martes, mayo 30, 2006

Leyendo a Habermas (quién a su vez lee a Marcuse) y completando a Passolinni:

"Marcuse cree poder reconocer la represión objetivamente superflua en «la intensificación del sometimiento de los individuos al inmenso aparato de producción y distribución, en la desprivatización del tiempo libre, en la casi irresoluble fusión de trabajo social productivo y destructivo». Pero, paradójicamente, esta represión puede desaparecer de la conciencia de la población, ya que la legitimación del dominio ha adquirido un carácter distinto: ahora apela a «la creciente productividad y creciente dominación de la naturaleza, que también
proporcionan a los individuos una vida más confortable»."

"El método científico, que conducía a una dominación cada vez más eficiente de la naturaleza, proporcionó después también tanto los conceptos puros como los instrumentos para una
dominación cada vez más efectiva del hombre sobre el hombre a través de la dominación de la naturaleza... Hoy la dominación se perpetúa y amplía no sólo por medio de la tecnología, sino como tecnología; y ésta proporciona la gran legitimación a un poder político expansivo que engulle todos los ámbitos de la cultura. En este universo la tecnología proporciona también la gran racionalización de la falta de libertad del hombre y demuestra la imposibilidad técnica de la realización de la autonomía, de la capacidad de decisión sobre la propia vida. Pues esta ausencia de libertad no aparece ni como irracional ni como política, sino más bien, como sometimiento a un aparato técnico que hace más cómoda la vida y eleva la productividad del trabajo."

(Ciencia y técnica como Ideología, Jurgen Habermas)

La estructura de dominación es ahora mucho más inteligente y mucho más perfecta porque todos formamos parte de ella como máquinas productoras-consumidoras, cada vez más iguales y menos diferentes los unos de los otros.
Nuestro propio monstruo nos devora lentamente mientras aburridos, por las noches y ante la televisión, cambiamos mecánicamente de canal.

"¿Por qué? Porque poseemos un abismo de codicia, y nos gustaría engullir toda la tierra; si un hom­bre posee muchas riquezas, viñas, prados y posesiones, no es bastante; Dios tendría que crear nuevos mundos si pretendiera satisfacernos."
(Comentario al segundo sermón acerca de Job, Calvino)

Codicia en sentido amplio.
La codicia de todo animal por sobrevivir y, una vez que sobrevive, por vivir de la mejor manera posible.

Y éso no sería cuestionable, después de todo uno no sabe cuando la aflición visitará su casa. Pero al mismo tiempo presumimos también de ser un animal diferente, cuando no directamente de no ser un animal, de ser otra cosa diferente, mejor.

¿Al final toda esa excelencia del pensamiento y la obra del alma humana se reduce a poder elegir un domingo cualquiera entre Alcampo o Carrefour?

lunes, mayo 29, 2006

Sigo leyendo...

Para Marlow, el silencioso testigo que narra la historia, Jim es una constante fuente de desconcierto. Finalmente, decide buscar una segunda opinión sobre Jim en Stein, un personaje que tiene toda su admiración y a quién -mediante la curiosidad de Marlow- el autor encarga la tarea de verbalizar aspectos importantes de la psicología del protagonista principal de la historia.
Todo esto sucede en el capítulo 20, a mi juicio uno de los más hermosos de todo el libro y no sólo por las valoraciones que Stein vierte sobre Jim -después de todo uno ya se las viene imaginando y Conrad lo único que hace es puntuar el discurso psicológico y emocional que subyace como una corriente freática por todo el libro- sino también por el necesario y complementario discurso sobre el tiempo y la levedad de la naturaleza humana sometida al destino y al azar.

Stein es otro aventurero, un rico y respetable hombre de negocios, que trafica entre otras cosas con mariposas e insectos.
Su historia relatada al principio del capítulo es la del heredero de un reino de negocios en el interior de las Celebes conquistado por otro aventurero escocés y que Stein se encargó de heredar y consolidar con inteligencia, sangre y fuego.

Para Stein Jim es un romántico.

