martes, mayo 22, 2012

Entrevista a Charles Ferguson, autor de "Inside Job" con motivo de la publicación de su último libro "Corporate criminals go wild"... No tiene desperdicio...

"If you have already got 96 percent of what you want,” Ferguson told Salon, “why not take the remaining 4? That’s where the culture of American finance is right now, and I think it’s really dangerous for the country." (Leer más)

lunes, mayo 21, 2012

INOLVIDABLE

All that jazz... Bye bye life


"La tarea impuesta a los humanos de hoy es esencialmente la misma que les fue impuesta desde los comienzos de la modernidad: autoconstituir su vida individual y tejer redes de vínculos con otros individuos autoconstituidos, así como ocuparse del mantenimiento de esas redes. Esa tarea nunca fue cuestionada por los teóricos críticos. Pero esos teóricos sí dudaban de la sinceridad de los intereses que hacían que los individuos humanos fueran liberados para cumplir con la tarea que les había sido asignada. La teoría crítica acusaba de falsedad e ineficiencia a los responsables de generar las condiciones necesarias para la autoafirmación: había demasiadas restricciones a la libertad de elección, y existía esa tendencia totalitaria endémica al modo en que la sociedad moderna había sido construida y manejada y que amenazaba con abolir de plano la libertad, reemplazando, por la fuerza o solapadamente, la libertad de elección por una homogeneidad insulsa."
(La modernidad líquida, Zygmund Bauman)
La OTAN anuncia que su escudo antimisiles está parcialmente operativo... Ahora ya sólo nos falta encontrar un enemigo
¡Grecia puede estar bien!
Así se podría justificar su salida del Euro y la incapacidad de cumplir con sus compromisos... No cumplen porque son malos ¡Perfecto!
Muy pronto podremos leer el libro y ver la película.
Lo importante es que todo encaje aunque el juego consista en meter un triangulo en la forma de un cuadrado.

domingo, mayo 20, 2012

COUP DE TORCHON

En 1981 el cineasta francés Bertrand Tavernier llevó a cabo la adaptación cinematográfica de la novela "1280 almas" del escritor norteamericano Jim Thompson.

Su protagonista Nick Corey es un sheriff psicópata que a lo largo de la novela se encarga de garantizarse la reelección realizando todo tipo de desmanes en la localidad cuyos vecinos en realidad debiera proteger.

Corey es un asesino frio y nihilista y a través de él, narrando la historia en primera persona, Thompson vehicula su visión descarnada y cruel de la naturaleza humana... algo así como si el Hobbes que dijo "el hombre es un lobo para el hombre" escribiera novela negra en los Estados Unidos de mediados del pasado siglo XX.

Tavernier traslada la novela al Africa Occidental francesa en la época previa a la Segunda Guerra Mundial y convierte a Corey en Lucien Cordier, jefe de policía de una pequeña comunidad tan corrupta y amoral como la Pottsville del libro y frente a cuya miseria Cordier primero es indiferente hasta resultar un estúpido patán que constantemente huye de sus responsabilidades como garante de la ley hasta que, perseguido por la propia miseria que acepta, no le queda otro remedio que actuar.

Cordier, magnificamente interpretado por Phillipe Noiret, resulta ser un calculador asesino a sangre fría dedicado, entre palabras amables y actos cobardes y sumisos, a amputar como un cirujano todos aquellos elementos de la ciudad que le impiden vivir con tranquilidad la nada en la que se encuentra.

Pareciendo como si en el fondo el policía buscara un poco de paz en el vacío infierno en que se encuentra y dedicara la película a tramar y llevar a la práctica una calculada conspiración contra todo aquello que subitamente se ha convertido en una insoportable molestia.

En la boca de Cordier brilla el talento de Thompson para modelar frases lapidarias llenas de un absoluto y desesperanzado nihilismo sobre el hombre y su presencia en la tierra y en sus actos transparenta el esfuerzo encaminado a reproducir en el exterior la soledad y el silencio que el policía siente dentro de sí.

Todo un predador... aparentemente del lado de la ley.

"Coup de torchon" es una extraordinaria película... la brillante adaptación de una extraordinaria novela..


