lunes, marzo 14, 2011

HABITACIÓN CERRADA
El año del Wolframio

domingo, marzo 13, 2011

IN THE ELECTRIC MIST

Hay una variante del cine negro que utiliza una trama criminal para presentar un determinado ambiente, una determinada situación. "In the electric mist" es un ejemplo no demasiado bueno de este subgénero.

El detective Dave Robicheaux, interpretado con oficio por Tommy Lee Jones, investiga la aparición de una serie de cadaveres de jovenes descuartizadas en los pantanos milenarios de Nueva Orleans.

La peripecia de Robicheaux servirá para presentar una serie de situaciones y personajes que se desenvuelven dentro de las convenciones del cine negro y en este sentido "In the electric mist" no descubre nada nuevo bajo el sol. Nada resulta sorprendente. Todo resulta demasiado familiar y recuerda de manera vaga o directa a un montón de películas en las que un policía, buscando la verdad, viaja arriba y abajo por un determinado paisaje y una determinada estructura social.

"En el calor de la noche", "La noche se mueve".... Hay muchos ejemplos y, como digo, "In the electric mist" no está en absoluto a la altura de los mejores resultando demasiado morosa en unos momentos o demasiado previsible en otros.

Además, lo que debiera ser lo más característico e interesante de la película que no es otra cosa que una línea narrativa centrada en las alucinaciones o los fantasmas del viejo ejército confederado que se aparecen a Robichaux se convierte en un lastre más al no terminar de estar correctamente imbricada en el conjunto de la historia pareciendo en muchos casos los fantasmas vagabundos disfrazados más que misteriosas presencias de ultratumba.

En fin, los resultados de "In the electric mist" no son buenos y quizá la historia hubiera precisado de un mayor cariño y comprensión a la hora de ser trasladada a la pantalla.

Aceptable.





AUSTRALIA

Baz Luhrmann es uno de esos directores que el viejo John Ford no soportaría. Demasiado manierista con la cámara, sus películas carecen del asentamiento y la quietud que el genial irlandés buscaba para sus historias, una calma visual que favorecía el asentamiento ante el espectador de la historia y de sus personajes.

En el cine de Lurmann la cámara salta, vuela, se retuerce en vertiginosos movimientos que saltan del plano general el corto y viceversa. Y en teoría no debería gustarme, pero hay un aspecto con el que conecto directamente con la sensibilidad de Luhrmann y ese aspecto es sus capacidad para contar historias de una manera sublimada, intensa, subrayada. No hay ilusión de objetividad sino todo lo contrario, de subjetividad, como si la cámara fuese una especie de medium que se llenase de la emoción que en cada momento requiere la situación de la historia. Y eso me gusta.

En "Australia" el talento de Luhrmann para la narración emocional está ahí. Quizá la película resulte demasiado larga, demasiado convencional en su desenvolvimiento y en el planteamiento de las situaciones, pero es una película que me sigue enganchando. Sobre todo la línea narrativa esencial que está protagonizada por el niño aborigen Nullah (Brandon Walters) y el magnífico hechicero Rey Jorge (David Gulpilli). "Australia" habría sido una película realmente estupenda si hubiese girado completamente sobre ellos dos solos, sobre su relación con la naturaleza y con el hombre blanco. Seguramente hubiera dado aún mucho menos dinero, pero habría ganado en fuerza, en intensidad, en belleza...

Cantaré para ti... Se dicen... ¡Maravilloso!

viernes, marzo 11, 2011

TRUE GRIT

No se qué diablos estaba pensando cuando la vi por primera vez.... Bueno, la verdad es que lo se. El caso es que tengo que reconocer mi error y declarar a los cuatro vientos que "True grit" es una película extraordinaria.

La historia está teñida de una suave melancolía fatídica directamente nacida de los versículos de la biblia.

