lunes, mayo 25, 2009

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Confieso que antes de escribir este post me he dado una vuelta por lo que se ha publicado en Internet sobre este libro y tengo que confesar que, y por lo leído en la mayor parte de los casos, he debido leer un libro distinto.

Como siempre se mira la paja en el ojo ajeno y se hace la vista gorda de la viga que hay en el propio, como si todavía ese episodio tan desgraciado de nuestra historia fuese una cuestión de buenos y malos. Como siempre, se examinan concienzudamente los endebles argumentos que cuestionan y se devuelve el golpe con irrebatibles planteamientos que no deberían dejar lugar a ninguna duda acerca de en qué bando se encuentra la verdad.

Y todo, seguramente, porque, en mi opinión, en el libro de Beevor hay "cera" para todos.

No soy un experto lector de bibliografía acerca de nuestra Guerra Civil, pero en el transcurrir de las páginas (muchas) que componen el libro casi siempre me ha acompañado la sensación de estar ante un relato honesto, equidistante y en el que, como no podía ser de otra forma, nadie termina de quedar bien... Es más. Y aunque mi percepción fuera interesada o equivocada, prefiero que sea así. Nadie debe salir triunfante de un episodio de esta clase porque sólo se aprende de los fracasos.

En este sentido Beevor describe un panorama nada complaciente para ninguno de los dos bandos, incluso para los neutrales, y lo hace de una forma estructurada y clara, apoyandose entoda clase de testimonios y datos que el autor engarza con su habitual maestría para narrar.

Hay sentido común en el libro de Beevor y como todo el mundo sabe el sentido común debiera ser siempre el lugar perfecto para el acuerdo en torno a un tema por encontrarse equidistante entre todos los diferentes puntos de vista al respecto.

Imprescindible.

"La veía ante sí sin ver el pañuelo blanco en sus cabellos, ni el vestido negro, ni sus ojos, ni su cara, ni sus manos, ni sus hombros... Era como si no la viera con los ojos, sino con el corazón"
(Vida y destino, Vasili Grossman)

domingo, mayo 24, 2009

FANTASMA


"Y Mijaíl Sídorovich sontió que la sensación insportable, dolorosa, de la complejidad de la vida se desvanecía.
Una vez más, como en su juventud, el mundo parecía sencillo y diáfano, claramente dividido entre los 'nuestros' y 'ellos'."
(Vida y destino, Vasili Grossman)


EL MANANTIAL

Para Ayn Rand, autora del libro en que se basa la película y del propio guión de la misma, la fuente del progreso de la humanidad son las personalidades excepcionales. Estas son las que tienen la visión, las nuevas ideas que permiten la existencia de cambios de estado y la consiguiente evolución en el tiempo de la sociedad.

"El manantial" es una película muy discursiva. Casi todos los personajes principales se expresan de forma lapidaria, manifiestan ideas con la misma facilidad con la que comentarían el estado del tiempo. Todas esas ideas van encaminadas a la ostentosa reafirmación de la propia personalidad como exclusiva forma única de existencia. Toda la historia es un continuo enfrentamiento entre perspectivas, entre modos de ver la vida, que se manfiestan en inflexibles modos de acción. En este sentido, todos los personajes se parecen. Apenas hay dobleces en ellos. Con sinceridad, casi siempre hiriente, se expresan los unos a los otros sus voluntades e intereses... Y de entre todos ellos, en una especie de darwinismo psicológico, el personaje de Howard Roark (Gary Cooper), el más especial y diferente todos, aquel en el que Rand deposita el tesoro de la más autentica de sus verdades, será quién termine dominandolos a todos y consiguiendo sus objetivos y propósitos.

Tan seguro de si mismo como el resto de personajes, Roark terminará quedandose sólo en la cima de su edificio convirtiéndose en el vencedor de un maratón de autenticidad en el que todos sus contendientes irán quedandose atrás puestos a prueba en su propia verdad por las circunstancias de la historia y por el propio Roark.

Asi, la historia se convierte en la mejor expresión de la idea que llevó a Rand a escribirla. Roark es ese ego extraordinario ante cuyo brillo todos los demás palidecen, ante cuya visión todos los demás deben inclinarse aceptando la novedad que su mente preclara propone. 

"El manantial" escoje el mundo de la arquitectura como parte de ese todo social y los diseños innovadores de Roark terminarán disolviendo las resistencias de un mundo orientado a la repetición constante de lo aceptado como correcto.

King Vidor, el director, insufla a la mecánica racionalidad de la historias que nos propone Rand una lirica emotividad muy cinematográfica, basada en los encuadres (picados, contrapicados) que sucede dentro de una puesta en escena minimal y concisa que convierte a la palabra de Rand, puesta en boca de los actores, en la verdadera protagonista de la película. Si las palabras no resultan suficientes, las imágenes donde suceden están cargadas de valor... hasta el punto de que hay mucho de la claridad expositiva del gran y buen cine mudo en algunos momentos de "El manantial" por contradictorio que pueda aparecer.

Las imágenes que Vidor construye no sólo ilustran sino que refuerzan el contenido de la historia y en este sentido, se esté o no de acuerdo con Rand y Roark,  "El manatial" es una gran película de cine con mayusculas, una buena prueba de la maestría de Vidor para contar historias y del cine como simple lenguaje de imágenes.

En cuanto a las ideas de Rand, tengo que decir que su planteamiento me resulta cuando menos discutible.

Su visión de la historia como el producto de la aparición e intervención de los grandes hombres tiene su punto de verdad. Después de todo, fue Wellington y nadie más quién decidió resistir a los franceses cerca de Waterloo a la espera de los refuerzos de Blücher, pero no es menos cierto que las personas, grandes y pequeñas, sus personalidades, son el resultado del contacto y la interacción con un entorno dentro de una historia personal. 

