DAVID RUFFIN
My whole world ended...
viernes, diciembre 24, 2010
Había pasado el tiempo
y ya no quedaba nada,
había sucedido silencioso,
como si nada pasara,
oculto tras el cotidiano prender de los días,
disfrazado con el humear de las madrugadas,
en apariencia inofensivo, transparente,
agitando los visillos,
enredandose las copas de los árboles,
alimentando el incesante hambre de los relojes,
vaciando de palabras las bocas,
los huesos de carne
y de memoria las miradas.
y ya no quedaba nada,
había sucedido silencioso,
como si nada pasara,
oculto tras el cotidiano prender de los días,
disfrazado con el humear de las madrugadas,
en apariencia inofensivo, transparente,
agitando los visillos,
enredandose las copas de los árboles,
alimentando el incesante hambre de los relojes,
vaciando de palabras las bocas,
los huesos de carne
y de memoria las miradas.
jueves, diciembre 23, 2010
DESCARGAS
Es cierto lo que escribe Jesus Encinar en El Pais, que no se pueden poner puertas al campo. Las propias características de los soportes digitales en que se presentan los productos culturales en esta era digital favorecen su copia, su constante replicado de una forma incontrolada y en un mundo de consumidores consumidos en una intrincada selva de incesantes estímulos es inevitable que se busquen los atajos, que se cruce la línea que separa lo legal de lo ilegal.
La tentación está ahí y las propias características de los soporten la favorecen.
Y si existen las webs de descargas es porque hay una demanda, una realidad paralela emergente que la industria del ocio no podrá reprimir basándose en el planteamiento simplista de disfrutar todas las ventajas y tratar de evitar todos los inconvenientes que ofrece una determinada tecnología, inconvenientes cuyo calado va más allá de lo legal y se sitúa en el ámbito sociológico de generación de una nueva realidad a la que el derechod ebe adaptarse.
Y estaría bien medir la cantidad de estímulos, de llamadas al consumo que un consumidor de ocio cultural recibe al día por parte de una industria o industrias que sólo ha o han buscado el cortoplacismo, evitando en todo momento prever o invertir en nuevos modelos de negocio, innovando nuevos canales, nuevas posibilidades y nuevos productos. Han preferido esconderse detrás de los autores, victimas/tontos útiles y detrás de una labor legisladora de trazo grueso de la que la fracasada Ley Sinde es el último hito.
Y no es cierto que no existan alternativas.
La industria de la música, obligada por lo inevitable de las circunstancias que sugiero, se está reinventando, adaptándose a la nueva realidad de los nuevos consumidores, de los nuevos formatos y será cuestión de tiempo, las cosas terminarán volviendo a un cauce razonable.
Seguirá existiendo la inevitable piratería, pero los modelos de negocio serán viables.
El resto de industrias del ocio tienen ejemplos más constructivos que la mera legislación contra la carne que, como todos sabemos bien, es débil; aspecto que los consumidores de ocio también, yo el primero, deberíamos hacernos mirar.
Porque el consumidor no solo tiene derechos. También tiene deberes. Y se me antoja que uno de ellos ha de ser la obligación de retribuir de alguna manera a los autores con cuyas creaciones disfruta para hacer posible que siga produciendo más.
Al Cesar lo que es del Cesar y al autor lo que es del autor
HECHIZO EN LA RUTA MAYA
A veces las historias, como las personas, necesitan suerte.
Para su desgracia no siempre encuentran quién las comprenda de una manera clara y completa o, habiéndolas entendido, tenga el suficiente talento como para trasladarlas al gran o pequeño público. Y éste es, a mi entender, el principal problema que tiene "Hechizo en la ruta maya": los encargados de desarrollarla en guión y trasladarla a la gran pantalla no han sido capaces de hacerlo con la suficiente y necesaria brillantez.
Basada en un relato de James Hadley Chase, "Hechizo en la ruta maya" es una historia complicada pese a su aparente sencillez. A medio camino entre lo fantástico, lo poético, la aventura y la comedia romántica puede resultar complicado encontrar el tono narrativo adecuado, qué tomar y qué dejar en cada momento, en qué proporción presentarlo buscando evitar transiciones bruscas entre lo que es real y lo que es fantástico, lo que es poético y lo que es romántico. Y de todo punto los encargados de realizar tan complicado trabajo no han dado con la tecla correcta convirtiendo la película en un complicado edificio de naipes que a duras penas se sostiene.
Magia y realidad, poesía y romanticismo no mezclan en "Hechizo en la ruta maya". Suceden superpuestos en diferentes capas dentro de las imágenes que se nos muestran, aislados, sin dialogar entre sí. Y es una pena porque, a pesar de todo, quién les escribe intuye una historia llena de posibilidades miserablemente desaprovechada por un planteamiento excesivamente rutinario y mecánico, incapaz de reservar al corazón mágico y poético que la historia tiene un lugar central, a la altura de sus posibilidades y necesidades.
La historia de Myra (una Bridget Fonda tan sosa como siempre), una ayudante de mago a punto de casarse con un senador norteamericano, y su viaje, iniciado con una promesa realizada a su mágico mentor, que será un viaje al interior de ella misma con ayuda de una shaman de la selva guatemalteca, se pierde lastimosamente en una anodina tierra de nadie.
Si Buñuel hubiese querido hacer una película de aventuras, éste habría sido un perfecto guión para él.
Malograda.
THE CHIEFTAINS + LIAM NEESON + LOS CENZONTLES
March to Battle (Across the Rio Grande)...
