martes, mayo 15, 2012

DARK SHADOWS

Por encima de todo, "Dark Shadows" es una película desigual que cuenta con algún momento bueno y algunos no tan buenos que suceden en esa atmósfera gótica "non stop" ya propia del cine de Tim Burton y que parece saltar de película en película para convertirse en el persistente paisaje, marca de la casa, donde suceden las historias que el director norteamericano narra.

Basada en los personajes de una serie de televisión de la década de los sesentas del siglo pasado, una serie que no conozco, "Dark Shadows" cuenta la historia del vampiro Barnabas Collins cuya vida se ve destrozada por una bruja despechada que asesina a su amada, le condena a la vida eterna y no teniendo bastante le entierra para los restos en un ataúd de hierro... como para disgustar a una bruja.

Doscientos años mas tarde Barnabas es encontrado y liberado en los Estados Unidos de los sesentas. Allí encontrará a lo que queda de su familia que también padece la inagotable ira de la despechada bruja para quién esos doscientos años parecen no ser nada.

Como comento, "Dark Shadows" no figura -a mi entender- entre lo mejor de su director, Tim Burton.

A ratos resulta entretenida, moviéndose siempre dentro de lo previsible y con un cierto aire de imposible gótico "vaudeville" que podría haber dado más de si en sus idas y venidas entre lo normal y lo paranormal optando más claramente por la comedia a tumba abierta y renunciando a un hasta cierto punto melodrama romántico que lastra el sentido de la narración con su antética y desesperada propuesta de vida o muerte.

"Dark Shadows" se queda entre dos aguas y -creo- esa falta de indentidad incapacita al relato para llegar de una manera más completa, compacta y homogénea al espectador. No mezclan bien los géneros como en otras películas de Burton como "Mars Attacks".

Pero no nos pongamos estupendos... "Dark Shadows" es un producto lo suficientemente competente como para resultar entretenido.




SOL Y SOMBRA


RED TAILS

Literalmente "Red Tails" es una película de corte clásico dentro del cine bélico, una hazaña bélica contada tal y como podrían hacerlo Allan Dwan o William A. Wellman, pero con los medios técnicos de hoy en día.

Intuyo que tras este proyecto se encuentra ese deseo de George Lucas: producir copias de originales del cine de la época clásica de los estudios con todas las ventajas tecnológicas y de técnica cinematográfica digital que proporciona el siglo XXI, vehiculizando al mismo tiempo un modo de ser y de pensar la vida diferente

"Red tails" huele a eso, a calculada mixtura entre el blanco y negro y el color, entre un viejo y un nuevo modo de hacer y pensar las cosas, y aunque la película falla en la historia, un aspecto siempre esencial, que era un fuerte del cine clásico, consigue a duras penas su objetivo de entretener con sus espectaculares imágenes de combates aéreos, un prodigio de combinación de imagen física con con imagen digital.

Porque cuando la película baja del cielo pierde fuerza e interés.

Falla la historia, cuyo argumento está basado por lo visto en hechos reales. Los personajes y sus motivaciones son demasiado leves, carecen de la fuerza necesaria como para habitar con personalidad la gran pantalla blanca, pareciendo toda las situaciones un mero y endeble trámite, que apenas sirve de transición para enlazar las batallas aéreas unas con otras.

"Red Tails" padece esa enfermedad tan común del cine comercial que es la falta de historia, pero aun así consigue proyectar una estimulante fachada de acción y efectos especiales que mantienen la atención del espectador el tiempo justo que dura la película.

Hay copias buenas y malas y desde luego "Red Tails" no es una buena copia.

