domingo, agosto 05, 2007
Leo en El País una entrevista con Felipe González y por fín encuentro un poco de cordura sobre el tema de E.T.A.
"Y además, uno de los grandes dramas es que la mayor parte de los ruidos son vacíos. Es asombroso que haya tanto ruido con el problema de ETA cuando tenemos una amenaza más importante en esa materia. Yo he gobernado con cincuenta muertos de ETA, y Adolfo Suárez, con setenta y con ochenta. Y resulta que entonces parecía que ETA tenía menos importancia que la que hoy le atribuyen, cuando ahora está muy debilitada, aunque pueda matar, ¡eh!, que eso lo digo por propia experiencia, que en algún momento puede matar. Pero ETA está derrotada. Y la cuestión está clara: ¿por qué es más importante ETA ahora que está derrotada que hace veinticinco años, cuando secuestraba y mataba en la dimensión que todos hemos conocido? ¡Es que no es verdad, ETA, no es más importante ahora! ¡Es una manipulación política irresponsable! Pero aún es más ofensivo que haya gente que diga que es "un milagro" que se detenga a los terroristas de ETA. Porque yo que he estado en la sala de máquinas, igual que estuvo, por cierto, quien dice ahora esa barbaridad, sé que el mundo de los milagros pertenece a quienes se oponen a la educación para la ciudadanía. Lo que se está produciendo no es un milagro, sino el resultado de la eficacia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Esto es lo que me turba de nuestra situación política: que estamos viviendo de falsos problemas."
(Felipe González. Ex-presidente del gobierno)
El Partido Popular no está sabiendo ver esta realidad. No está haciendo otra cosa que convocar ante la sociedad española el fantasma de la ETA terrible, la de los 80, pero la realidad actual de ETA son las detenciones policiales y un par de bombas al paso del tour de Francia.... Y llevamos casi dos meses sin tregua. ¿A qué espera ETA para hacernos daño?
Nuestros políticos deberían renovar el imaginario donde se generan todos los discursos sobre esta banda de asesinos y en este sentido el PSOE empieza a llevar la delantera al PP.
Hay que preparar otros discursos, afrontar las nuevas realidades y en este sentido el PSOE empieza a realizar movimientos para colonizar nuevos significados y contextos.
Tengo que reconocerlo.
En el PSOE siempre han sido más astutos, con demagogia o sin ella siempre han sabido conectar mejor con la realidad de este país y por extensión han sacado un mayor beneficio del pobre panorama de nuestra clase política.
No olvidemos que Aznar sólo pudo acceder al poder tras 14 años de desgaste de Felipe González... Cuatro años más y las elecciones las hubiera ganado Chiquito de laCalzada.
Tengamos presente que Mariano Rajoy no está pudiendo con el más que evidente cartón piedra kenediano de Zapatero y oportunidades no han faltado y tampoco volverán a dejar de faltar de aquí hasta las elecciones.
Sólo queda Madrid... y ya nos hemos olvidado de Tamayo y Sáez, los diputados tránsfugas.
¡Qué curioso que, tras estas elecciones y con un panorama más definido y claro, no se haya producido ninguna crisis de conciencia entre nuestros parlamentarios autonómicos!
¡Qué curioso es que no haya tránsfugas cuando hay mayorías absolutas!
sábado, agosto 04, 2007
Desde un punto de vista estrictamente social, la verdad está sobrevalorada.
La continua exigencia a los otros de una completa y absoluta sinceridad a veces esconde un espúreo afán dominante y controlador. La generación de un desequilibrio informativo basadO en la total transparencia y específicamente diseñado para atraparnos.
El que quiere dominar nos pretende completamente transparentes, totalmente entregados y accesibles, abarcables en un 100% a su mirada, disponibles como cosas pertenecientes a un propietario.
Ciertos lugares o momentos de opacidad nos hacen libres y en ciertas ocasiones o situaciones la mentira es vehículo tan bueno como cualquier otro para conseguirla.
miércoles, agosto 01, 2007
INGMAR BERGMAN (1918-2007)
"- Antonius Block: I want knowledge! Not faith, not assumptions, but knowledge. I want God to stretch out His hand, uncover His face and speak to me.
