sábado, abril 24, 2010
"¿Por qué no aceptamos la verdad de una puñetera vez? La inmensa mayoría de la derecha española renegó de la democracia durante la República y, desde luego, durante la guerra... Pero es que la izquierda, en gran parte, hizo lo mismo, tomando la deriva "revolucionaria". En cualquier caso, una guerra civil no es el mejor momento para la defensa de los derechos civiles ni para la discusión civilizada... "Es la hora de los hornos y no se ha de ver sino su luz", ¿recuerdan?"
(Enterrar a los muertos, Joaquín Leguina)
Incapaz de generar un discurso global, comprensivo y crítico del presente, la izquierda se aferra a los mitos de su pasado, que es lo único que le queda.
(Enterrar a los muertos, Joaquín Leguina)
Incapaz de generar un discurso global, comprensivo y crítico del presente, la izquierda se aferra a los mitos de su pasado, que es lo único que le queda.
En lugar de enfrentar al presente de una manera realmente crítica, más allá incluso de una posición reformista, prefiere la comodidad de regresar a un pasado de buenos y malos, donde las posiciones quedan definidas y todo resulta mucho más claro... Y ninguna idea puede oponerse a ese viaje en el que la maleta rebosa con viejas consignas de hace sesenta años.
Pero, y después de luchar una vez más contra el fascista defendiendo no se sabe bien qué, nada como poder tomarse un respiro llenando a rebosar un carro de Alcampo de no se sabe bien cuántas cosas.
Conciencia tranquila y barriga llena.
La perversa perfección del paraíso... que quizá alcance hasta el próximo Lunes por la mañana, cuando la máquina aúlle puntual y hambrienta de la misma carne de siempre, la que no sabe qué le pasa mientras sueña con estar en otro lugar o en este mismo pero siendo mucho más rico en dinero.
Sale mucho más barato perseguir fascistas que mirarse las vergüenzas en el espejo.
Forma parte de la mentira... y lo peor es que esos fascistas no existen, pero quizá terminen existiendo.
Ya se sabe... Si en Disneylandia se desea algo con la suficiente fuerza, se termina teniendo. Sólo hay que cerrar los ojos, imaginarse disparando un rifle, dentro de una trinchera y contra camisas azules... y haremos de nuestra terrible guerra civil un nuevo parque temático en el que entretener nuestro metafísico hastío de espíritus que constantemente se traicionan a si mismos.
Pero nuestros desgraciados muertos, quizá los últimos que verdaderamente creyeron lo suficiente en algo como para morir por ello, no merecen ese destino... Merecen descansar en paz, una paz que siempre ha estado del lado de los vivos porque son los únicos capaces de sentirla.
El polvo ya no tiene sentimientos.
"La reforma de la conciencia consiste únicamente en despertar al mundo del sueño que ha tenido acerca de sí mismo"
(Karl Marx)
La distancia que separa a la sociedad que somos de la sociedad que creemos ser es la misma distancia que separa a la vigilia del sueño y cuando el sueño no es una pesadilla se hace difícil, cuando no imposible, despertar.
Y así deviene la condición trágica de nuestro mundo sonámbulo, una cárcel construida con las cosas y las ideas más hermosas... o por lo menos sobre la fantasía de ser el lugar adecuado para tener una verdadera posibilidad de alcanzarlos.
viernes, abril 23, 2010
jueves, abril 22, 2010
Demasiado tarde descubro que The Guardian ha creado un blog en el que, durante más de un año, se han repasado todos y cada uno de los capítulos que componen las cinco temporadas de The Wire.
The wire re-up is the place...
La gente de The Guardian han decidido convertir en libro todo el material, posts y comentarios, generado durante ese año.
miércoles, abril 21, 2010
"Una investigación realizada por psicólogos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha revelado las razones por las que la búsqueda de la felicidad se encuentra más en nuestras vivencias que en los objetos materiales que podamos adquirir. Según los científicos, los bienes adquiridos dejan de satisfacernos pronto por las comparaciones que se hacen con los bienes de otros y, también, por nuestra capacidad de adaptación, que hace que enseguida nos acostumbremos a lo nuevo. Por el contrario, la satisfacción de las experiencias permanece más fácilmente con nosotros. "
(Las experiencias nos hacen más felices que las cosas que compramos)
(Las experiencias nos hacen más felices que las cosas que compramos)
martes, abril 20, 2010
En Corea ya están en el 4D...
1.
Profundidad de campo sobre un escenario...
2.
Proyecciones sobre las fachadas de los edificios...
