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martes, junio 28, 2011

UN CUENTO CHINO


No se hasta qué punto esta película sería posible sin Ricardo Darín... Y creo que en gran medida esta historia pequeña necesita de la gran presencia de este actor para conseguir una entidad que por si misma no tiene.

Roberto es un solitario ferretero gruñón que vive a espaldas del mundo una vida rutinaria, llena de amargura y tristeza, que ha acabado sentándole como un guante. Por azar del destino, su camino se cruzará con el de un emigrante chino que, sin nada que perder en su país, ha viajado a la Argentina en busca de su tío.

"Un cuento chino" se alimenta del talento con el que Darin procesa el conflicto existente entre la soledad de su personaje y la presencia incómoda de ese chino abandonado a su suerte que la pone a prueba.

La película va de más a menos, se desinfla conforme avanza, porque basa su atractivo en los efectos que sobre la vida de Roberto tiene la presencia de ese chino caído del cielo, es decir, en una anécdota que la película estira demasiado al mismo tiempo que pone a su alrededor situaciones y personajes bastante tópicos que en nada ayudan a que la historia crezca... y sólo queda Darín maldiciendo su suerte maravillosamente, como sólo saben hacer los argentinos.

Aceptable... no mucho más.

domingo, junio 26, 2011

LOS TRES PRÓXIMOS DÍAS


La historia que se nos cuenta en "Los tres últimos días" es una de esas historias que sólo Alffed Hitchcock podía contar con la suficiente verosimilitud como para que el espectador aceptase la sucesión de casualidades y eventos afortunados o desafortunados que se le cuentan...

Afortunadamente el proyecto cuenta con la presencia de Russell Crowe, uno de esos actores que son capaces de transmitir verdad a todo lo que hacen y cuya presencia multiplica el efecto de verosimilitud en que se funda la magia del cine... pero no termina de resultar suficiente para que la historia que cuenta "Los tres próximos días" resulte redonda y el producto se disfrute de principio a fin.

Por encima de todo "Los tres próximos días" es la historia de un hombre que se niega a aceptar una realidad que parece convertir a su mujer en asesina y la confina de por vida en la cárcel. El protagonista se refugia en un mundo propio y se entrega a él completamente, primero haciendo todo lo posible para demostrar la inocencia y posteriormente tomando otra serie de medidas más extremas y desesperadas.

En ningún momento el personaje cede en su esfuerzo, hace oídos sordos a las opiniones aparentemente más sensatas de las personas que le rodean. Como profesor de literatura que es, convoca al espectro de Don Quijote para igualarse con él en esa locura que les lleva a ambos a negar la realidad.

Hasta aquí el planteamiento resulta interesante, incluso estimulante, pero se inscribe en una intriga demasiado traída por los pelos, en la que abundan demasiado tanto la previsible convencionalidad de los géneros como las coincidencias, que en algunos momentos restan credibilidad a la historia pese al habitual magnífico esfuerzo de Crowe.

Hitchcock es un maestro y no lo es por nada.

No obstante, la película resulta entretenida, a ratos emocionante... si la mirada del espectador es generosa.

sábado, junio 25, 2011

EL QUIMÉRICO INQUILINO


La película se basa en una novela del mismo nombre escrita por Roland Topor, miembro del Grupo Pánico, junto con Jodorowsky y Arrabal.
La historia rezuma humor negro y surrealismo, parece escrita para los ojos del casi apátrida Roman Polanski, que por supuesto no tardó en llevarla al cine y convertirla en una de sus mejores y más extrañas películas.
La historia cuenta el viaje a la locura de Trelkovsky, un apocado empleado de oficina que alquila en apartamento de una mujer que acaba de suicidarse. Poco a poco, inspirado por el extraño ambiente que rodean las cuatro paredes de sus apartamento, el protagonista empezará a descubrir una eficaz y poderosa conspiración llevada a cabo por sus vecinos para conducirle a la locura y al suicidio, igual que la señorita Choule, su predecesora.
"El quimérico inquilino" presenta de forma muy clara las obsesiones sadomasoquistas del cineasta: la generación de una víctima inocente por parte de un entorno agresivo e inquietante, la silenciosa y secreta conspiración de la realidad que convierte a la normalmente inane cotidianidad en un entorno peligroso, amenazante y, sobre todo, predador.
Poco a poco, Trelkovsky, magníficamente interpretado por el propio Polanski, irá cayendo en la locura, desconectándose más y más de la realidad y lo hará invitado por una serie de hechos, de acontecimientos, que no se sabe muy bien si proceden de su propia cabeza o están en la realidad.
Las estrictas normas de su casero, los vecinos detenidos durante horas en el baño, inmóviles bajo la mortecina luz de la bombilla, las nocturnas llamadas a su puerta se convierten en un oleaje que con su constante embate termina demoliendo los diques racionales que mantenían retenida la parte irracional de Trelkovsky, que termina emergiendo para rematarle, apartándole de la realidad definitivamente.
No fue bien recibida en su momento... y no me extraña nada.
"El quimérico inquilino" es una película inquietante, impregnada de un humor muy negro y en la que la mirada del protagonista se mezcla sin avisar con la mirada del espectador para componer una realidad filmada que resulta confusa para terminar deviniendo a asfixiante trampa en la que el espectador junto con Trelkovsky termina atrapado o, lo que es lo mismo, devorado por una conspiración cuyo inexistente sentido lógicamente se escapa... la locura.
Obra maestra.