El entorno donde sucede la historia es un mundo difícil y cruel donde las personas trafican con cadaveres o las abuelas venden por cinco centavos un saco para guardar las pertenencias del padre muerto. Y en ese entorno suceden las personas, intentando existir como mejor saben y pueden, constantemente tomando decisiones que siempre tienen un precio... porque, y como en un momento determinado de la película la voz en off de la protagonista dice, nada es gratis en esta vida, sólo la gracia de Dios... (que, por cierto parece brillar por su ausencia).

En este entorno árido, como nacido de un cuadro de Grant Wood, se insertan los recuerdos de una niña que busca vengar la muerte de su padre recurriendo a los servicios del violento alguacil Rooster Cogburn.

Desde el recuerdo, la mujer recuerda su aventura con Cogburn por la reserva Choctaw en busca del asesino.

Todas y cada una de las decisiones que laniña toma persiguiendo ese fin tendrán un precio, incluyendo la épica muerte de su caballo intentando llevarla de vuelta a la vida espoleado por Cogburn hasta el final. Me emociona especialmente esta escena, que tiene un hermoso punto hipnótico con las estrellas y los copos de nieve que termina aterrizando en la muerte del animal, cuyo cadaver queda atrás en una expresión hermosa de lo que irremediablemente va quedando atrás, agotado y consumido, con cada paso que dan los que pueden seguir adelante.

Aspecto que conecta con el hermoso final de tumbas que quedan atrás y supervivientes que siguen adelante... porque no hay que parar, porque es verdad que el tiempo siempre se nos escapa.

Yo... más estúpido de lo habitual por mi primera crítica.

La película... siempre fue brillante.

jueves, marzo 10, 2011

SEASON OF THE WITCH

¡Dios mío!

La leyenda dice que el ya fallecido actor Richard Harris decidió retirarse temporalmente de la profesión tras verse en la terrible "Tarzán", filmada a la mayor gloria de la antaño mujer perfecta Bob Derek.

Varias decenas de mujeres perfectas han sucedido desde entonces, pero lo que no ha cambiado es la capacidad del cine comercial para el horror.

"Season of the witch" es un magnífico ejemplo que quizá lleve al un poco pasado Nicolas Cage al retiro temporal... si es que sus deudas con el fisco norteamericano se lo permiten.

En fin, lo único bueno de "Season of the witch" es que no he pagado para verla... Lo demás es una historia sobre el bien y el mal con la tempestuosa época medieval como fondo. Nada nuevo bajo el sol.

No obstante, y puestos a sacar cosas buenas de donde seguramente no haya, tengo que decir que intuyo una estupenda y fallida historia en lo más profundo de la película. Una historia sobre el viaje de cuatro caballeros y un monje escoltando a una bruja hacia su destino final. Una película oscura y claustrofóbica, de tentaciones y resistencias, de lucha de voluntades, de pecado y redención que se sitúa entre el "Dies Irae" de Dreyer y "El manantial de la doncella" o "El séptimo sello" de Bergman.

¡Lastima!

Se prefirió mas de lo mismo y no hubo huevos para hacerla.



TOM WAITS

San Diego serenade...



"I never felt my heartstrings until I nearly went insane"















"¿Es práctica de usted no ensayar nunca una secuencia de acción?
No se puede; resulta falso. Nunca se sabe lo que va a ocurrir; se puede caer un hombre, se puede caer un caballo. No, yo soy un viejo director duro que nunca ensaya la acción."
(John Ford, Peter Bogdanovich)
"Sería estimulante identificar los procesos cerebrales concretos responsables de la sensación del flujo temporal: parece probable que estén íntimamente relacionados con los procesos de la memoria, que también es muy asimétrica en el tiempo. Recordamos el pasado y no el futuro, de manera que el tiempo está dotado de una especie de desequilibrio mental, y si no tuviéramos memoria la conciencia desaparecería junto con el flujo del tiempo. No me refiero ahora al estado de amnesia, que sólo afecta a la memoria a largo plazo, sino a un estado en el que no se recuerde nada en absoluto, por reciente que sea. En tal condición debe haber una absoluta imposibilidad de dar ningún sentido al entorno, pues la información sensorial se reduciría a una masa de impresiones momentáneas, sin significación ni coherencia, y toda actividad planeada se haría imposible, pues uno sería incapaz de recordar de un minuto al siguiente lo que estaba haciendo ni cómo era el mundo circundante. La memoria, al menos a corto plazo, es una parte indispensable del proceso perceptivo, puesto que la percepción consiste en organizar las impresiones sensoriales según conocimientos y expectativas anteriores, de tal modo que los acontecimientos se pongan en mutua relación y nuestra propia existencia se vincule al mundo que nos rodea."
(Paul Davies, Otros mundos, espacio, superespacio y el universo cuántico)