El problema siempre es cómo llegar a ser lo que el hombre constantemente quiere ser. En este sentido, Stein compara una de sus magníficas mariposas con el ser humano a través de Jim:

"Esta magnífica mariposa encuentra un lugar firme en el barro y se posa, pero el hombre es incapaz de permenecer tan quieto en su pedazo de barro. Quiere ser una cosa y luego quiere ser otra... Quiere ser un santo y también quiere ser un diablo - y cada vez que cierra sus ojos se ve como el mejor de los hombres, tan bueno como nunca podrá ser... pero el gran problema está en que no puede mantener los ojos siempre cerrados. Entonces, al abrirlos, el corazón duele. El mundo duele... No es nada bueno comprender que uno no va a poder hacer realidad su sueño porque no se es lo suficientemente fuerte o lo suficientemente listo... Ese es el problema. Cómo vivir con ese sentimiento, porque al final uno siempre termina cerrando los ojos".

El capítulo termina con Stein hablando de sí mismo:

"¿Sabes cuántas oportunidades he dejado escapar; cuántos sueños he dejado desvanecerse en el olvido? Alguno de ellos habría estado muy bien de haber logrado hacerlos realidad ¿No sabes cuántos? Ni yo mismo lo se."

Marlow contesta hablando sobre Jim:

"Ciertamente, él sabe de uno que con toda seguridad ha dejado escapar"

Y Stein termina pronunciando la regla general:

"Todo el mundo se lamenta de uno o dos como ése".

Al principio del capítulo Stein relata un éxito. Tras una emboscada en la que a punto está de perder la vida y cuando se acerca al cadaver de uno de sus emboscadores, el destino pone ante él una mariposa que el alemán llevaba años buscando:

"- Y mientras buscaba en su rostro algún signo de vida noté un algo como el vibrar de una sombra pasando sobre su frente. Era la sombra de esta mariposa... Siempre deseé tener un especimen como éste. Hice grandes viajes y soporté muchas privaciones. Soñaba con tenerlo y, de pronto, estaba allí, al alcance de mi mano... Si, mi querido amigo. Aquel dia tenía todo lo que alcanzaba a desear. Había frustrado los planes de mi enemigo. Era joven y fuerte. Tenía amistad. El amor de mi mujer y de mi hijo llenaban mi corazón y además lo que siempre había soñado poseer estaba entre mis manos.

Entonces, Stein enciende una cerilla y su pensativo rostro plácido se tensa durante un pequeño instante. Luego sigue hablando:

- Amigos, mujer, hijos....

Stein pronuncia las palabras despacio, como paladeando el amargo sabor que esconden cada una de ellas y sin apartar los ojos de la pequeña llama, antes de soplar sobre ella y apagarla".

Para Stein Jim es un romántico porque no se resigna a cambiar de sueño, porque quiere seguir en el mar aunque la suerte le haya sido adversa y quiere ser lo que pretendía ser aunque todas las esencias y circunstancias se le opongan.
Una especie de Achab tranquilo que por los mares monzónicos persigue cazar la ballena blanca de si mismo, aunque ésta ya le esté arrastrando a las profundidades.

Áspero mundo.

viernes, mayo 26, 2006

"¡Triste ley de los años!
Soy ahora el inverso de un niño.
Conozco de antemano los desengaños.
Sueño que sueño. Pienso lo que imagino.
Compré con sufrimiento la lucidez de no ser inocente.
Hago dos papeles en el entremés:
el de quién cree ver y el del vidente"
(Canto libre del Orfeo Rebelde, Miguel Torga)
Por un lado están aquellos que con inocencia angelical y esmerada educación critican el libro y por extensión la película.
Suelen ser satélites de la iglesica católica -cuando no sacerdotes directamente-, directores de publicaciones como "Vida y luz", civiles a sueldo de la conferencia episcopal, sesudos y trajeados catedráticos de corbata alfileteada, grises historiadores de la iglesia, finas y maternales catedráticas de broche y permanente cardada, profesionales de la COPE, jóvenes periodistas de pelo engominado y camisa de marca.

Todos consideran que:

- el libro está mal escrito
- falsea la historia y puede llevar a la confusión
- juega con cosas muy serias
- demoniza algunos aspectos de la iglesia católica
- frivoliza con otros (la posición de la mujer en su seno) y por supuesto está mal informado puesto que la mujer ocupa un lugar esencial en la misma (no en vano la virgen María es una mujer).