Entretenida... en el aire.

lunes, mayo 14, 2012

El discurso político es otra burbuja.
A estas alturas de la película lo que este país no necesita son dos bandos poniendo la carga de la prueba el uno sobre el otro con la esperanza de dialecticamente, e incluso realmente, salir eximidos de la responsabilidad de los hechos.
Los dos partidos han gobernado durante la burbuja inmobiliaria... y punto.
Y es lamentable una vez más las respuestas y los discursos que nuestros políticos están manejando pareciendo que su único talento es cargar las responsabilidades siempre sobre otros.
Falta una autocrítica, absolutamente limitada por el miedo de nuestros lamentables políticos (y lo que es peor, periodistas) a perder el puesto de trabajo; prefiriendo la virtualidad de una pírrica victoria dialéctica más o menos respaldada por una realidad, viviendo amparados en el matiz cuando la visión general es de general hundimiento.
¿De qué sirven esas pequeñas victorias salvo para conseguir el silencio momentaneo del otro mientras los grandes problemas esperan ser resueltos?
Lamentable antes, lamentable ahora, lamentable siempre.
Y lo que es peor, para sacarnos de este atolladero este país necesita lideres y en el adn del auténtico líder jamás está el señalar a otros.
Sus discursos les delatan.
No sirven.
Toda esperanza puesta en ellos será vana.

domingo, mayo 13, 2012

Mola ser liberal...

"El aumento de los salarios de los administradores no se justifica por la creación de valor lograda para sus accionistas. En el periodo analizado (2007-2011) solo 11 empresas del Ibex fueron rentables para sus dueños, sumando a la evolución en Bolsa de los títulos los dividendos distribuidos."
(Una casta a prueba de crisis, El País)
ONCE UPON A TIME IN ANATOLIA

No es una película fácil de ver "Once upon a time in Anatolia".

Abundan las miradas, los paisajes, los silencios, los tiempos muertos, las pequeñas y grandes historias se cruzan, van y vienen sobre los minimales paisajes de la meseta de Anatolia y en este sentido el director, Nuri Bilge Ceylan, coloca la cámara lo suficientemente cerca como para capturarlas por unos instantes, antes de que marchen para confundirse entre el cielo y la tierra.

No es una película fácil de ver, pero es al mismo tiempo una película más que estimable, que termina por envolver al espectador en una magia visual que nos revela una sucesión de personajes enredados en sus propias y personales historias.

La historia se vertebra en torno a una situación argumental principal protagonizada por una comitiva judicial que conduce toda la noche que, por las tortuosas carreteras de Anatolia, sigue la palabra de un detenido con el objetivo de encontrar un cadáver.

La confusión del detenido sobre el lugar donde enterró el cadáver hará que la búsqueda se prolongue durante toda la noche haciendo posible que los personajes respiren, se expresen, con la naturalidad con que la lluvia cae del cielo y las manzanas caen de un árbol. Como si la prolongada hora bruja del camino, la oscura indefinición de la madrugada convirtiese el paisaje en una incitación para la verdad que casi siempre se esconde tras la ruidosa vida cotidiana.

Especialmente, para el procurador que, a partir del casual comentario de lo que parece una anécdota, mantendrá con el doctor un inexorable proceso de confesión que, con mucho, es la parte más brillante de esta película apareciendo y desapareciendo hasta un emocionante desenlace final en que sin que el procurador llegue a decir nada, tanto el doctor como el espectador intuyen una dolorosa verdad.

Y esta es la magia de "Once upon a time in Anatolia", la capacidad para la generación de una experiencia de verdad que tiene que ver con la levedad insoportable de la naturaleza humana, con los restos de su constante y diario naufragio, aquí y en Anatolia.

Obra maestra.



sábado, mayo 12, 2012

Un año después...


No tenemos "corralito", pero tenemos las "participaciones preferentes".
Más de 500.000 afectados y pocas portadas en los periódicos.
El error ha sido confiar en los bancos y por lo visto no hay que confiar.
Otro pensamiento propio de la descomposición intelectual en la que vivimos. Porque ninguna sociedad es posible sin la confianza o, por lo menos, si su escenificación.
BELLE & SEBASTIAN

Electronic renaissance...




