sábado, febrero 07, 2009

Test de asturianía superado...

Este es el resultado:

"Yes el/la primer/a asturianu/a del universo. Nun te fae falta escanciar porque pegues una voz y tienes a cutro chigreros escanciando por ti. Esti test quedósete pequeñu antes de velo porque no hay ni dios más grandón/a que tú. Nun te voy decir na más porque vas contame tú a mí cómo son les coses!"

¡jajajjajjja!

Es correcto.
CHARLIE RICH

Feel like going home...




Cloudy skies are rollin' in....
INOLVIDABLE

Lost highway...



You invited me....
SEAL & JOSÉ PADILLA

Adios ayer...




viernes, febrero 06, 2009

Le gusta cómo escribe.
Detrás de cada una de sus frases,
en el corazón de cada una de sus palabras,
hay algo que se escapa,
que se mueve entre las sombras de lo no dicho.

martes, febrero 03, 2009

Sus ojos se abren al nuevo dia
y por unos instantes la realidad incontestable del sueño 
permanece indeleble con su confuso y chocante sentido.
Luego, muy pronto, se desvanece
por entre el pequeño espacio que separa a dos parpadeos.
Le resulta imposible recordar el cuándo,
pero también el qué.
Sólo persiste la vaga sensación de haber estado allí.
DRUMS N' DIZZY

ESPEJO DE LLUVIA



lunes, febrero 02, 2009












IL SORPASSO

Siempre ha sido una de mis películas favoritas.

Dirigida por Dino Risi, que escribió también el guión "a pachas" con Ettore Scola, "Il sorpasso" es un tremendo chiste de humor negro, lleno de socarrona sabiduría, sobre el sentido de la vida.

Los protagonistas, Bruno (Vittorio Gassman) y Roberto (Jean Louis Trintignant)  representan dos arquetipos opuestos de personalidad. Bruno es loco y vital, impulsivo y nada calculador, que vive la vida al límite al volante de su deportivo, mientars que Roberto es todo lo contrario, un timido y acomplejado estudiante que piensa las cosas demasiado.

Arrastrado por Bruno en un loco viaje de ferragosto, Roberto se verá metido en un montón de líos por las carreteras italianas de la mano de un eterno adolescente que parece estar escapando de algo, quizá de si mismo y de su propio fracaso social... no sabemos si personal porque Bruno parece ser muy feliz viviendo ese alocado sueño de sí mismo que los que forman su entorno toleran con paciencia descreída.

La contraposición entre ambos personajes, que representan estilos contrapuestos de afrontar la vida, sucederá en el marco de una italia castiza y vital, fotografiada en blanco y negro, que resulta interesante como imagen costumbrista de toda una época ya pasada.

"Il sorpasso" es por encima de todo un viaje, una reflexión bastante descarnada sobre las maneras de vivir y lo que la vida, que siempre suele tener ideas propias al respecto, acaba haciendo con ellas.

"Il sorpasso" un inmenso chiste de humor negro en el que uno debe decidir si realmente la cosa es como para reirse o no.

Maravillosa.

"Es el inmóvil verano de los ojos cerrados. Tu vida continúa en los días idos como un mar de mediodía. Disfrutas del cielo con tu cuerpo de entonces"
(El oficio de vivir. Cesare Pavese)

Este hermoso texto forma parte de los pensamientos tachados por el propio Pavese. Figura en la edición de su diario como tal, inoportuno o inapropiado sentimiento desechado por el creador y, sin embargo, es uno de los textos que más me emocionan de todo ese inmenso y emocionante monumento a una vida dificilmente vivida que el genial italiano fue construyendo a espaldas del mundo, encerrado en la terrible carcel de su mirada, sin poder salir, sin siquiera saber cómo hacerlo, siendo un monstruo para sí mismo y para todos en su emocionante misterio vivido en la soledad de la primera persona.
Es curioso que un pensamiento tachado me llene tanto... pero la vida es así, incomprensible y curiosa, inasequible en toda su inmensa complejidad a nuestro pequeño intelecto con vocación de grandeza.. y siempre será así. Nuestra inteligencia se sentará ante su inmensa oscuridad de mar en la noche intentando iluminarlo con una pequeña linterna.
Es la emoción de ese inmóvil verano de los ojos cerrados lo único que realmente importa.
El señor me ha llenado de cualidades que casi nadie valora y una de ellas es la intuición para haberlo comprendido desde siempre.
La certezas desprendidas de aquel cuerpo de entonces, convocado a su propia última cena, son las únicas que cuentan.
Con más batallas perdidas que ganadas, tendemos a ser melancolía en movimiento que utiliza el futuro como coartada.
Aspero mundo.
Bibliodyssey... El libro como una de las bellas artes.
Batavia journal... Cuando el mundo aún era un territorio virgen para la imaginación.
El dato del silencio se le antoja relevante.
Después de todo, le parece extraña tanta paz.
Una especie de ojo huracán repentinamente
instaurado entre dos tormentas,
la de su pasado y su futuro
reventando como cohetes 
entre las indiferentes estrellas.

Tranquilamente,
tumbado sobre la arena,
espera.

domingo, febrero 01, 2009

VALKIRIA

Nunca he entendido muy bien por qué, desde siempre, han tenido tan poca visibilidad los intentos de la resistencia alemana por eliminar a Hitler. Seguramente porque la historia siempre la escriben los vencedores y como tal tiene un cierto porcentaje de interesada mentira... pero esa es otra historia.

