viernes, mayo 23, 2008
"¿Hay algún otro miembro del reino animal del que quieras hablar antes de que te dejemos con tus emús? ¿Termitas, cuervos?
-Cuervos, ¿te refieres a los adolescentes del mundo de los pájaros?
He oído algo de eso.
-Pues sí, son los adolescentes del mundo de los pájaros. Lo que ocurre es que a las nueve de la mañana ya tienen todo el trabajo hecho. Y todo el día por delante, se dedican a jugar. Juegan a rugby con una piedra, hacen carreras por las calles de la ciudad… También organizan concursos de matar insectos.
¿No tienen problemas con las autoridades de los pájaros?
-Seguro que de vez en cuando. Pero cuando tienen tiempo libre se sientan sobre un hormiguero y esperan hasta que las hormigas les cubran de arriba abajo. Se ve que no hay una explicación biológica para ello excepto que les proporciona placer hacerlo. Se les ponen los ojos en blanco y contonean con las hormigas corriendo por encima suyo.
¿Así que no hay ninguna autoridad en sus vidas que les mantenga en vereda?
-Parece ser que no. Dicen que es comprensible que hagan cosas así porque tienen mucho tiempo libre y el cerebro más grande de entre todos los pájaros en relación a su tamaño. Es casi como si fueran adictos a una droga; se pasan todo el tiempo, cada segundo que pueden, en el hormiguero después de haber hecho su trabajo por la mañana… Me miras como si no me creyeras."
(Extracto de una entrevista a Tom Waits)
lunes, mayo 19, 2008
La Fundación Telefónica expone actualmente una retrospectiva del trabajo de Horacio Coppola, centenario fotográfico argentino.
Coppola no es un fotógrafo de personas sino de espacios. Por las populosas avenidas de la capital argentina, su mirada detecta las líneas de fuga, los puntos de encuentro, las geometrías mudas que sólo parecen hablarle a él.
Coppola es un cazador de encuadres, de formas y geometrías que parecen descansar en un segundo plano componiendo el entramado plano que hace posible las caprichosas trayectorias de los individuos que lo habitan.
Y aún siendo interesante esta visión de delineante, que además encierra el valor testimonial de una época, lo que más me fascinó fue la continua proyección de unos mudos rollos de película que recogen los domingos en el parque de los argentinos.
¿Quién dice que no existen los fantasmas?
Esos rollos rebosan de ellos.
Polvo de hombres y mujeres paseando, volando cometas o simplemente disfrutando de la mañana sentados en un banco. Momentos perdidos que permanecen intactos, guardados al otro lado del espejo al que ahora, tres cuartos de siglo después, nos asomamos.
Inquietante la memoria conservada en imágenes en movimiento.
domingo, mayo 18, 2008
viernes, mayo 16, 2008
Aunque bajo la apariencia de cine independiente, "Broken English" es una comedia romántica (sin demasiada comedia) que nos cuenta el largo viaje hacia el amor de una treinteañera neoyorquina sin demasiada suerte con sus parejas.
Escrita y dirigida por Zoe Cassavetes, hija del legendario John Cassavettes, "Broken english" centra todo su esfuerzo en la construcción del personaje protagonista, en la presentación de sus frustraciones y miedos, y lo hace con éxito, de una forma atractiva y convincente que capta al espectador y, lo que es más importante, a su corazón.
Buena parte de ese éxito, junto a un guión lleno de verdad, es la interpretación de Parker Posey, su protagonista, que sabe dar la justa medida a cada situación y sentimiento, sin caer en los excesos al que su personaje oudiera estar abonado.
El tono general es suave y tranquilo y la película se deja ver porque casi siempre interesa lo que está sucediendo en la pantalla. Y éso ya es suficiente éxito para esta modesta película cuya única ambición es la de contar una historia con personajes creíbles que sienten emociones próximas y reconocibles.
jueves, mayo 15, 2008
las esperanzas del futuro
son las horas que descuidadamente bailan
alrededor del herrumbroso reloj de su presente.
Al compás de su cadente parpadear,
lentamente se desvanecen
mientras avanza la sombra del sueño
sobre un paisaje poblado de quimeras y fantasmas
que con desgana regresan a su familiar oscuridad.
miércoles, mayo 14, 2008
No le veo el punto yo a este biopic sobre la vida de la escritora británica de libros infantiles Beatrix Potter. Y tampoco me ayuda el hecho de que su protagonista sea René Zellweger, una actriz cuyos extraños pucheros tanto para reir como para llorar me producen un rechazo casi físico que llega a la más profunda nausea metafísica.
