miércoles, agosto 12, 2009

Comiendo atun en Casa Juanito

martes, agosto 11, 2009

THE STONE ROSES

Love spreads



lunes, agosto 10, 2009

EL SENTIDO DE LA VIDA

Aún contando con grandes hallazgos y momentos especialmente divertidos, "Monty Python's The meaning of life" no se encuentra, para mi gusto, entre las mejores películas de este colectivo de humoristas británicos.

El humor de los Monty Python siempre se caracterizó por la emergencia del absurdo en situaciones rigurosamente habituales... Ahora mismo recuerdo aquel sketch "My brain hurts" o aquellos juegos olimpicos en los que se corrían los cien metros lisos para personas sin sentido de la orientación...


Las instituciones sociales con sus dinámicas de roles proporcionan un enorme repertorio de situaciones habituales y, por extensión, los Monty Python escenificaron su teatro del absurdo en el interior de las más rancias instituciones dentro de la rancia sociedad británica: ejército, familia, religión...

Por eso resulta un "gracioso" contrasentido que el tema elegido para su última película como grupo fuera la explicación del sentido de la vida, una explicación que nos va a ser ofrecida por una serie de individuos cuyo mayor cualidad es precisamente la contraria: la puesta por obra del sinsentido dentro de la cotidianidad de lo social.

Y más allá de que el propio titulo sea el primero de los chistes que uno encuentra en el transcurrir de la película, hay un aspecto mucho más serio, más circular y completo. Recordemos la definición que Shakespeare hace la vida convirtiéndola en el furioso relato contado por un loco. Seguramente, con el evidente sinsentido y la evidente ausencia de un discurso que refiera ese sentido, los Monty Python se alinean con el viejo Shakespeare...

Nada tiene sentido y, sin embargo, sucede de forma irrecuperable... Y además la película tiene bastante de furioso relato porque incluye bastantes sketches que aparentemente sólo cuentan con la violencia (el partido de rugby celebrado entre profesores y alumnos o la donación "voluntaria" de higado o el enorme gordo que termina reventando) y repulsión (el enorme gordo que termina reventando en el contexto de un exquisito restaurante francés) como principal activo dramático.

No obstante, a pesar de Shakespeare, y pese a la estupenda buena intención que les presupongo, la película no está a la altura de las mejores de los Python. Los sketches resultan desiguales conviviendo momentos brillantes como el protagonizado por el edificio pirata o la cena con la muerte con otros no tan brillantes como el que sucede en la I guerra Mundial o el de los donantes de higado o el del restaurante finalizado en camara subjetiva siguiendo a un camarero hasta el hogar de su infancia.

De algún modo, y volviendo a recuperar la circularidad y completitud que a mi entender supone esta película, "The meaning of life" es una especie de número especial de su "Monty Python's Flying Circus", programa de televisión con el que se dieron a conocer y alcanzaron el éxito en Gran Bretaña; un número especial que pone fin a la carrera profesional de un grupo que ya no daba más de sí.

En este doble sentido, "The meaning of life" es la perfecta clausura a una trayectoria, la puesta por obra del verdadero sentido de la vida: todo lo que en algun momento empieza en otro, más adelante, ha de terminar... aunque resulte absurdo y/o nos parezca que debe continuar.


CIELO

sábado, agosto 08, 2009

Los perros entienden más de 150 palabras y pueden contar

¡Fantástico!

DESEANDO AMAR

Por muy poco, Li-Zhen (Maggie Cheung) alquila para ella y su maridola habitación que Chow (Tony Leung) deseaba alquilar para él y su mujer. Afortunadamente, Chow encuentra una habitación en el apartamento de al lado.

Ambas parejas serán vecinos y tienen en común que sus miembros no se ven entre sí. El marido de Li-Zhen es un hombre de negocios que constantemente está viajando y la mujer de Chow trabaja comor recepcionista en un hotel en el turno de noche.

El simple hecho de compartir un mismo horario hará que los caminos de Chow y Li-Zhen se entrecrucen dando lugar a una relación cuya razón de ser está basada en el mero peso específico de la soledad que cada uno siente dentro de su propia pareja y en la atracción que empiezan a sentir el uno por el otro.

De manera memorable y con su sentido exquisito para crear imágenes bellas, Wong Kar Kwei narra los sucesivos y pequeños encuentros entre ambos que van aumentando en duración e intensidad. Desde la simple coincidencia en un espacio hasta las primeras palabras intercambiadas pasando por los pequeños contactos físicos y las miradas... Para mi gusto ésta es la mejor parte de la película.

