viernes, noviembre 28, 2003

I
A veces me pregunto si el pragmatismo no hos hace aún más esclavos, si aceptar el curso de los acontecimientos tal y como es no es la forma de pensar de los que tiene miedo a la libertad.
Aún no tengo la respuesta.
Lo único que tengo es la impresión de que todos los suelos en donde ponemos confiados nuestros país de alguna u otra forma siempre pertenecen a otro... Aunque no es la primera vez que me equivoco, éso también es cierto.

II
¿Dónde está nuestro suelo?
Ese que sólo nos pertenece a nosotros y en cuya superficie nuestros pies se asientan como la mano dentro de un guante.
¿Sabemos reconocerlo?
Y sabiendolo o no, ¿lo sabremos?
Y sólo en el caso de que nos inquiete esta pregunta (porque los gustos y las inquietudes siempre se han contado por cientos)
¿Por qué no el mar?
¿Por qué no el cielo?
¿Por qué siempre la tierra cuando su estabilidad es una ilusión y su índole es la misma que la ilusión sobre el color azul del cielo?

III
Por arriba, la realidad del azul es un insondable abismo negro.
Por abajo, la tierra tiembla y se desplaza sobre mares de fuego.

miércoles, noviembre 19, 2003

Los viajes en el tiempo existen... Sólo tienes que escoger a la persona adecuada para ver lo que podrías llegar a ser.

viernes, noviembre 14, 2003

1
Cuarenta y tres minutos de la segunda parte.
Cero a cero.
La Juventus atacaba.
Dubitativo, Tacchinardi tenía el balón en la mitad del campo del Deportivo de la Coruña mientras Del Piero, siempre a la espalda de su marcador César, seguía con atención el juego.
De pronto, surgió la línea de pase que el rubio centrocampista esperaba. El checo Nedved se desmarcaba en profundidad por el carril del interior izquierdo con la velocidad y potencia de un tren expreso. Nadie del Deportivo podía seguirle y hacia allá Tacchinardi mandó el balón con el perfecto pulso del delineante que tira una línea sobre el plano.
En ese mismo instante, la defensa del Depor corrió hacia delante buscando, con su perfecta sincronía, dejar en fuera de juego a los delanteros del equipo italiano. Del Piero se movió con ellos, sin dejar la espalda de César y, a la vez, muy pendiente de la carrera de su compañero.
La parte interna del pie del checo llegó al balón haciendo inútil la entrada del defensor.
Entonces se produjo el momento que llevaba esperando el delantero. No estaba en fuera de juego y podía atacar.
Con un movimiento felino, se giró para buscar el balón que, trazando una pequeña rosca, llegaba al corazón del área deportivista.
Sabiendo que el delantero había ganado la iniciativa a su defensa, Molina salió de su portería intentando atrapar el balón que el delantero italiano ya tenía al alcance de su pierna. Podía atraparla, pero Del Piero se lanzó sobre el área. Deslizándose por el césped interceptó la trayectoria de un balón que ya parecía en las manos del portero.
Lo siguiente fue el gol.
Tras pegar en el larguero, la pelota entró.

2
De vuelta a casa y en el taxi, el espectador recuerda esa jugada mientras el conductor calla y conduce. En verdad, fué un precioso encaje de filigranas.
En un momento de arrebato, el espectador quisiera compartir su alegría con el otro ser humano que ocupa el pequeño habitáculo en movimiento... pero no lo hace. La lucidez regresa a su arrebatado espíritu devolviéndole la calma. No puede preguntarle si ha visto el partido, si no ha visto el pedazo de gol que la Juventus le ha marcado al Deportivo.
Es inútil. El taxista no ha jugado con él a la PlayStation.

miércoles, noviembre 12, 2003

Pequeña teoría ferroviaria sobre la ambición
(Algarada a destiempo -y en tres actos- sobre una futura reina)

1.- Hay que cojer los trenes cuando pasan a nuestro lado. No importa la forma. Lo importante es saber reconocerlos.
2.- ¡Que vivan los trenes!
3.- Itaca es lo único que importa.

martes, noviembre 04, 2003

Abre los ojos.
La alargada sombre del sueño que le mantuvo ocupado es, más que presencia, puro olvido.
Aunque acaba de despertarse se siente cansado.
Bosteza.
Se estira. Las puntas de sus dedos casi alcanzan el frio final de la funda nórdica.
En su despertador, los parpadeantes digitos verdes le dicen que todavía le restan cinco minutos. Luego, la alarma sonará y volverá a empezar esa vida que tan poco le gusta.
Hace frío. Decide guardarse lo más posible bajo su blanca funda de plumas. Se entierra en el profundo seno del calor propio atesorado durante horas. Casi no puede respirar.
Sin convicción cierra los ojos en busca del perdido hilo de su sueño y sólo encuentra el justo premio de su ausencia.
Deja pasar el tiempo.
De vez en cuando le llegan sonidos de otros cuerpos ya despiertos paredes arriba y abajo... Un grifo que se abre, una puerta que se cierra.