martes, junio 21, 2011

INOLVIDABLE

Déjame entrar... Johan Soderqvist


DÉJAME ENTRAR

No se ve muy bien que ve Eli cuando mira a Oskar.

Parece que es amor... o algo parecido.

Seguramente la nostalgia de la sombra de un sentimiento cuya vibración quizá Elia ya no recuerda perdida en su eternidad vampírica, como quien intenta recordar la melodía de una canción de la que apenas nada recuerda.

No lo se.

Lo único cierto es que Oskar y Eli forman parte, con todos los honores, del Olimpo de parejas que han protagonizado historias de "amor fou" a oscuras y sobre la blanca pantalla. Porque lo que se nos cuenta en "Déjame entrar" es verdaderamente una enloquecida historia de amor... por encima del tiempo y de la condición humana.

O mejor, dos historias, con Eli como punto en común...

Imagino que con el tiempo Oskar acabará siendo el viejo servidor de Eli, proporcionándole alimento y que finalmente, cuando ya no es posible engañar más al tiempo, acepte entregarle su sangre como último sacrificio a la criatura a la que ciegamente ha dedicado su vida y por la que probablemente se haya perdido a conciencia.

Pero hablo de dos historias....

Y es cierto que la primera vez que vi la película no reparé en lo conmovedora que resulta esa escena en la habitación del hospital en la que ella se acerca a la ventana y su desfigurado servidor la deja entrar por última vez. E imagino que Oskar acabará igual, cincuenta años más adelante, envejeciendo a su lado y esa imaginación me hace aun mas emocionante ese final, la "road movie" que se intuye y que ahora me gusta imaginar... a la sombra de esa fascinación que para ambos existe, aunque les resulte impenetrable e incomprensible.

¿No es eso el amor?

"Déjame entrar" es una de mis películas favoritas de siempre.

Puro blanco y negro.

domingo, junio 19, 2011

INOLVIDABLE

The killers...

HANNA

No es una película que vaya a pasar a la historia de la cinematografía, pero, y tratándose de un producto más de los que semanalmente produce el cine como industria, "Hanna" tiene su punto.

Con un ritmo trepidante y una cinematografía a veces demasiado histriónica e impostada, basada en los movimientos de cámara y el montaje, "Hanna" es una especie de cuento de Caperucita que, a diferencia de su predecesora, sale a la caza del lobo.

Protegida y entrenada desde la infancia por su padre (Eric Bana) en los bosques de Finlandia, Hanna decide un día que se encuentra preparada para cazar a ese lobo, magnificamente interpretada por una mórbida y sinuosa Cate Blanchett. Y la película describe esa caza, pero también el descubrimiento del mundo por parte de una niña de quince años que toda su vida ha vivido apartada de él.

Durante casi todo el tiempo, "Hanna" se mueve muy bien, haciendo equilibrios en ese alambre que separa una  muy antagónica contradicción: la niña que se impresiona y la niña que caza. Y en ciertos momentos la película resulta brillante, mostrando esa contradicción de manera armónica, si bien quizá la historia se demore más de lo necesario en presentar un desenlace que por las propias características de la narración se sabe inevitable.