En un momento determinado de esa incipiente relación, durante una cena, ambos descubren en el otro objetos que les recuerdan a sus respectivas parejas, y, de una manera especial y maravillosa, por la familariedad de la corbata y el bolso que cada uno porta (muy parecidos a una corbata y bolso que han visto en su esposo y esposa), descubren la realidad de un engaño que ambos, por separado, empezaban a presentir. Un engaño que, al mismo tiempo y paradójicamente, volvía más profunda su soledad y les llevaba a buscarse el uno al otro con mayor necesidad.

Lo curioso es que, si en un principio lo facilitaba, este descubrimiento terminará complicando y enturbiando el incipiente amor que de forma natural estaba surgiendo entre ambos.

En algún momento, los dos protagonistas se dicen que ellos no son con como sus respectivos cónyuges y esa necesidad, nacida del dolor y el resentimiento, de diferenciarse de aquellos que les han traicionado les llevará a jamas consumar ese amor.

Nunca se atraverán a dar ese paso.

Incluso llegarán a encerrarse en la habitación 2046 de un hotel para escribir novelas de amor para un periódico, habitación que será el germen de "2046" la película en la que Kar Kwei narra el melancólico vivir de Chow recordando la magia de aquellos momentos vividos con Li-Zhen.

Lo dejarán pasar, morir, deseando amar a la persona equivocada y también a la persona correcta hasta que, al final, su propia relación languidezca y muera quedándoles a ambos el inmenso vacío de ese deseo que quedó por satisfacer, un deseo insatisfecho del que las ruinas del templo camboyano, a las que Chow susurra su melancólico y doloroso secreto en un intento desesperado por desembarazarse de él, es maravillosa y preciosa metáfora.



En realidad, y verdaderamente, tenían razón.
Chow y Li-Zhen no son como sus respectivos cónyuges... pero, seguramente y a juzgar por las expresiones de sus rostros y actitudes al final de la película, se equivocaron.
Debieran haberlo sido.

Maravillosa.

viernes, agosto 07, 2009

ZUCCHERO

Hai scelto me...




Le gusta lanzar los dados sobre le verde superficie de la mesa.
Una y otra vez.
No va más.
Comprobar la magnitud de su mala suerte,
ver cómo se materializa en el controlado entorno de un juego.
Retarla.
Forzar sus límites.
Enfrentarse a su verdadero y ajado rostro.
Mirarla a los ojos cada vez que se pasa o no llega.
Tener la visión.
Comprenderlo todo.
Una y otra vez.
Around the clock.
No va más.
Los dos solos.
CARTOLA

O sol nascerá...


ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA PRIMITIVA

Siempre me ha hecho mucha gracia esta foto de Bronislaw Malinowski, el autor del libro que acabo de terminar de leer... El blanco polaco rodeado de oscuros indígenas del Pacífico... Y siempre me ha hecho gracia porque no puedo imaginarme como el bueno de Malinowski s elas arreglaba para pasar inadvertido y estudiar las costumbres de las sociedades indígenas de las Islas Trobiand.

Bronislaw Malinowski es uno de los padres de la antropología, en concreto, de la rama funcionalista que estudia las sociedades como sistemas cerrados en los que cada elemento cumple una determinada función. Su gran libro es "Los argonautas del Pacífico Occidental". En él analiza, desde esa perspectiva funcional, todos los aspectos de las sociedades indigenas que habitan las Islas Trobiand o Kiriwina situadas al Este de Nueva Guinea.

"Estudios de psicología primitiva" también se basa en esas sociedades indigenas, pero su objetivo es lo que siempre lo ha hecho muy interesante para mi. Ese objetivo no es otro que extender los planteamientos del psicoanálisis freudiano, especificamente el esencial Complejo de Edipo a una sociedad diferente de la Viena que Freud conoció.

En este sentido, lo que hace aún más interesante el planteamiento de Malinowski es el hecho de que, mientras la Viena de Freud es una sociedad patrilineal (el parentesco se define a través del linaje del padre), la sociedad tronbiandesa es matrilineal.

En las sociedades matrilineales, el padre apenas tiene peso simbólico y autoridad dentro de la familia, estos recaen sobre la madre y el hermano de la madre. El padre es poco más que un compañero que ayuda a la educación de los hijos, que se convierte en una especie de amigo de mayor edad que convive con los hijos ayudándolos y alimentándolos, pero siempre lejos de un rol con una carga simbólica social... No es el padre dominante y castrador que monopoliza a la madre y domina a la familia.

Lo que Malinowski descubre es que el papel que en la Viena freudiana desempeña el padre, un papel que representa el primer encuentro serio del niño con el castrador principio de realidad (tenerlo todo no es posible, el deseo debe reprimirse o d elo contrario se produce la sanción y/o el castigo), en las sociedades matrilineales es desempeñado por el hermano de la madre con quien ésta mantiene la relación más estrecha más allá de la carnalidad del sexo que la madre mantiene con el padre biológico.

Es el hermano de la madre la persona contra la que los jóvenes trobiandeses chocan, la encarnación de ese principio de realidad que lleva a la socialización mediante la inflexible obligación de seguir las primeras normas de conducta.