- Death: But He remains silent.
- Antonius Block: I call out to Him in the darkness. But it's as if no one was there.
- Death: Perhaps there isn't anyone.
- Antonius Block: Then life is a preposterous horror. No man can live faced with Death, knowing everything's nothingness.
- Death: Most people think neither of death nor nothingness.
- Antonius Block: But one day you stand at the edge of life and face darkness.
- Death: That day.
- Antonius Block: I understand what you mean. "
(El séptimo sello)
"La situación ideal de seguridad que el progreso aspira a alcanzar consiste, por el contrario, en que el mundo sea dominado por la razón... El acto en que eso ocurre es precisamente aquel en que, a la luz de la razón, lo peligroso se revela como absurdo y pierde asi, por tanto, su derecho a ser real."
II
"Todos los planteamientos a lo que van a parar es a decir que los conflictos son evitables. Mas si los conflictos hacen acto de presencia lo que importa es demostrar que son errores y que su repetición puede evitarse con los medios de la educación o la ilustración. Esos errores, se dice, hacen aparición únicamente porque aún no son de conocimiento general los factores de ese magno cálculo que tendrá como resultado que la población del globo terráqueo esté formada por una humanidad unitaria fundamentalmente buena y también fundamentalmente razonables y por ello fundamentalmente asegurada.
La fe en la fuerza de convicción de tales perspectivas es uno de los motivos que hacen que la ilustración tienda a sobrestimar las fuerzas que le son dadas."
(Ernst Jünger, El Trabajador)
domingo, julio 29, 2007
sábado, julio 28, 2007
(La ilusión cinematográfica perdida, Jean Baudrillard)
Una vez más, y como casi siempre, escribo desde la ignorancia.
Desconozco si dos talentos tan grandes del negocio del cine como John Millius y Walter Hill habían aunado sus virtudes antes o después de generar esta elegíaca historia sobre una derrota, pero lo cierto es que el resultado no termina de estar a la altura de lo que uno cabría esperar de una colaboración semejante.
Aunque encierra buenos momentos, Gerónimo se me antoja una película desigual, que parece nadar entre varias aguas sin decantarse definitivamente por ninguna y en la que, sobre todo, fallan los actores principales. Ni el blando Jason Patric ni el desdibujado Wes Studi tienen la fuerza suficiente como para dar entidad y trascendencia arquetípica a sus desencantados personajes.
Uno tiene la impresión de que ninguno de los dos ha sido capaz de captar la trágica dimensión poética de sus personajes limitándose a poner la cara y decir los diálogos con la corrección y cansada vaciedad de una "private dancer"... dancing for money. Sin duda alguna la película habría ganado mucho con un par de actores de mayor entidad que hubieran sido capaces de aportar ese indefinido e intenso extra emocional que precisamente les hace tener esa mayor entidad.
Los veteranos Robert Duvall y Gene Hackman hacen lo que pueden, pero la historia, centrada en encarnar el fin de toda una época en un determinado episodio histórico, no les permite demasiados alardes. Los protagonistas son ellos, el rebelde indio Gerónimo y el desencantado capitán de caballería Charles Gatewood, alcanzados por la historia en el fin de las Guerras Indias.
Ese final hace innecesario por supuesto a Gerónimo, pero también revela prescindible a aquel eternamente destinado a perseguirle por las praderas.
El siglo XX se acerca, ya no hay lugar para un cierto tipo de vida y ese es para mi el principal atractivo de esta película, un atractivo que se encarna en el discurso final que Gerónimo pronuncia ante los suyos en uno de los vagones del tren que les lleva a su confinamiento en la lejana Florida:
"¿Por qué el Dios Único permitió al Ojo-Blanco robarnos la tierra? ¿Por qué tenía que haber tántos de ellos? ¿Por qué tenía tántas armas, tántos caballos? Durante muchos años, el Dios Único hizo de mi un guerrero. Ningún arma, ninguna bala pudo matarme jamás. Ese era mi poder... Ahora mi tiempo ha terminado. Ahora, quizá, el tiempo de nuestro pueblo ha terminado."
