"Me gusta que te vayas pa que vuelvas..."
sábado, marzo 14, 2009
WATCHMEN
No pesan demasiado los 150 minutos de duración que tiene la película sobre estos Watchmen recién llegados con su mundo gris y paralelo y sus intrigas y peleas a nuestras pantallas.
Hay algún momento, "por en medio", en que la película se hace un poco "cansina". Hay demasiadas historias que contar, unas historias que se parecen bastante entre sí por las situaciones que describen. La personal circunstancia de cada Watchmen, el propio aprendizaje de la decepción ante un mundo que les ha apartado, terminaron agotándome un poco.
Seguramente se quiere contar todo y en este sentido el resultado no es demasiado confuso, si acaso -como comento- demasiado repetitivo. La misma melancolía, el mismo resentimiento, sobre diferentes zapatos y disfraces.
De todos modos, la película tiene una factura impecable. Es un producto bien terminado, que se deja ver con interés y que sin duda entretendrá tanto a iniciados como neófitos en este mundo paralelo empeñado en la Guerra Fria y donde Richard Nixon ha sido reelegido presidente por quinta vez.
Con Watchmen el desencanto llega al mundo de los superhéroes... Por lo visto, el desencanto siempre termina llegando a todas partes... Pero no estoy seguro de entender muy bien los cómos y los porqués, las motivaciones de cada uno de los personajes mas allá del simple mecanismo dramático de las cuentas pendientes que llegan del pasado... Probablemente, el hecho de haber visto "Gran Torino" y "Barba Roja" casi al mismo tiempo me hizo demasiado exigente... La magia de la verdadera obra de arte me confunde... y que dure.
domingo, marzo 08, 2009
BARBA ROJA
Un joven aspirante a médico del shogun entra a trabajar como interno en un hospital de caridad dirigido por el Dr Niide, conocido por todos como Barba Roja. Lo que en un principio el joven aspirante considera como un castigo se convertirá en un episodio esencial que definirá su destino en la vida.
La vida en el hospital no será fácil para el joven Dr. Yasumoto. Sus habitaciones y consultas son en muchos casos la estación final de vidas humildes en la mayor parte de los casos trabajosamente vividas y que no sin esfuerzo y sufrimiento también se ven abocadas a terminar porel agotameinto y la enfermedad.
El directo contacto con ese aspecto tan real y descarnado de la existencia transformarán a Yasumoto y será el eveterano y experimentado Niide quién servirá de agente catalizador de ese cambio junto con las vidas que confluyen en el hospital, muchas de ellas para terminar.
Pero Barba Roja no es solo la historia de Yasumoto. Principalmente, es una película coral llena de hermosas historias, de terribles historias.
Como casi todas las películas de Kurosawa, Barba Roja es un relato lleno de pesimismo antropológico en la que sin embargo, y sin saber exáctamente cómo, hay siempre espacio para la belleza y la esperanza. Concebidas ambas como desesperados actos de humanidad condenados al fracaso en un mundo donde sólo hay lugar para la lucha, la supervivencia y la crueldad.
Son maravillosos las historias que como secretos comparten los agonizantes enfermos, historias de felicidad imposible y sacrificio desesperado. El misterio de sus vidas, de sus conductas, descifrado en un instante de sinceridad antes de expirar.
La necesidad de hablar, de descifrarse ante los otros, para mostrar una escondida y emocionante humanidad que sólo la proximidad insoslayable de la definitiva muerte permite mostrar.
La necesidad de querer y ser queridos no siempre conseguida inspirando el misterio de un ser que jamás se muestra en su verdadera esencia, sino como inexplicable acertijo para la mirada del que no conoce toda la historia.
Así somos todos en realidad... misterios que esconden el dolor de una verdad.
Maravillosa.
sábado, marzo 07, 2009
GRAN TORINO
Walt Kowalsky es un jubilado misántropo y gruñón que vive en eterno conflicto con el mundo, uno de esos personajes heridos por la propia vida que han llevado.
Apuñalado por pequeños momentos que han generado heridas que quizá sólo puedan ser cerradas con el final de la propia vida, Kowalski tiene una relación difícil con los suyos y por supuesto con los que no lo son, sus vecinos de la etnia hmong que empiezan a dominar todo el barrio.
En un lugar tan inesperado como la relación vecinal con aquellos que odia, Kowalsky encontrará la salvación que no busca, una salvación que tendrá que ver con la restauración de un cierto equilibrio casi zen en la mecánica de las cosas.
Lo mejor de "Gran Torino" es que se trata de una película que en absoluto me ha decepcionado y éso que esperaba mucho del maestro Eastwood... Lo esperaba todo y "Gran Torino" lo ofrece de una manera gradual y mágica.
Poco a poco la película se apodera de la mirada del espectador hasta atraparlo en una fascinante e inolvidable dinámica de humanidad. Porque lo más importante de Gran Torino es lo que no puede contarse, las emocionantes dinámicas telúricas de encuentros y desencuentros que suceden entre los personajes y que cargan la historia con una poderosa energía que no te abandona aún cuando la película ha terminado.
