"Salió el Atleti con un central diestro de central zurdo, un central zurdo de lateral izquierdo, un cuasi-interior derecho flojete jugando de lateral derecho y un velocista jugando de central diestro. En un equipo en el que el máximo mandatario es un veterinario y la representación institucional es competencia de un productor ejecutivo que dice "cluz", la verdad que no es para tanto. Aún así, el Atleti se ha especializado últimamente en permutaciones defensivas sin repetición, en las que destaca un electrón libre de nacionalidad checa que ha jugado ya en todas y cada una de las posiciones y un inamovible núcleo colombiano de veloz sprint y llamativa pifia."
(El Rojo y el blanco)
martes, marzo 09, 2010
CRAZY HEART
La película nos cuenta la historia de Bud Blake, un cantante de música country en plena cuesta abajo personal y profesional, pero que, al mismo tiempo, es depositario de una cierta verdad personal y profesional que disfruta pero también sufre en los márgenes de una industria musical que le rechaza tanto como él la desprecia.
Su destino no puede ser distinto mientras, a su alrededor, constantemente, revolotean las canciones como las mariposas amarillas de Macondo; unas canciones que el espectador escucha interpretar en los diferentes lugares de Tejas y Nuevo Méjico por los que Blake vagabundea ganándose la vida, constantemente tentado por la falta de medios económicos y los cantos de sirena de una industria que reclama la magia de su talento. Pero, sobreviviendo en el espacio de oscuridad que le deja cada parpadeo de esa industria, Blake se empeña en no compartir con nadie la intimidad de sus canciones.
Porque lo mejor que tiene "Crazy Heart" es que, y aunque se centre en torno al personaje de Blake, el verdadero personaje principal es la canción que, poco a poco, mientras la historia avanza, brota de su corazón salvaje para en un amarillo revolotear terminar posada sobre las cuerdas de su guitarra.
La maravilla de "Crazy Heart" es mostrarnos las complicadas causas que llevan a ese efecto de belleza llamado canción que Blake termina cediendo a su heredero, Tommy Sweet (Colin Farrell) para que este la cante. Y en este sentido la película se convierte en un enorme destilador que gota a gota va produciendo la canción a golpes de vida del propio Blake, el roce de su propia contradicción contra la superficie emocional que otros personajes como Jean (Maggie Gyllenhal) o Wayne (Robert Duvall) amorosamente le brindan.
Y uno, de pronto, aprende a respetar todas y cada una de las canciones que Blake lleva prendidas de sus bolsillos, porque todas y cada una de ellas son pedazos palpitantes de su propia vida. Por eso, su arte es depositario de unas esencias que otros, que sólo pueden aspirar a repetir esa originalidad desde la industrial y desalmada -en todos los sentidos de la palabra- posición del cliché, ambicionan.
Por si quedaba alguna duda, la presencia arquetípica de Blake se convierte en viviente prueba extrema del coste que siempre supone ser propietario de un alma que merezca la pena.
Interesante y maravillosa.
domingo, marzo 07, 2010
"Yo he visto tirar de mapa a las empleadas, desplegarlo ante los ojos del cliente e intentar demostrarle que entre Barcelona y Mallorca hay mar."
(Leer más)
El infierno son los otros... de toda la vida.
LOS HOMBRES QUE MIRABAN FIJAMENTE A LAS CABRAS
No voy a entrar en la pretensión que esta historia tiene de estar basada en hechos reales.
En algún momento de mi vida me recuerdo leyendo algún libro que incluía la noticia de experimentos llevados a cabo por norteamericanos y soviéticos al respecto de la posibilidad de usar las presuntas posibilidades que permite la presunta -también- cualidad de la telepatía, especialmente la de saber a distancia...
De ser ciertos lo único que demuestran esos experimentos es, a mi entender, que durante la guerra fría hubo dinero para todo... pero para todo....Aunque estoy seguro de que mucho éxito no debieron tener porque los norteamericanos aún no han podido encontrar a Bin Laden
No me despisto...
En la línea hilarante, ácida y contracultural de las historias del escritor norteamericano Kurt Vonnegut, "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" es una comedia que basa toda su apuesta en el tratamiento realista del delirio y la astracanada. Y la apuesta funciona de forma relativa, con momentos buenos y no tan buenos, hasta que llega el momento de resolver, entonces la historia deriva a un inane relato de buenos y malos que el espectador ve suceder como quién escucha llover.
En cualquier caso, "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" consigue hacer reír presentando una serie de personajes perdidos cada uno de ellos en su propio y personal delirante laberinto, laberintos vividos con una dramática seriedad que en ciertos momentos resulta hilarante.
