Metropolis... Blood from a stone...
viernes, octubre 15, 2010
THE FANTASTIC MR. FOX
Tengo que decirlo... Hay algo hermoso y tierno en el cine de Wes Anderson que me enamora, que es superior a mis fuerzas. No soy objetivo. Si Anderson filmase la guía telefónica, seguro que vería una y otra vez la película hasta que el meteorito se estrellase contra mi cabeza.
Y dicho ésto tengo también que decir que he gozado cada segundo de esta pequeña obra maestra del cine de animación que es "The fantastic Mr. Fox".
Basada en un relato del genial escritor noruego Roald Dahl, "The fantastic Mr. Fox" es una historia sobre llegar a ser y, una vez que se es, no querer dejar de ser. Por un lado, está Mr. Fox que ni quiere ni puede dejar de ser el estupendo zorro que es y por otro está su hijo Ash, en el momento adolescente de empezar a descubrir lo que se es, en el momento de encontrar la voluntad de aceptar y querer ser lo que sea que descubra que es.
"The fantastic Mr. Fox" es, por encima de todo, una hermosa parábola sobre la bendición de encontrarse y la necesidad imperiosa de no rechazar aquello que uno ha encontrado, aquello que uno cree que es.
En mil y un líos se meterá Mr. Fox por empeñarse en ser el zorro que es... y será esa misma condición la que le sacará del intrincado laberinto en que no sólo parece estar el como protagonista sino también aquellos que le rodean.
Merece la pena acompañarle en ese viaje que le llevará al otro lado del valle donde habitan las tres granjas que sistemáticamente intentará con éxito saquear desencadenando la demoledora ira vengativa de sus tres propietarios, una ira que comprometerá el futuro de su pacífica comunidad animal.
Magnífica, entrañable y deliciosa.
Obra maestra.
jueves, octubre 14, 2010
miércoles, octubre 13, 2010
Si algo debía respetar esta dinámica de falta de respeto en pos del propio beneficio en que se ha convertido este país, es el instante dedicado al recuerdo de los que en algún momento acabaron, queriéndolo o no, dando su vida por esta grotesca ficción -a la que últimamente nadie está a la altura- llamada España.
Los marineros que se ahogaron en el San Juan Nemopuceno durante la batalla de Trafalgar o lo que fueron pasados a cuchillo en el desastre de Annual por los rifeños comandados por Abd el-Krim no tienen la culpa de que Zapatero, ahora, en 2010, deba dimitir.
Si algo hay que respetar es el recuerdo de aquellos que en su momento no salieron corriendo y decidieron permanecer hasta dejar de existir defendiendo la razón del sujeto histórico al que pertenecen y por ello se me antoja un gravísimo acto de profanación civil los abucheos de ayer domingo... como si fuesen a faltar horas y momentos para expresar la discrepancia con nuestro presidente del gobierno.
En su momento fueron sacrificada carne de cañón... y ayer, por un instante eterno de vergüenza, volvieron a serlo.
Y también resulta grave el hecho de que aquellos que se levantan tonantes en la crítica, convirtiéndose en la salvaguarda de una nación cuya trayectoria y símbolos consideran Zapatero está destrozando, se dediquen a disculpar y rebajar la gravedad de ese comportamiento que se me antoja con un significado más profundo que el que ya de por sí tiene... la incapacidad para percibir la realidad de un proyecto conjunto, de una trayectoria histórica, la fragmentación y la táctica política convertida en fin... en definitiva, la viga que se ve en el ojo ajeno es un yacimiento de hierro en el propio.
No hay otra...
Se mire por donde se mire esos abucheos son intolerables y revelan la verdadera condición oportunista de quienes los disculpan.
Fueran pocos o muchos los que no callaron merecen ser objeto de la pública condena.
Es una cuestión de sentido común.
Ha amanecido y bajo esta nueva luz que nos alumbra somos todos, sin excepción, un poco más viles que ayer, pero no debemos preocuparnos porque los comercios y grandes superficies abren y seguro que, aunque estemos a miércoles, se nos ocurrirá algo para el fin de semana.
Nada hay más importante que nuestras propias y arrastradas vidas de mierda.
Los marineros que se ahogaron en el San Juan Nemopuceno durante la batalla de Trafalgar o lo que fueron pasados a cuchillo en el desastre de Annual por los rifeños comandados por Abd el-Krim no tienen la culpa de que Zapatero, ahora, en 2010, deba dimitir.
Si algo hay que respetar es el recuerdo de aquellos que en su momento no salieron corriendo y decidieron permanecer hasta dejar de existir defendiendo la razón del sujeto histórico al que pertenecen y por ello se me antoja un gravísimo acto de profanación civil los abucheos de ayer domingo... como si fuesen a faltar horas y momentos para expresar la discrepancia con nuestro presidente del gobierno.