La sociedad no es posible si el individuo no se ve limitado en su deseo y ese disciplinamiento del irrefrenable deseo empieza poco a poco, norma a norma y, primero, en el nucleo familiar, el lugar más próximo para los niños. Allí se produce el primer encuentro con el poder y el control y se aprende a limitar la propia expresividad del yo ante ellos.

Ese papel lo desempeña el padre en las sociedades patrilineales y el hermano de la madre en las matrilineales.

Con independencia de las diferencias, el sentido de la institución familiar es el mismo en todas partes: permitir la posibilidad de lo social.

Interesante.

jueves, agosto 06, 2009

"Olvido, s. Estado en que los malos cesan de luchar y los tristes reposan. Eterno basurero de la fama. Cámara fría de las más altas esperanzas.. Lugar donde los autores ambiciosos reencuentran sus obras sin orgullo, y a sus superiores sin envidia. Dormitorio desprovisto de reloj despertador."
(Diccionario del diablo, Ambrose Bierce)

ASTOR PIAZZOLA

Olvido...




miércoles, agosto 05, 2009

TOM WAITS

Anywhere i lay my head...




LA SOCIEDAD INDIVIDUALIZADA

De origen polaco, Zygmunt Bauman es un filósofo y sociólogo principalmente interesado en el análisis de la naturaleza de la sociedad avanzada de nuestro tiempo, una sociedad que tiene muchos nombres (terciaria, postindustrial, postmoderna, del conocimiento) pero no una clara definición seguramente por las dificultades de atrapar dentro de la jaula de la ciencia una naturaleza viva, cambiante, cambiable y proteica.

"La sociedad individualizada" recoge una serie de artículos y conferencia, agrupados por diferentes conceptos, pero todos unidos por esa preocupación por conocer la identidad verdadera del mundo en que vivimos.

Es extremadamente interesante su visión de una sociedad compuesta por individuos eternamente empeñados en un control de su presente que en muchos casos resulta imposible. Para Bauman la familia y el trabajo, las grandes instituciones que sustentaban la sociedad industrial con su persistencia en el tiempo (una familia y un trabajo para toda la vida) ya no existen en el mundo postindustrial para garantizar al individuo que participa en ellas de una cierta estabilidad.

Los individuos de esta sociedad que el llama "individualizada" deben estar preparados para vivir a lo largo de su vida varias relaciones personales y también para desempeñar varios trabajos. La principal consecuencia es la inestabilidad en la percepción del presente, una precariedad que hace que el individuo no pueda relacionarse de tú a tú con su presente. Lo inesperado siempre puede suceder y, en cualquier momento, todo puede cambiar.

Esta precariedad impide que el sujeto tenga no sólo control de su presente sino también de su futuro citando a Pierre Bordieu, el genial sociólogo francés.

El resultado es la devaluación de la idea del futuro y la sobrevaloración de un presente que, en semejante situación de precariedad, es lo único que los individuos tienen de una forma real y palmaria... cuando lo tienen.

Nadie quiere ni puede esperar.

Todo debe suceder en el aqui y en el ahora.

El ahorro deja su lugar al crédito a la satisfacción inmediata de todas las necesidades en el mundo del consumo... mientras se pueda hacer. Un consumo que no sólo se refiere a objetos sino también a cuerpos, trabajos y momentos.

En este sentido, Bauman construye un retrato para mi gusto ajustado del modo de ser propio de la sociedad de consumo en la que nos encontramos explicando su origen y su sentido y generando una visión compacta, sin fisuras de ese individuo a la búsqueda de nuevas y diferentes sensaciones.

Interesante.

martes, agosto 04, 2009

Si a alguien le quedaba alguna duda de la total politización de la justicia, al menos en las instancias en que se producen intersecciones con el poder político, los acontecimientos de esta semana no deberían dejar lugar a la duda. Primero, la extraña sentencia exculpatoria emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia y posteriormente las desclaraciones de la vicepresidenta del gobierno en Costa Rica informando de próximas acciones de la Fiscal General del Estado.

Del mismo modo que el genial Ambrose Bierce define al cristiano como "el que sigue las enseñanzas de Cristo en la medida que no resulten incompatibles con una vida de pecado", quizá debiéramos empezar a definir nuestra democracia como el régimen que sigue lo dictaminado en nuestra constitución en la medida en que éstos no resulten incompatibles con los intereses de nuestros políticos.

Y lo peor es que, desde el mismo momento en que no hay una conciencia que haga labores de control, la cosa suele ir a peor... pero, mientras nuestra sociedad civil prepara la próxima temporada de fútbol o la temporada otoño-invierno de moda, nuestros políticos parecen conformarse con demostrar que el adversario es capaz de cometer los mismos delitos de los que se les acusa... o peores mientras se aferran desesperadamente a sus puestos de trabajo en las diferentes instituciones legislativas y ejecutivas de nuestro país, en una especie de eterno juego descalificante de Tom y Jerry.

