domingo, julio 17, 2011

LOQUILLO Y LOS TROGLODITAS

El rompeolas...



Se cumplen 75 años del golpe de estado del 18 de Julio de 1936... Y este acontecimiento viene perfecto para seguir haciendo política sobre el tema escribiendo el mismo artículo de casi todos los años.
Creo que a estas alturas de la película, casi todo el mundo sabe que aquello no estuvo bien... No hago otra cosa que leer artículos que me lo vuelven a recordar, pero me siguen faltando algún artículo que intente lo difícil, un trabajo arqueológico sobre las causas del golpe que vaya más allá de esta narración de malos y buenos que, desde ambas sensibilidades ideológicas, todavía sigue siendo la historia de la II República y de la Guerra Civil.
Nuestra visión de esa época histórica todavía está secuestrada en gran medida por la política.
A falta de mundos perfectos en los que seguramente este país no existiría, una combinación de la idea que los historiadores de la derecha tienen de la República con la visión que los historiadores de izquierda tienen del golpe de estado podría funcionar como versión transitoria y de consenso.

BROOKLYN'S FINEST

Diez años después el director Antoine Fuqua regresa a territorios que le son conocidos y en los que el realizador norteamericano parece encontrarse como en casa.

"Brooklyn's finest" es una historia parecida a "Training day", uno de los mayores éxitos del director norteamericano. Ambas son historias de policías que cumpliendo con su trabajo viven diariamente en la frontera que separa el bien -que ellos en teoría representan- del mal -que parece estar en todas partes y resultar más invencible de lo esperado-. Alguno de esos policías cruza esporádicamente esa línea, bien por virtud, bien por necesidad y la mayor parte regresa, pero siempre hay algunos que se quedan como el policía que interpretaba Denzel Washington en "Training day".

En "Brooklyn's finest" se entrelazan tres historias: la de un detective de homicidios (interpretado por Ethan Hawke) necesitado de dinero, la de un patrullero (interpretado por Richard Gere) a punto de jubilarse y desgastado por 22 años de vida en esa frontera y la de un policía infiltrado (interpretado por Don Cheadle) deseando escapar del papel que representa. Y en todas ellas brilla tentadora una posibilidad de escape de una pegajosa red de intereses creados y también la necesidad de alcanzar esa liberación mediante un sacrificio que implica una toma de posición ética ante una realidad que nada entiende de esa ética.

"Brooklyn's finest" es una drama intenso y vigoroso, que podría haber firmado el mejor Sidney Lumet, en el que la toma de cualquier decisión implica para los personajes protagonistas el perderse o encontrarse en la jungla de asfalto.

Brillante.

sábado, julio 16, 2011

"La revolución keynesiana contra el laissez-faire le estaba saliendo muy cara al sector privado. Lo que hacía falta para recuperar el terreno perdido era claramente una contrarrevolución contra el keynesianismo, un retorno a una forma de capitalismo que tuviera incluso menos trabas que el capitalismo de antes de la Depresión. No era una cruzada que pudiera liderar el propio Wall Street, no en aquel clima. Si Walter Wriston, gerente de Citibank e íntimo amigo de Friedman, se hubiera atrevido a decir que el salario mínimo y los impuestos a las empresas deberían abolirse, le hubieran acusado al instante de ser un explotador. Y ahí es donde entró en juego la Escuela de Chicago. Pronto quedó claro que cuando Friedman, que era un matemático brillante y un hábil orador, afirmaba exactamente esas mismas cosas, éstas adquirían un cariz muy distinto. Puede que se rechazaran como equivocadas, pero quedaban imbuidas de un aura de imparcialidad científica. El efecto enormemente beneficioso de hacer que las posiciones de las empresas fueran presentadas en boca de instituciones académicas o cuasi académicas hizo que llovieran donaciones sobre la Escuela de Chicago pero además, en muy poco tiempo, dio a luz a una red global de think tanks de derechas que darían cobijo a los soldados de a pie de la contrarrevolución en todo el mundo."
(La doctrina del shock, Naomi Klein)
"Este fin era la gloria de Dios; ¿pero no era Dios, en cierto sentido, una expresión distante del hombre, percibida en la angustia de la intimidad?"
(La parte maldita, Georges Bataille)
FUGA


BROKEN FLOWERS

En la misma mañana en que su novia le deja, Don Johnston recibe una misteriosa carta rosa en la que una antigua relación le informa que tiene un hijo mayor edad. Winston, su vecino toma mucho más interés por la noticia que él y le programa un viaje en el que Johnston visitará a todas sus antiguas relaciones en busca de conocer quién de ellas es la madre de su hijo.

"Broken flowers" es la historia de ese viaje, un viaje que Johnston no parece estar muy convencido de hacer y que quizá haga porque en su ya solitaria vida no tiene nada mejor en que ocupar el tiempo.

La expresión de Johnston magnificamente cincelada por el estupendo Bill Murray dibuja un aburrido vacío que el transcurrir de la película no hace otra cosa que confirmar.

