salido fuera a estudiar o ha leído un par de libros o quiere ganar unas elecciones pretende dejar su impronta.
Lo siguiente ya es el aprobado general combinado con mayor o menor habilidad con la garantía futura de trabajo para todos con independencia de la formación y la cualificación... y añadiendo quizá, en los casos más avanzados y atrevidos, la promesa de una vida eterna sin dolor ni preocupaciones.
Lo sugiero.
Lo demás no se, pero la victoria en las elecciones estará asegurada.
Lo de poder pasar curso con cuatro o menos asignaturas suspendidas es una medida que no piensa en los alumnos sino en nuestras estadísticas educativas buscando maquillarlas.
En asignaturas cuyo contenido es acumulativo como las matemáticas el resultado puede ser desastroso y en general planteará a los profesores situaciones personalizadas de enseñanza a la carta que quizá redunden en un descenso del nivel general para que los suspensos recuperen el nivel en ese nuevo curso. Así, los que aprobaron el curso anterior se verán perjudicados por intentar mantener en el colegio a un chaval que sin duda terminará desanimándose un par de años más tarde.
Como siempre, el problema se traslada a los profesores. Me gustaría saber qué medios se les va a proporcionar para sostener esas situaciones desiguales en el aula.
Y al final, tendremos bolsas de absentismo escolar que en lugar de gotear lentamente, año a año, fuera de la escuela lo hárán de una sóla vez, cuando ya no se le pueda regalar más tiempo en la escuela... si es que la ministra no decide regalar los titulos universitarios o los certificados de escolaridad.
Es una medida desastrosa que va en contra de la ética del esfuerzo... entre otras muchas cosas.
Explícale a un niño de nueve años que no es lo mismo pasar curso sabiendo la asignatura que no sabiéndola, hablale del futuro y de la conveniencia de ser un hombre o mujer preparado.
Todos los niños que hayan pasado sin estudiar serán siempre un mal ejemplo y representarán constantemente la tentación de un mal camino para los otros, los que han cumplido, que quizá tengan que escuchar en el patio de su colegio que son tontos por estudiar.
Acabamos de descubrir la "anti-pedagogía".
Otro golpe al endeble sistema educativo español donde cada paleto que ha salido fuera a estudiar o ha leído un par de libros o quiere ganar unas elecciones pretende dejar su impronta.
Lo siguiente ya es el aprobado general combinado con mayor o menor habilidad con la garantía futura de trabajo para todos con independencia de la formación y la cualificación... y añadiendo quizá, en los casos más avanzados y atrevidos, la promesa de una vida eterna sin dolor ni preocupaciones.
Lo sugiero.
Lo demás no se, pero la victoria en las elecciones estará asegurada.
LOS McCANN
Me dan mucho miedo los dos.
La absoluta ausencia de evidentes señales de dolor tanto en su ser como en su estar me parece inexplicable, incomprensible, siniestra
Ya han pasado más de tres meses y ambos siguen sin saber qué ha sucedido con su hija, si estará viva o si estará muerta.
La incertidumbre hace mucho año, destroza los rostros y revienta las almas. Antropológicamente estamos hechos para saber, para conocer, para preguntarnos por todo lo que sucede en nuestro entorno e intentar controlarlo con la finalidad de sobrevivir. Y el no saber nos mata. Es superior a nuestras fuerzas, porque por encima de todo queremos siempre conocer.
El tiempo pasa.
Desgasta.
Son ya cuatro meses de no saber, de no poder dormir, de no poder pensar... Supongo.
Y en este sentido, no me cabe en la cabeza que los McCann estén tan enteros, que no se tropiecen con las puertas, que confundan las horas o los días, que se olviden de ponerse el reloj o los pendientes, que dejen de plancharse algún día la ropa o que no quieran vestirse, peinarse o lavarse, porque en realidad lo único que desean es que todo se resuelva bien para poder abrazar a su hija, bien para empezar a olvidarla.
Como si en realidad ellos supieran perfectamente lo que ha sucedido con su hija y no sintieran esa incertidumbre picándoles interminablemente las carnes del alma.
Del mismo modo que no se puede mentir a todo el mundo todo el tiempo, uno no puede mentirse a sí mismo e ignorar la tristeza y la rabia que anidan como una arañas negras en el alma.