NADER Y SIMIN: UNA SEPARACIÓN


A veces los premios valen para algo.

El hecho de que haya sido premiada con el Oso de Oro del Festival de Berlin y con el Oscar de Hollywood a la Mejor Película de Habla no Inglesa (o, lo que es lo mismo, premiada en Europa y en Estados Unidos, por las dos maneras de entender el cine en los que -concebidos como polos extremos-, se desarrolla el discurso cinematográfico actual), nos da una idea de la calidad cinematográfica de esta película iraní.

Porque es incontestable el valor cinematográfico en toda la extensión de la palabra de "Nader y Simin: una separación", una obra que conecta al cine de manera directa con sus orígenes, con su capacidad para generar imágenes que muestran una realidad, un mundo.

El efecto de verdad, de realidad, que tiene esta película resulta arrollador para la mirada del espectador que se ve sumido en una pequeña historia con toda la complejidad que tiene la vida misma que sucede en el lejano Teherán de nuestros días.

Nader y Simin no se entienden. Ella quiere dejar el país para poder dar un mejor futuro a su hija y él no puede marchar porque siente la necesidad de cuidar de su anciano padre aquejado de Alzheimer. Y como consecuencia de ese desencuentro Simin abandona su casa en un último y desesperado gesto de convencer a Nader, quién se verá obligado a contratar a alguien que cuide de su padre durante el día, mientras él está en el trabajo. A tal fin contratará a Razieh sin saber que los problemas personales de la mujer se añadirán a los suyos para hacer su vida aún más difícil de lo que ya es.

Desprende talento por todas partes esta película, el talento de su director Asghar Farhadi y de un reparto coral de actores, que se las arreglan para producir el inmenso milagro de la transmutación de la ficción en realidad. Porque si algo tiene este melodrama casi costumbrista es un poderoso efecto de realidad que engancha la mirada del espectador desde el primer momento y le implica en un proceso de intensidad creciente en el que se ventila algo que tiene un valor universal: la complejidad de las relaciones humanas.

Una complejidad que es susceptible siempre de enturbiarse aún más con el peso que los sentimientos y las emociones siempre juegan y cuyo efecto siempre se traduce en la aparición distorsionante de la verdad, la mentira, las medias verdades y las medias mentiras.

Y parece que están demasiado lejos, viviendo en su Teherán oscuro y fundamentalista, y al final resulta que están muy cerca, que son como nosotros que también nos hemos subido alguna vez en esa "ronde" de aciertos y equívocos en el que lo que se puede ganar o perder matiza todas nuestras acciones por las emociones que genera.

Y este es el segundo aspecto que, en mi opinión, cifra el inmenso atractivo de esta película: su carácter universal desde una localidad que afirma orgullosa su carácter diferencial ante el mundo. La gente vive sus vidas en el Teheran islámico y sus vidas no son en lo sustancial demasiado distintas a las nuestras... aunque luego como siempre vengan con la noche los escuadrones tristes, los heraldos negros, con sus matizaciones que ansiosamente buscan el desencuentro y la diferencia para dejar las cosas en su lugar: nosotros arriba y ellos debajo.

Pero el canto a la igualdad desde la diferencia que respira como un feto dentro del vientre de esta historia ahí está para el que quiera tener el valor y, ahora que se habla tanto de ella, la responsabilidad de escucharlo.

Abandonar la soberbia de creerse el Dios verdadero siempre ayuda.

Obra maestra.

"En adelante no hubo más que la filosofía y la ciencia «profanas», es decir, la negación de la verdadera intelectualidad, la limitación del conocimiento al orden más inferior, el estudio empírico y analítico de hechos que no son vinculados a ningún principio, la dispersión en una multitud indefinida de detalles insignificantes, la acumulación de hipótesis sin fundamento, que se destruyen incesantemente las unas a las otras, y de visión fragmentaria, que no pueden conducir a nada salvo a esas aplicaciones prácticas que constituyen la única superioridad efectiva de la civilización moderna; superioridad poco envidiable por lo demás, y que, al desarrollarse hasta asfixiar a toda otra preocupación, ha dado a esta civilización el carácter puramente material que hace de ella una verdadera monstruosidad."
(La crisis del mundo moderno, René Guenon)

sábado, mayo 19, 2012

LUCK

David Milch, Michael Mann, Dustin Hoffman... Grandes nombres congregados ante "Luck", buque insignia de la ficción televisiva de la HBO para el pasado año 2011.