Abre los ojos.
No se engaña.
Sabe que lo que de verdad cuenta es el frío de allá afuera.

lunes, noviembre 03, 2003

Sobre la literatura y la vida

Sin embargo, llegó un momento en su vida en el que la conciliación entre las dos vocaciones se volvió problemática. En una de sus notas relacionadas con sus visitas a Eliot, habla de una conversación sostenida en el restaurante Garrik. En un momento de la charla dice Seferis: ``Cada vez se vuelve para mí más difícil pasar del trabajo personal al público.'' Eliot le responde: ``Pienso que el poeta debe tener otro trabajo. No podemos dedicarnos sólo a la poesía, porque creo que una gran parte de la creación poética es inconsciente, y debe haber horas durante las cuales otras cosas ocupen nuestra atención.'' Y Seferis le contesta con una estremecedora sinceridad: ``Sí, pero el problema surge cuando esas `otras cosas' comienzan a intervenir en nuestro inconsciente. Tuve la impresión de que mi trabajo público se hacía peligroso precisamente cuando sentí que se asomaba ahí; cuando comenzó, a principios de la guerra, a aparecerse en mis sueños. Las responsabilidades comienzan por los sueños, como dijo uno de sus poetas. Sin embargo, incluso en aquellos años difíciles siempre escribía, por disciplina, una página o algunas líneas en mi diario. Lo hacía para mantenerme en forma. Eso no puedo hacerlo ahora.
(Conversación entre los poetas T.S. Eliot y Yorgos Séferis extraída de un ensayo sobre Yorgos Séfris escrito para Internet por Hugo Gutiérrez Vega)
Boda real a la vista!!!!

Excepcional ocasión para que a todos nos salga ese hortera que todos llevamos dentro.

Boda real, patente de corso....

(Un veterano periodista cree ver cómo el Principe quiere retener un segundo más de lo necesario la mano de su prometida en la única filmación que existe de la pareja antes de que se hiciera pública su relación y yo no veo nada.
Otro tertuliano considera que la mejor cualidad de la novia es su carácter DISCRETO... Felipe II aún no ha muerto.
Las declaraciones de sus compañeros de TVE llenas de lugares comunes (ya sabía yo que ella escondía algo) y de anécdotas insulsas elevadas a la categoría de Episodio Nacional (y en ese momento ella cayó como si la impulsara a hacerlo el paso de un gran secreto).
Una colaboradora de un programa de radio lamentando no ser ella la novia.
El concepto 'la alegría expresada por la gente sencilla'.
Un tipo que, desde la radio, me desea a mí, como oyente, la enhorabuena.
La canción que ahora mismo escribe Leonardo Dantés.
Los desaforados esfuerzos por resucitar el rosáceo mito de Sissi.
El concepto 'Que se nos casa Felipe'
Los parabienes de transeúntes y vagabundos ante la cámara.
La opinión de Luis María Ansón.
El concepto '¡que tenemos boda, que tenemos boda!'
La Casa Real posicionandose al nivel de las Grandes Casas Reales Europeas, según Jose Manuel residente en Arenas de San Pedro.
La opinión de Jaime de Peñafiel.
La confusíón de la novia con Leticia Sabater: ¿dónde está la 'zeta'?
La radiante y muy escotada felicidad de Terelu Campos.)

Boda real que desencadena la España irreal y absurda
El metacrilato y el brasero, el andamio y el hipertexto unidos por la incontenible alegría.

¿Dónde estabas tú cuando se produjo la gran noticia?
¿En la cola del paro u oliendo a muerto?
¿siendo despedido o despidiendo?

La España de las bodas y de los bautizos nos sale una vez más de dentro mientras el fantasma de un Luis García Berlanga todavía vivo se revuelve en su tumba valenciana imaginando cientos de planos-secuencia, otorgando el papel de rey a Luis Escobar en un casting metafísico y perfecto, pensando en Saza para el papel de suegro....

Los buenos deseos siempre formulados tras escupir en el suelo.
Antropólogos del mundo, ¿dónde estais para analizarnos en nuestro esperpento?
La escopeta nacional ya está disparando, tiene perdigones nuevos.

¿Envidia o hastío ante el nuevo avatar absurdo de nuestro pais-pueblo?

Dos semanas en otra ciudad y estaré como nuevo.
Yo no valgo para ésto.