lunes, abril 06, 2009

PIGEONHED

Battle flag....




domingo, abril 05, 2009

SAM BROWN

Feel like going home...




COLD MOUNTAIN

Es una pena que Anthony Minghella haya desaparecido tan pronto. Aún podría habernos dado alguna muestra más de su talento lleno de sensibilidad para contarnos historias. Sus historias. Relatos en los que sus protagonistas viven perdidos en el interminable laberinto de sus propias emociones, de sus propios conflictos consigo mismos y con un mundo que como no puede ser de otra forma se esfuerza en negarles lo que más necesitan.

Y no hay mejor escenario para perder... y quizá terminar encontrando, que la catastrofe de una guerra.

En este sentido, Minghella utiliza el paisaje de la guerra civil norteamericana, la historia de "Cold Mountain", para situar a sus personajes ante el mayor de los retos, el de mantenerse fieles a si mismos, a sus certezas y a sus dudas en un momento en que lo más fácil pudiera ser cambiar, dejar que el corazón se endurezca con el contacto de los desastres de la guerra y terminar siendo infieles a las propias emociones. 

Endurecerse, volverse escéptico y cínico con la excusa de no volver a ser heridos por unos tiempos que están hechos para herir. Pero este no es el caso, y aunque les cueste vida y hacienda, Inman (Jude Law) y Ada (Nicole Kidman) se mantienen fieles a la único hermoso que tienen y que está dentro de ellos mismos.

Y de algún modo se mantienen intactos.

De alguna manera el horror que les rodea no puede alcanzarles en el lugar más profundo e intimo donde por propia voluntad han decidido confinarse.

Son absolutamente románticos.

Asumen el riesgo de convertir la realidad en una variable dependiente.
INOLVIDABLE

Trainspotting


"It's SHITE being Scottish! We're the lowest of the low. The scum of the fucking Earth! The most wretched, miserable, servile, pathetic trash that was ever shat into civilization. Some hate the English. I don't. They're just wankers. We, on the other hand, are COLONIZED by wankers. Can't even find a decent culture to be colonized BY. We're ruled by effete assholes. It's a SHITE state of affairs to be in, Tommy, and ALL the fresh air in the world won't make any fucking difference!"
CROSBY, STILLS & NASH

Marrakesh express...












SOLARIS

La mayor preocupación del director ruso Andrei Tarkowski está, a mi entender, en la enorme distancia que separa al hombre de una verdad sobre si mismo que se encuentra escondida en algún lugar más o menos accesible de su interior.

Del mismo modo que en Stalker, Tarkowski intenta recorrer, en Solaris, esa inmensa distancia y para ello utiliza como vehículo la ciencia ficción, el perfecto lugar para presentar con toda impunidad arriesgadas metáforas de nuestra condición presente.

Si en "Stalker" era la repentina aparición de una extraña zona en cuyo centro una no menos extraña habitación proporcionaba a quienes la visitaban la realización de sus deseos, en "Solaris" se trata de un misterioso planeta maritimo que en realidad es una inmensa inteligencia que utiliza como vehiculo para ponerse en contacto con los humanos que le estudian la encarnación de las imágenes que están presentes en sus mentes.

En ambos casos, el resultado es dramático.

La visión de la propia verdad libre de espejismos es una prueba terrible para quién vive entre el remordimiento y la mentira como improvisado parcheo de un alma que por encima de todo se propone continuar adelante mientras el tiempo nos aguante... pero esa verdad, en "Solaris", no deja de ser otra mentira. Las personas que de pronto aparecen son meras imágenes impulsadas por una voluntad que la utiliza como instrumentos táctiles que pretenden establecer un contacto.

Su efecto es letal sobre los humanos que las encuentran por los pasillos de la estación de investigación.

La imposible posibilidad de una segunda oportunidad se ofrece como un tentador veneno que les termina consumiendo... hasta que "Solaris" entiende la fragilidad consustancial de los seres humanos que le observan y, en un emocionante final, ofrece a Kris Kelvin, el protagonista, el consuelo de un eterno espejismo de paz sobre su cambiante y proteica superficie.

La dacha, su padre y un abrazo negado durante años que en "Solaris" será para siempre.

ACTA

I
Es una buena decisión
la de salir de aquí.

Las cadenas rechinan
como dientes.

No a cualquier precio,
por cualquier cosa,
pero es una buena decisión
la de salir de aquí.

Uno no debe conformarse
con cualquier cosa...
y termina convirtiéndose en un cualquiera.

Nadie me habla,
nadie me mira.

No existo
y puedo observarles 
en su falta de paz.

Así debía haber sido yo,
cuando nadie me miraba.

Es mi retrato de un pasado muy reciente.

Tengo que disfrutar la tristeza de su visión
mientras dura.
Abro mis ojos como una boca hambrienta.

II
Tomo notas.

Enfoque emic.

Observo.

Todas las manos delatan,
reflejan como un espejo
la tensión subyacente de la situación.

