domingo, marzo 04, 2012

JOE HENRY

I will write my book...




EL CAZADOR


Dirigida en 1978 por el "maldito" Michael Cimino y con la guerra de Vietnam como fondo, "El cazador" es por encima de todo es un memorable relato sobre la pérdida.

Aunque buena parte del peso de la historia recae sobre Michael (Robert de Niro), el cazador de ciervos que da título a la película el relato es fundamentalmente coral. Se centra sobre un grupo de personajes pertenecientes a una comunidad de origen ruso que vive en una localidad industrial del estado de Pensylvannia.

Lo que la película muestra es algo tan sencillo como un antes y un después, dos situaciones mediadas por la guerra del Vietnam como agente desencadenante de un cambio que para todos y cada uno de los personajes que protagonizan la historia se traduce en una pérdida.

La película se estructura en tres partes.

En la primera, no siempre bien entendida en su momento, la película nos describe un momento de la vida de esos personajes, su cotidianidad girando alrededor de la boda de uno de ellos y la inminente marcha de aquel y dos amigos más como voluntarios a la guerra del Vietnam.

En esta parte se hace un completo y detallado retrato de todos y cada uno de los personajes: carácter, deseos, fracasos, filias, fobias... En definitiva, el panorama que la guerra del Vietnam alterará, introduciendo un efecto distorsionante sobre la vida encarrilada y justificada que todos y cada uno de ellos vivían.

Porque todos los personajes acusan el impacto de la guerra, un impacto que se materializa en la imposibilidad de disparar a la presa que el regresado cazador experimenta y que no necesariamente tiene que ver con la evidente muerte de amigos queridos, sino con algo más profundo que tiene que ver esencialmente con la pérdida de una inocencia.

La misma inocencia que seguramente les llevó a alistarse como voluntarios desde la simplicidad de un estilo de vida ordenado en el que todo sentido tenía su lugar y su momento, una inocencia que les lleva a experimentar en sus propias carnes la desarmante complejidad del horror materializada en la bestialidad absurda del juego de la ruleta rusa.

"El cazador" es una obra maestra.



viernes, marzo 02, 2012

JOE HENRY

Wave...




miércoles, febrero 29, 2012

LUZ ESCONDIDA


Me gusta esta frase que rescato de un foro donde las opiniones a favor y en contra de lo que sucede en Barcelona se enzarzan:

"Todos quieren seguir con la fiesta, y es imposible, ya no queda nada para repartir"

Y es verdad, pero es una verdad a medias.

Es cierto que no hay dinero, pero no se dice por qué no hay. Las respuestas son tácticas y tecnocráticas: No hay... porque no hay.
Y no se ponen las respuestas en el tiempo: ¿Por qué antes había y ahora no? o ¿Si antes tampoco había por qué importaba tan poco que no hubiera?

¿Qué ha pasado para que de repente, ahora, no haya?
¿Qué ha pasado para que ahora, de repente importe que no haya?

Si se hace un análisis de contenido de las publicaciones políticas y económicas de antes de la crisis nos llevaremos una sorpresa.
Recordemos...
Las deudas no eran un problema.
Lo importante no es lo que se debe sino la capacidad para devolverlo.
Las economías eran fuertes y las expectativas eran de crecimiento.

Y la gente que se creyó todo aquello ahora de pronto es culpable de haber gastado por encima de sus posibilidades.
El absurdo de culpar al soldado Garment de la derrota de Waterloo.

Por supuesto que hay culpa... la culpa de no sobreponerse al mainstream mass media favorable al gasto sin responsabilidad, de no tener intuición ni la fuerza de voluntad para resistirse a los interminables cantos de sirena de la sociedad de consumo.

Y que levante la mano el que no haya echado a la cesta de la compra algo que realmente no necesite... pero, y lo que es más importante, qué es necesitar a estas alturas de la película de la sociedad opulenta.