Sobre una base de thriller convencional montada sobre el caballo de una "road movie", "Hanna" ofrece una propuesta extraña, relativamente sorprendente, que se agradece, un cuento bárbaro de inmersión en el mundo y de recuperación del propio sentido a través de la lucha y el descubrimiento.

Interesante.

martes, junio 14, 2011

EL HOMBRE MÁS PELIGROSO DE AMÉRICA

EE UU publica los Papeles del Pentágono sobre la guerra de Vietnam

El tiempo pone a Daniel Ellsberg en su sitio... En su momento, y por su cuenta y riesgo, filtró a la prensa los documentos del Pentágono que ahora, cuarenta años después, resultan ciertos.

Hay un estupendo documental al respecto: El hombre más peligroso de américa, que incluyo entero abajo.



La moraleja de la historia de Ellsberg es que la verdad atenta contra los intereses de una nación.
Lo único que defiende a la sociedad de sus enemigos es la integridad moral de sus integrantes y a este respecto Ellsberg es un modelo. Siempre se puede elegir y cuando a uno no le queda otra elección es que no estuvo dispuesto a afrontar los riesgos y el posible coste.

lunes, junio 13, 2011

AL OTRO LADO


Hablando sobre esta película, su director, Fatih Akin, confiesa que lo que más le interesa son las relaciones humanas, el modo en que se desarrollan, los conflictos y las resoluciones. Quizá por eso sus historias son siempre entramados narrativos corales en los que los personajes van y vienen, se cruzan sin conocerse, se conocen al cruzarse o se separan.

"Al otro lado" no es una excepción.

En ella, hay dos dramas, dos muertes, dos dolores, dos búsquedas, dos encuentros entremezclándose de una manera brillante.

Por un lado, un jubilado de origen turco, su hijo profesor de universidad y una prostituta a la que el viejo paga para que le haga compañía. Por otro, una refugiada turca, su enamorada alemana y la madre de ésta.

Cada uno de los dos grupos protagonizará una historia de búsqueda y pérdida que Fatih culminará en un emocionante epilogo en el que los pedazos rotos de las historias anteriores encontrarán un modo de continuar, de seguir adelante pasando por encima del dolor que les aflige.


En "Al otro lado" Aikin escenifica el raro espectáculo del perdón y del amor, por encima de todas las circunstancias, como necesidades sin las que no es posible continuar viviendo, soportando el peso del drama de todo lo que ha sucedido.

Solidaridad entre los vivos por el solo hecho de permanecer en este mundo, disfrutando de la vida como homenaje y recuerdo a los que ya no pueden hacerlo.

Y además la historia termina como las mejores historias... junto al mar.

Emocionante y brillante.

viernes, junio 10, 2011

INOLVIDABLE

La insoportable levedad del ser...

lunes, junio 06, 2011

UP IN THE AIR


Supongo que lo contrario es "Down to earth"... Ser práctico, ser sensato... actitudes que protagonizan el modo de estar de los personajes que aparecen en esta película de Jason Reitman.

Todo es reflexivo, calculado... o, al menos pretende serlo. Desde el modo de hacer el equipaje a la manera de afrontar los rigores de una vida complicada, que se pasa de avión en avión.

Despista un poco la complicada profesión de su protagonista, Ryan Bingham (George Clooney), que vuela de un lado a otro de los Estados Unidos despidiendo gente, porque lo importante de "Up in the air" es la colisión que esas vidas pretendidamente ordenadas y razonadas tienen con lo inesperado, con el absurdo de una existencia cuyas cualidades, tanto positivas como negativas, van mas allá del esfuerzo de racionalización que sus protagonistas hacen.

"Up in the air" es una película coral, un elaborado retablo de naturaleza humana colisionando una y otra vez con sus contradicciones.

Y el despido que es la razón del estar de Ryan Bingham "up in the air" no es otra cosa que la culminación de todos esos absurdos que hacen las vidas más complicadas, pero también menos previsibles, absurdos en los que el propio Bingham (convertido en prototipica quintaesencia de esa actitud controladora, adulta y racional), termina cayendo hasta el punto de llevarle a un actitud antipódica a la que ha venido manteniendo con respecto al compromiso a lo largo de la película.

Porque la vida siempre sorprende, siempre tiene un punto incontrolable, "up in the air".

Queramos o no siempre termina por ponernos a prueba, tentando la firmeza del equilibrio "down to earth" en el que pretendemos asentarnos.