Cada vez más grandes, cada vez más densas.
Creciendo y creciendo hasta que, por más que queremos ocultarlo, todos pueden verlas.
Y si las sientes, por qué ocultarlas.
Ni un llanto, ni un desmayo, ni un mal momento... Como los Beckham de la tragedia sucediendo impasibles ante nuestros ojos, gestionando con quirúrjica profesionalidad deshumanizada su propia desgracia.
Todos los demás, los espectadores, somos humanos y no esperamos ver otra cosa en una madre y un padre que de pronto, una noche de verano, perdieron a una hija y aún siguen sin saber qué ha sido de ella.
Me dan mucho miedo los dos.
La absoluta ausencia de evidentes señales de dolor tanto en su ser como en su estar me parece inexplicable, incomprensible, siniestra
Ya han pasado más de tres meses y ambos siguen sin saber qué ha sucedido con su hija, si estará viva o si estará muerta.
La incertidumbre hace mucho año, destroza los rostros y revienta las almas. Antropológicamente estamos hechos para saber, para conocer, para preguntarnos por todo lo que sucede en nuestro entorno e intentar controlarlo con la finalidad de sobrevivir. Y el no saber nos mata. Es superior a nuestras fuerzas, porque por encima de todo queremos siempre conocer.
El tiempo pasa.
Desgasta.
Son ya cuatro meses de no saber, de no poder dormir, de no poder pensar... Supongo.
Y en este sentido, no me cabe en la cabeza que los McCann estén tan enteros, que no se tropiecen con las puertas, que confundan las horas o los días, que se olviden de ponerse el reloj o los pendientes, que dejen de plancharse algún día la ropa o que no quieran vestirse, peinarse o lavarse, porque en realidad lo único que desean es que todo se resuelva bien para poder abrazar a su hija, bien para empezar a olvidarla.
Como si en realidad ellos supieran perfectamente lo que ha sucedido con su hija y no sintieran esa incertidumbre picándoles interminablemente las carnes del alma.
Del mismo modo que no se puede mentir a todo el mundo todo el tiempo, uno no puede mentirse a sí mismo e ignorar la tristeza y la rabia que anidan como una arañas negras en el alma.
Cada vez más grandes, cada vez más densas.
Creciendo y creciendo hasta que, por más que queremos ocultarlo, todos pueden verlas.
Y si las sientes, por qué ocultarlas.
Ni un llanto, ni un desmayo, ni un mal momento... Como los Beckham de la tragedia sucediendo impasibles ante nuestros ojos, gestionando con quirúrjica profesionalidad deshumanizada su propia desgracia.
Todos los demás, los espectadores, somos humanos y no esperamos ver otra cosa en una madre y un padre que de pronto, una noche de verano, perdieron a una hija y aún siguen sin saber qué ha sido de ella.
martes, septiembre 11, 2007
viernes, agosto 31, 2007
"La grandeza concreta de la poesía, como la de la vida, consiste en no estar hecha. Un salto siempre más allá, el salto que nos hace posibles.
Desde adentro, toda obra es un fracaso. Pero creo haber buscado algo distinto. Y esa búsqueda, desde adentro o afuera, no es un fracaso."
(Roberto Juarroz)
Hasta hace una semana no sabía nada de Roberto Juarroz... ¡Imperdonable!
Desde adentro, toda obra es un fracaso. Pero creo haber buscado algo distinto. Y esa búsqueda, desde adentro o afuera, no es un fracaso."
(Roberto Juarroz)
Hasta hace una semana no sabía nada de Roberto Juarroz... ¡Imperdonable!
miércoles, agosto 29, 2007
ROBERT MITCHUM
Era un tipo muy interesante.
Sólo los tipos interesantes son capaces de decir cosas como ésta:
"What do you want, mi life story? I told everything i know to the Los Angeles Police Department"
Mitchum tiene muchas frases y salidas de tono de la misma especie, como si el espíritu del cine negro se hiciera carne ante nuestros ojos. Y no se quedaba sólo en las palabras, como el hombre de la esquina rosada de Borges, también en los hechos a veces llegaba demasiado lejos.