Lastima que no haya una propuesta como tal que de consistencia a la primera mitad de la historia, en la que siguiendo al periodista Bob Wilton (Ewan MacGregor) y una vez conocidas las razones que llevan a viajar a Oriente Medio, aquel traba conocimiento con el absurdo Lyn Cassidy (George Clooney), su absurda misión y la no menos absurda historia de una unidad especial del ejército de los Estados Unidos cuya especialidad es el esperpéntico contrasentido de usar la paz para hacer la guerra.
Y la película amaga en algún momento con ofrecer algo más interesante que el trazo grueso de la astracanada, pero no termina de dar ese planteamiento que confiera a la historia el valor añadido que parece precisar con su apariencia alternativa y contracultural. Hubiera estado bien que la línea que se dibuja con el secuestro de Bob y Lynn por parte de unos iraquíes, secuestro que conduce a su liberación por una turbia unidad de mercenarios que termina montando un incidente en una gasolinera, hubiese tenido más continuidad y profundidad. Porque para mi gusto el corazón de la historia está en la sorpresa de los iraquíes que parecen verse sumidos de forma inevitable y resignada en la locura de los norteamericanos. Y esa desangelada y desesperada sorpresa de victimas desaparece demasiado pronto.
La historia está más obsesionada en seguir a Lynn y su misión olvidando el lugar donde se produce y los efectos que tiene desperdiciando la posibilidad de usar a los iraquíes para convertirles en el contexto de cordura donde sucede una locura que les convierte en víctimas. De ahí, la historia habría sacado el poder que no tiene y cuya ausencia la relega a la condición de pasatiempo intrascedente, algo que contradice la naturaleza de los mimbres con los que el argumento está construido.
Entretenida... no siempre.
sábado, marzo 06, 2010
"Había entonces una complicada matemática de los terrenos del toro y los terrenos del torero que, a mi juicio, era perfectamente superflua. El toro no tiene terrenos porque no es un ente de razón, y no hay registrador de la Propiedad que pueda delimitárselos. Todos los terrenos son del torero, el único ser inteligente que entra en juego y que, como es natural, se queda con todo"
(Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales)
(Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales)
jueves, marzo 04, 2010
Siguiendo la actitud de Willy Toledo después de su desmán verbal perpetrado hace unos días hay que decir que, bien desde la ignorancia, bien desde la estupidez, bien desde ambas cosas, Toledo está siendo muy valiente defendiendo su error en todas partes donde se le llama.
En causas igual de justas o injustas, otros son mucho menos valientes teniendo la verdad de su lado o, por lo menos, creyendo tenerla.
Callan y otorgan.
Defendiendo lo indefendible Toledo es un ejemplo. Si todos defendiéramos lo que creemos con la misma actitud dispuesta, otro gallo nos cantaría.
Es una cuestión de forma, no de fondo.
Las cosas son así de curiosas y complejas.
Ha dado la cara.
No ha escondido ni el juego ni las cartas de su pensamiento.
Y eso lo respeto.
"Los niños conocen el cuento del rey Creso a este propósito: habiendo sido hecho prisionero por Ciro y condenado a muerte, en el instante mismo de la ejecución, exclamó: «Oh ¡Solón! ¡Solón!» Noticioso de ello Ciro e informado de lo que significaba, hizo comprender a Creso que a expensas suyas comprendía la advertencia que Solón le había hecho en otro tiempo, o sea: «que cualquiera que sea la buena fortuna de los hombres, éstos no pueden llamarse dichosos hasta que hayan traspuesto el último día de su vida», por la variedad e incertidumbre de las cosas humanas, que merced al accidente más ligero cambian del modo más radical."
(Ensayos, Michel de Montaigne)
miércoles, marzo 03, 2010
"P: ¿Hay algo característico de la literatura griega contemporánea, algo que no se encuentre en otras tradiciones?
R: La canción popular griega, fuente de la que han bebido todos estos autores y en la que estudiosos de la literatura han llegado a encontrar el germen del surrealismo europeo. La canción popular ha sido el medio de expresión del pueblo griego, en la cual ha podido expresar su mundo y su personalidad: sus penas, sus deseos, sus sentimientos y su historia. Es un compendio lírico, épico y dramático. Fue Fauriel el que la dio a conocer al mundo occidental."
R: La canción popular griega, fuente de la que han bebido todos estos autores y en la que estudiosos de la literatura han llegado a encontrar el germen del surrealismo europeo. La canción popular ha sido el medio de expresión del pueblo griego, en la cual ha podido expresar su mundo y su personalidad: sus penas, sus deseos, sus sentimientos y su historia. Es un compendio lírico, épico y dramático. Fue Fauriel el que la dio a conocer al mundo occidental."
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Interesante artículo sobre la depresión que remite a un no menos interesante libro...