En su momento fueron sacrificada carne de cañón... y ayer, por un instante eterno de vergüenza, volvieron a serlo.
Y también resulta grave el hecho de que aquellos que se levantan tonantes en la crítica, convirtiéndose en la salvaguarda de una nación cuya trayectoria y símbolos consideran Zapatero está destrozando, se dediquen a disculpar y rebajar la gravedad de ese comportamiento que se me antoja con un significado más profundo que el que ya de por sí tiene... la incapacidad para percibir la realidad de un proyecto conjunto, de una trayectoria histórica, la fragmentación y la táctica política convertida en fin... en definitiva, la viga que se ve en el ojo ajeno es un yacimiento de hierro en el propio.
No hay otra...
Se mire por donde se mire esos abucheos son intolerables y revelan la verdadera condición oportunista de quienes los disculpan.
Fueran pocos o muchos los que no callaron merecen ser objeto de la pública condena.
Es una cuestión de sentido común.
Ha amanecido y bajo esta nueva luz que nos alumbra somos todos, sin excepción, un poco más viles que ayer, pero no debemos preocuparnos porque los comercios y grandes superficies abren y seguro que, aunque estemos a miércoles, se nos ocurrirá algo para el fin de semana.
Nada hay más importante que nuestras propias y arrastradas vidas de mierda.
martes, octubre 12, 2010
SHADOWBOXER
Tengo la intuición de que todos los personajes de "Shadowboxer" se encuentran atrapados en una especie de círculo de muerte que les ata de forma inevitable, una suerte de "ronde" fatal en la que todos están implicados.
Y en cierto sentido "Shadowboxer" consigue recordarme a una especie de versión nihilista y negra de "La ronde" de Max Ophüls en el que los personajes son victimas de sí mismos y de su pasado. De vez en cuando, hay un atisbo de reflejo que logra prender mi interés, pero enseguida se desvanece en la nimiedad de un relato demasiado anodino, evidentemente lastrado por una falta de criterio a la hora de plantear la historia tanto desde el punto de vista del guión como, y como consecuencia de lo anterior, en la propia puesta en escena.
El que les escribe echa en falta un poco de concreción, una mirada, un diálogo que sustancie y ancle el evidente aire fatalista que impregna la historia, pero nada de éso sucede y la película termina disipándose como al humo de un cigarrillo en la mañana vacía de un night club.
No pasará a la historia "Shadowboxer", una película tímida, que parece decir menos de lo que debiera... ¿o es que quizá no tiene nada más que decir?
Olvidable y, efectivamente, olvidada.
CENTURION
Con el agreste entorno de las tierras del norte de Escocia como fondo, "Centurión" es una entretenida película de aventuras.
Su espacio narrativo tiene que ver con la realidad histórica de los límites de la expansión romana en las islas británicas, su choque con los norteños pictos y la retirada de los romanos tras la seguridad de la muralla de Adriano.
La película narra la retirada de los supervivientes de la novena legión, masacrada por los pictos, en busca de esa muralla y la persecución a la que son objetos por parte de los vencedores, encabezados por la sanguinaria Etain.
La película en la mayor parte de su metraje es un "body count" en el que los pictos van dando buena cuenta de los supervivientes hasta la previsible batalla final entre ambos.
No hay mucho más que destacar, si acaso la violencia sangrienta con que están resueltos los combates entre romanos y pictos, puro combate a cuerpo a cuerpo en la época de los enfrentamientos directos con arma blanca.
Entretenida.
lunes, octubre 11, 2010
domingo, octubre 10, 2010
ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS
No termino de pillarle el punto a este nuevo trabajo de Tim Burton.
Esta amalgama creativa de los dos libros que Carroll escribió sobre la niña aventurera (Alicia en el pais de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí) me deja bastante frío... y lo que es peor no me gusta ver con armadura y espada a este personaje de la literatura universal.
Empiezo a pensar en la asombrosa capacidad de banalización que nuestra cultura tiene consigo misma. Y tengo que confesar que me he revuelto como uno de mis gatos en la opiácea comodidad de mi sofá cuando esta Alicia de Tim Burton me ha recordado a un personaje de "El señor de los Anillos" con su espejeante armadura.
Está claro... Todo vale, de algo hay que vivir y Tim Burton hace películas.
De todos modos, y para los que no son tan raritos como yo, tengo que decir que la película resulta entretenida. Amenaza con aburrir en algún momento, pero enseguida Burton se saca una nueva imagen de su chistera de mercader sombrerero nada loco para continuar entreteniéndonos. Pero, e insisto, no me gusta que Alicia se convierta en un mero y tópico relato de crecimiento personal, a la altura de la más infame de las películas para la televisión... Como tampoco me gustan los cubitos de hielo en un dry martini bien hecho y Lewis Carroll sabía hacerlos muy bien.
sábado, octubre 09, 2010
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