Empiezo a leer una de sus biografías: "Baby, I don't care" escrita por Lee Server; y se que no voy a decepcionarme. Va ser una lectura interesante y por "interesante" entiendo cualquier cosa menos la vertiente cinematográfica de su vida.
Se que voy a descubrir un punto de vista, una mirada diferente que quizá sea la de un perro azul, aunque, y por encima de todo, Mitchum fue un beatnik que no le fue del todo mal en la vida y llegó a viejo.
ANTROPOLOGÍA HISPÁNICA
Magnífico artículo de Martin Varsavsky sobre el aldo oscuro de los españoles... (que también lo tenemos o es que somo la raza elegida por los dioses o algo así).
Dos muestras:
"El español medio tiene miedo al fracaso y al ridículo y frecuentemente no se arriesga en posibles emprendimientos. Es así como en España muchos inmigrantes ya sean ingleses, alemanes o latinoamericanos, terminan ocupando nichos de mercado en la creación de empresas que los españoles no ocupan."
"La gente tiene dos problemas, uno que se queja y otro que espera que algún otro le resuelva sus problemas."
También recoiendo leer el debate posterior a la entrada de este post... Merece la pena.
Magnífico artículo de Martin Varsavsky sobre el aldo oscuro de los españoles... (que también lo tenemos o es que somo la raza elegida por los dioses o algo así).
Dos muestras:
"El español medio tiene miedo al fracaso y al ridículo y frecuentemente no se arriesga en posibles emprendimientos. Es así como en España muchos inmigrantes ya sean ingleses, alemanes o latinoamericanos, terminan ocupando nichos de mercado en la creación de empresas que los españoles no ocupan."
"La gente tiene dos problemas, uno que se queja y otro que espera que algún otro le resuelva sus problemas."
También recoiendo leer el debate posterior a la entrada de este post... Merece la pena.
sábado, agosto 25, 2007
MONA LISA
La resonante voz de Nat King Cole sonando desde la radio del coche de Bob Hoskins forma parte de mi parque de recuerdos cinematográficos.
"Mona Lisa" es una película suave y melancólica, que se deja ver casi sin querer.
Al oido nos susurra una historia triste sobre amores desesperados hacia personas equivocadas que sucede en los bajos fondos de un Londres gris e inhóspito.
En todo momento la película se mantiene dentro del área de influencia del cine negro, tomando de él todo lo que necesita para hurdir la trama situando a los personajes en un contexto sórdido que hace aún más imposible el amor que los dos protagonistas (Hopkins y Tyson) sienten.
Como en todas las películas de su director, Neil Jordan, sus personajes protagonistas encuentran en su interior la energía suficiente como para continuar adelante en un mundo cruel.
La belleza siempre está en su interior y encuentra pocas ocasiones para manifestarse, cuando no les perjudica en el caso de que se den las condiciones para que se manifieste.
Son seres diferentes.... en bastantes casos de condicion homosexual... especiales y el mundo no suele estar a la altura de su talento vital nacido de la necesidad de existir contra toda opción y situación.
De alguna forma son seres puros, que no encajan en una realidad compleja, centrada en unos intereses más básicos directamente relacionados con la diaria supervivencia.
Perdedores natos que al final encuentran un lugar tranquilo donde tumbarse a descansar en la playa de su propia derrota y que terminan por resultarnos triunfadores una vez que han cosneguido liberarse de todo aquello que les amenazaba.
Las películas de Neil Jordan siempre nos hablan de la importancia de ser diferente y de aprovechar esa diferencia para encontrar un lugar en el mundo.
Todos sus protagonistas luchan por conseguirlo.
Nadie les entiende.
Hablan otro lenguaje.
El personaje que Nick Nolte interpreta en "El buen ladrón" monta toda una estrategia de falsos robos destinada a despertar los intereses y los bajos instintos en todo su entorno con el único fin de poder colarse en un casino y poder saltar la banca con la tranquilidad que un asunto así requiere. Después de todo lo normal es que un ladrón quiera robar... A nadie le pasa por la cabeza otra posibilidad.
El ser diferentes les salva cuando son capaces de convertir esa diferencia en un arma poderosa en la batalla decisiva por la propia causa de existir.