Los caracteres y las ideas se forjan en el contacto con los otros. Nadie aparece de la nada.

Es la propia sociedad quién forja a esas personalidades excepcionales. Las filias y las fobias, los encuentros y los desencuentros, las ilusiones y las decepciones, los aciertos y los errores, los amigos y los enemigos... Todos le debemos siempre algo a alguien.

Supongo que, por lo menos y en privado, Howard Roark lo reconoce.


















El mejor jugador del mundo....


viernes, mayo 22, 2009

THE BOAT THAT ROCKED















El guardián de Eurovisión... perdido entre su centeno.

"Uribarri declaró que Guzmán "hizo una retransmisión muy normalita, para cubrir el expediente", pero no está molesto con eso, sino con que un recién llegado a este festival "desprecie mi trabajo y mi prestigio anunciando que no va a hacer predicciones, en un claro torpedo contra mí, y luego, de 43 canciones, haga 18 durante la retransmisión, que las he contado, tres de ellas con errores garrafales"."
Más.

Errores garrafales de predicción en Eurovisión... un concepto inquietante. No se... que los moldavos voten a los rumanos o los israelitas a los alemanes, por ejemplo.

La compleja geoestrategia eurovisiva requiere finos analistas, pero esos mismos finos analista, y en virtud de esa fineza que se les presume, deben entender que todo se acaba, que a cada puerco le llega su San Martin o, y como escuché un día en el metro, que a todo San Cipriano le llega su San Martin... Grandiosa frase cuyo significado jamás llegaré a comprender en toda su intensidad simbólica.

No se por qué, pero me imaginaba que Uribarri no iba a estar contento. La indudable irremplazabilidad del ser es lo suyo...

Pasmoso... Midiendo y contando... El verdadero programa de televisión es, será, desde ahora, Uribarri viendo Eurovisón, sorteando y anotando concienzudamente todos los torpedos claramente lanzados contra él... por el San Cipriano de turno.

Presento esta sugerencia para un nuevo reality.

Morante!


jueves, mayo 21, 2009














¿Por qué todavía hay plantas que florecen en Chernobyl?

La naturaleza se proteje contra los metales pesados... Siempre hay motivos para la esperanza....
"Nuestra existencia, nuestra conciencia del yo, es arrojada en la lengua. No hemos elegido esta lengua... Desde la infancia traducimos el ser y el mundo en elementos de discurso, en limitaciones y secuencias gramaticales que ya existen y se nos imponen... El mundo se traduce para si mismo y para nosotros en unas prescripciones lexico-gramaticales prefijadas. Los intentos por romper o renegociar el contrato entre palabra y mundo, ya que no hemos tomado parte en su firma llevan, bien al autismo y al silencio de la irracionalidad o, como veremos, a la poesía. Pero sólo son intentos, condenados a un fracaso más o menos palpable por el hecho de estar organizados a su vez linguisticamente."
(Gramáticas de la creación, Geroge Steiner)

Fantástico libro que no quiero terminar de leer. Intenta responder a la pregunta de si es posible crear algo realmente diferente y nuevo o todas las novedades son simples combinatorias de elementos conocidos....

miércoles, mayo 20, 2009

Eres tú.

Es la alegría,
subiendo y bajando,
marchando a derecha e izquierda,
como un blanco dragón alado de Miyazaki,
perfilando trayectorias locas
sobre un cielo demasiado claro,
demasiado azul.

No te hagas preguntas,
probablemente la oscuridad
y las nubes, aparecerán
con sus huesudas mano secas.

No las llames.
Seguramente vendrán por sí solas,
como consecuencia inevitable
de la secreta e incomprensible mecánica
que todo lo gobierna.

Vuela.

martes, mayo 19, 2009

HOLLY COLE

Waters of march....




RICHARD CHEESE & STEPHEN HAWKING

The girl is mine...


"Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría."
(Mario Benedetti)

No se por qué, pero quiero ser honesto... Me gustaba mucho mas Benedetti antes, en aquel "antes" de hace cada vez más tiempo, que ahora, pero guardo un grato recuerdo en este "ahora" de aquellos "antes" que su poesía inspiraba cuando la eternidad se sentía sin esfuerzo, naturalmente en los jardines y en las alcobas.


RICHARD CHEESE

Personal Jesus...


"Hay muchos más bocetos y maquetas que obras; lo rechazado excede inmensamente a lo conservado y realizado. He aludido al reiterado sentimiento de frustración, de pena que el artista tiene respecto a la obra publicada o terminada; cada uno de esos componentes es la expresión inevitablemente reducida o disminuida de posibilidades más ricas y más interiores. Para el artista, cada obra maestra comunica una recurrente derrota. Atrofia con perfección aparente, pero fundamentalmente falaz, dejando tras de sí las ilimitadas intuiciones del taller inacabadas. En la creación, y desde luego éstapodría ser la diferencia cardinal con respecto a la invención, las soluciones son mendigos comparadas con la riqueza del problema"
(George Steiner, Gramáticas de la creación)

lunes, mayo 18, 2009

RICHARD CHEESE

Creep



Jesus M. Christ!
RICHARD CHEESE

Stairway to heaven...

domingo, mayo 17, 2009

"Lennie would be the first of many such murderous innocents to appear in Peckinpah's work as a writer and director. In television and movie scripts they appear again and again: child-men, unable to comprehend or fit into the complex and corrupt world that surrounds them, yet they themselves also carry the demon seed of violence, 'I think that's how Sam felt about himself,' says Marie. 'That he didn't fit in, that he wasn't quite right somehow, thet he stood apart. He was always very alone as a person, even around the people".
(If they move kill'em. The life and times of Sam Peckinpah, David Weddle.)