En cualquier caso es jugar con ventaja el volver la pasiva en activa, culpar a la mujer violada por ir demasiado provocativa o pensar que la gente común, la que se ha comprado un coche sin poder pagarlo, tiene la culpa de todo esto.

Porque  hay más culpables.

Los auténticos

Aquellos cuyas acciones han hecho imposible que hubiera donde había o que dejase de importar que no hubiera.

Y la gente se queja... Faltaría más.

Y deberíamos felicitarnos porque lo autenticamente humano es quejarse.

Y esto, desde el principio, siempre ha sido una injusticia, un complot contra las vidas de la gente.

Y la gente se queja porque los realmente culpables no son señalados públicamente ni gravados de forma conveniente y satisfactoria por su conducta.

Todo lo contrario.

Porque quizá no habría tanta queja si a las personas se las tratase como seres humanos por sociedades que se tienen por sofisticadamente humanas y civilizadas en su organización cuando su estilo de vida se ve amenazado y puesto en entredicho, cuando las cosas se plantean como las lentejas.

Pero no, hay una falta evidente de justicia.

El discurso determinista y riguroso de las infraestructuras es así. El fuerte se impone al débil y es éste quién paga... si acaso sólo le queda el pataleo, y quizá un poco de suerte comprender que no es ese sujeto todopoderoso sobre el que se instaura el imaginario político de las sociedades occidentales.

A todas luces no lo es.

Si algo tiene esta crisis es precisamente eso, que saca a la luz las contradictorias costuras de este mundo encantado de conocerse en el que vivimos. En los bajos, siempre ha funcionado una plantación con sus capataces y sus amos.

Siempre ha habido clase cuando las cosas se ponen difíciles.

La historia no ha terminado.

No puede acabar en un mundo donde un tipo que tiene siete piscinas no se sienta culpable... sin entrar en que alguna vez las use o no.

martes, febrero 28, 2012

TORERO!

Carlos Velo fue uno de esos exiliados españoles de la Guerra Civil que terminaron haciendo su vida en Méjico.

Como las de tantos otros sus huellas quedaron definitivamente borradas de las tierras de España para aparecer al otro lado del océano. Y, en particular, las huellas de Carlos Velo en su tierra de adopción construyen la trayectoria de un hombre clave en el cine mejicano de la segunda mitas del siglo XX.

No conozco su obra, pero está escrito que "Torero!" es una de sus grandes obras y tras verla no tengo la menor duda al respecto.
Entre la ficción y el documental, "Torero!" nos cuenta la vida del torero mejicano Luis Procuna

Contada... más bien recordada por él mismo mientras se dirige en un coche a lo que será su regreso a las plazas tras años de retiro.

En ese tránsito por la memoria del torero llegando a la plaza, la película se desborda en una abundante riqueza de lecturas.

Por un lado, la crónica social de un olvidado que consigue salir adelante desde los escalones más bajos de la sociedad mejicana, merced a su esfuerzo y su gusto por los toros... "Más cornadas da el hambre" dice Procuna en un determinado momento.

Por otro, el fascinante retrato de la psicología del torero. Los toreros siempre me han parecido personajes complejos, constantemente midiéndose consigo mismos, con la bestialidad de la naturaleza encarnada en el toro, con la brutalidad de la sociedad encarnada en el público y contra el sinsentido de la vida manifestándose en la constante presencia del azar y la muerte.

En este sentido hay pocos toreros que no tengan algo que decir y que no merezcan ser escuchados. Son de los pocos que cruzan aquella línea de la que hablaba Hunter S. Thompson y que consiguen regresar... casi siempre.

Y Procuna, por supuesto, desde la reflexión psicológica de una voz en off que subraya casi todos los planos en que se despliega la película, ofrece una fascinante visión de la vida y de la muerte desde la naturalidad de quién ha tenido que trasegar con ambas desde el principio de su tiempo.

Pero también "Torero!" es un magnífico documental que recoge el espíritu de toda una época, el méjico miserable de las calles sin asfaltar donde intentaban sobrevivir esos olvidados de Buñuel, unos olvidados de los que Procuna sin duda debió formar parte.