El pasado es importante... No hay presente sin él.
Olvidarlo es olvidarse.
La eternidad medida con precisión
en el instante inmóvil
que se prolonga intenso
entre dos veloces parpadeos.

miércoles, marzo 09, 2011

Todo está relacionado.
Y ese presente al que tanto nos agarramos lanzándonos de buena gana al abismo de su aparente simplicidad... Es lo que sucede, es lo que toco, es lo que hay... Es en realidad un complejo entramado compuesto por lo que fue, los vacíos y huellas dejados, lo que es, las presencias incuestionables y evidentes y lo que será, las sombras que se proyectan desde el horizonte.
A veces relaja concentrarse única y exclusivamente en lo que es.
Simplemente mirar el arder lento de las cosas como quién observa el titilar de una llama.
Tomarse un respiro. Descansar en esa ilusión. Pero jamás las cosas se ven como son. El fue y el será las matizan desde su inadvertida transparencia. Y es que no sólo somos lo que recordamos y lo que queremos ser, sino también lo que vemos se nos aparece como tal en función de lo que ya hemos visto y en un futuro queremos ver.
Lo menos real desde la conciencia es siempre el presente.
Nuestra biografía lo interpreta, nuestro deseo lo transfigura.
Tener solo presente es lo mismo que no tener nada.
La ciudad está llena de oficinistas
que convierten el espejo en un armario
donde escogen con cuidadosa precisión
el más conveniente de los reflejos.

martes, marzo 08, 2011

"Hay millones de blogs y hay miles de millones de individuos que cuentan cosas a través de la web; pero nadie se entera de esas cosas, porque no tienen interés ni tiempo para hacerlo. Así que internet no puede reemplazar el periodismo, y siempre habrá periódicos o sitios web dedicados a escoger y organizar la información para consumo de sus nichos de usuarios respectivos."
(¿Qué hay de nuevo en WikiLeaks? Hernando Gómez Buendía. Publicado en El Malpensante)
"El otro día vi una película en que trabajaba Sofía Loren; bueno, es una mujer muy agradable, pero siempre estaba tapada por alguien o sólo le salía la cara un momento. Era la protagonista y la cámara estaba siempre lejos, y nunca se veía bien a Sofía. Es la nueva dirección. Es divertido cómo salen esos chavales de Nueva York, los directores de teatro, y lo primero que hacen cuando vienen aquí es olvidarse del argumento, olvidarse de la gente, olvidarse de los personajes, olvidarse del diálogo y concentrarse en este juguete nuevo y maravilloso que es la cámara."
(John Ford, Peter Bogdanovich)
INOLVIDABLE

Horse soldiers...

VAN MORRISON

Summertime in England...



La ciudad está llena de oficinistas
que permanecen despiertos
en el más profundo de sus sueños.
‎"She had an overwhelming desire to tell him, like the most banal of women. Don't let me go, hold me tight, make me your plaything, your slave, be strong" But they were words she could not say. The only thing she said when he released her from his embrace was, "You don't know how happy I am to be with you." That was the most her reserved nature allowed her to express."
(Milan Kundera The Unbearable Lightness of Being)
El fuerte mordisco de la luz
le alcanza en las tibias profundidades
del misterio de su sueño.
Sus fauces le agarran,
le arrastran hacia arriba,
le arrebatan
y de pronto se encuentra despierto,
como arrojado por el oleaje,
en la desierta playa de su cama.


lunes, marzo 07, 2011

MONOS COMO BECKY

Es un tema complicado el de la locura.