Por otro están aquellos que consideran que El Código Da Vinci es un auténtico código que ha sido capaz de abrir puertas cerradas desde el principio de los tiempos en las mentes de oficinistas del extrarradio y de las peluqueras de barrio.
Son de todas las edades y la mayoría llevan el cuello abierto. Visten informalmente y ninguna corbata se ciñe a su garganta.

Para ellos:

- la conspiración ha sido descubierta por fin.
- Dan Brown es mucho más que un mediocre y desconocido escritor.
- Leonardo era un ocultista -y de paso Cervantes también-.
- Todo el libro está lleno de claves, de llamadas a peliagudos asuntos aún por cerrar y definir.
- La verdad está ahí fuera.
- La democracia ha llegado a los secretos.

Casi todos han escrito un libro en cuyo titulo aparece la palabra Da Vinci y que pretende ayudar al lectos a caminar por ese jardín de los senderos que se bifurcan que supone la atenta lectura del libro.

El acuerdo es imposible y así debe ser.

Muy pronto se descubrirá que Jesucristo vive en Venezuela con Jesus Gil y James Dean.
Muy pronto harán santo a Juan Pablo II.

Cada loco con su tema.

jueves, mayo 25, 2006

Sigo leyendo...

"A man like that don't go anywhere in particular"
(Lord Jim, Joseph Conrad)

No ir a ninguna parte es, en términos barthesianos, el grado cero del viaje.
La posibilidad de ir a todas partes sólo es posible no definiendo el lugar a donde se va. Todo es todavía posible.

Así, el viaje va con uno mismo.

El viaje es uno mismo y cualquier lugar es bueno para encontrarse.

miércoles, mayo 17, 2006

"Passolinni fue sensible a todo esto a partir de su propia homosexualidad, que temía pudiera disolverse en la norma (escribe que 'es intolerable ser tolerado') y que para él valía, evidentemente, mucho más como desafío que como factor de pertenencia: 'Ellos han condenado siempre no tanto al homosexual sino al escritor para quien la homosexualidad no podía ser tomada como medio de presión, de chantaje para volver al orden'."

(Ese orden) es "un formidable poder a la vez económico y mediático (los amos del mundo son también los amos de su representación), cuyo objetivo es imponer el reino de la manada generalizada, de la middle class planetaria, desacralizada y uniformadora"
"brutal nivelación totalitaria del mundo"
"el orden degradante de la horda"

"los subproletarios de los borgate (barrios pobres romanos) comenzaron a soñar con entrar en la norma, a tener vergüenza de sus antiguos códigos, a repudiar su cultura específica, empiezan a parecerse a los estudiantes que provienen de la burguesía (tiene los mismos comportamientos, los mismos jeans, las mismas largas cabelleras, casi el mismo lenguaje...debido a ese terrorífico instrumento de homologación y normalización que es la televisión"

"Todo aquello que el fascismo histórico no había logrado realizar, el nuevo poder conjunto del mercado y los medios de comunicación lo opera con calma, produciendo una voluntaria servidumbre: un verdadero genocido cultural donde el pueblo desaparece en una masa indiferenciada de consumidores sometidos y alienados"

"No existe otra manera de oponerse a este orden que afirmar ardientemente la singularidad, la diferencia, la irreductibilidad"

"Esta lección es más que nunca actual, en la antípodas de ese 'conformismo de rebelión' que florece en el mundo intelectual y que es el mejor cómplice del orden establecido".

(Passolini, un refractario ejemplar. Guy Scarpetta)

Auténtico y puro pensamiento de izquierdas.
Haciéndose eco de otros inconformistas como él y aportando su propio grano de arena, Passolinni sentó las bases de una nueva teoría crítica de nuestra sociedad moderna, proporcionó nuevos instrumentos y conceptos para reemplazar los viejos instrumentos y conceptos marxistas nacidos para explicar situaciones de otra época.