Y hay más cosas... para los aficionados a los toros la oportunidad de ver imágenes de diestros históricos como Manolete o Carlos Arruza o el propio Procuna toreando en la Monumental y para los aficionados a las imágenes inolvidables las de los jovenes maletillas toreando toros bajo la luna.

Una película importante, a descubrir.
VERDE


"La fuente y la esencia de nuestra riqueza se encuentra en la radiación del sol, la cual dispensa energía —riqueza— sin contrapartida. El sol da sin recibir... La radiación solar tiene como efecto la superabundancia de la energía en la superficie del globo. Pero, en principio, la materia viva recibe esta energía y la acumula en los límites establecidos por el espacio al que puede acceder. A continuación, la irradia o dilapida, pero antes de dedicar una parte apreciable de la energía acumulada a la radiación, la utiliza al máximo en el crecimiento. Sólo la imposibilidad de continuar el crecimiento da paso a la dilapidación. El verdadero excedente no comienza más que después de que haya quedado limitado el crecimiento del individuo o del grupo...
En principio, el excedente de energía, si no puede servir para el crecimiento, se pierde. Pero bajo ningún concepto puede pasar por útil esta pérdida inevitable. No se trata más que de una pérdida agradable, preferible a otra desagradable. Se trata de sentimiento, nunca de utilidad."
(La parte maldita, Georges Bataille)

lunes, febrero 27, 2012

EL CHICO DE LA BICICLETA

La última película de los hermanos Dardenne es una hermosa crónica sobre la vulnerabilidad.

El chico de la bicicleta que protagoniza la película se llama Cyril. La historia lo encuentra en una búsqueda frenética de un padre que lo ha abandonado en un asilo. Como enloquecido Cyril persigue la sombra de su padre por los lugares que su memoria recuerda como familiares, siendo a su vez perseguido por los cuidadores del asilo de donde parece haber escapado.

Casualmente el frenético camino de Cyril se cruzará con el de una peluquera llamada Samantha a quién la tragedia del niño cae encima en forma de un desesperado abrazo. El niño se abraza a ella para que los cuidadores no consigan llevárselo y ese gesto parece tener el poder de llegar a lo más hondo de su persona haciendo que poco a poco vaya implicándose en la vida del niño hasta el punto de convertirse en su cuidadora los fines de semana.

El cine de los hermanos Dardenne se construye en las afueras de la sociedad europea. Sus historias versan sobre los desheredados en la tierra de la herencia abundante, en las zonas oscuras de la sociedad del bienestar y casi siempre desde una perspectiva psicológica, emocional.

Los aspectos sociales, de carácter macro, que conducen a la marginación también se traducen en aspectos psicológicos centrados casi siempre en la soledad y en la necesidad de afecto y en este sentido Cyril es un ejemplo muy paradigmático.

Las consecuencias de su condición marginal tienen un efecto multiplicador merced a una insatisfecha e irreprimible necesidad de afecto que algunos personajes de su alrededor como el traficante adolescente intentarán utilizar en su propio beneficio.

Asi, "El niño de la bicicleta" nos cuenta también la historia de una encrucijada en la que la vida y sus tentaciones colocan al niño. A un lado aparecerá el buen camino simbolizado por la peluquera y por otro el malo expresado por el traficante otorgando a la película una cierta tonalidad de suspense e incertidumbre.

Será entonces cuando la vulnerabilidad de Cyril se convertirá en su peor consejero y su mejor enemigo.

Extraordinaria.

PERPENDICULARES

sábado, febrero 25, 2012

PUERTOMARTE





CRIMEN FERPECTO

Ahora no estoy tan seguro.

Quizá lo que considero un defecto de casi todas las películas de Alex de la Iglesia en realidad sea una virtud.