Probablemente exista un mensaje edificante en la vida de Beatrix Potter pero la transmisión de esa energía, de esa fuerza, de ese mensaje se queda en el intento. El tono de la narración se contagia un poco de la flemática frialdad victoriana que exhiben los personajes hasta el exceso y no consigue transmitir la energía y la fuerza que Beatrix Potter debió desplegar para hacer su camino en la Inglaterra de finales del siglo XIX.
En cualquier caso, el esfuerzo queda del lado del espectador, pero la película tampoco le lleva a implicarse más allá del tópico de creer en uno mismo y en el fruto de sus propio esfuerzo... Mensajes que llenan cientos de películas en las estanterías de cualquier gran superficie.
El único aspecto que pudiera haber hecho la película especial e interesante, el hecho de que los dibujos de la Potter cobrasen vida y se convirtieran en apoyo y testimonial réplica de su esfuerzo, pasa totalmente desapercibido limitándose a algún pequeño guiño. Lo cual me parece una lástima, porque llendo por ese camino hubiéramos podido tener una cierta personalidad diferente de la que sin ninguna duda la película, a mayor gloria de los pucheros de la Zellweger, se hubiera beneficiado.
(Las noches del Uro, Dalton Trumbo. Notas)
martes, mayo 13, 2008
(Michel Foucault y la arqueología de los saberes-poderes, Gilbert Hottois)
El saber tiene un alto componente de dominio. Se quiere saber de las cosas, para poseerlas y poderlas usar. Esta necesidad también es aplicable a las personas cuando el saber las busca, quiere conocerlas, objetivarlas y clavarlas con un afilar en la corchera.
lunes, mayo 12, 2008
"FBI Director James Grace: You know, Westmoreland made all of us officers write our own obituaries during Tet, when we thought The Cong were gonna end it all right there. And, once we clued into the fact that life is finite, the thought of losing it didn't scare us anymore. The end comes no matter what, the only thing that matters is how do you wanna go out, on your feet or on your knees? I bring that lesson to this job. I act, knowing that someday this job will end, no matter what. You should do the same"
(The kingdom)
EL VERDUGO
No es la primera vez que veo esta obra maestra de ese genio del cine español llamado Luis García Berlanga, ni tampoco será la última.
Mucho se ha escrito sobre ella.
Preferentemente lo político y lo social, la crítica de una españa negra (de la que afortunadamente cada vez estamos más lejos) en el inicio del largo camino hacia otra mejor, han sido los vértices del debate. Comparto todos esos planteamientos, pero, y de siempre, lo que más me conmueve de esta película es el inclemente retrato de una España llena de miseria y mezquindad.
La escena en que Nino Manfredi y Emma Penella aprovechan una música que escuchan para bailar y la forma desairada en que, el propietario de la radio, se marcha impidiéndoles escuchar la música de su aparato siempre me ha conmovido en lo más profundo. me deja espantado. Sin habla.
"Que se traigan su propia radio los caraduras" les espeta al marcharse ese personaje terrible y brutal.
En "El verdugo", y salvo honrosas excepciones, todos los personajes se gritan, están malhumorados, se producen sin respeto y de forma desagradable en sus relaciones. Nadie está dispuesto a hacer nada por nadie y todo a cambio de un justo precio.
Constantemente tengo la sensación de estar en un mundo cruel y negro lleno de gente cruel y negra que todavía está luchando en el día por su propia supervivencia.
Y vuelvo a hora sobre ese personaje cuya mezquindad me obsesiona, que prefiere marcharse antes de permitir que otros escuchen su radio, que no está dispuesto a compartir su música en la libertad del aire, que parece más preocupado por impedir el placer de los otros que por procurarse el suyo propio y que probablemente buscará un lugar solitario para escuchar esa maldita radio.
Hay algo de aguafuerte goyesco en esa actitud tan agresiva y destemplada hacia el otro, tan contrastada y de trazo grueso.
La España terrible que el genio aragonés pintó también asoma por ahí... y no estoy seguro de que hoy en día no siga asomando, pero esa es otra historia.