"Valkiria" narra el complot que más cerca estuvo de acabar con la vida del tirano. De hecho salió con vida por el carácter abierto de la sala donde la bomba explotó, que disipó la honda expansiva lanzándola hacia el exterior, y porque la cartera que contenía la bomba fue apoyada contra un componente de la maciza mesa de roble... pero justo al otro lado de donde estaba Hitler.

Pequeños detalles... cambió de sala de reunión y colocación del artefacto... que no pudieron ser previstos y que, a la larga, resultaron determinantes. La planificación tiene una poética que surge de la contrastación del plan con lo azaroso de la vida y el millón de circunstancias incontrolables que componen la trama del destino. Este complot para asesinar a Hitler es otro buen ejemplo de cómo la suerte existe y de lo que siempre cuenta.

La mayor parte de los intentos de asesinar a Hitler procedieron de los propios militares alemanes. Una buena parte de los mandos de la wehrmacht jamás aceptaron de buena gana a Hitler y sólo le acompañaron en su suicida aventura por un sentimiento mezcla de disciplina prusiana y de revanchismo contra los ejércitos que les derrotaran en la primera gran guerra. Pero Hitler jamás confío completamente en los oficiales de su ejército que le minusvaloraban por motivos profesionales, personales y de clase. Este apoyo fué descendiendo conforme el cariz de la guerra evolucionaba negativamente y el ejército alemán se disolvía atacado por todos los frentes.

No obstante, sólo unos pocos militares se atrevieron a pasar de las palabras a los hechos y uno de ellos fue Klaus von Stauffenberg que, por encima de todo, fue un hombre valiente que extrajo su valentía de la necesidad de salvar a su país de quién se había convertido en su peor enemigo. Y este es el punto de arranque de la película. Esa convicción que le convierte en una especie de gatillo humano dispuesto a dispararse.

No cabe la menor duda de que Bryan Singer, el director de Valkiria, sabe cómo rodar una película. Entiende las historias y tiene el talento de saber ponerla en imágenes, puntuandola con primeros planos de rostros, miembros y gestos que se convierten en puntos de anclaje para la intensidad emocional.

En muchas de estas películas impersonales, productos que no traspasan y que cuando terminan pasan inmediatamente al olvido, echo de menos primeros planos, detalles que se convierten en puntos de fuga en los que la espectacularidad se convierte en intensidad emocional. El cine no sólo es panorámica sino también primeros planos. Brian Singer lo sabe y por eso, entre otras cosas, su cine destaca de entre sus contemporáneos.

Una de las grandezas del cine es su capacidad de pasar del primer plano al gran plano, de la pequeñez de las circunstancias individuales a la grandeza del momento histórico, enmarcando las pequeñas emociones que nos mueven en el gran contexto de una trama... pero me estoy apartando del tema. Ésta es también otra historia.

Volvamos a Valkiria.... Gracias al talento de Singer la historia se sigue bien, resulta interesante, pero tiene dos problemas que la lastran.

Por un lado, el excesivo peso de von Stauffenberg en una historia que podría haber sido bastante más coral. Pero, y sin duda, el hecho de que Cruise la protagonice convierte a von Stauffenberg en un sol que oscurece en demasía a una serie de personajes como el ladino Fromm (Tom Wilkinson).

Por otro, el hecho incontrovertible de que es difícil mantener el suspense de una historia cuyo final el público ya conoce.

Y en la combinación de los dos está la debilidad de Valkiria. Al no estar von Stauffenberg implicado en las circunstancias que llevaron al fracaso del complot estos no terminan de tener el suficiente peso en la historia... un secuencia del tranquilo almuerzo de Olbricht mientras el tiempo precioso se pierde no habría estado mal o un par de escenas desarrollando el personaje de Fromm tampoco habrían sobrado... por ejemplo mirándose al espejo después de haber mandado los fusilamientos.

Hay un gran teatro del mundo en las circunstancias que llevaron al fracaso de la operación... incompetencia, traición, dudas, ... aspectos que podrían haber enriquecido el aspecto emocional de la película cuyo final el público ya conoce... pero eso supondría que el personaje de Stauffenberg perdiera peso en la trama que en lo emocional termina por resultar un tanto convencional... el clásico esquema de despedida para siempre.

La película está bien, pero podría haber estado mejor.




viernes, enero 30, 2009

JOSÉ GONZÁLEZ

Down the line...



DEPECHE MODE

Precious...



Things get damaged, Things get broken, ....

jueves, enero 29, 2009

OBSERVACION

Los melancólicos siempre miran hacia atrás en el sentido de la ruta.
IMPRESIÓN

Cae el Otoño de Vivaldi en plano hall del aeropuerto de Barcelona y no puedo evitar pensar que estamos todos en un frenopático sin saberlo.
En alguna parte, en alguna esquina, acechan los enfermeros.

lunes, enero 26, 2009

TOM WAITS

The last rose of summer....



Por más que lo intenta no consigue alcanzarse.
Se le escapa el propio reflejo en el estanque.
Se pierde entre las ondas que derraman sus dedos
sobre la quieta superficie reflectante.
Se desvanece como el recuerdo de un sueño
justo antes de despertar,
en el silencioso suceder de dos instantes.