Siempre me había parecido que en todas sus películas había un punto de no retorno en el que el narrador parecía perder el control de los caballos de la historia y estos comenzaban a galopar sin control sobre la pantalla. El relato se tornaba fragmentario, caleidoscópico y un muchos casos terminaba convirtiéndose en una especie de distorsionado dibujo animado de Tom y Jerry.

Y quizá en todos las narraciones de Alex de la Iglesia emerge como esencial el tema de la imposibilidad de un orden, convirtiendo todas las historias en una crónica de la inevitable necesidad con el que el caos y la destrucción suceden cuando por medio hay seres demasiado humanos.

En el cine de Alex de la Iglesia las historias devienen a meros lugares donde se escenifica el enfrentamiento destructor entre deseos imposibles.

Las superficies que se presentan estables poco a poco empiezan a resquebrajarse, metafóricamente las letras efe y pé se intercambian para trastocar la solemnidad del sentido que vehicula la propia palabra, abriendo paso a las huestes cenobitas del delirio.

Los personajes y las situaciones se descomponen, pierden el color y la forma que se derraman como goterones dentro de un cuadro empapado, ante la irresistible emergencia de todo lo que es incontrolable.

No había visto "Crimen ferpecto" y es, con diferencia, la película que más me gusta de Alex de la Iglesia.

"Crimer ferpecto" es una sainete costumbrista, puro gore berlanguiano hiperrealista con unas gotas del mejor Hitchcock, en el que Rafael (un estupendo Willy Toledo) expresa la quinta esencia de ese anti-héroe planificador que, creo, protagoniza el cine de Alex de la Iglesia.

Rafael será un casposo triunfador de bolsillo, el perfecto Joseph K de un absurdo proceso que desencadena su propia ambición y que sucede en un entorno hiperrealista que con cada segundo que avanza se convierte en cada vez más aterrador.

Brillante.

jueves, febrero 23, 2012

Muy bueno...


"Que, en definitiva, se deba gastar sin miramientos (sin contrapartida)la energía que constituye la riqueza, que una serie de operaciones lucrativas,no tengan decididamente otro efecto que el vano despilfarro de sus beneficios, esto es lo que rehusan los espíritus habituados a ver en el desarrollo de las fuerzas productivas el fin ideal de la actividad. Afirmar que es necesario disipar en humo una parte importante de la energía producida es ir contra los criterios en los que se funda una economía razonable.... El movimiento general de exudación (de dilapidación) de la materia viviente lo anima y él no lo puede parar. Incluso hallándose en la cima, su soberanía del mundo vivo lo identifica con este movimiento, el cual lo lleva, de un modo privilegiado, a la operación gloriosa, al consumo inútil. Si él lo niega, como incesantemente le obliga la conciencia de necesidad, de indigencia inherente al ser separado (al que incesantemente le faltan recursos, que no es más que un eterno necesitado), su negación no cambia en absoluto el movimiento de la energía, la cual no puede acumularse sin limitaciones en las fuerzas productivas. Finalmente, la energía se nos tiene que escapar y perderse para nosotros como un río en el mar."
(La parte maldita, Georges Bataille)

miércoles, febrero 22, 2012

FUEGO














HUMO
Como jirones grises de humo exhalado
se desvanecen sus recuerdos.
La progresiva transparencia
de ese silencioso estar extático de nube por cielo
los vuelve aún más inciertos.
Y su esfuerzo imposible
empeñado en agarrar tan volátil inconsistencia,
en atrapar tan incierta y transitoria permanencia
en contra de su voluntad sorprendida
sólo sirve para incrementar la velocidad
de lo que parece ser un inevitable proceso de pérdida
mientras la tarde avanza hacia el ocaso
con su habitual indiferencia.