"We are the San Patricios a brave and gallant band
There'll be no white flag flyin'within this green command.
We are the San Patricios we have but one demand
to see the yankees safely home across the Rio Grande...
We've disappeared from history like footprints in the sand
But our song is in the tumbleweeds and our love is in this land
But if in the desert moonlight you see a ghostly band
We are the men who died for freedom across the Rio Grande"
Los soldados irlandeses que lucharon por Méjico
March to Battle (Across the Rio Grande)...
"We are the San Patricios a brave and gallant band
There'll be no white flag flyin'within this green command.
We are the San Patricios we have but one demand
to see the yankees safely home across the Rio Grande...
We've disappeared from history like footprints in the sand
But our song is in the tumbleweeds and our love is in this land
But if in the desert moonlight you see a ghostly band
We are the men who died for freedom across the Rio Grande"
Los soldados irlandeses que lucharon por Méjico
miércoles, diciembre 22, 2010
martes, diciembre 21, 2010
Rodeados por el amanecer,
sorprendidos por su luz mansa
en el final de una turbia madeja,
vaso a vaso, palabra a palabra,
por fin desentrañada.
Con los labios vacíos
y todo ese silencio que les abrasa
apostado a ese brillante despunte
que se esconde asustado
tras un esfuerzo final de mirada franca.
Tan desconfiados como siempre
que la vida alisa, aclara,
parece desdecirse de su habitual palabra áspera
pero, a la vez, tan decididos
como les permite ese discreto hábito de soledad
que, sin quererlo, han acabado vistiendo.
Presintiendo que la salvación aguarda
en el final de uno cualquiera
de aquellos pequeños acuerdos
para quebrarles la distancia
y, traspasándoles la espesada piel,
reventarles las ceñidas costuras del alma.
sorprendidos por su luz mansa
en el final de una turbia madeja,
vaso a vaso, palabra a palabra,
por fin desentrañada.
Con los labios vacíos
y todo ese silencio que les abrasa
apostado a ese brillante despunte
que se esconde asustado
tras un esfuerzo final de mirada franca.
Tan desconfiados como siempre
que la vida alisa, aclara,
parece desdecirse de su habitual palabra áspera
pero, a la vez, tan decididos
como les permite ese discreto hábito de soledad
que, sin quererlo, han acabado vistiendo.
Presintiendo que la salvación aguarda
en el final de uno cualquiera
de aquellos pequeños acuerdos
para quebrarles la distancia
y, traspasándoles la espesada piel,
reventarles las ceñidas costuras del alma.
SUMMER WARS
"Summer wars" es una simpática historia de ciencia ficción situada en un mundo futuro gobernado de forma virtual, mediante una red social llamada Oz.
Dentro de un planteamiento narrativo bastante convencional, el principal atractivo de la película está en el modo tan brillante en que se presenta ese mundo virtual. La manera en que se da entidad física al interior de esa red justifica por sí sola la visión de la película.
Oz es un mundo abigarrado, brillante, naif, en constante cambio, lleno de color... Toda una experiencia para la vista como consecuencia de un trabajo genial de presentación de la información que da mil vueltas a los planteamientos de películas como Tron.
Merece la pena darse un paseo por Oz, aunque sea dentro de una historia un tanto esquemática y casi siempre previsible de buenos y malos en la que la tradición y los vínculos de sangre serán claves para su resolución.
Muy interesante.
domingo, diciembre 19, 2010
BALADA TRISTE DE TROMPETA
Siempre tengo el mismo problema con el cine de Alex de la Iglesia... En todas sus películas siempre hay un momento en que me distancio, en que dejo de tomármelas en serio.
En todas sus películas hay un momento en que la historia se vuelve loca, se precipita cuesta abajo en una narración como de dibujos animados en las que las acciones y situaciones se justifican por si mismas, se yuxtaponen sin demasiado sentido acumulándose en busca de un final casi siempre demasiado previsible.
Las secuencias se convierten en pantallas de juego de ordenador a las que los protagonistas acceden porque sí mientras se persiguen los unos a los otros, porque tienen que avanzar. Y el único hilo narrativo que sostiene la historia es la propia oposición entre los personajes, siempre destructiva y antagónica.
Como el maestro Hitchcock pero sin tener su talento, Alex de la Iglesia busca generar verosimilitud sumiendo al espectador en una montaña rusa de humor y violencia, costumbrismo e intertextualidad. Su propuesta es inmediata y pulsional centrando todo su interés en la presentación de una descomposición, de un viaje solo de ida hacia la destrucción y la bestialidad de unos seres humanos casi siempre enfrentados a la imposibilidad de conseguir algo que por definición es escaso y que se llama objeto del deseo.
Y da la impresión de que Alex de la Iglesia es incapaz de relatarlo de una forma ordenada. Sus películas siempre tienen momentos brillantes, ideas geniales que siempre me resultan la punta del iceberg de una inexistente obra maestra y en "Balada triste de trompeta" no faltan las ideas brillantes, los hilarantes momentos costumbristas, las imágenes sugerentes, los hallazgos potentes, pero nunca terminan de sumar, de combinarse precisamente por la falta de una coherencia narrativa, de una estructuración dramática... como si la historia hubiese sido escrita de una sentada y luego no hubiera vuelto a ser leída.
Y es una lástima porque "Balada triste de trompeta" promete mucho más de lo que da, en unos espectaculares títulos de inicio, lo mejor de la película para mi gusto, que sugieren la posibilidad de una especie de auto sacramental goyesco con el circo y la historia reciente de nuestro país como escenario.
Con algún buen momento, pero en general decepcionante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)