jueves, mayo 01, 2008
Perasovic, el entrenador del Estudiantes, es otro buen ejemplo. Representando lo que representa dentro del equipo, más animicamente que por juego (pero este aspecto también cuenta y más en un equipo que vive la situa´ción tan desesperada que viven los madrileños)... Escribía... Representando lo que representa dentro del equipo, decide fichar a un base norteamericano del montón que reduce los minutos de Martinez a cero. Pero, y de pronto, en el momento más complicado de la liga, en la hora de la verdad, cuando perder significa desaparecer en las profundidades de la Liga LEB, Gonzalo Martinez vuelve a aparecer sobre la cancha para insuflarle vida al equipo y ayudarle a ganar su partido contra el Vive Menorca.
Su presencia fue definitiva.
El equipo encontró su sentido, sus señas de identidad que se remontan a la década de los 50, en este jugador que no es ningún talento, pero que simboliza incluso por genotipo (pequeña estatura, cara de niño) toda la historia del Estudiantes.
Fue algo maravilloso y simbólico.
Un ejemplo más de la trascendente magia del deporte, productora de instantes inolvidables y de héroes como Gonzalo Martinez, porque, y en muchas ocasiones, el deporte es como la guerra. La victoria puede depender de la presencia de un héroe sobre el campo, una presencia montada sobre el caballo blanco de la épica.
miércoles, abril 30, 2008
martes, abril 29, 2008
de pasos rápidos y prisas,
de inflexibles relojes que exigen,
de trenes y autobuses perdidos,
de empujones, tropezones y aceras.
La ciudad está llena de oficinistas que ofrecen su cuerpo a la ciencia
con la intranquilidad de estar haciendo lo correcto,
y también con la tristeza de que, después de todo,
esa corrección no sea otra cosa bien diferente,
que siempre sea lo que siempre llega
en su eterna hora en punto,
cuando la mesa está vacía
y no queda ya cena.
En el nuevo día las mismas cosas de siempre
le esperan en el mismo lugar acostumbrado.
Y, aunque de cuando en cuando se sorprende a sí mismo,
andando como un sonámbulo,
ensimismado en el sueño de algún cambio,
muy pronto despierta a su propio desierto
con los labios sedientos y agrietados.
lunes, abril 28, 2008
confuso tiroteo de vidas que se ignoran,
que quizás se imaginen ligeramente
y sólo en algunos casos muy especiales se sueñen
tras breves encuentros sin apenas espacio para la delicada retórica de las almas:
una mirada dejada caer como pañuelo
y en ocasiones muy especiales una media y timida sonrisa.
Poco más.
Todo lo restante será el ruido y la furia de siempre.
Mientras el cielo se oscurece,
las flores se marchitan
y los pajaros agonizan en los rincones y las esquinas.
domingo, abril 27, 2008
Tras dos años de rodaje, Fritz Lang estrenó en 1924 el díptico "Los Nibelungos" basado en El cantar de los Nibelungos poema medieval escrito en el siglo XIII.
La película se divide en dos partes: La muerte de Sigfrido y La venganza de Krimilda, y alcanza las cinco horas de metraje. Por su mismas características de duración, Los Nibelungos es una película que requiere tiempo y dedicación por parte del espectador. Si éste se deja llevar, la experiencia en absoluto le decepcionará.
Merece la pena ver este espectáculo total gobernado por una fatal y dramática lógica zen. Un primer error suscita siempre la circunstancia que convoca a otro y así hasta el impresionante final.
Poco a poco, todos los personajes van sumergiéndose en las aguas pantanosas del desastre pugnando por internarse más y más mientras se dejan llevar por las emociones más primarias. Desde la muerte de Sigfrido hasta la terrible venganza de Krimilda, su enamorada, no hay lugar para la esperanza. Todo y todos parecen abocados a un desastre que sus propios miedos y fobias van forjando.
Los nibelungos es un clásico del cine magistralmente dirigido por Fritz Lang, un drama basado en el amor, la venganza y las pasiones de diferente altura. Un regalo selecto para espectadores con tiempo suficiente para disfrutarlo.sábado, abril 26, 2008
Mira la loca roja cómo rechaza
la sábana de montaña que la abriga.
Otro día exagerado. Otro
día se te muere creyendo que su color
no volverá nunca más, no volverá
como la sangre que se pudre. Seca la luz,
tira algodones de nubes, lávate y gírate,
bebe el más límpido gin de luna y mar"
(El Poniente excesivo. Las mujeres y los días, Gabriel Ferrater)
El más límpido gin de luna y mar... Quiero un buen trago ahora mismo.
viernes, abril 25, 2008
en un confuso territorio de espacios y tiempos
aprovechados a un inhumano milímetro
que siquiera deja lugar a la menor duda.
Seguramente, en alguna parte o en todas, está el mar
con toda su extensa presencia de instantes sin consecuencias
latiendo como una ignota promesa de vida eterna.
Quizá sólo haya que parar un instante
para sentir la anciana melodía suave de su brisa.
Bastaría un sólo momento de cordura.
Un inapropiado destello de locura en el lado soleado de la calle.
jueves, abril 24, 2008
“No me pregunten por qué… El privilegio del cine es permitir a un gran número de personas soñar el mismo sueño juntos y presentar la ilusión como si fuese la pura realidad…” Y el sueño que Jean Cocteu propone al espectador en la fascinante "El testamento de Orfeo" es un paseo por sus obsesiones como ser humano y artista.
Elegante, inteligente, sofisticada, culta, ... "El testamento de Orfeo" se convierte en un vivo retrato de su propio protagonista desgranándose en una fascinante sucesión de imagenes poderosas que llenan hasta rebosar los ojos que las contemplan.
De carácter no lineal, absolutamente metafórica, Cocteau demuestra la capacidad del cine para generar imágenes poéticas de potencia. Aspecto que quizá sólo el cineasta griego Theo Angelopoulos sea capaz hoy en día de reflejar sobre una gran pantalla.
El uso de la camara lenta para construir una destrozada flor o de la música para sugerir estados emocionales intensos son potentes brillos emitidos por esta preciosa joya nacida de las inagotables capacidades para el arte de un talento sin par.
Los fantasmas se acumulan a sus espaldas.
Le sonríen.
Quieren abrazarle mientras se encamina decididamente hacia la luz.
Le desean lo mejor sabiendo también que en algún momento regresará.
Su secreta y milenaria ciencia de brumas y sombras así se lo aconseja.