"...frente a la mitificación ideológica de la "felicidad" como pretendido "estado natural" de los seres humanos, que el sufrimiento forma parte de la vida y es factor fundamental de crecimiento y transformación personal"
(Bilis negra)
"...frente a la mitificación ideológica de la "felicidad" como pretendido "estado natural" de los seres humanos, que el sufrimiento forma parte de la vida y es factor fundamental de crecimiento y transformación personal"
(Bilis negra)
Es jodido, pero es cierto. Casi siempre las enseñanzas importantes sólo se aprenden de los errores y a veces ni eso...
martes, marzo 02, 2010
"Se infiere de ésto que los políticos se conducirán mejor cuando dependan de una población virtuosa que cuando dependan de una que sea indiferente a las consideraciones de tipo moral; se conducirán mejor en una comunidad en la que sus faltas, si las cometen, pueden ser divulgadas ampliamente que en otra donde haya una censura estrecha bajo su control"
(Historia de la Filosofía: Maquiavelo, Bertrand Russell)
"Parece estar admitido que la libertad política requiere cierto tipo de virtud personal en los ciudadanos"
(El Príncipe, Maquiavelo)
Y no hay virtud sin educación... No hay democracia sin educación.
Sólo demagogia... Como dice la Wikipedia, la constante apelación a las emociones con el objetivo de conseguir el mayoritario apoyo de las gentes, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.
¿Familiar? A que sí...
WILLY Y LOS MEDIOS
En todo este tema de la crispación social que vive este país la prensa se está yendo de rositas. Con el polvoriento discurso del mensajero que siempre supone una tácita y torticera demanda de exención de responsabilidad sobre lo que se transmite, los periodistas se encojen de hombros y levantan las manos intentando hacernos creer que ellos no tienen nada que ver con lo que está pasando y que el sagrado juramento imposible de informar objetivamente de una realidad cada vez menos objetiva es su divisa.
Las terribles declaraciones de Willy Toledo al respecto de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata son otro buen ejemplo de este juego perverso de manipulación.
"No son simples disidentes ni prisioneros políticos", ha asegurado el actor, quien ha añadido -en referencia a Orlando Zapata- que "este señor, al que se llama disidente, no era más que un delincuente común, que ha sido forzado y manipulado por otras personas parece ser que para ponerse en huelga de hambre y llegar al extremo de dejarse la vida".
Transcribe El Pais
El actor Willy Toledo ha afirmado que el preso cubano Orlando Zapata, fallecido la semana pasada tras casi tres meses en huelga de hambre y reconocido como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional, era "un delincuente común, ni siquiera era un disidente político".
Y hasta aquí vamos empatados y haciendo justicia a la barbaridad.
Sin embargo el desempate viene cuando El Pais continúa y El Mundo se detiene... en todos los sentidos de la palabra
"No obstante, Willy Toledo ha lamentado "absolutamente" la muerte "de cualquier ser humano, y mucho más la de alguien encarcelado y en huelga de hambre, que es algo terrible", y ha considerado que el Gobierno cubano "debería haber hecho algo más por salvar la vida de esta persona, haya hecho lo que haya hecho, y no permitir que un ser humano muera bajo su tutela"."
Y es lógico que El Pais le de a Toledo una oportunidad de intentar arreglar lo imposible en el siguiente párrafo de la noticia. Después de todo es uno de los suyos, merece una oportunidad, pero Willy no merece ese trato por parte de la gente de El Mundo, que parece haber escuchado lo suficiente, lo que necesita para poner el grito en el cielo.
Me llama la atención que falte ese párrafo en la noticia de El Mundo, un párrafo que no arregla el desaguisado de las declaraciones de Toledo, pero que, quizá, y sólo para lectores con sentido común y buena voluntad, aparta lo sucedido del esperpéntico trazo grueso y lo devuelve al debate civilizado donde hasta las opiniones más extremas deben tener lugar.
Las declaraciones de Toledo se bastan por si solas, pero se quiere más y por la vía rápida y sumaria. Aprovechar la ocasión para asignar un golpe duro a los artistas del "no a la guerra" que tanto apoyo han dado a Zapatero. Y ante eso vale todo. Porque ya no sólo se trata de informar, sino de vencer una batalla en la diaria guerra de la comunicación en que el mundo de los medios se ha convertido en este país.
Y así, el segundo párrafo de El País que intenta localizarle moralmente dentro de la humanidad, es reemplazado por El Mundo con dos párrafos que buscan localizarle ideológicamente para que no exista la menor duda:
Entre los artistas se encontraban los actores Álvaro de Luna, Ana Otero, Antonio Valero, Asunción Balaguer, Jordi Dauder, Pilar Bardem, Roberto Enríquez, Silvia Tortosa y Xabier Elorriaga. El coordinador general de IU, Cayo Lara; la portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, Inés Sabanés, y el presentador Gran Wyoming se dejaron ver entre el público."