Son románticas caperucitas en un mundo de lobos interesados (No en vano esta fue la temática de su primera película "En compañía de lobos"), cegados por su propia animalidad, que, en cuanto consiguen aprovechar esa pureza en su beneficio, nadie puede detener.
La resonante voz de Nat King Cole sonando desde la radio del coche de Bob Hoskins forma parte de mi parque de recuerdos cinematográficos.
"Mona Lisa" es una película suave y melancólica, que se deja ver casi sin querer.
Al oido nos susurra una historia triste sobre amores desesperados hacia personas equivocadas que sucede en los bajos fondos de un Londres gris e inhóspito.
En todo momento la película se mantiene dentro del área de influencia del cine negro, tomando de él todo lo que necesita para hurdir la trama situando a los personajes en un contexto sórdido que hace aún más imposible el amor que los dos protagonistas (Hopkins y Tyson) sienten.
Como en todas las películas de su director, Neil Jordan, sus personajes protagonistas encuentran en su interior la energía suficiente como para continuar adelante en un mundo cruel.
La belleza siempre está en su interior y encuentra pocas ocasiones para manifestarse, cuando no les perjudica en el caso de que se den las condiciones para que se manifieste.
Son seres diferentes.... en bastantes casos de condicion homosexual... especiales y el mundo no suele estar a la altura de su talento vital nacido de la necesidad de existir contra toda opción y situación.
De alguna forma son seres puros, que no encajan en una realidad compleja, centrada en unos intereses más básicos directamente relacionados con la diaria supervivencia.
Perdedores natos que al final encuentran un lugar tranquilo donde tumbarse a descansar en la playa de su propia derrota y que terminan por resultarnos triunfadores una vez que han cosneguido liberarse de todo aquello que les amenazaba.
Las películas de Neil Jordan siempre nos hablan de la importancia de ser diferente y de aprovechar esa diferencia para encontrar un lugar en el mundo.
Todos sus protagonistas luchan por conseguirlo.
Nadie les entiende.
Hablan otro lenguaje.
El personaje que Nick Nolte interpreta en "El buen ladrón" monta toda una estrategia de falsos robos destinada a despertar los intereses y los bajos instintos en todo su entorno con el único fin de poder colarse en un casino y poder saltar la banca con la tranquilidad que un asunto así requiere. Después de todo lo normal es que un ladrón quiera robar... A nadie le pasa por la cabeza otra posibilidad.
El ser diferentes les salva cuando son capaces de convertir esa diferencia en un arma poderosa en la batalla decisiva por la propia causa de existir.
Son románticas caperucitas en un mundo de lobos interesados (No en vano esta fue la temática de su primera película "En compañía de lobos"), cegados por su propia animalidad, que, en cuanto consiguen aprovechar esa pureza en su beneficio, nadie puede detener.
viernes, agosto 24, 2007
"Lo que hay afuera no es necesaria y únicamente lo que los seres humanos vemos. En realidad, afuera hay todo un caos lleno de cosas que nuestro cerebro no percibe porque no tiene necesidad de hacerlo para sobrevivir: ondas sonoras, electromagnéticas, átomos, partículas de aire, etc. Cada cerebro animal, incluido el humano, aprendió evolutivamente a discriminar de ese caos externo sólo aquello que requiere para sobrevivir. Por eso, los perros «ven» con el olfato, los murciélagos ciegos con el oído, los pajaritos ven muchos más colores que nosotros y no tenemos seguridad de que sean los mismos nuestros, etcétera.
Ejemplo: si un perro y una persona quieren buscar a alguien en un aeropuerto, le damos a la persona una foto del extraviado y al perro una media. Pero si lo hacemos al revés, la foto para el perro y la media para la persona, ¡seguramente nunca encontraremos al perdido! (risas).
Así, se establece un diálogo entre nuestro mundo interno y el mundo externo, por medio de los sentidos, que nos permite elaborar representaciones virtuales de los fragmentos del mundo real que necesitamos para sobrevivir. Pero no tenemos la visión íntegra de todo lo que hay allá afuera. Lo que pasa es que a través de unos quinientos o setecientos años de evolución, los humanos nos hemos puesto de acuerdo en una especie de «alucinación colectiva estándar» y vemos más o menos lo mismo. Eso es lo que nos permite ser una sociedad con referentes universales."