... d'strict
1.
Profundidad de campo sobre un escenario...
2.
Proyecciones sobre las fachadas de los edificios...
... d'strict
"Quiero estar de acuerdo con Denis Dutton cuando subraya en El instinto del arte (un libro para una discusión inmensa) que la belleza tiene un patrón objetivo. Dutton cita a Kant: “Parsifal es hermoso”. El juicio no sería del propio Kant, sino de una naturaleza humana compartida. De un sentido común. Es probable que no todo el mundo aprecie la belleza de Parsifal; pero lo sustantivo es que todo el mundo debería apreciarla. Si no sucede así es porque se ha producido un fallo en la percepción. Como el de no haber escuchado más de dos óperas en la vida. Estoy de acuerdo, sí. Es una idea demasiado seductora como para despreciarla. Nada hay más humanamente desalentador que la tiranía de la fatua y falsa diversidad. Pero es un idea que debe lidiar con algún reverso incómodo y no limitarse a la elucidación ática. Debe responder a la pregunta de por qué tanta gente ama la basura. Por qué se venden, por ejemplo, millones de libros miserables. También se trata de la naturaleza compartida, admitámoslo. Admitámoslo, incluyendo en la naturaleza compartida el fallo generalizado (¡el fuste torcido de la humanidad!) gracias al cual Zafón vende libros. Lo que nos lleva, desde luego, a la idea peligrosa de que tanto mérito tendrán Zafón como Wagner en haber llegado al corazón humano."
(Arcadi Espada)
(Arcadi Espada)
lunes, abril 19, 2010
domingo, abril 18, 2010
"Lo que me sucede con ella es preocupante, probablemente más para mí que para quienes la ejercen: cuando se produce una de esas frecuentes unanimidades elogiosas, suelo acabar acudiendo al libro o a la película entronizados, y casi invariablemente me encuentro con que las supuestas obras maestras me parecen directa y objetivamente malas."
(La crítica de mi tiempo, Javier Marías)
(La crítica de mi tiempo, Javier Marías)
THE CORNER
"The wire" no es el principio.
En el año 1997, David Simon y Ed Burns publicaron "The Corner: A Year in the Life of an Inner-City Neighborhood". Este libro se basaba en un trabajo casi antropológico de investigación en el que los autores emplearon un año conociendo la vida de las personas cuyas vidas coincidían en la esquina de la calle Fayette con Monroe, situada en la ciudad de Baltimore.
David Simon, ex-periodista del Baltimore Sun, y Ed Burns, ex-inspector del cuerpo de policía de Baltimore, aunaron esfuerzos para trasladar a papel los aspectos sociológicos que concurren alrededor del negocio la droga así como la realidad de las personas que viven de primera mano esa realidad por estar atrapados en ella.
Aunque se basa en hechos reales, la historia vehiculiza esa realidad documentada a través de la dura y difícil vida de una familia de drogadictos abandonados a su adicción y a la pobreza en las calles de una ciudad de los Estados Unidos.
"The Corner: A Year in the Life of an Inner-City Neighborhood" fue destacado como uno de los libros del año en el apartado de no ficción por el New York Times... Y el año 2000 fue adaptado a la televisionpor el propio David Simon junto al recientemente desaparecido David Mills dando lugar a una miniserie de seis capítulos de la HBO que obtuvo unos cuantos premios emmy correspondientes a su año.
Unos años más tarde apareció "The wire" siendo la base sobre la que se asienta la mostrada en "The Corner" y centrándose aquella en realizar una conexión entre esa realidad para ponerla en valor como parte de un todo en el que nada es casual y cada uno de los nodos que lo integran está relacionado. Porque "The wire" parte de una esquina de Baltimore para terminar en los despachos de la alcaldía de la ciudad mostrando un retrato en blanco y negro de la ciudad que la desnuda en su siniestra realidad corrupta de maquinaria devoradora de personas.
Pero en "The corner" está el punto de partida.
Un fascinante viaje al corazón de las tinieblas en el que cada día es una batalla que hay que ganar para poder vivir y poder luchar al día siguiente... en el mismo centro del paraíso de la sociedad de consumo.
Porque, y como dice el protagonista, hay una esquina en todas partes y en ella nos hacemos un poco menos humanos con cada día que pasa... "The corner" no es sólo la constatación de una realidad sino también la puesta en marcha de una interesante metáfora de largo alcance y de profunda crítica social, metáfora que "The wire" desarrolla con brillantez en toda su inmensa intensidad.
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