martes, abril 06, 2004

No he podido evitarlo. Quizá, tomé las pastillas en la secuencia de colores equivocada.
No lo se.
El caso es que Aspero Mundo tiene ya una segunda edición en forma de mini-portal
¡Que me perdonen los cielos! (si es que ahí arriba queda alguien para perdonarnos todos los pecados que llevamos cometiendo desde que el mono dejó de ser mono para convertirse en algo peor, AUNQUE A VECES CAPAZ DE LO MEJOR).

En fin, para todos ha nacido "Mundo aspero mundo"


Mi antivirus Panda no me deja en paz.
Diariamente me informa de que mi ordenador está protegido, de que tengo que analizar mi disco duro.
No se cansa. Está programado para intentar transmitirme la sensación de seguridad que necesito.
Los dos sabemos que los virus y gusanos tienen la iniciativa, que no va a poder protegerme de la última venérea de la red si ésta se cruza en mi virtual camino del hipertexto. Y ya no se trata de realidades, de la realidad de esta seguro y protegido, sino de sensaciones, la sensación de estar seguro y protegido.
Todo tiene que pasar en mi cabeza, porque el mundo real es otra historia, un inabarcable mar de eventos caóticos e incontrolables.
Se trata de sensaciones, del ser atraves del sentirse como si lo fueramos.
Y la realidad, suponiendo que exista... sea lo que sea, esté donde esté, seguramente y cada vez más lejos... Y la realidad se oculta tras una tupida maraña de sensaciones que paradójicamente nos hacen sentirnos vivos, porque lo nuestro es el simulacro en su versión más radical.
Puro teatro.... y teatro de Calderón.

viernes, abril 02, 2004

No voy a ver la pasión de Cristo según Mel Gibson.

Entre otras cosas, porque ya se cómo acaba.
Al tercer día, aproximadamente, nuestro héroe -de personalidad múltiple- resucita (y es ahí cuando empieza ese horror español llamado Semana Santa, pero esta es otra historia: etnografía aterradora en concreto). Lo siguiente es el reino de los cielos ¡Qué suerte tienen algunos!

Entre otras cosas, porque es la pasión tal y como la ve Mel Gibson. ¡JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¿Y cómo la ve Danny Glover? ¿No eran amigos y compañeros?



La realidad supera a la ficción ¿o simplemente la copia?

A propósito de...

ACABAREMOS CON ESE PERRO DE BERLUSCONI
Al Qaeda amenaza con destruir Roma en una cinta de vídeo encontrado en la ciudad italiana de Cremona
(leído en las páginas digitales de El Mundo:)

jajajajajajajajja... vamos, ríete... si algún día de estos tenemos que morirnos. ¡Qué más da que sean éstos o un seat ronda color rojo putero en la carretera de Andalucía! Nos va a joder igual.

Y es que estos tipos tan malos de Al Qaeda cada vez se e parecen más a los malos de las pelís de James Bond o, incluso, al malo de las pelis de Austin Power... aún peor.
Destruir Roma... ¿con qué? ¿con un martillo y un escoplo? ¿con un potente rayo láser (deletreando y pronunciando detenidamente cada letra, acompañando esa acción con un gesto de ambas manos -brazos levantados- que dibuja unas invisibles comillas) ¿cerrando los ojos y deseándolo muy fuertemente? ¿o recurriendo al viejo truco de siempre: metiendo a toda la ciudad en un vagón de la red madrileña de cercanías?

¡Por Dios!
¿Es que ya no hay genocidas como Dios manda?
¿Es que el agotamiento de la humanidad nos está afectando hasta en nuestra capacidad para hacer el mal?

No me sorprendería nada encontrar en la casa de Bin Laden, o de alguno de estos tipos, la colección completa de películas de James Bond o alguna caja de la compañía ACME.

¡Dónde estás Moriarty!
¡Dónde te escondes Robur!
¡Sal del fondo del mar Nemo!

¡Enseñadles a estos tipos, a estos advenedizos, cómo conquistar el mundo!