Y siempre se nos olvida que lo importante es el hecho de estar viajando.

Y que existen otros espacios, otras voces, otros ámbitos, en definitiva, la posibilidad de cambiar.

Interesante.

sábado, junio 04, 2011

THEY ALL LAUGHED


Tuvo su momento Peter Bogdanovich.

Ahora quizá es más conocido por interpretar al terapeuta de la terapeuta de Tony Soprano, pero Bogdanovich tuvo su momento, a finales de la década de los sesentas y principios de la década de los setentas del siglo pasado, formando parte de esa "nouvelle vague" americana de directores enamorados de las películas como Francis Ford Coppola.

Desde un punto de vista real "They all laughed" es la joya de la corona de los sonoros fracasos que el director acumuló a finales de los setentas y principios de los ochentas y que acabaron con su carrera como director importante, muchas de estas películas como "Saint Jack" son obras a recuperar, pero lo cierto es que el cine no solo es arte, también es un negocio, y Bogdanovich ya estaba marcado como perdedor por la industria, encontrando grandes dificultades para poner en marcha los proyectos y, posteriormente, distribuirlos. Recuerdo que "Saint Jack" llegó a Madrid directamente a los circuitos de reestreno en que los cines de barrio se habían reciclado y, siendo una más que estimable película, pasó completamente desapercibida... incluso para mi, en su momento.

"They all laughed" además supuso un gran desastre personal para Bogdanovich puesto que durante el rodaje la rubia Dorothy Stratten y Bogdanovich comenzaron una relación violentamente terminada por la muerte de Stratten a manos de su expareja, aspecto que también lastró el posible éxito comercial de la película....

En cualquier caso, "They all laughed" es una de esas películas que ganan con el tiempo y que resultan más hermosas conforme la mirada que las mira va envejeciendo, una melancólica y ligera visita a la emoción del amor y todas las emociones que orbitan a su alrededor, como la canción de Cole Porte que la da titulo y que el personaje que interpreta su protagonista, magníficamente interpretado por Ben Gazzara, parece escuchar constantemente en su cabeza.

Tres detectives vigilarán a dos mujeres presuntamente infieles, interpretadas por Audrey Hepburn y Dorothy Stratten por una Nueva York magníficamente fotografiada por Robby Müller, con esa capacidad suya para crear imágenes nítidas y profundas, que tan peculiar sello ha dado al cine del alemán Wim Wenders. En esa persecución, pura mirada que se esconde, dos de ellos acabarán enamorándose del objeto de su insistente mirar.

Lo he leído en Internet, y creo que es cierto, "They all laughed" conserva algo del espíritu entre intrascendente y deportivo con el que "La ronde" de Ophüls se enfrenta al deseo y al amor.

Durante la película, la amplia galería de personajes que la pueblan pasarán de una relación a otra, de la compañía a la soledad y viceversa, minimizando el peso de aquello que dejan atrás y centrándose en lo nuevo que la vida les ofrece, encogiéndose de hombros, encajando el fracaso con deportividad y continuando, entendiendo que todo parte del juego.

"It's all in the game", dice siempre que las circunstancias se lo permiten el inolvidable Omar Little en "The wire".

En definitiva, "They all laughed", como gran parte del cine del "marcado" Bogdanovich, es una película a recuperar.

Ni siquiera tiene trailer.

jueves, junio 02, 2011

SACRIFICIO


Es una opción complicada la apuesta por la lentitud y la reflexión que caracteriza al cine del ruso Andrei Tarkovski. Completamente es la forma que de forma simétrica se corresponde con un fondo, el radical cuestionamiento a cuyo rigor, y desde el papel y la cámara, el cineasta ruso somete al mundo que le rodeó.

Filmado o escrito, Tarkovski reivindica una mayor espiritualidad en las personas y en la relación que éstas mantienen entre si y con el mundo que les rodea, una espiritualidad laica de raíces cristianas cuyo único propósito es cambiar la dirección de la búsqueda de sentido del sí mismo hacia los demás.

Ese ser humano perdido, alejado de lo más esencial de sí mismo, en la época de mayor abundancia material que el ser humano a conocido, sólo puede encontrar su verdadero sentido en la generosa y total entrega a los demás. Ese yo que constantemente se busca a sí mismo, que espera encontrarse en alguna parte de su interior es un ser perdido.