Son otros tiempos que están gobernados por otros dioses. La propia derrota es la del Dios o el Espíritu que les inspira. Les hace ser lo que son y, en virtud de esa derrota, les convierte en un pasado que sucede en el presente.
Ambos, Gerónimo y Gatewood, son confinados en lejanos y apartados lugares. Cuánto más lejanos, más rápidamente llegerá el olvido.
Ambos encierran en su derrota la grandeza de reconocer el propio fin. No mueren dormidos.
Tienen el valor de reconocer y asumir su final.
Ya no son otra cosa que sombras al lento compás que marca un nuevo amanecer.
Los personajes de Peckinpah tienen también la capacidad de reconocer ese mismo final, pero su sadismo les lleva a pelear hasta el final, a provocar su propia muerte en una orgía de sangre y violencia mientras intentan infringir el mayor daño posible en las filas de los vencedores.
A diferencia de aquellos, Gerónimo y Gatewood, nacidos del talentoso imaginario de Milius, son masoquistas. Hay un momento en que dejan de resistirse y luchar. Bajan los brazos. Se rinden. De algún modo comprenden lo inevitable de la situación y aceptan con resignación la derrota muriendo en vida. Ponen su arquetípica figura contra el viento y se dejan golpear una y otra vez por los nuevos tiempos.
Resisten como viejas y desgastadas estatuas de dioses abandonados, pero jamás vencerán.
Frente al espíritu brutal y dionisiaco de Peckinpah, se erige la propuesta apolínea y racional de Milius. Gerónimo y Gatewood intuyen de alguna forma las razones de su derrota. Hay reflexión y una resignada aceptación de algo que por la propia reflexión se les aparece como inevitable.
Dos estilos diferentes de perder.
El mismo tipo de sombras.
martes, julio 24, 2007
Martin Varsavsky propone en su web una encuesta sobre la autoría de los atentados de las torres gemelas.
Aunque la mayoría se decanta por Osama Bin Laden como autor, llama la atención a estas alturas de la película el 48% de sujetos que consideran seriamente (se supone) la posibilidad de otras responsabilidades. En concreto, un 36% apunta a la CIA, otro 6% a los servicios secretos israelíes y el restante 6% inscribe su opinión en un "inquietante" Otros que puede englobar desde la organización SPECTRA hasta la mismísima Isabel Pantoja.
No es la primera vez que la duda se cierne sobre acontecimientos en principio más que probados.
La Navaja de Ockham ha dejado funcionar en ese complicado mundo globalizado y moderno en el que el medio es ya algo más que el mensaje. La explicación más sencilla y plausible no tiene por qué ser la más cierta. Como si una intranquilidad metafísica derivada de la desconfianza ante lo que nuestros ojos ven y nuestros oídos escuchan nos llevara a dudar, a dar más lugar del necesario a lo extraordinario e increíble.
En el sentido psicoanalítico del término, estas dudas -creo- son un síntoma, una manifestación del esforzado trabajo de un algo oculto en el interior de nuestra consciencia, de la constante presencia de una duda y una desconfianza. Como si la realidad fuera una construcción que se intenta ofrecer a nuestros ojos y, en definitiva, a nuestra credulidad.
Para algunos poco importa que el propio Bin Laden reinvidicase los atentados... porque esa reivindicación puede ser parte de la conspiración, de la mentira que alguién está intentando hacer pasar como verdad.
Algo se esconde, algo se oculta y debemos desconfiar de nuestros sentidos. Debemos sospechar la constante existencia de intereses ocultos, de complicadas tramas. Como si en realidad todo fuera mentira y fueramos inconscientemente conscientes de la tramoya que sustenta el diario espectáculo de nuestra propia realidad.
El animal que todos llevamos dentro desconfía de una realidad que se nos ofrece como constructo cerrado y finito, un perfecto interfaz en el que todo tiene lugar y todo tiene su sentido. El convencional escenario donde se desarrolla nuestra vida como sujetos-objetos de un poder omnímodo construído sobre la debilidad de nuestro propio deseo.
Pero lo humano que queda en nosotros se rebela y una manifestación de esa rebelión es la loca adhesión a cualquiera de esos relatos imposibles.