Y además se me ocurren un millón de cosas para matar antes que el pobre perrito de Berlusconi ¡Qué culpa tiene!

lunes, marzo 29, 2004

Desde el jueves pasado, me pregunta mi amigo J. cuál es la receta para seguir adelante cuando la vida te golpea (y a él le ha golpeado un poco) y recordándole en su apañado desconcierto me vienen a la mente los "21 gramos" de Alejandro Iñárritu, esa magna obra de ficción edificada en torno al improbo esfuerzo real por continuar, por seguir adelante...
¿Cuál es la receta?
No lo se. Quizás, concentrarse y dar un paso hacia delante. Luego dar otro. Luego dar otro y otro y otro con los dientes apretados, agarrados al tenue hilo de una casi invisible esperanza, confiando en que el viscoso abrazo no querido de la oscuridad se acabe y ante nuestra mirada aterida se encuentre la inmensa extensión azul de un mar, quizá -y con un poco de suerte- el de nuestro concierto.
No hay más secreto ni misterio que ponerse en marcha y continuar.
Escribía Cela que el que resiste siempre vence.
La vida es un camino y nuestro oficio como seres vivientes no es otro que andar, aunque sólo podamos dar un paso adelante por cada dos que damos hacia atrás (igual que uno nunca se baña dos veces en el mismo río, tampoco regresa al mismo lugar... La trampa de la memoria siempre acechandonos. Aspero mundo siempre para el que prefiere regresar).

jueves, marzo 25, 2004

Hace tiempo que no me enfrentaba al blanco virtual (y también nuclear) de mi weblog.
He estado muy ocupado trabajando e intentando descansar, adaptando estas las viejas ruinas de mi inteligencia a una nueva rutina laboral.... Pero ya estoy de vuelta e intentando recordar todas las entradas que en algún momento -y durante todo este tiempo de ausencia- pergueñé unicamente de pensamiento.

Tal y como dijo Homero, seré breve:

1
Sobre "La pelota vasca"

Tanta polémica, tanta indignación y crítica, para luego encontrarme con una película IMPRESCINDIBLE tanto por sus valores intrínsecos como película documental como por sus aportaciones extrínsecas: la presentación de todos los posibles discursos que existen en torno al "inexistente problema vasco" (los doscientos y pico mil que no se sienten españoles que se jodan).
No pasa nada por escuchar a los demás. Los discursos que se escuchan se acreditan o se desacreditan a si mismos en función de la propia opinión que tiene el espectador.. En definitiva, que me siento manipulado por todos aquellos que demonizaron una película (algunos de ellos sin ni siquiera verla) e hicieron de todo ésto un infierno un poco más grande. No pasa nada.

2
Sobre "Kill Bill"

LA HE VISTO!
Y aún pareciéndose una película que, como quién dice, tiene su aquel, he de decir que me produce un cierto rechazo. Tanta violencia y tanta muerte... No puedo con ella. Todos esos chinos decapitados seguro que tienen mamaíta que les está esperando en el porche de su casa.
En definitiva, que le peli tiene un cierto aire a circo romano virtual que no me gusta nada. Peckinpah respetaba mucho más a sus muertos.

Muy pronto más.


lunes, marzo 15, 2004

He ido a votar, pero no he votado a nadie.
He llegado hasta el colegio, me he buscado en las listas censales, pero no me he encontrado en ninguna papeleta (ni siquiera en la de Ciudadanos Agobiados y Cabreados).
Ella sonreía mientras le explicaba por qué nos ibamos a marchar sin dejar ninguna papeleta en ninguna urna, por qué no me gusta ninguno de ellos, por qué odio este juego de quitar y poner etiquetas en que se ha convertido la política en nuestras occidentales sociedades decadentes.
Demasiado ruido.
La fiesta de la democracia no me necesita, continúa sin mí.
Y ella me sigue sonriendo mientras los primeros rayos de un confortable sol de primavera se prenden en sus ojos, enciendendo aún más el brillo de su mirada.

sábado, marzo 13, 2004

Para matar siempre hay tiempo.
Sin embargo, y en lo que al amor respecta,
siempre buscamos deseperadamente un lugar acordado,
un imposible momento de consenso
-que generalmente deviene a tachón, a cita anulada-
por nuestras vacías agendas.