De todo modo, "Broken flowers" es un viaje que se inicia en la desangelada expresión de su protagonista y que termina también en esa misma y exacta expresión. Durante ese trayecto el espectador tiene la oportunidad de espiar el melancólico desastre solitario que la sustenta, un desastre que es el propio presente de Johnston y para hacerlo aun mas dramático -y en las propias palabras- lo único y verdadero con que las personas cuentan.

Melancólica y agria, aunque revestida de ese humor inteligente y sutil que tanto ayuda a hacer mas digerible el fondo dramático que respira en todas las historias que filma su director, Jim Jarmush, "Broken Flowers" es una crónica de esa nada que a veces nos salta sobre la cama por las mañanas con maneras de gato de uñas afiladas.

Y siempre suele llegar para quedarse.

Brillante.



Y además el sonido tan personal de Mulatu Askatke, el padre del Ethio-jazz...

Me gustaría saber cómo ha encontrado las arcas municipales un alcalde popular que reemplaza en el cargo a otro alcalde popular.
Me gustaría saber cómo ha encontrado las arcas un alcalde popular que repite.
Sólo conocemos casos de populares que reemplazan a socialistas.

¿Cómo está la deuda de la Comunidad Valenciana? ¿Y la de la alcaldía de Madrid?
¿No hay auditorias hechas públicas de municipios y comunidades autónomas propias?

Lo único que parece claro es que no les basta con arrasar a los socialistas en las municipales y autonómicas.
Tampoco les basta con tener casi ganadas las próximas elecciones.
Quieren más... pero sin arriesgarse, sin mociones de censura ni nada. Es mucho mejor volver contra el contrincante político una situación general de la que, estoy seguro, ningún partido saldría indemne si se hiciese un objetivo peritaje de cuentas.

No hay mucho de ese sentido de estado y de administración en este peregrinar plañidero de alcaldes y presidentes en los medios afines... y no precisamente por lo que se dice, que por si mismo es lamentable y debiera ser penalmente perseguido, sino por lo que se calla.
THE KILLING


Como toda serie que se precie, que quiera prolongar su existencia en una segunda temporada, "The killing" termina en alto, como una buena etapa del Tour, en un final que parece inevitable pero que al mismo tiempo sabemos que será abierto, que algo sucederá en el comienzo de esa nueva temporada... y allí estaremos para verlo.

En la mejor tradición del cine negro, "The killing" se expresa dentro del mecanismo poético de la metonimia.

La metonimia básicamente consiste en designar una cosa con el nombre de otra y a lo largo de sus trece capítulos la serie utiliza el nombre del asesinato de la adolescente Rosie Larsen para mostrarnos las cloacas políticas de la ciudad de Seattle, pero también las cloacas de un entorno familiar -el de la familia de Rosie- que no es tan paradisiaco como parece. Y todo dentro de una investigación criminal magnificamente dosificada, que ha ido creciendo capitulo a capitulo en un crescendo de emoción y complejidad.

Lo increíble además es que el final consigue resultar sorprendente.

En el último capitulo no sólo hay un giro argumental sorprendiendo al espectador que ya había ido atando los cabos a su manera... sino dos, el uno sobre el otro sucediendo inesperados y, lo que es más importante, verosimiles con la sucia trastienda de los intereses creados como fondo.

"The killing" no está desde luego en mi top de series favoritas, pero seguro que viene inmediatamente después.

Descansando sobre estilemas tradicionales en el género negro tiene la virtud de plantear un estimulante escenario de intereses y secretos que componen un intrincado ovillo ante el que los dos policías protagonistas, magnificamente interpretados por Meirelle Enos y Joel Kinnaman, no pueden hacer otras cosa que buscar el hilo desde el que tirar en busca del asesino de Rosie Larsen.

La investigación continuará.

Muy recomendable.

"La vicesecretaria general de Organización y Electoral del PP, Ana Mato, ha asegurado que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, es "una persona honrada" por lo que la formación "confía en él, como también han confiado los valencianos que lo han votado mayoritamente", ya que ha realizado "una magnífica labor en Valencia"."
(Leer más)

¿Qué tendrá que ver?
Por un lado, hasta las buenas personas cometen errores y si son importantes deben pagar por ello y, por otro, el que tenga el apoyo del electorado no le exime de ser declarado culpable e inocente... un planteamiento, por cierto, bastante en la onda de la tradición plebiscitaria y callejera de la izquierda.
Prietas las filas que el enemigo es astuto y jamás descansa.

Otra prueba más de que el Partido Popular es más de lo mismo. Su tipología de discurso en defensa de los suyos cuando se ven amenazados por acusaciones de corrupción son del mismo tipo que los socialistas.
No van desde luego a gobernar por novedad en los valores propios.
Pero desde luego es cierto que ya le toca.
Sólo eso.
Ningún valor añadido.
Nada más.
Simplemente les toca.
INOLVIDABLE

Ocho y medio...

JERRY FISH AND THE MUDBUG CLUB

Upside down...


NINE


"Nine" es la traslación al musical de "8 y 1/2", el clásico de Federico Fellini.