La reivindicación del desorden, de la propia individualidad, de la impostura en el juicio, de la creencia en el absurdo como extremo acto de libertad.
La locura de ser uno mismo en un mundo donde la diferencia empieza a ser el más grave de los pecados.
lunes, julio 23, 2007
No pensar en nada.
Desaparecer en el tiempo.
Dejarse llevar por la suave pleamar de circunstancias,
buscando aparecer en esta misma playa
como un pedazo de plástico arrojado sobre la arena.
Enredar el pensamiento en el vuelo de una gaviota.
Evitar la maldición de la consciencia.
Que el ser no empeore el estar
y de improviso todo duela
sintiéndose un extraño en la propia piel.
No pensar en nada.
domingo, julio 15, 2007
sábado, julio 14, 2007
Siempre me emociono viendo "Toro salvaje", llevo casí veinte años haciéndolo y ayer también me emocioné espiando a La Motta persiguiendo a su hermano Joey para abrazarle y pedirle perdón.
"Toro salvaje" es una película sobre el boxeo... mejor expresado, "Toro salvaje" cuenta a lo largo de sus casi dos horas de metraje el combate que Jake La Motta libra contra si mismo por entenderse, llegar a un cierto acuerdo y alcanzar la paz.
Para mi gusto, esa escena, la de la persecución del hermano, es la culminante de la película. La Motta por fin está en condiciones de acercarse y pedir perdón por todos sus errores cometidos. Mucho más culminante que la oscura escena de soledad en la cárcel donde La Motta se reprocha brutalmente su propio ser y, como directa e inevitable consecuencia, todo su estar en el mundo. Escena que, aún siendo importante, necesita -a mi entender- el complemento de la plasmación real de esa culpabilidad asumida en una disculpa.
La Motta está en paz consigo mismo y por éso el espectador -al final- simpatiza con un personaje que, a lo largo, de la historia ha mostrado con ostentación brutal un comportamiento terrible y enloquecido cuya recompensa es el alejamiento progresivo de todos aquellos que le quieren.
"Toro salvaje" cuenta la historia del ascenso y la caída del boxeador italo-americano Jake La Motta, pero también nos muestra el surgimiento de La Motta de entre el marasmo de sus propias cenizas ("las caídas hondas de los cristos del alma" de la que habla César Vallejo) para ser un hombre nuevo... Aparentemente un fracasado, pero en realidad un absoluto triunfador porque la victoria sobre uno mismo es siempre la más difícil de todas.
Después de todo, todo el sistema de capitalismo consumista en que vivimos se sustenta sobre esa constante derrota que nos hace ceder y seguir deseando lo que en realida dno necesitamos... pero esa es otra historia.
"I remember those cheers
They still ring in my ears
And for years they'll remain in my thoughts
Cuz one night I took off my robe
And what'd I do
I forgot to wear shorts.
I recall every fall, every hook, every jab
The worst way a guy could get rid of his flab
As you know, my life was a jab...
Though I'd rather hear you cheer
When I delve into Shakespeare
"A Horse, a Horse, my Kingdom for a Horse,
"I haven't had a winner in six months
(he lights his cigar)...
I know I'm no Olivier
But if he fought Sugar Ray
He would say
That the thing ain't the ring
It's the play.
So gimme a stage
Where this bull here can rage
And though I can fight
I'd much rather recite
That's entertainment!
That's entertainment."
Uno detrás de otro, La Motta derrotaba a sus rivales en el cuadrilatero sin comprender que su principal y más peligroso rival era él mismo.
Ninguna de aquellas victorias sirvió de mucho al no haber obtenido la más importante de todas.
el tiempo se le escapa de entre las manos
en un incesante goteo de instantes
que se ha impuesto a sí mismo recordar.
El pasado crece a sus espaldas,
mientras el río en cuyas aguas
se bañan con despreocupación
constantemente deja de ser él mismo.
Su corazón late con fuerza.
Intenta atrapar con una sonrisa
el último y más reciente reflejo oscuro de sus cabellos.
Disfruta la vigorosa posesión del propio cuerpo.
Es sólo un gesto,
que las aguas ya arrastran y se llevan.