martes, febrero 21, 2012

"El carácter secundario de la producción y de la adquisición con respecto al gasto aparece de la forma más clara en las instituciones económicas primitivas debido a que el intercambio es todavía tratado como una pérdida suntuaria de los objetos cedidos. El intercambio se presenta así, en el fondo, como un proceso de gasto sobre el que se desarrolló un proceso de adquisición. La economía clásica creyó que el intercambio primitivo se producía bajo la forma de trueque, pues no tenía, en efecto, ninguna razón para suponer que un medio de adquisición como el intercambio hubiera podido tener como origen, no la necesidad de adquirir sino la necesidad contraria de destrucción y de pérdida. La concepción tradicional de los orígenes de la economía no ha sido arruinada más que en fecha reciente, incluso muy reciente, por lo que un gran número de economistas sigue considerando arbitrariamente el trueque como el ancestro del comercio."
(La noción de gasto, Georges Bataille)
THE ARTIST


Es una idea inteligente la que, creo, inspira “The Artist”, una idea que además está llena de emocionante justicia poética.

Y las ideas que se pueden amar me tienen siempre incondicionalmente de su parte.

Con brillantez y talento, “The artist” simula el imposible de trasladar el punto de vista del cine mudo en el mismo momento en que se imponía el cine sonoro, relegando al olvido a toda una manera de expresar las historias que se transfiguraban sobre el blanco de la pantalla.

Y en este sentido el George Valentin de Jean Dujardin, que con talento compone una acertada mezcolanza de Douglas Fairbanks y John Gilbert (dos de las grandes estrellas cuya luz se apagó con el sonido), se convierte en el particular Leónidas de esta batalla de las Termópilas.

Sobre esta base “The artista” se desenvuelve con acierto en las procelosas aguas del simulacro, de la precisa repetición lo ya existente, unas aguas donde prejuiciosamente suponía que la película iba a ahogarse mostrando un vacío espectáculo de perfecta mímesis de una película  muda, un mero ejercicio de virtuosismo técnico como el que haría un guitarrista japonés con el flamenco.

Mi mente ya tenía preparada la plantilla del cine sin alma, pero nada más alejado a la realidad de una historia que llegando al extremo del simulacro consigue el imposible enlazar con el otro lado del continuo, ese lado difícil de alcanzar donde se encuentra el preciado tesoro para cualquier narrador de la verdad y la autenticidad.

Porque hay mucha verdad en “The artist”.

Pequeñas verdades de siempre que mágicamente aparecen siempre cuando son convocadas desde la verdadera impostura que representa el cine como arte.

Verdades que tienen que ver con las inaplazables facturas del tiempo o la erótica secreta de los iguales de la que tan bien poetizaba Jaime Gil de Biedma perfectamente decantadas en una redonda estructura de melodrama que encierra las resonancias de decenas de películas inolvidables.

Extraordinaria.

FANGORIA

Eternamente inocente...




Pedazo de himno!
THE RIVER

Tiene buena pinta "The river".

Oren Peli, el creador y director de esa saga del susto domiciliario llamada "Paranormal Activity", cambia los confortables hogares del primer mundo norteamericano por la peligrosa incomodidad de las tierras salvajes amazónicas... pero manteniendo el mismo ambiente claustrofóbico y enrarecido.

Sin importar el entorno, Peli vuelve definir un nuevo espacio topológico en el que se mueven las criaturas amenazantes y los amenazados y en el que no parece importar nada más que el acecho y el correspondiente susto de rigor, algunos mejores y otros... pues no tan buenos. Pero, y en cualquier caso, se agradece el tránsito de las series de ficción televisiva por géneros no demasiado habituales como es en este caso el terror.

Y confieso que me apetece ver The river, acompañar a la expedición protagonista en busca del desaparecido doctor Emmet Cole por las impenetrables selvas amazónicas, un territorio que ya de por si no necesita de espíritus sedientos de sangre ni de fantasmas para resultar lo suficientemente misterioso y amenazante.

Veremos cómo avanza la serie... aunque los viajes río arriba por la selva suelen acabar en el delirio de la bestia humana contemplándose en el espejo que le ofrece la oscura foresta, sino que se lo pregunten al Marlow de "El corazón de las tinieblas" de Conrad.

Esperemos que sea un viaje río arriba como ese Dios que no existe manda.

Yo me apunto.