El Guido Anselmi de la película de Fellini cambia de apellido y de cara. El rostro de Marcello Mastroianni deja su lugar al rostro de un Daniel Day Lewis cuyo personaje se apellida Contini. Por lo demás, las dos películas, y aunque comparten la historia de un creador sometido al acoso y derribo de sus demonios en un complicado momento de vacío creativo, no se parecen en nada... Algo así como si Ana Rosa Quintana reescribiera "Los detectives salvajes" de Roberto Bolaño.

Fellini era Fellini por algo, entre otras cosas por su capacidad para levantar historias que siempre eran algo más que aquello que se contaba... Y careciendo de ese ánima, "Nine" resulta aburrida y larga. Este Contini, pese a los brillantes esfuerzos de Day-Lewis por parecer italiano, no pasa de ser un mujeriego caprichoso y egoista... algo que también era Anselmi, pero además el talento de Fellini consigue hacerlo trascender hasta despertar complicidades y ternuras insospechadas en el espectador.

Por lo demás la película es una de esas producciones de factura impecable en la que sólo falla lo más importante.

No se puede tener todo.

Aceptable.


KILL THE IRISHMAN

Basada por lo visto en hechos reales, "Kill the irishman" nos cuenta la historia de Danny Green, un gangster irlandés de los bajos fondos de Cleveland, que en la década de los setentas del siglo pasado protagonizó un largo enfrentamiento con la mafia italiana por el control de la ciudad. Green llegó a hacerse famoso por el número de intentos fallidos de asesinato que acumuló, incluyendo la voladura de su casa con dinamita y con él durmiendo en su interior.

Claramente deudora del talento de Scorsese para narrar este tipo de historias, "Kill the irishman" únicamente consigue llegar a ser entretenida en el mejor de sus momentos.

El acercamiento a una historia y a un personaje que sin duda tienen su interés resulta demasiado plano, demasiado superficial y fácil, apelando a lugares comunes en los que el cine de Scorsese ya ha estado y pareciendo conformarse con conseguir emularlos, con un carácter de copia que en absoluto beneficia a "Kill the irishman", película que termina pasando y siendo olvidada aun teniendo en su interior los elementos necesarios para construir un material que genere las necesarias resonancias que toda película ambiciosa, que no se conforme con ser un mero producto, debe suscitar en la mirada del espectador.

Jonathan Hensleigh, autor y guionista, comete el mayor de los pecados que un autor puede cometer: desaprovechar un buen material.

Lo mismo puede decirse de su protagonista, Ray Stevenson. Su lectura de Green resulta demasiado tímida, sin el necesario carisma que el personaje seguramente requiere. Stivenson no consigue transmitir a través de su personaje ninguna emoción física de violencia o peligro, en absoluto representa el macho alfa que Green debió ser, limitándose a llevar camisetas de tirantes, situarse en su marca y recitar las correspondientes líneas del guión.

No hay ninguna fisicidad telúrica en él. Cuando Stivenson entra en escena las cortinas que hay a su espalda o la lámpara de la mesa que tiene a su lado tienen mucho más atractivo que su desvaída presencia. No hablemos cuando se junta en un mismo plano con profesionales como Christopher Walken o Vincent D'onofrio... Joe Pesci, teñido de pelirrojo, habría resultado mucho más magnético y creíble que él.

Pasable.

SAFARI CALLEJERO

Apoteosis del singular...

viernes, julio 15, 2011

TORU TAKEMITSU

A flock descends into the pentagonal garden


INOLVIDABLE

Ran....



Dos talentos narrativos: el visual de Akira Kurosawa y el musical de Toru Takemitsu.

jueves, julio 14, 2011

TRAILERS

Lo nuevo de John Sayles... Amigo

Entrando en una tormenta de arena en Arizona...


BLACKTHORN

Durante buena parte de su metraje, "Blackthorn" es una película sencillamente pasmosa... Personajes, situaciones, paisajes, diálogos...

"Blackthorn" recupera con talento y amor esa posibilidad que tiene el cine de hablar del tiempo y el espacio con la suficiente poesía como para que el corazón enmudezca. Y  hablo de un cine puro, esencial basado en rostros y en palabras, en el que la acción solo sucede como inevitable mecanismo de resolución de conflictos trágicos basados en el antagonismo insoslayable entre irreconciliables puntos de vista.

Y en este sentido "Blackthorn" es un original que nada tiene de copia... y se nota.

Lástima que, como los protagonistas, la película se desmaye justo después de abandonar las memorables secuencias del desierto salado en un intrincado caleidoscopio de coincidencias que sólo el maestro Hitchcock podía hacer creíbles, coincidencias que introducen innecesariamente líneas narrativas que engordan la límpida y clara proporcionalidad de una hasta el momento hermosa figura narrativa.

Luego la historia remonta hasta un hermoso final abierto de esos que se llevan la mirada consigo, pero el que les escribe tiene que confesar que le queda todavía bronca por haberse quedado a sólo quince minutos de ver una obra maestra total y absoluta.

No obstante, "Blackthorn" es una película extraordinaria presidida en todo momento por la presencia magnética de ese genio beatnik y outsider llamado Sam Shepard que, como actor, y cuando se le da la oportunidad, tiene el talento de mostrar vida y realidad en cada gesto que hace y cada palabra que pronuncia.

Brillante.