(Rodolfo Llinás)
Más.
Ejemplo: si un perro y una persona quieren buscar a alguien en un aeropuerto, le damos a la persona una foto del extraviado y al perro una media. Pero si lo hacemos al revés, la foto para el perro y la media para la persona, ¡seguramente nunca encontraremos al perdido! (risas).
Así, se establece un diálogo entre nuestro mundo interno y el mundo externo, por medio de los sentidos, que nos permite elaborar representaciones virtuales de los fragmentos del mundo real que necesitamos para sobrevivir. Pero no tenemos la visión íntegra de todo lo que hay allá afuera. Lo que pasa es que a través de unos quinientos o setecientos años de evolución, los humanos nos hemos puesto de acuerdo en una especie de «alucinación colectiva estándar» y vemos más o menos lo mismo. Eso es lo que nos permite ser una sociedad con referentes universales."
(Rodolfo Llinás)
Más.
martes, agosto 21, 2007
GANGSTERS
Al principio no hay límites para el propio deseo.
El niño no hace otra cosa que extender la mano, que tocar, que pedir. No tiene la sensación de que las cosas le pueden ser negadas, pero en cierto momento llega la primera prohibición. El padre se interpone entre su omnipotente voluntad y la madre.
Sucede la primera norma y tras ella vienen todas las demás limitándo y encauzando la insaciable y egoísta capacidad deseante del individuo. Empieza entonces el doloroso proceso de conocer y asumir las propias limitaciones, un proceso llamado de "socialización" y que en su final convierte al individuo en apto para vivir en sociedad.
El hombre es un ser social.
Sobrevive y funciona mejor trabajando en grupo, pero para que esta agrupación sea posible es necesario generar un entorno en el que la convivencia sea posible.
Se hace necesario fijar unas reglas, unas normas que todos deben seguir: el incesto, los diez mandamientos, los fueros medievales, la gracia de Dios y así hasta nuestros tiempos.
La individualidad se subordina al grupo. No todas las cosas están al alcance de cada uno de los sujetos que componen los grupos.
Los sujetos lo son porque están "sujetados" a todo un entramado de dictados y prescripciones que generar un espacio neutro de convivencia en el que todos los participantes son respetados y -en teoría- gozan de los mismos derechos y obligaciones
La mujer del otro, las cosas del otro... pertenecen a ese otro. No se le pueden arrebatar. Lo demás, el éxito y el fracaso, corren por cuenta de cada uno.
El animal humano es encerrado en una jaula de normas, recomendaciones, dictados, sanciones que permiten construir la sociedad y que están basadas en la razón, el cálculo y el interés. Así aparece un colectivo, una ley que limita las andanzas de ese insaciable yo deseante.
Como especie nos ha ido bien relegar a las tinieblas todos esos aspectos inconfesables... Al planeta no tanto (pero esa es otra y ecológica historia).
En este entorno de colaboración, los demás suponen cada día el esfuerzo de cumplir con nuestras obligaciones para con ellos. Con tantos deseos y tantas voluntades en juego, concurriendo diariamente, es complicado que podamos salirnos con la nuestra todo el tiempo. Hay que ceder. Hay que aceptar. Hay que asumir... Y a veces -sólo a veces- deseamos que las cosas sean más fáciles, que nada se interponga entre nosotros y su deseo... y aunque se interponga poder pasar por encima de todo aquello que se opone a nuestro esfuerzo sin sentir el menor remordimiento.
Los gangsters son la puesta por obra de esa figura, de ese imposible y disolvente deseo.
Sin remordimiento, logran sus propósitos.
Las normas que nosotros no nos atrevemos a quebrar parecen no intimidarles.
Amparados en la oscuridad del cine los vemos actuar aparentemente libres de las limitaciones que a nosotros nos constriñen. Todo es rápido y fácil. Parecen estar mucho más cerca del objeto de su deseo porque están dispuestos a alargar la mano para conseguirlo obviando las limitaciones y las circunstancias que rodean a su esfuerzo.
Ese es su inconfesable atractivo para nuestra mirada de espectador, una mirada que en mayor o menor medida encierra el destello de ese animal encerrado y desterrado.
Su destino es el de ser siempre castigados.
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