sábado, febrero 28, 2004

Veo por primera vez "They were expendable" (1945) de John Ford y Robert Montgomery, una de las últimas muestras del cine de propaganda norteamericano durante la II Guerra Mundial, en Turner Classic Movies. Tenía ganas de verla y no me ha decepcionado.
La historia que cuenta es la historia de una derrota, la de las tropas norteamericanas en las Filipinas a manos del ejército japonés, y, al mismo tiempo, la historia de una esperanza, le de algún día regresar victoriosos.
Alrededor de dos horas y veinte dura este relato que uno sigue con absoluto interés hasta su maravilloso final en dondese nota la mano genial del maestro John Ford.
El avión donde viajan el teniente Brickley (Robert Montgomery) y el teniente Ryan (John Wayne) es el último vehículo para escapar de las tropas japonesas. Sólo hay lugar para 30 pasajeros y muchos quedan fuera. Los que se quedan contemplan con esperanza el vuelo del avión desde su derrota y apresamiento seguro. Esperanza que el maestro Ford refleja en un primer plano del rostro de Boats (Ward Bond) escuchando el sonido de los motores y buscando infructuosamente en el oscuro cielo nocturno la silueta del aparato. No la ve, pero no le importa. Sonríe. Está seguro de que sus compañeros han logrado escapar y también de que harán todo lo posible para volver y rescatarle.
Este es uno de los poderes de John Ford: la fotogenia. La capacidad genial de hacer de algunas imágenes poemas intensos y profundos, como la imagen de un Ward Bond esperanzado y sonriente en medio de una derrota, aunque abocado a un destino incierto. Tomada ya para siempre en ligero y sutil contrapicado que hace de su personaje el auténtico héroe de la película.

miércoles, febrero 18, 2004

La soledad, como la política, engendra extraños compañeros de cama.
Bob Harris es una vieja estrella cinematográfica de los 70 que, a esas alturas de su vida, prefiere la publicidad al teatro. Charlotte es una estudiante de filosofía recién graduada y casada con un hombre nada filosófico.
Las sobrevenidas soledades de ambos coincidirán por los pasillos y salones de un lujoso (y seguramente céntrico) hotel de Tokio en 'Lost in translation', la última película de Sofía Coppola.
De sus respectivas esperas, la de él entre evento y evento, entre rodaje y rodaje, la de ella entre trabajo y trabajo de su ocupado y espídico marido, nacerá el regusto amargo de una soledad traicionera que a ambos les sorprende en medio de lo que pensaban era su propia y rica vida.
Lo restante será el reconocimiento del alma gemela en un lugar neutro, muy parecido a un aeropuerto, y el esfuerzo por la imprescindible compañía que, con un poco de suerte, les ayude a superar el sinsentido en que de pronto se han visto sumidos.
Un esfuerzo que, además, quizá derive en amor.

Esta es la esencia de esta pequeña y deliciosa pieza de cámara.
Una obra mayor que centra su atención en esos pequeños detalles que siempre terminan por resultar mucho más grandes y que Sofía Coppola narra con la precisa minuciosidad que la propia filosofía del relato requiere.
Una historia en la que los silencios son mucho más importantes que las palabras (sublime Bill Murray) y que sólo los que saben escuchar podrán disfrutar en toda esa inmensidad oceánica que, sin embargo, parece caber en el cuenco de una mano.

viernes, febrero 13, 2004

"Hace unas décadas asistí en Mission (Dakota del Sur) a un entierro en un cementerio cristiano. Cuando el difunto ya estaba en la tumba y los asistentes permanecían en pie, delante, una anciana se adelantó y depositó una naranja en la sepultura. El sacerdote espiscopaliano que había celebrado el oficio se acercó rápidamente y retiró la naranja diciendo: ¿Cuándo crees que vendrá el difunto a comer la naranja? Uno de los sioux presentes dijo: Cuando venga el alma a oler las flores

VINE DELORIA Jr (sioux oglala)


“Si quieres ir a algún sitio, hay cuatro formas de hacerlo. La primera es ir inmediatamente, nada más pensarlo. No es la correcta. Piénsalo. Esta es la segunda forma. Luego, piensa en ello por tercera vez, pero no vayas todavía. Después, cuando lo hayas considerado por cuarta vez, hazlo y todo irá bien. Así, estarás seguro. A veces, espera un día mientras consideras tus problemas”