Hay crisis y hace mucho frío fuera... si es que uno se queda fuera. Por lo que me atrevo a imaginar que esta crisis sacará lo más vil de nuestros políticos.

No es el momento de quedarse sin trabajo.
"Cristiano, s. El que cree que el Nuevo Testamento es un libro de inspiración divina que responde admirablemente a las necesidades espirituales de su vecino. El que sigue las enseñanzas de Cristo en la medida que no resulten incompatibles con una vida de pecado."
(Diccionario del diablo, Ambrose Bierce)

FOLLOW THE GREY BRICK ROAD...


THE WIRE

Welcome to Baltimore...



God! This is America man!
2046

De estructura compleja, "2046" es eminentemente una película sobre el desamor.

El mundo literario de Chou Mo wan (Tony Leung), su protagonista, se entrecruza con la realidad de su vida, una realidad que a su vez transita continuamente desde su pasado hasta su presente. Entre estas idas y venidas pronto vamos conociendo el misterio que le imposibilita para el amor, un misterio que curiosamente tiene que ver con el propio amor que Chou sintió por una mujer hace ya demasiado tiempo.

La clave para entender la complejidad de una personalidad dañina para cuantas mujeres se acercan a ella procede del mundo literario cuyas claves anclan sus raíces en la propia realidad desarraigada de Chou.

2046 es el número de una habitación donde vivió plenamente su amor. Se convierte en la metáfora de la habitación cerrada donde los amantes pueden dar rienda suelta a su pasión sin que el tiempo pase. El espacio privado de tiempo. Un eterno presente donde mientras dura los amantes viven el amor que sienten el uno por el otro.

Abrir la habitación supondrá permitir la entrada del tiempo y la posibilidad del cambio que este siempre trae consigo, un cambio que puede llevar al desamor... y tarde o temprano hay que hacerlo porque en realidad esa habitación cerrada es la metáfora de un momento en el tiempo convertido en eterno mientras dura.

Asi, y en el mundo literario de Chou, la habitación 2046 se convertirá en un misterioso lugar donde todos los amantes quieren regresar y del que, cuando llegan, jamás regresan. Todos los dias parte un no menos misterioso tren hacia ese extraño lugar que nadie conoce porque jamás ha regresado... seguramente porque jamás terminan de llegar.

La película comienza con la partida de uno de esos trenes con un único pasajero, un enloquecidamente enamorado japonés que en realidad es la máscara tras la que se esconde Chou... Y las secuencias que se desarrollan en ese tren son maravillosas. Para mi gusto son lo mejor de la película.

Plano a plano, las amo.



En realidad, en ese tren viaja el desamor de Chou en busca del imposible recuerdo, de la imposible recuperación de ese momento, pero tambien el amor, quienes corren en busca de ese momento y persiguen como sea entrar en esa habitación.

Cosa que descubrirá Chou cuando, casi sin quererlo, se enamore de Wang Jing Wen (Maggie Leung), la hija del propietario del hotel donde Chou vive, y esta le rechace al estar enamorada de otro.

Ella terminará convirtiéndose en la fascinante e imposible camarera androide que jamás contestará a su requerimiento de escapar juntos.

Chou comprenderá que los dos viajan en el tren y debido a su condición de estar en el mismo tren no son el destino el uno para el otro. Son otros quienes les esperan en la habitación 2046. Son otros el objeto de su respectivo deseo. Pero Chou hace tiempo que perdió el rumbo y quizá olvidado los motivos que le llevan a estar en ese tren o, lo que es lo mismo, en su habitación de hotel en Singapur...

Wong Kar Kwai convierte a todos sus personajes en viajeros que habitan trenes individuales que corren eternamente disparados hacia ese mitico y misterioso lugar llamado 2046 que, en realidad, quizá solo exista en su memoria de tiempos mejores, de amores perdidos o negligentemente echados a perder o en un futuro de amores que parecen posibles, siempre al alcance de la mano, pero que jamás terminan por dejar atraparse.

"2046" es una película hermosa y fascinante, romántica y melancólica, en la que el amor parece ser una momentánea explosión de luz cuyo brillo aún existe y guia los pasos de su protagonista aunque quizá, y como las estrellas, no exista ninguna realidad que sustente la existencia de ese brillo... mientras la vida sucede y pasa a su alrededor.

Los personajes se cruzan, se encuentran y se desencuentran pero jamás en el momento justo que les permita encontrarse subitamente recién llegados a 2046.

A rastras con el pasado o ilusionados por un futuro jamás terminan de ser el uno para el otro, jamás terminan de llegar a 2046.

Maravillosa.