Y seguramente lo es porque en gran medida tiene que ver con la percepción y el sentido en una criatura que es percepción y sentido, es decir que afecta a lo antropológicamente consustancial del ser humano.

Al final probablemente se trate de líneas, de limites que se cruzan o no, pero también de la capacidad de regresar, de no ir demasiado lejos como las niñas que protagonizan ese maravilloso cuento de Paul Bowles llamado "Te en el desierto". A mi modo de ver, la más perfecta y poética descripción de la locura... Buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando el te y siempre viendo una mejor que aquella sobre la que se encuentran, las tres niñas acaban irremediablemente perdidas en el desierto.

En este sentido, y como bien dice Leopoldo María Panero, la locura puede ser un tema de ética, es decir, algo que afecta esencialmente al individuo, a su manera de percibir las cosas, pero también tiene una vertiente social. Los individuos se inscriben en una sociedad que regula y ordena, que busca garantizar un espacio común de estabilidad sobre el que construir algo en conjunto. Y es aquí donde la poesía individual de la locura colisiona con esa definición del espacio común.

No hay mas que leer la "Historia de la locura en la época clásica" de Michel Foucault para entender lo que se esconde tras la propia idea de la locura, que no es otra cosa que un proceso de normalización, el trazado de una línea con la bendición de la ciencia que separe a los individuos operativos desde un punto de vista social de los que no lo son.

Al final se trata de depurar las filas de lo social desde lo operativo- funcional y es aquí donde se inserta este estupendo documental de Joaquín Jordá llamado "Monos como Becky".

El documental narra la historia del neurólogo portugués Egas Monis, inventor de la lobotomía, una técnica agresiva de tratamiento para pacientes con enfermedades mentales consistente en la destrucción física de determinadas zonas del lóbulo cerebral frontal.

Por lo visto, a medidados del siglo pasado, Moniz asisitió a un congreso de psicología en Londres donde un biólogo americano, el Dr. Fulton, presentó a una chimpacé llamada Becky que había sido sometida a la ablación del lóbulo cerebral frontal. Como consecuencia de ello había pasado de ser una criatura violenta y agresiva a convertirse en un animal encantador. Monis puso todo su empeño en trasladar esa acción a los seres humanos olvidando que Becky era una criatura tranquila, pero también era incapaz de realizar tareas propias de animales de su edad.

Monis lo consiguió y por ello ganó el Premio Nobel, pero el documental cuestiona los resultados de una técnica que sólo parece destinada a hacer que los pacientes dejen de ser una molestia para la sociedad. La lobotomía les sume en un estado de paz y tranquilidad. No gritan ni se pelean y asi podemos continuar los que aparentemente estamos sanos sin ser molestados por sus gritos y estertores, pero también la lobotomía priva a esos pacientes, sumidos en una vida vegetativa que sólo es duración, de sentimientos y capacidades propias del ser humano que hacen de la vida algo especial y distinto para cada ser humano.

"Monos como Becky" ataca a la psiquiatría tradicional, cuestiona sus técnicas casi industriales de gestión de los enfermos que parecen buscar inhabilitarlos como fuente de distorsión del diario trabajo colectivo.

Como las mariposas atravesadas por un alfiler, los enfermos psiquiátricos ven atravesadas sus cabezas por el punzón del médico y terminan clavados en la pared de un psiquiátrico, privados para siempre de la capacidad de ser humanos en lo esencial.

"Monos como Becky" es un alegato contra la medicina hecha por y para los médicos, la que ignora los planteamiento y necesidades de los pacientes, la que no dialoga sino que impone convirtiéndose en una institución más al servicio del orden social, la que obedece a la voz de su amo y los hace callar para siempre mientras permite que los verdaderos locos, los que puntualmente se levantan a las siete de la mañana de cada día con la camisa planchada y recién peinados, campen a sus anchas por toda la sociedad.

Brillante.