DIABLO (apache de Montaña Blanca)
“Y la vida es, tal vez, simplemente, un esfuerzo de libertad. El esfuerzo de la semilla por romper el terrón que la aplasta, el empuje del bicho que quiere nacer descoyuntando la pelvis de la madre que la retiene, o la alquimia del día a día, del hollejo de la tristeza conseguir destilar la alegría. Y en esta aventura de la vida sólo importa el caminar. No hay meta porque el llegar ya no es vida”
("EL ORFEO REBELDE, Introducción". Miguel Torga)

martes, febrero 10, 2004

Después del congresista John Kerry (el nuevo JFK... no se qué pensará su mujer de éso), llega la rotunda (por rotundamente imbécil) Ana- Nicole Smith, una ex-conejita playboy famosa porque no hay mano que cubra sus ubres (ni siquiera la del palista Titín III) y por haber heredado la fortuna de un anciano multimillonario con quien debió casarse por lo penal (y él seguro que lo hizo encantado, pensando que ella le amaba sinceramente).
El caso es que la veo en la CNN, sentada con su abogado, en el programa de Larry King y no doy crédito... Ya no me queda.
Monosilábica, dodecafónica. Tardando dos minutos en contestar que no sale con nadie... porque no sale con nadie. Necesitando la melosa ayuda de su abogado para hablar de su fantástica pérdida de peso (porque el viejo Larry la ha invitado para que hable a los norteamericanos de su exitoso régimen alimenticio) ¡Y para éso es neecsaria la presencia de un abogado!)
Absolutamente imposible de creer, pero es que ella está ahí, al otro lado de la pantalla catódica.
Es real y está podrida de coca (no lo disimula, nasalmente congestionada está) y de dinero (tampoco lo disimula). Con la sombría figura de su pimpante abogado revoloteando a su alrededor y sin que nadie en el estudio se descojone a carcajadas de sus payasadas.
La jodida decadencia de occidente 'in person'.
¡perfecto, perfecto!
Pintada leída en el Metro de Madrid

"España va bien, pero tú ¿cómo estás?"

Siempre habrá genios que nos salven de la mentira en que vivimos con su valiente lucidez.

(un ejemplo de esa mentira, una noticia leída en el Canal Metro: 'los estudiantes españoles cada vez están más preparados. La mayor parte de ellos van a la universidad' ¿y? ¿qué pasa después de la universidad? ¿para qué se preparan?)
PARA LOS QUE AMAN

"Estás ya con quién quieres. Ríete y goza. Ama.
Y enciéndete en la noche que ahora empieza,
y entre tantos amigos (y conmigo)
abre los grandes ojos a la vida
con la avidez preciosa de tus años"

('El otoño de las rosas'. Francisco Brines.)
Termino de leer 'A severe head' de Iris Murdoch y llego a la conclusión de que su literatura no va a pasar a mi panteón de escritores ilustres.
Sus atmósferas me parecen demasiado frías y sus personajes demasiado educados. Todo es demasiado 'british' para mi gusto. Una especie de 'grand guignol' en el que los personajes se interpelan los unos a los otros, bien a través de la palabra, bien a través del deseo.
Demasiado burgués todo... también para mi gusto y quizá éste sea uno de los principales atractivos que para mi tiene su literatura. La monstruosidad 'cool' y bien educada de algunos personajes y situaciones. La terrible -para mi- capacidad de verbalizar los sentimientos más profundos y escondidos como si nada pasara. La siniestra habilidad de invocar los propios fantasmas y estar ante ellos sin asustarse. Como si en realidad esos fantasmas no fueran tales o el que los invoca no estuviera lo suficientemente vivo como para sentir miedo de ellos.

domingo, febrero 08, 2004

"Y adviertes que el Olvido tiene una metafísica precisa:
ese sabor que es nada, y quieres recobrar desventurado,
sin conseguirlo nunca."
(Francisco Brines. El otoño de las rosas.)
"La película de su recuerdo sigue, le acompaña. La historia continúa. El protagonista abandona la habitación y la casa, ineludibles obligaciones le arrastran. El dolor, sentido ahora tan fresco como entonces, es la incidental y creciente música que a la narración acompaña.
ABRAZATE A MI RECUERDO.
El dolor de una herida que jamás ha estado cerrada."


Así termina por ahora la historia que estoy escribiendo, pero lo hará por poco tiempo. En mi mente, el punto y final ya se ha convertido en punto y seguido.

viernes, febrero 06, 2004

Traducción literal del robot traductor de google: 'cagar itself' por 'cagarse'.
Enseguida, y recién salido de mi asombro, lo primero que pienso es que la distancia que nos separa de las máquinas no es tanta... para desgracia de las máquinas, que saldrán a nuestra imagen y semejanza.