Escéptico, cínico, con la capacidad para la utopía violentamente amputada por el traumático y fracasado transcurso del  siglo XX, incitado por las necesidades sistémicas del siempre salvaje capitalismo ahora oculto bajo la amable máscara de la sociedad del bienestar y del consumo, el ser humano ha optado por un camino que no tiene final, optando por el egoísmo del ser.

Tarkovski entiende que gran parte de la creciente insatisfacción ontológica viene de la elección de un camino equivocado, que sólo sirve a las necesidades del sistema pero no a las del individuo, haciéndole renunciar al espíritu de la comunidad, a la subordinación del individuo a un colectivo que le respeta y proteje, convirtiendo a la sociedad en una sucesión de compartimientos estancos ocupados por individuos preocupados en una equívoca y siempre decepcionante actividad de ser en una soledad casi siempre acompañada.

En su última película, Tarkovski lleva sus ideas hasta el extremo en un cuento hermoso sobre un hombre bueno cuya bondad le lleva al mayor de los sacrificios. Alexander, el protagonista de "Sacrificio" es un héroe que lo dará todo a cambio de la posibilidad de volver atrás en el tiempo salvando así del desastre a aquellos que más quiere.

Un revolucionario que pone el bienestar de los otros por delante del suyo propio, porque la próxima revolución deberá suceder en el interior de las personas antes de salir a las calles.

No en vano dedica con esperanza su última obra a su hijo, siendo consciente de lo irremediable de su enfermedad pero también de la importancia para las futuras generaciones que quieran detenerse a escucharle de las imágenes y palabra que lega.

Hermosa y cierta.

sábado, mayo 28, 2011


LA RONDE

Dirigida en 1950 por el alemán Max Ophüls, "La Ronde" es una de las grandes películas del cine francés de mediados del siglo XX.

Con un planteamiento cuando menos curioso y en el que la moral tiene bastante poco que decir, "La ronde" nos cuenta diez historias centradas en el amor, el deseo y las relaciones entre hombres y mujeres en la Viena de principios de siglo XX.

Un maestro de ceremonias, magnificamente interpretado por el olvidado Anton Walbrook, que ocupa un lugra intermedio entre la realidad espía del espectador y la ficción espiada de los personajes conduce a ambos a lo largo de un viaje en el que uno de los protagonistas de cada pequeño episodio permanece en el posterior generando una fascinante hilazón en el que el sentimiento del personaje que permanece es puesto a prueba por una nueva tentación.

Militares, criadas, mujeres casadas, cortesanas, condes, maridos aburridos... Todo el paisaje de la "belle epoque" centro europea sucede ante los ojos del espectador en un espectáculo inteligente y exquisito, rebosante de pasión pero también de una instrascendencia que convierte las calles de Viena en el escenario de un juego en el que nadie parece interesado en ganar o perder, sino en vivir las cosas tal y como suceden, en el momento en que lo hacen... porque lo importante es tener la oportunidad de participar.

Brillante.

domingo, mayo 22, 2011


THE STRAIGHT STORY

"No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos"
Con su habitual brillantez entre melancólica y amarga, Cesare Pavese escribió esta frase mucho tiempo antes de que David Lynch filmase esta película.
Una frase que tiene mucho que ver con el sentido de esta historia, con ese plano de cielo estrellado con que empieza y termina la película y que resume absolutamente la necesidad de Alvin Stright de hacer ese viaje, su necesidad de ser.
Porque no cuentan los días.
Lo único que importa para Straight es la necesidad de recuperar ese momento, de recuperar al hermano perdido sin cuya compañía ese momento sublime resulta desnaturalizado.
"The straight story" es la historia de una iluminación, de una necesidad y del esfuerzo por realizarla convertido en viaje.
El lado más onírico del sueño americano, el de la pura realización más allá de lo material.
No cuentan los días.
Cuentan los momentos.
Y cuenta sobre todo reconocerse verdadero en uno de ellos.
Por eso nada puede parar a Alvin Straight.
Obra maestra

sábado, mayo 21, 2011

NO MIRES PARA ABAJO

(post recuperado)

En uno de sus paseos nocturnos, el sonámbulo Eloy caerá en la cama de Elvira... y no sólo caerá entre sus sábanas sino que también lo hará entre sus piernas.