A mi entender, todo auténtico y verdadero pensamiento de izquierdas pasa por estos conceptos desarrollados por Scarpetta y que Passolinni vertió en libros y entrevistas a lo largo de toda su vida.
Ni primera ni segunda ni tercera vía.

martes, mayo 16, 2006

Escandalizarse es un síntoma claro de falta de fe.

Siempre lo he pensado y lo sigo pensando ahora que unos cuantos respetables payasos se escanzalizan con un producto (que no obra literaria ni cinematográfica) llamado "El código da Vinci".

Cuando era niño, los curas con los que estudiaba hablaban de la fe del carbonero. Un concepto interesante: La fe asumida como argumento de autoridad. Uno cree en lo que debe creer y haciéndolo cumple.
No se piensa si esa creencia es correcta o va con uno. Simplemente se asume porque es lo que hay que hacer. The right thing. La media aritmética trasladada a la moral y las costumbres.

El uno mismo no existe.
En su lugar existe el "soy lo que se espera de mi que sea dado el lugar que ocupo en el mundo"

Las filas de los escanzalizados, de los que persiguen y estigmatizan, se nutren en su mayoría de estos funcionarios de la religión y de la vida.

El miedo les impulsa.
La incertidumbre abierta por la existencia de un otro, con algún otro punto de vista diferente, por muy absurdo que sea, les aterra. Después de todo les aboca a un profundo e insondable abismo, el que se esconde tras de ellos mismos y su existencia ordenancista.

Cualquier cosa es preferible al cuestionamiento público y privado de la propia creencia.

El abandonado trabajo de ser uno mismo duele cada vez que palpita.
Traduzco rapidamente del inglés...

"Es en el momento de entrar en contacto con el más íntimo sueño de otro ser humano cuando percibimos lo incomprensible, insegura y misteriosa que es la naturaleza de aquellos con quienes compartimos el calor del sol y la luz de las estrellas"
(Lord Jim, Joseph Conrad)

La aventura sigue su curso.

Alargadas sombras se ciernen sobre el lúcido y triste asombro de Jim.
Su afligido pecho luce como tatuado con todas ellas.
El mismo mar de siempre ya la aguarda.

jueves, mayo 11, 2006

"GINSBERG: ¿Y qué hay de Bill Burroughs? Yo creo que quedaría genial en la película.
DYLAN: Pero ¿qué sabe hacer?
GINSBERG: Ser él mismo, simplemente"

(Rolling Thunder, Sam Shepard)
Hacía mucho tiempo que no asistía a una ceremonía religiosa cristiana... Quizá reinaba en Madrid el obispo Vicente Enrique y Tarancón la última vez que asistí a uno de estos eventos del espíritu que jalonan la carrera burocrática de los católicos hacia la vida eterna.
No estoy seguro de cuándo. Lo único cierto es que las cosas no han cambiado mucho y que no me he perdido nada en todo este tiempo.

Fué el domingo pasado y aún no he salido del asombro.
Mis ojos todavía, a fecha de hoy, sobresalen de sus órbitas.
A punto estuvieron de caerseme y ser aplastados como cabeza de gamba por el zapato de alguna señorona.

La concha vacía de una ceremonía.
El espacio desierto de una creencia.

Y una niña, vestida para la ocasión, pronunciando la palabra "muerte" con una radiante sonrisa en los labios.

viernes, mayo 05, 2006

"Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras."
(Facundo Cabral)
Sigo leyendo en "Lord Jim"...

"Esa clase de cuerpos errantes son muy comunes en el Atlántico Norte donde se encuentran presentes todos los terrores marinos: bancos de niebla, icebergs, barcos abandonados y sobre todo esas terribles e interminables galernas que se abaten como vampiros hasta que acaban con toda la fuerza, el espiritu e incluso la esperanza del más avezado de los marinos haciéndole sentirse como la vacía concha de un hombre"

La vacía concha de un hombre abandonada a su suerte finita un día más.
Fantasma que se aparece encerrado en la transparente cárcel que sin quererlo componen a veces algunos espejos.
No todos y no siempre.
Sólo aquellos que nos devuelven con lucidez un reflejo extraño, quizá no deseado, seguramente verdadero.

También hablo de Jim y sigo leyendo.