Manos que manosean,
que constantemente repiten el mismo gesto
pequeño y puntual,
como una silenciosa y mínima explosión de tensión.

Iniciando y terminando,
constantemente.

III
Las responsabilidades vuelan como cuchillos.

Desesperados combates a muerte
por un instante de razón y legitimidad.

Se habla alrededor de ellos,
de sus trayectorias.

Se buscan pechos donde clavarlos
tras arrancarlos del propio.

sábado, marzo 28, 2009

Gabriel García Márquez
(Aracata, Colombia 1928—)


Ojos de perro azul
(1950)


         Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás del velador y yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez. Encendí un cigarrillo. Tragué el humo áspero y fuerte, antes de hacer girar el asiento, equilibrándolo sobre una de las patas posteriores. Después de eso la vi ahí, como había estado todas las noches, parada junto al velador, mirándome. Durante breves minutos estuvimos haciendo nada más que eso: mirarnos. Yo mirándola desde el asiento, haciendo equilibrio en una de sus patas posteriores. Ella de pie, con una mano larga y quieta sobre el velador, mirándome. Le veía los párpados iluminados como todas las noches. Fue entonces cuando recordé lo de siempre, cuando le dije: «Ojos de perro azul». Ella me dijo, sin retirar la mano del velador: «Eso. Ya no lo olvidaremos nunca». Salió de la órbita suspirando: «Ojos de perro azul. He escrito eso por todas partes».

Continúa...
        

JOHNNY ADAMS

A world i never made....




BEN E. KING

Moon river...



THE TIPPING POINT

El concepto que pone titulo a este inteligente libro tiene que ver con el momento a partir del cual un cambio de estado se convierte en inevitable. el tipping point es algo así como el punto de no retorno a partir del cual una situación se convierte en un proceso irreversible de cambio.

Se trata de dar respuesta a la eterna pregunta que nuestra sociedad de consumo lleva haciéndose desde su nacimiento: ¿Qué hace que algo, sea lo que sea, tenga éxito entre la gente?

Y esa respuesta es eminentemente sociológica.

Por encima de valores intrínsecos de las cosas o condicionantes biológicos, el discurso de Malcolm Galdwell, su autor, se centra en lo social, en la influencia de los otros... de determinados y concretos "otros" que se convierten en improvisados agentes propagadores del cambio.

En este sentido el libro bebe en las fuentes de la psicología social, en concreto, de la sociología y dinámica de grupos para mostrar con toda suerte de interesantes ejemplos como determinados individuos son capaces de influir sobre el resto de miembros del grupo para influir sobre los procesos de aceptación y rechazo de personas y cosas.

Por ejemplo, se empieza a fumar porque dentro de los grupos quienes lo hacen son los más atractivos y "cool". La extensión del hábito de fumar tiene que ver con aspectos aspiracionales, de emulación con los miembros más "interesantes" del grup, aquellos que se atreven a fumar. 

En un grupo puede existir una persona que decida fumar, pero el hecho de que es hábito se extienda al resto de integrantes tiene que ver con factores emocionales e intangibles, con la aspiración a parecerse a los chicos más adultos o más rebeldes, a adoptar un estilo de vida una de cuyas expresiones es el hecho de encender un cigarrillo.

Las explicaciones deterministas basadas en lo genético o en lo biológico sólo describen factores que concurren, pero nada funciona ni se extiende entre el ser humano sino cuenta con el beneplácito emocional de nuestro más o menos oscuro interior.

Muy interesante la propuesta de Gladwell.
DUPLICITY

Tiene su punto Duplicity... O, mejor dicho, tiene sus dos puntos.

Por un lado, un tenue e inteligente sentido del humor que utilizacomo percha sobre la que desplegar el inestable suelo de mentiras y engaños en el que, curiosamente, sus dos protagonistas intentan construir la verdad -o al menos eso es lo que piensan- de su relación romántica.

En este sentido, me resulta muy divertido el desconcierto con el que ambos viven la propia desconfianza hacia el otro mientras intentan creerse... y de cuando en cuando se engañan.

A este nivel, Duplicity tiene un cierto sabor a cine clásico... un sabor muy agradable servido sobre un guión inteligente, bien estructurado y, lo que es muy importante, bien dialogado.

Por otro, la traslación de estilemas propios del cine de espías al mundo del espionaje industrial, una vertiente apenas tratada en el mundo del cine y en la que Duplicity incide también con brillantez optando por un planteamiento paródico, ligeramente fauvista de personajes y situaciones.

La brutal y descarnada competencia por la oportunidad de negocio que permite mayores beneficios y una posición de liderazgo, el planteamiento casi naturalista de la lucha entre competidores... Duplicity se mueve con su elegante humor inteligente sobre este embarrado territorio. Consigue interesar en todo momento y lo hace sin arrancar la estentórea carcajada, continuamente despertando la sonrisa.