Magnífico artículo publicado en The Guardian y que he encontrado a través de What a digital world..

 "But regardless of who cashes in on the excess demand – the touts or the hospital – the fast track system raises a more basic question: should patients be able to jump the queue for medical care simply because they can afford to pay extra? In airports, amusement parks and hospital waiting rooms, the ethic of the queue – "first come, first served" – is being displaced by the ethic of the market – "you get what you pay for... Why worry that we are moving towards a society in which everything is up for sale? For two reasons: one is about inequality; the other is about corruption. In a society where everything is for sale, life is harder for those of modest means. The more money can buy, the more affluence (or the lack of it) matters. But also, putting a price on the good things in life can corrupt them. Paying children to read books might get them to read more, but it might also teach them to regard reading as a chore rather than a source of intrinsic satisfaction. Sometimes, market values crowd out nonmarket values worth caring about."
(Too rich to queue? Why markets and morals don't fit, Michale Sandel. The Guardian)

Hay cosas que el dinero no puede comprar y cada vez hay más gente que no lo entiende...
Amen...

"Uno no entiende esta manía de la autoridad de obstaculizar las manifestaciones espontáneas de alegría y las celebraciones naturales. Uno, además, empieza a aborrecer estas celebraciones programadas con itinerario, speaker, pasarela, horario de imposición de bufanda, partitura y desfile de autoridades militares y eclesiásticas. Que el fútbol es cada vez más negocio y menos de la gente es obvio. Que en los estadios haya más ejecutivos y agentes que aficionados propiamente dichos es vergonzoso. Que ya hasta en la calle programen cuándo y dónde uno puede uno alegrarse so pena de recibir un porrazo en el cráneo, es ya lo último."
(Días que nunca olvidaremos, El Rojo y el Blanco)
FANTASMAS DE PASADOS VERANOS



Magnífico Enric González... como siempre...

"Decir esto es de muy mal gusto, pero como los medios de comunicación convencionales no pueden permitírselo (porque también están endeudados hasta las cejas), se dice aquí: el desastre ya ha empezado. Quien tenga afición por los momentos históricos ha de permanecer atento, porque disfrutará como un enano.
Pronto estaremos donde Grecia. Más tarde estaremos donde estuvo Argentina hace 12 años, cuando la dolarización se fue al garete. Entretanto sobreviviremos, porque las hemos visto peores. Y luego saldremos adelante. Tranquilos: es sólo una mala temporada."
(El naufragio)
CHUCK E. WEISS

So Long

 
PERSPECTIVA


DOGVILLE

Escapando de unos gangsters, Grace (Nicole Kidman) llega a la pequeña y perdida aldea de Dogville. Allí conoce a Tom (Paul Bettany) quién conmovido por su belleza y por su situación intenta ayudarla haciendo que los demás conciudadanos la escondan.

Cuando descubren que es una fugitiva de la justicia y enfrentados al riesgo que para ellos supone esconder a una fugitiva los habitantes de Dogville sentirán dudas acerca de tener a Grace con ellos.

Tom resolverá este problema convenciendo a Grace de que trabaje para todos y cada uno de los habitantes de "Dogville" para intentar compensarles por el riesgo que corren.

Poco a poco, y ante el asombro de la desvalida y bondadosa Grace, la ciudad de Dogville se volverá contra ella, le mostrará sus dientes y acabará clavándoselos en una dinámica sadomasoquista de dominación y explotación que tomará un giro brillante e inesperado al final de la película.

Por encima de todo, "Dogville" es un cuento "inmoral" estructurado en nueve actos que bien podría haber firmado el mismisimo Marques de Sade.

La bella y desvalida Grace bien podría ser la perfecta encarnación de Justine, uno de esos personajes inocentes a los que el Marques gustaba de arrojar con su virtuoso idealismo a las afiladas fauces de esa viciosa jungla de hambrientos lobos para el hombre.

Lars von Trier no hace otra cosa.