El cine de Eliseo Subiela es un cine difícil y no lo es por sus planteamientos conceptuales sino por su exacerbado decantamiento por la emoción y la poesía convirtiéndola en un elemento más de esa extraña realidad inverosímil que Subiela construye con sus imágenes, una realidad en la que sus personajes hablan versos y viven poemas como quién pregunta la hora. Y no me extraña nada que en este mundo supermercado en el que vivimos apuestas como la de Subiela resulten extrañas e incomprensibles fantasmagorías relamidas.

"No mires para abajo" precisamente relata a la manera peculiar de Subiela el aprendizaje emocional de Leandro, un jóven de 19 años que perderá a su padre y conocerá a una misteriosa Elvira que casi al final de la película desaparecerá de su vida tan fácilmente como llegó.

Las decepciones intentarán llevar su mirada hacia abajo, hacia el suelo, pero Leandro se mantendrá firme, seguirá con la mirada puesta en el cielo, hacia arriba, gracias a la maravillosa ayuda final del fantasma de su fallecido padre que se le aparecerá con unos cuantos discos de Jhon Coltrane bajo el brazo.

"No mires para abajo" desafortunadamente no se encuentra entre las mejores obras de Subiela.

En absoluto es una película conseguida resultando demasiado estética, demasiado parsimoniosa durante bastantes momentos de su metraje, especialmente en las escenas de sexo que un autor tan poco terrestre y angélico como Subiela parece no saber rodar... ¡ni entender! resultando largas y aburridas, por no decir demasiado poco creíbles, lastrando con su pétrea solidez de mármol de Carrara la capacidad de volar que todas las buenas historias de Subiela tienen.

Sin ellas "No mires para abajo" hubiera sido un maravilloso mediometraje sobre la vida concebida como la más importante de las Bellas Artes.

Pero soy fan... y me la he tragado entera como corresponde.

En absoluto recomendable para quién quiera conocer el cine de Eliseo Subiela y para el resto... con reparos.


miércoles, mayo 18, 2011

SOMEWHERE


Me gusta mucho "Somewhere".

Desde Wim Wenders creo que nadie como Sofía Coppola ha sido capaz de filmar los silencios, las transiciones, los tiempos muertos de una vida con la intensidad que realmente tienen. Porque "Somewhere" nos cuenta de manera magistral un interludio dentro de la vida de una estrella de Hollywood llamada Johnny Marco (Stephen Dorff).

Parece que algo importante ha sucedido antes de que el tiempo de la película se convierta en imágenes y también parece que algo va a suceder después de que la película acabe y las imágenes terminen en un fundido a negro.

El territorio donde sucede "Somewhere" es un lugar desordenado de vacío y desconcierto. Apenas hay diálogos. Las cosas simplemente están, simplemente suceden y bajo su aparente insignificancia cotidiana en realidad son una constante y fina lluvia que va erosionando un "algo" que el espectador solo puede intuir en el inescrutable interior de Marco.

Y es pasmoso el brillante modo con que Coppola nos muestra lo inefable de la existencia. De todo modo "Somewhere" es un genial ejercicio de contar aquello que no se puede contar, las mil y una variables que componen cada instante, los mil y uno factores que nos afectan, el invisible efecto que las buenas o malas compañías ejercen sobre nosotros, el modo en que nos influyen y determinan nuestras decisiones futuras... si es que al final no optamos por permanecer bajo el sol, en la piscina, un poco más de tiempo.

Genial.

martes, mayo 17, 2011

Impaciente!

domingo, mayo 15, 2011

GUN CRAZY

Dirigida en 1950 por Joseph H. Lewis, "Gun Crazy" es una de las grandes obras maestras del cine negro.

La historia que nos cuenta es una historia de "amor fou" que viven hasta la muerte Bart (John Dall) y Annie (Peggy Cummings), dos desarraigados que unirán sus inciertos destinos para encontrar una inesperada certeza en la eternidad de la felicidad que les une en una difícil relación sentimental y que les unirá desesperadamente contra todo y todos.

"Gun Crazy" cuenta con una guión espectacular, brillante, del que es en buena medida responsable (y bajo seudónimo por ser en ese mismo momento objetivo del macartismo) el legendario Dalton Trumbo, pero también, y en absoluto en menor medida, con una espectacular dirección del "desconocido" Joseph H. Lewis que otorga a la cámara un sentido incisivo, penetrante, en busca de las emociones que aparecen en los rostros de los personajes.