La historia comienza con la salida de la cárcel de Ace Bernstein (Dustin Hoffman), un hombre de negocios con un pie en los bajos y otro en los altos fondos cuya pasión son los caballos y las carreras de caballos. Tras tres años de la cárcel Bernstein regresa con la idea de un nuevo negocio en la cabeza y la voluntad firme de vengarse de quienes le mandaron a la cárcel durante tres años. Con un poco de suerte podrá conseguir ambas cosas a la vez.

Esta es la línea argumental principal que se combina con otras que reflejan distintas maneras de ver la vida en el hipódromo que Bernstein quiere controlar: los jugadores, los propietarios, los jockeys, los entrenadores.

Y todas las historias metafóricamente reunidas cada una de ellas en torno a un caballo en cuya generosa naturalidad animal parece descansar la complejidad del destino de una serie de humanos cuyo destino parece descansar en el resultado de su esfuerzo sobre la pista.

Junto al jockey y montado a su grupa cabalgan los planes, deseos y esperanzas de los personajes que protagonizan este interesante trabajo de ficción televisiva.

No obstante, el principal problema que tiene "Luck" es el excesivo alargamiento de la historia. La serie tarda demasiado en arrancar y no puedo quitarme de la cabeza que la historia habría funcionado mejor en una película de larga duración, dirigida por el propio Mann, o como miniserie de no más allá de cuatro capítulos de duración.

Porque el problema de "Luck" es llegar a los tres últimos capítulos tras un comienzo no demasiado electrizante, tranquilo, que no prepara en absoluto para unos capítulos intermedios en los que las líneas argumentales se despliegan con demasiada pereza.

Hay personajes que para el peso que tienen y el interés que despiertan resultan demasiado poco interesantes y claramente la historia se hubiera beneficiado de una mayor concreción a la hora de contar lo que realmente importa, en lugar de abusar de lo coral queriendo contarlo todo, aspirando a reproducir la realidad de un mundo, cuando la historia que tiene entre manos se basta por si sola para contar ese mundo y otros tantos.

No obstante, y si se consigue superar algún importante momento de caída de tensión narrativa, "Luck" es una historia que no decepciona y que interesa, aunque la falta de foco a la hora de entender qué es lo importante y lo que no conduzca a la serie a momentos de riesgo en que su continuidad no depende de sí misma sino de la paciencia del espectador.

Aun así, y pese a sus imperfecciones, merece la pena ver "Luck".

En "Luck" los caballos terminan siendo en perfectas metáforas que pueden llevar a quienes los montan mucho más allá del eterno circuito cerrado del hipódromo.





viernes, mayo 18, 2012

"Y además, si se enferman, se presupone que es porque no han sido lo suficientemente constantes y voluntariosos en su programa de salud; si no consiguen trabajo, es porque no han sabido aprender las técnicas para pasar las entrevistas con éxito, o porque les ha faltado resolución o porque son, lisa y llanamente, vagos; si se sienten inseguros respecto del horizonte de sus carreras y los atormenta su futuro, es porque no saben ganarse amigos e influencias y han fracasado en el arte de seducir e impresionar a los otros.
Esto es, en todo caso, lo que se les dice en estos días y lo que han llegado a creer, de forma tal que se comportan como si fuera de hecho así. Como lo señala acertada y agudamente Beck, "el modo en el que uno vive se vuelve una solución biográfica a contradicciones sistémicas". Los riesgos y las contradicciones siguen siendo producidos socialmente; sólo se está cargando al individuo con la responsabilidad y la necesidad de enfrentarlos."
(La modernidad líquida, Ulrich Beck)