Eastwood es un maestro en muchas cosas y también lo es en generar personajes emocionantes que se deben algo a sí mismos... La paz, el perdón y algunas otras cosas cuya carencia nos vuelve tan complicados para nosotros mismos y para los otros en el vivir.
La vida hiere, heridos vivimos y es muy difícil encontrar aquello que nos impide ser devorados por ese corazón de tinieblas que todos llevamos dentro. Kowalsky lo encuentra en esa emocionante confesión que su fallecida mujer sabe que necesita y en la necesaria penitencia que el viejo polaco se autoimpone.
Una confesión que, casi sin quererlo, Kowalsky se da en un extraño e improvisado confesionario, la puerta que cierra su sotano, y ante un extraño e improvisado sacerdote, el joven hmong que quiso robarle su Gran Torino y que queda allí, encerrado, mientras Kowalski, convertido en un jinete pálido, marcha al duelo final.
Gracias, Mr Eastwood.
martes, marzo 03, 2009
domingo, marzo 01, 2009
STALKER
El cine del ruso Andrei Tarkovski es muy. muy, muy difícil. Exposiciones largas que solidifican los espacios, personajes y paisajes, travellings lentos que buscan a los personajes y los abandonan en esos espacios sólidos, palabras escasas... Sus películas no son fáciles de ver, pero algunas de ellas son realmente grandes. Especialmente por la genialidad poderosa de las ideas que encierran, ideas que te llevas a casa, que no te abandonan.
Stalker es una de ellas.
Basada en una cuento de ciencia ficción de dos autores rusos, los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, "Picnic en el camino" y rodada en 1979, "Stalker" nos cuenta el viaje que realizan un escritor y un científico a un misterioso lugar llamado La zona. Un lugar peligroso donde las personas desaparecen y por cuya complicada y peligrosa topografía solo unos guias llamados Stalker pueden moverse con una cierta seguridad.
La Zona apareció súbitamente, de la nada y en su centro hay una habitación en cuyo interior espera la posibilidad de realizar el mayor deseo a todos los que logran llegar hasta ella... pero nadie ha regresado.
El viaje de esos tres personajes en busca de la habitación les llevará a descubrir que lo que ese deseo que realiza jamás es el que se tenía en mente al entrar. Una persona que entra con la intención de resucitar a su hermano sale convertido en una persona inmensamente rica y termina suicidándose al descubrirse de pronto ante su realidad.
Todos los que entran descubren por el sorpendente deseo realziado que en realidad son otros muy distintos de quienes pensaban eran.
La habitación tiene la habilidad de descubrir su verdad y la mayoría viven de espaldas a ella. Y la habitación tiene el terrible poder de descubrirles en un segundo lo que en realidad son... Muy pocos soportan ese instante.
Quizá lo mejor sea destruirla... o no.
Como siempre que veo una película de Tarkovski me costó llegar hasta el final, pero mereció la pena. Porque la historia de la zona es una gran historia.
"Trabó, naturalmente, relaciones con gentes de su profesión que halló en el puerto. De dos clases eran éstas. Algunas, pocas en verdad, y rara vez vistas en aquellas tierras, llevaban una vida misteriosa, adivinándose en ellas indestructible y concentrada energía, con carácter de pirata y ojos de soñador. Parecían vivir en alocado laberinto de proyectos, esperanzas, peligros y grandes empresas, como avanzadas de la civilización en los oscuros senderos del mar; y su muerte era el único acontecimiento de su fantástica existencia que se presentaba, pensando razonablemente, como de segura realización."
(Lord Jim, Joseph Conrad)
(Lord Jim, Joseph Conrad)
(Sobre Lord Jim, Rafael Argullol)
miércoles, febrero 25, 2009
VIVIMOS EN UN HOLOGRAMA
"El detector de ondas gravitacionales GEO 600, de Hanóver, en Alemania, registró un extraño ruido de fondo que ha traído de cabeza a los investigadores que en él trabajan. El actual director del Fermilab de Estados Unidos, el físico Carl Hogan, ha propuesto una sorprendente explicación para dicho ruido: proviene de los confines del universo, del rincón en que éste pasa de ser un suave continuo espacio-temporal, a ser un borde granulado. De ser cierta esta teoría, dicho ruido sería la primera prueba empírica de que vivimos en un universo holográfico, asegura Hogan..."
La vida es un misterio que me interesa cada vez más...
Reflexiones a propósito de Slumdog millionaire...
Los románticos tienen el mundo en la cabeza y su vida es el esfuerzo por hacer coincidir el interior con el exterior.
Normalmente es un esfuerzo baldío, casi siempre recompensado con un hermoso fracaso que viste sus días y les arropa las noches pero eso, aún siéndolo, no es en absoluto lo más interesante. Porque de algún modo está escrito que el individuo romántico colisione violentamente contra un mundo mucho más complejo, que es mucho más que un sentido y una voluntad, y por eso nos emociona que ese slumdog de Bombay consiga lo imposible... Colisionar y salir victorioso, de algún modo trazar el perfil del mundo a su medida.