Curiosamente para El Mundo importa tanto lo que Toledo dice como quienes le escuchan, de los que da una cumplida lista.
No basta con que Toledo recite de memoria los versículos de la negra biblia castrista intentando denigrar el gesto de Zapata, que ya por sí solo debieran redimir al fallecido de cualquier aspecto comprometedor de su pasado.
No hay que dar la menor oportunidad al enemigo que, por torpeza y sin ayuda de nadie, se ha colocado en la soñada posición de ser derrotado.
2
Con respecto a las declaraciones de Willy Toledo, lo primero que hay que decir es que son un magnífico y nuevo ejemplo de un incontrovertible hecho: No basta con tener una opinión para ser una persona con ideas.
El loco mundo en que vivimos cada vez más confunde el hecho de hablar, de expresar un mero punto de vista, con el hecho más difícil, raro y complejo de que esas palabras físicamente pronunciadas lleven en si una idea.
La ética del esfuerzo tan denostada (por facha) por la aristocracia progresista de nuestro país también afecta al hecho de pensar y, en este sentido, es mucho más fácil abrir la boca y decir lo primero que a uno se le pasa por la cabeza que tomarse el tiempo necesario para pensar lo que se va a decir. Después de todo, y desde un punto de vista de mínimos, ambos -el que ha pensado lo que dice y el que no- hablan, se expresan contando siempre con la ventaja de que toda gente de bien considera que cualquier opinión es respetable.
Este hecho ha producido que muchos juntapalabras de incontinente boca, que ni en los mejores sueños de su infancia pudieron soñar ser tan escuchados, se conviertan en referentes lo suficientemente importantes como para que un periodista decida preguntarles qué piensan y el jefe del periodista decida dedicar un cierto espacio informativo del medio en que trabaja a reflejar esa opinión cromada... que no ilustrada.
Y la poco pudorosa opinión del señor Toledo es cromada, perfecta, niquelada, como pronunciada por el propio dictador Castro mientras, vestido con su chandal rojo y blanco, se desayuna unas tostadas a la quimio recién hechas.
Porque lo peor de las declaraciones de Toledo es que son las declaraciones de un carcelero.
La reducción de Zapata a la condición de delincuente común precedidas de un siniestro "no es más" le desacreditan por si solas. Como si el gesto de dejarse morir de hambre por cualquier causa no tuviera ningún valor por si mismo y no le colocase en un lugar más elevado para su condición. Porque es como si Zapata se le hubiera muerto a él, su carcelero, en su turno de guardia y Toledo pretendiese negar las consecuencias que esa muerte pudieran acarrearle por parte de sus jefes negando todo valor a ese gesto que, como digo, y por si mismo, ya tiene. Como si no hubiera pasado nada y Zapata fuese un estúpido al que otros han manipulado para dejarse morir de hambre...
Recapitulando...
Primero pensar que una persona cuando se le declara delincuente común lo es para siempre. No puede cambiar. No puede evolucionar como hizo Mandela durante sus 30 años de cárcel. Porque el estado ha dictado sentencia inamovible relegándole a la condición de un "no es más" cualquiera... Y esa condición le hace menos persona, le incapacita para pensar y decidir.
Segundo presuponer que existe una capacidad de manipulación tal como para que alguien se deje morir. Un poder tan poderoso como para forzar y manipular a un ser humano a matarse por inanición... Sólo se me ocurre el poder de un estado, del lado de fuera de una persona o el poder de una idea, del lado de dentro... Y para mi gusto que Willy está pensando en la primera opción... Nada ni nadie puede oponerse a la voluntad de un estado.
Declaraciones totalitarias donde las haya.
Minusvaloración extrema del gesto.
Negación al otro de la posibilidad, esté acertado o no, de tener una conciencia y tomar una decisión que sea consecuente con aquella.
¿No debe preocuparnos también la ultraizquierda?
Y, por último, habiendo tantos autores tan brillantes en toda la historia del teatro... Shakespeare, Calderón, Brecht, Ionesco, Mihura... No entiendo por qué a estas alturas de la película Toledo se empeña en recitar a Castro, un autor sobrevalorado y con cierta tendencia a la excesiva extructuración, cuyos rimbombantes planteamientos jamás han acreditado un desarrollo que estuviera a su altura
¿No debe preocuparse el señor Toledo?
lunes, marzo 01, 2010
"But that is the slave still in me, she thought. I must watch my own thinking... I must be as free in my soul as i am by law"
(The march, E.L. Doctorow)
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