Y si no cumplen se cierra el circulo/losa sobre el individuo con juicios tales como "el pueblo roba". No hay salida ni cuestionamientos "out of the box".
Son las personas y no el sistema quienes siempre fallan.
"Cornelius Castoriadis afirma que lo que está mal en la sociedad en la que vivimos es que ha dejado de cuestionarse a sí misma. Se trata de un tipo de sociedad que ya no reconoce la alternativa de otra sociedad, y por lo tanto se considera absuelta del deber de examinar, demostrar, justificar (y más aun probar) la validez de sus presupuestos explícitos o implícitos.
Sin embargo, esto no significa que nuestra sociedad haya eliminado (o pueda eliminar, cerrando el paso a un levantamiento generalizado) el pensamiento crítico como tal. Tampoco ha desalentado (y menos aun amedrentado) su exteriorización. Muy por el contrario: nuestra sociedad -una sociedad de "individuos libres"- ha hecho de la crítica de la realidad, de la desafección de "lo que es" y de la exteriorización de esa desafección una parte obligatoria a la vez que inevitable de las ocupaciones vitales de cada uno de sus miembros. Tal y como nos lo recuerda una y otra vez Anthony Giddens, en la actualidad, todos estamos comprometidos en la "política de vida"; somos "seres reflexivos" que observan con atención cada movimiento que hacen, que rara vez están satisfechos con sus resultados y que siempre están deseosos de rectificarlos. No obstante, de alguna manera esa reflexión no logra alcanzar los complejos mecanismos que conectan nuestros movimientos con sus efectos y que deciden sus resultados, y menos aun las condiciones que hacen que esos mecanismos jueguen con total libertad. Estamos quizá mucho más "predispuestos críticamente", más atrevidos e intransigentes en nuestra crítica de lo que nuestros ancestros pudieron estarlo en su vida diaria, pero nuestra crítica, por así decirlo, "no tiene dientes", es incapaz de producir efectos en el programa establecido para nuestras opciones de "políticas de vida". Como nos previniera Leo Strauss hace ya largo tiempo, la libertad sin precedentes que nuestra sociedad ofrece a sus miembros ha llegado acompañada de una impotencia también sin precedentes"
(Modernidad líquida, Zygmund Bauman)

jueves, mayo 17, 2012

"Una sociedad puede codificar la pobreza, la penuria, el hambre; lo que no puede codificar, es cuándo aparece esa cosa, entonces se dice: ¡¿qué es esa gente?! Entonces, en un primer momento, se agita el aparato represivo, si no se los puede codificar, se intenta aniquilarlos. En un segundo momento, se intenta encontrar nuevos axiomas que permitan, bien que mal, recodificarlos.
Un cuerpo social, se define así: perpetuamente las cosas, los flujos chorreando sobre el, chorreando de un polo a otro, y perpetuamente codificando; y hay flujos que escapan a los códigos,y después hay un esfuerzo social para recuperarlos, para axiomatizarlos, para rehacer un poco el código, a fin de darle un lugar a flujos tan peligrosos; y todo a la vez. Hay gente joven que no responde a los códigos, empiezan a tener un flujo de cabello que no estaba previsto, ¿qué se hará con ellos? Se intenta recodificarlos, añadiendo un axioma, se intenta recuperarlos, o bien hay algo más allá, que continua no dejándose codificar, ¿entonces qué?
En otros términos, el acto fundamental de la sociedad es: codificar los flujos y tratar como enemigo lo que, con relación a ella, se presente como un flujo no codificable, porque, una vez más, esto pone en cuestión toda la tierra, todo el cuerpo de esta sociedad."
(El anti-edipo, Gilles Deleuze)


La culpabilidad general es una forma de recodificar la protesta desde el orden establecido... El pueblo roba. No tiene razón para quejarse.
En nombre de la preservación del orden social cualquier crimen (intelectual) está permitido.
Detesto a Arcadi Espada profundamente...

"No hay alternativas. Ni puede haberlas. El 15-M, y cualquiera de las alternativas de acampada, se parte por la mitad, sin argumentos, cuando se observa de cerca la crisis. Demasiadas cabezas que cortar. Ha sido el pueblo el que ha robado"

No se pueden escribir medias verdades como éstas, absoluto ejemplo de la resentida erudición de un monstruo macerada en noches insomnes de lecturas diagonalmente mal digeridas.
Y eso no es lo peor, porque en el séptico fondo de esta afirmación late la maloliente podredumbre de aquel que prefiere que un inocente se condene antes de que escape algún culpable.