Y todo ello sazonado con la estupenda presencia de brillantes actores que en todo momento entienden el tono general de la historia.... Julia Roberts, Paul Giamatti, Clive Owen y el estupendo Tom Wilkinson ponen el preciso rostro, la justa expresión, para no desperdiciar una propuesta bastante por encima de la media del material que se suele estrenar todos los viernes.


viernes, marzo 27, 2009

DAVID GRAY

Say hello, wave goodbye...



martes, marzo 24, 2009













LES AMANTS DU PONT NEUF

Hay un momento maravilloso en esta película en que Hans, el viejo vagabundo que cuida del joven Alex, impreca a éste sobre la inconsciencia de su actitud hacia Michel. Le dice que en la vida que lleva no hay lugar para el amor. Para que el amor no muera tiene que haber un estómago lleno y un techo bajo el que cobijarse y él no tiene nada de éso... Pero es ahí, sobre la fría piedra de un puente, ante la desesperanzada mirada de Hans, donde esta maravillosa historia de "amour fou" tiene su lugar.

Alex y Michel, perdidos en sí mismos, terminan encontrándose el uno en el otro en la más complicada de las situaciones... sin nada material, únicamente contando con su propia confusión y el propio conflicto interior que arrastran como una bolsa de basura más por las calles de un Paris bicentenario.

"Les amants du pont neuf" es una película llena de sensibilidad y belleza. No apta para todos los públicos precisamente por las dos cualidades de las que rebosa.


ALEJANDRO JODOROWSKY

La belleza de pensar...

Primera parte



Segunda parte



Tercera parte



Cuarta parte



Quinta parte



Sexta parte

lunes, marzo 23, 2009

Cierra los ojos mientras hacen el amor.
Marca las distancias.
No quiere que su mirada llegue demasiado lejos.
Nunca más allá de la piel... por el momento.

Le asusta que esos ojos vayan demasiado adentro,
allá donde anidan las detenidas presencias delatoras
de viejos reflejos de otros tiempos,
cuando otros soles brillaban incandescentes
en la quieta clepsidra de un mediodía eterno.

sábado, marzo 21, 2009

IVANO FOSSATI

La pioggia de mi marzo





BAJOS FONDOS

La fuerza de la película procede del texto en que está basada. "Bajos fondos" está basada en la obra teatral homónima del ruso Maximo Gorki.

Y puedo entender las razones de Kurosawa para llevar al cine esta genial obra teatral... además de las obvias.

Por un lado,  es una película coral. Los personajes malviven en una especie de establo en ruinas, van y vienen con sus vidas miserables.

Por otro lado, cada personaje tiene una historia que contar. Una historia que les explica y, de alguna forma, les justifica ante el espectador y ante sí mismos.

Finalmente, cada historia es un imposible relato de imperfección y locura. Porque para Kurosawa la vida es un lugar cruel donde apenas hay lugar para una existencia de cordura. El cineasta japonés es un pesimista antropológico que concibe al individuo como un territorio donde las pasiones constantemente se enfrentan a la razón, siempre sin un resultado claro al final del día... Aunque, y en realidad, ese mismo individuo siempre sea la principal víctima, como las frondosas arboledas que terminaron siendo un inmenso barrizal de destrucción y muerte en los campos de batalla de el Somme durante la primera guerra mundial. 

No obstante, y por increíble que parezca, siempre hay un lugar para la esperanza. De algún modo, en algún momento, la capacidad para la esperanza sobrevive, termina por manifestarse casi siempre de un modo ciego y desesperado. Y el resultado de todo ello, siempre es un conflicto, un drama de intereses y pasiones que chocan en la lucha por un bien escasísimo y preciado, casi inexistente, que es la consecución de lo deseado... la paz en la reunión casi nirvánica con lo que nos completa. Una pequeña muerte que se abraza con dulzura mientras dura.

Y de algún modo, los estratos más bajos de la sociedad que viven en los oscuros finales de las calles más perdidas, se convierten en una suerte de retrato fauvista de una realidad que está presente en todas las vidas quizá con un trazo menos grueso.

Donde apenas hay nada, la manifestación de lo hermoso que late en todos los seres humanos y que, de todo modo, les inspira tiene un inmediato efecto poético basado en el contraste entre una realidad escuálida y un deseo desesperado, casi ciego, que envuelve a los personajes en una sábana oscura con la que se lanzan una y otra vez a atravesar el fuego que les consume, la candente llama de su propio fracaso.

Donde apenas hay nada, la belleza siempre se manifiesta en la irredente manifestación inconsolable de un hermoso deseo que todavía, y pese a todo, alienta el cada vez más apagado brillo de una mirada.

Todo esto está en "Los bajos fondos" y Kurosawa lo subraya con su mano elegante firme de guerrero samurai. 

No es una película fácil, agradable, como casi toda la obra del genial japonés. Pero es otra gran obra maestra.

viernes, marzo 20, 2009

La epidemia de risa en Tanganika

jueves, marzo 19, 2009

PRIMAVERA