Poco a poco, los habitantes de Dogville, habituados a lo contrario, descubren que hay alguien que por su situación y por su bondad está situado por debajo de ellos y esto convierte a Grace en la pantalla donde todos y cada uno de ellos proyectan el lobo para el hombre que todos llevan dentro.

Y hasta aquí, "Dogville" desarrolla un relato para que el escéptico y/o el cínico acerca de la naturaleza humana encuentre su reflejo, pero es aquí donde la verdadera genialidad de Lars von Trier se manifiesta desarrollando en la extraordinaria y dura última media hora final un pasmoso y nada avergonzado de si mismo discurso sobre la venganza y la violencia... y lo que es más fascinante: sobre su absoluto carácter moral y necesario cuando por azares de la vida el débil se convierte en fuerte.

De algún modo, "Dogville" es un cuento moral que el Marques de Sade hubiera escrito si los discursos idealistas de Marat hubieran hecho mella en él.

¿Alguién recuerda el "Marat/Sade" de Peter Brook?

La destrucción puede tener un sentido moral cuando la virtud puede defenderse, decide defenderse  y no se deja aplastar por el vicio.

La virtud deja de ser masoquista para convertirse en sádica y, por ser quién es, razones y verdad no le faltan.

Obra maestra.


ESPEJO


Es fascinante el debate en torno al papel que ha jugado el Banco de España en la generación de la crisis que afecta al sistema financiero español.

Los que seguramente conocen la, innegable simplemente desde el punto de vista intelectual, responsabilidad de los bancos a la hora de conceder esos créditos, que se han revelado tóxicos y que ahora deben proveer, son obedientes y formales. Saben que no pueden criticar abiertamente la irresponsabilidad de los consejos de administración de las cajas y bancos, pero, y por otro lado, tienen que hablar, para eso están puestos en los medios y se lanzan sobre el Banco de España con voracidad implacable.

Y por supuesto que el Banco de España, como las personas que solicitaron los créditos que ahora no pueden pagar, tiene su parte de responsabilidad en todo ésto, pero el Banco de España no puede definir las decisiones de concesión de los créditos que corresponden a los consejos de administración de los bancos.

Lo único que está en su mano -que no es poco- es vigilar la estabilidad del sistema incrementando el nivel de responsabilidad ante el aumento del riesgo -cosa que tampoco ha hecho- pero en absoluto es el responsable directo de haber regalado los créditos.

Esa es una responsabilidad que corresponde única y exclusivamente a los propios bancos y cajas.

Pero hay palos para todos... Para los ciudadanos de a pie por vivir por encima de sus posibilidades, para el Banco Central Europeo por la política de bajos tipos de interés que hacían hasta estúpido no endeudarse por estar por debajo de la propia inflación, para la casta política por ocupar los consejos de administración de las cajas de ahorro, para el Ministerio de Economía, para el Estado, pero nadie dedica un segundo para sacar la descontrolada avaricia de los bancos haciendo una pausa que subraye la importancia que este tema tiene. Porque no hay crédito si uno de los dos, prestamista o prestatario, no quiere.

Los más valientes, si acaso, lo abordan de pasada  y dentro de un grupo de culpables, mezclándolo con el carácter político de las cajas, sin duda buscando confundir la experiencia en la falta de gestión con las otras razones de competencia entre entidades financieras que llevaron a los que realmente saben a una competencia feroz por el dinero que estaba en las calles tirando por los suelos el crédito durante años.

Y si hay algo que se deduce de ese informe de los inspectores del Banco de España es la de unos bancos fuera del control buscando el dinero en cualquier parte (generalmente fuera, de los bancos alemanes, que también conocían las circunstancias en que se acercaban a ellos nuestros bancos) para ofrecerlo incluso a los paseantes que se asomaban desde la calle.

En este caso, como en otros, la libertad se convierte en un derecho que uno ejerce precisamente para no ejercerlo.

viernes, mayo 11, 2012

SOMBRAS