La interesada contemplación de la masa como una estructura homogénea en la que las culpas deben repartirse por igual es un barbarismo intelectual más, una racionalización que esconde claramente algún tipo de sociopatía isquémica o, en el mejor de los casos, la reducción al absurdo de un descontrolado discurso elitista.
El pueblo ha robado... sin matices ni palabras que concreten su concepto de lo que es el "pueblo".
No hay sociología ni psicología en una afirmación así.
Solo la cobardía intelectual de colocar en igualdad de condiciones al sinvergüenza que su opera una hernia en España en lugar de en su país con el sinvergüenza que decide dar un crédito que supone el 60% de los ingresos contra la "sólida" garantía de una nómina.
Solo la miseria moral de juzgar con la misma dureza al que roba una manzana y al que roba toda la tienda escondida tras un sentido ético de garrafón.
No hay sociología ni psicología en una afirmación así, si acaso los restos de un pensamiento estamental preilustrado que confunde al pueblo con la masa y que no concibe otra manera de gestionar su bestial inmoralidad que la mano dura y el castigo, considerando a la bestia siempre culpable por defecto.

La opinión de todo un colaboracionista.
"Durante más de cuatro años se han estado promoviendo a lo largo de la Unión Europea unas políticas de austeridad que han estado dañando el bienestar de las clases populares. Los dos componentes más importantes de estas políticas han sido los recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social (tanto en las transferencias –como las pensiones- como en los servicios públicos del Estado del Bienestar –como sanidad, educación, servicios sociales, servicios domiciliarios a las personas con dependencia o escuelas de infancia, entre otros-) y la reducción de los salarios. La justificación de tales políticas ha sido recobrar la confianza de los mercados financieros internacionales y la competitividad de la economía, recuperando con ello el crecimiento de la economía y la producción de empleo.
Pues bien, en lugar de alcanzar estos objetivos, se ha conseguido todo lo contrario. En ninguno de los países donde se han aplicadon tales políticas se ha estimulado la economía. Lo que sí han conseguido, es crear una enorme recesión, que en algunos países ha llegado a ser una Gran Depresión."
(El enorme fracaso de las políticas de austeridad: el caso de Grecia, Vicenç Navarro)

miércoles, mayo 16, 2012

Sigue teniendo buena pinta...


" El diputado Francisco Jorquera pregunta así al Gobierno si "está dispuesto a ordenar una investigación a fondo sobre la comercialización masiva de participaciones preferentes a inversores minoristas que carecían de la más básica información financiera", una petición que el BNG registró junto a ERC e Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) a mediados del pasado mes de marzo sin que aún haya sido debatida por la Mesa de la Cámara Baja.
Además, considera que "existen indicios de que hubo una actuación concertada (entre las entidades bancarias) por coincidir la contratación de participaciones preferentes en un mismo espacio de tiempo", lo que justifica aún más, a su juicio, la constitución de esta comisión parlamentaria de investigación que "identifique a los responsables y depure responsabilidades".
(El BNG insiste en investigar la comercialización de preferentes)

Ni los grandes periódicos ni los grandes partidos se hacen eco de este tema... No es que no le den importancia, es que ni se habla de ello ni se plantea... Y parece grave.

martes, mayo 15, 2012

DARK SHADOWS

Por encima de todo, "Dark Shadows" es una película desigual que cuenta con algún momento bueno y algunos no tan buenos que suceden en esa atmósfera gótica "non stop" ya propia del cine de Tim Burton y que parece saltar de película en película para convertirse en el persistente paisaje, marca de la casa, donde suceden las historias que el director norteamericano narra.

Basada en los personajes de una serie de televisión de la década de los sesentas del siglo pasado, una serie que no conozco, "Dark Shadows" cuenta la historia del vampiro Barnabas Collins cuya vida se ve destrozada por una bruja despechada que asesina a su amada, le condena a la vida eterna y no teniendo bastante le entierra para los restos en un ataúd de hierro... como para disgustar a una bruja.