Lo más interesante, lo más importante es que de esa constante fricción del sujeto con el mundo brota una energetizante intensidad que hace de la vida algo que merece la pena ser vivido aunque sea desde el fracaso... Y esa es la base del espectáculo emocional que ofrece Slumdog Millionaire, el campo de fuerza electrizante y magnético que despide la personalidad del personaje.
Y todo porque seguramente no hay mejor forma de vivir la vida que desde el esfuerzo por conseguir y desde el fracaso por no haber conseguido.
Y en el silencio oscuro del cine lo sabemos.
Todo lo demás son excepciones que nos paralizan con su paradisiaca rareza, sueños que terminan desvaneciéndose en otro deseo, momentos que se convierten en matería para la leyenda porque, y por contradictorio que parezca, esta mecánica del esfuerzo y del fracaso no puede funcionar sin una energía de esperanza que lo alimente.
Porque.... ¿Y si lo consiguiéramos?
Siempre perseguimos sombras.
Habitamos en el umbral de los interrogantes sin tener muy claro si el paso debe ser hacia delante o hacia atrás.
Somos así de complejos.
martes, febrero 24, 2009
domingo, febrero 22, 2009
SLUMDOG MILLIONAIRE
Lo mejor que tiene "Slumdog millionaire" es que se trata de un canto a la vida.
La vida no entendida en su realidad física, independiente de los seres humanos, puro mecanismo ciego de continuidad y perpetuación sino concebida como algo que nace de la sentida expresión personal de un concreto individuo, como un sentido acto de afirmación de un modo de estar y existir contra todo riesgo y situación... Y en este aspecto radica la magia de esta película, una fabula sobre la ciega voluntad de esperanza y la inflexible firmeza en la propia convicción.
Su protagonista en un romántico en toda la extensión de la palabra, una extensión que no se reduce a lo meramente sentimental (perspectiva absolutamente empobrecedora del concepto) sino a un actitud mucho más total que tiene que ver con el hecho de subordinar toda su presencia en el mundo a un sentimiento, a una idea de cómo debieran ser las cosas. Y lo pone todo en juego a la luz de esa idea, pero de forma ciega, sin importarle otras consecuencias... porque ni siquiera puede verlas.
Por eso, la escena que más emociona de la película es ésa en que el inspector de policía libera al muchacho por considerarle... veraz. Ya no se habla de verdades y de mentiras, de tácticas, sino de autenticidad o falsedad como impresión global, de estrategias, modos de vivir. Y para el policía, el chaval es auténtico y, tras escucharle, esa autenticidad, efecto inevitable de un relato directo y transparente, se le antoja como razón suficiente para liberarle.
Las fábulas siempre tienen un carácter moralizante y suelen estar protagonizadas por animales, en este caso un perro de los suburbios, ofreciéndonos retratos de conductas morales censurales y/o reprobables. Y el retrato de este perro callejero es un ejemplar perfil sobre la verdad concebida como consecuencia cristalizada de una actitud mantenida de forma inflexible e incansable.
La música de este canto a la vida que es "Slumdog millionaire" emana de la recalcitrante ilusión de su protagonista.
La letra es su historia narrada a través de las diferentes preguntas que le van siendo formuladas por el conductor del concurso ¿Quién quiere ser millonario? en el transcurso del mismo. Y en este sentido la película ofrece mucha imaginación en el modo de desplegar la historia de este muchacho que se convierte en la esperanza de tantos, un héroe cuya condición radica en haber llevado más lejos que ninguno la ciega voluntad de su esperanza.
Porque la esperanza es el principal componente de la vida, sin ella sólo hay una vasta extensión de polvo de días que se recorre arrastrando los pies y con la cabeza gacha.
Maravillosa.
sábado, febrero 21, 2009
jueves, febrero 19, 2009
THE READER
Supongo que al final acabamos siendo un enigma.
La vida y sus rigores sentidos en el esfuerzo por existir terminan por modelar nuestra personalidad a base de aciertos y fracasos y resultamos seres complicados, difíciles de comprender y difíciles de ser explicados.
"The reader" es el misterio de Hanna Schmitz y el efecto demoledor y venenoso que sobre la vida de Michael Berg termina ejerciendo.
La verdad es que me interesa mucho más este aspecto que elementos mucho más evidentes relacionados con el nazismo. De algún modo, "The reader" me recuerda a "Herida", la estupenda película del francés Louis Malle.
Parafraseando una vieja frase de Ingmar Bergman, el amor es a veces una lanza arrojada hacia una oscuridad que nos contempla, una oscuridad de la que no estamos seguros si verdaderamente nos mira o somos nosotros mismos quienes nos imaginamos mirados tal y como quisiéramos serlo, como en un perverso y traidor espejo.
Y lo peor no es arrojar esa lanza sino pretender ir a por ella... Intentar comprender una vida que se nos muestra en un determinado momento, como la pequeña punta de un enorme iceberg cuyo verdadero tamaño se nos escapará siempre.
Nunca terminará de haber una respuesta... ni para Hannah ni para la nación alemana que durante un tiempo vivió entre las cenizas de cuerpos asesinados que antes fueron mucho más que eso.
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