En "Gun crazy" la cámara se mueve como nunca se ha movido, con maneras brillantes de Orson Welles, para buscar y revelar aspectos esenciales que contribuyen al desenvolvimiento de la historia.

No es de extrañar que "Gun crazy" impresionara a los por entonces jóvenes Truffaut o Goddard, futuros generadores de la "nouvelle vague", porque su frescura y vitalidad es una aparición extraña y a contracorriente dentro de las maneras más estáticas de hacer cine propias de la época... por no hablar de la brillante fotografía en exteriores que evoca a la mejor fotografía del grandioso Raoul Coutard para los primeros Truffaut o Goddard: un blanco y negro puro, nítido, casi documental, en el que los personajes se vuelven aún más reales dentro de la locura que viven en su viaje sin retorno al final de la propia noche.

"Gun crazy" es un maravilloso, adolescente y romántico canto beatnik, la consagración del presente como territorio de búsqueda y de afirmación. Muchos anti-héroes han venido después de Annie y Bart, empezando por el Michel Poiccard de "El final de la escapada" o el Antoine Doinel de "Los 400 golpes". Todos desesperadamente empeñados en la impostura de existir a toda costa y a cualquier precio, pero los primeros en esa larga, trágica e interminable carrera hacia un imposible mar fueron ellos.

Muchas imágenes y sentidos que posteriormente hemos encontrado tantas veces en otras películas, aparecieron por primera vez en "Gun crazy"

Imprescindible.

MIDNIGHT IN PARIS

No hay nada nuevo bajo el sol en el mundo creativo de Woody Allen.

"Midnight in Paris" revisita los mismos y viejos lugares de siempre: las crisis creativas, las complicadas relaciones de pareja, la búsqueda de un sentido verdadero a la existencia... Por algo Allen es un autor.

Desde un punto de vista estrictamente autoral, seguramente desde "Match point" no ha aparecido nada nuevo bajo ese sol que puntualmente amanece en las pantallas de todo el mundo cada año. Pero, si hay algo que se le debe reconocer a Allen, es su oficio como creador. Su capacidad para construir relatos minimamente presentables sobre los tópicos de su mundo personal revistiendo ese corazón tantas veces latido con una capacidad para construir artefactos narrativos de cierto interés, artefactos siempre revestidos del pan de oro de unos diálogos siempre interesantes, de cuando en cuando brillantes.

Hace mucho que Allen ha dicho todo lo que tenía que decir, pero aún sigue ahí, construyendo historias que en el mejor de los casos resultan entretenidas mientras duran, consiguiendo hacer reír en mayor o menor medida al espectador.

Una perfecta private dancer con la capacidad de dejar satisfecho a todo aquel que esté dispuesto a pagar unos euros para salir a bailar con él.

"Midnight in Paris" muestra lo mejor de este Woody Allen que, en una lectura histórica de su carrera, es el peor.

Gil un escritor a la búsqueda del propio sentido se encuentra de visita en París. Vagabundeando dentro de sí mismo y por la ciudad terminará encontrándose en el mágico sonar de las campanadas de medianoche. Viajando en el tiempo a la fiesta en que la ciudad era para los artistas en los años veintes del siglo pasado, Gil tendrá la oportunidad de conocer a sus referentes literarios y culturales y contrastarse en su deseo de ser frente a ellos, absolutas y talentosas fuentes de sentido.

Así, el sentido irá forjándose poco a poco dentro de Gil, en cada uno de esos viajes nocturnos al pasado.

"Midnight in Paris" es un cuento amable que resulta divertido por momentos, en este sentido es inolvidable la escena en que Gil confiesa a unos maravillosos Dali, Buñuel y Man Ray, su procedencia y la naturalidad con la que estos surrealistas aceptan una confesión tan surrealista.

Una comedia romántica de esas que solo hace Allen, de amor hacia uno mismo, en las que tras mucho tiempo buscándose el protagonista termina encontrándose en un invisible abrazo final normalmente materializado en una decisión que siempre rompe con aspectos no auténticos de la existencia de ese personaje. En este aspecto, entre la comedia moral y la romántica, Allen sigue siendo un maestro.

Mención especial para un divertidísimo Adrian Brody con estupendo talento histriónico transmutado en un brillante y loco Dalí.

Entretenida.