Doscientos años mas tarde Barnabas es encontrado y liberado en los Estados Unidos de los sesentas. Allí encontrará a lo que queda de su familia que también padece la inagotable ira de la despechada bruja para quién esos doscientos años parecen no ser nada.

Como comento, "Dark Shadows" no figura -a mi entender- entre lo mejor de su director, Tim Burton.

A ratos resulta entretenida, moviéndose siempre dentro de lo previsible y con un cierto aire de imposible gótico "vaudeville" que podría haber dado más de si en sus idas y venidas entre lo normal y lo paranormal optando más claramente por la comedia a tumba abierta y renunciando a un hasta cierto punto melodrama romántico que lastra el sentido de la narración con su antética y desesperada propuesta de vida o muerte.

"Dark Shadows" se queda entre dos aguas y -creo- esa falta de indentidad incapacita al relato para llegar de una manera más completa, compacta y homogénea al espectador. No mezclan bien los géneros como en otras películas de Burton como "Mars Attacks".

Pero no nos pongamos estupendos... "Dark Shadows" es un producto lo suficientemente competente como para resultar entretenido.




SOL Y SOMBRA


RED TAILS

Literalmente "Red Tails" es una película de corte clásico dentro del cine bélico, una hazaña bélica contada tal y como podrían hacerlo Allan Dwan o William A. Wellman, pero con los medios técnicos de hoy en día.

Intuyo que tras este proyecto se encuentra ese deseo de George Lucas: producir copias de originales del cine de la época clásica de los estudios con todas las ventajas tecnológicas y de técnica cinematográfica digital que proporciona el siglo XXI, vehiculizando al mismo tiempo un modo de ser y de pensar la vida diferente

"Red tails" huele a eso, a calculada mixtura entre el blanco y negro y el color, entre un viejo y un nuevo modo de hacer y pensar las cosas, y aunque la película falla en la historia, un aspecto siempre esencial, que era un fuerte del cine clásico, consigue a duras penas su objetivo de entretener con sus espectaculares imágenes de combates aéreos, un prodigio de combinación de imagen física con con imagen digital.

Porque cuando la película baja del cielo pierde fuerza e interés.

Falla la historia, cuyo argumento está basado por lo visto en hechos reales. Los personajes y sus motivaciones son demasiado leves, carecen de la fuerza necesaria como para habitar con personalidad la gran pantalla blanca, pareciendo toda las situaciones un mero y endeble trámite, que apenas sirve de transición para enlazar las batallas aéreas unas con otras.

"Red Tails" padece esa enfermedad tan común del cine comercial que es la falta de historia, pero aun así consigue proyectar una estimulante fachada de acción y efectos especiales que mantienen la atención del espectador el tiempo justo que dura la película.

Hay copias buenas y malas y desde luego "Red Tails" no es una buena copia.

Entretenida... en el aire.

lunes, mayo 14, 2012

El discurso político es otra burbuja.
A estas alturas de la película lo que este país no necesita son dos bandos poniendo la carga de la prueba el uno sobre el otro con la esperanza de dialecticamente, e incluso realmente, salir eximidos de la responsabilidad de los hechos.
Los dos partidos han gobernado durante la burbuja inmobiliaria... y punto.
Y es lamentable una vez más las respuestas y los discursos que nuestros políticos están manejando pareciendo que su único talento es cargar las responsabilidades siempre sobre otros.
Falta una autocrítica, absolutamente limitada por el miedo de nuestros lamentables políticos (y lo que es peor, periodistas) a perder el puesto de trabajo; prefiriendo la virtualidad de una pírrica victoria dialéctica más o menos respaldada por una realidad, viviendo amparados en el matiz cuando la visión general es de general hundimiento.
¿De qué sirven esas pequeñas victorias salvo para conseguir el silencio momentaneo del otro mientras los grandes problemas esperan ser resueltos?
Lamentable antes, lamentable ahora, lamentable siempre.
Y lo que es peor, para sacarnos de este atolladero este país necesita lideres y en el adn del auténtico líder jamás está el señalar a otros.
Sus discursos les delatan.
No sirven.
Toda esperanza puesta en ellos será vana.