lunes, abril 20, 2009














UN ENGAÑO DE LUJO

Me gusta mucho el planteamiento de esta comedia francesa.

Una buscavidas que se dedica a desangrar acaudalados millonarios en la Costa Azul se cruza en el camino de un tímido y apocado camarero. Ella le confundirá con un posible candidato y él, absolutamente enamorado de ella, alargará la mentira hasta donde la realidad le permitirá... que será mucho más de lo que se imagina.

Me divierte el modo entre estólido y resignado con que Jean, magníficamente interpretado por Gad Elmaleh, intenta acercarse a la imposible Irene (Audrey Tautou), acercamiento que culmina con el esquilmamiento hasta el último euro al que ella le somete en una tarde de compras por los mejores comercios de la Costa Azul.

"Un engaño de lujo" no es una película de carcajadas sino de sonrisas que se suceden mientras, en contra de su voluntad y del "core" de su negocio, Irene se enamora.

Diferente y entretenida.

KNOWING

Para empezar, en "Knowing" subyace como sustento de toda la trama un interesante dilema filosófico que nos viene desde los filósofos presocráticos que empezaron a pensar allá, en los meditarráneos del antes de cristo. 

¿El devenir de los acontecimientos está determinado  o es un complejo y contingente cúmulo de circunstancias que sólo cobran el sentido que nosotros queramos darle? 

Yo, personalmente, no tengo ni idea, pero el personaje que interpreta Nicolas Cage (con piloto automático, por cierto)  lo tiene bastante claro. Todo es un cúmulo de circunstancias. Nada está predeterminado... Aunque la historia, a través de su propio hijo, le llevarán a pensar lo contrario mientras suavemente el final del mundo se acerca.

"Knowing" es otra película más de ese género llamado "cine de catastrofes" y dentro de él, de la familia, "catastrofes definitivas y/o finales del mundo". No obstante, se agradece el esfuerzo de los guionistas y de su director en intentar aportar elementos y atmósferas diferentes. Esfuerzo que, a mi entender, es una realidad lo que permite que la trama se siga con mayor interés del que debiera suponerse al enésimo avatar del mismo cliché.

Su director, Alex Proyas (Dark City, The Crow. Yo robot), tiene un cierto talento para lo inquietante y gracias a ello la película, en determinados momentos, especialmente en su primera hora, llega a resultar misteriosa e, incluso, desasosegadora. 

En este sentido, "Knowing" se sigue con atención... aunque esa atención vaya desvaneciéndose lentamente, y conforme la trama avanza hacia su final, consumida por la cada vez más cercana evidencia de un final nada sorprendente... Si bien es cierto que los hay peores. La verdad.


sábado, abril 18, 2009

NEVERWAS

Hay buenos planteamientos en Neverwas.

Por un lado, el de un hijo indagando en el trágico misterio de un padre, escritor de éxito de libros infantiles. Un misterio que esconde un secreto relacionado con su obra. Por otro, el de un psiquiatra que también indaga en el misterio de la locura de uno de sus pacientes.

En algún momento, el protagonista descubre que ambas líneas coinciden de forma que lo que es realidad para un loco se convierte en la fuente de una ficción que el escritor traslada a sus lectores para que se convierta en un mundo alternativo y no menos real y el circulo se cierre. 

El terreno de la narración es propicio para plantear algún discurso interesante sobre el sentido de la realidad y la necesidad de la ficción o sobre el momento en que se decide la línea que separa la locura de la cordura en la humana necesidad de esa ficción... pero el propósito de la historia se detiene mucho antes, como con diez mil kilómetros de antelación, en el territorio del almibarado drama que apenas consigue traspasar la pantalla con su perceptible aroma a cliché.

En este sentido, "Neverwas" nos proporciona en cucharilla de plata una ración no especialmente bien cocinada de las mismas imágenes de siempre para que encontremos consolador refugio en las mismas emociones de siempre.

"Si miras durante mucho tiempo al fondo del abismo, el abismo terminará por entrar en tí" escribió Nieztsche cansado de mirar hacia ese profundo oscuro que nos desdobla y que llevamos dentro. En este sentido, el concepto de locura siempre ha encerrado un mucho de indagación extrema en uno mismo, de individualidad visionaria hasta el punto de que en Shakespeare son los locos y los bufones quienes en bastantes ocasiones son vehículo verbalizador de una verdad que los demás se obstinan en dar la espalda.

Mediante el concepto clínico de locura la sociedad siempre puede estigmatizar a sus heterodoxos como locos y encerrarlos junto con los otros, los que ya no pueden soportar más la mentira que los ortodoxos escenifican cada día y s ehan roto en mil pedazos de manías, neurosis y paranoias. 

Como escribía Dostoyevsky: "Sólo enfermando al vecino es como uno se convence de su propia salud". Y así, los derrotados y los visionarios terminan siempre compartiendo la misma celda... mientras afuera impera la normalidad. Se escenifica el medido espectáculo de la cotidianidad en tanto lentamente se apaga el brillo adolescente de las miradas en unos personajes cómodamente sentados en la tranquilidad asesina de su propia hacienda.

Hasta que un día en el lugar que ahora ocupa un inmenso vacío la sombra de algo que estuvo se echa en falta.

jueves, abril 16, 2009

LA NIEBLA

Nueva visión, misma sensación.

"La niebla" es una obra mayor, una de las mejores películas del pasado año 2008... y lo es con diferencia.

Una extraña niebla que surje de la nada confina a una serie de personajes en un supermercado. En ella, moran criaturas extrañas y brutales que acaban con todos los humanos que se atreven a adentrarse en ella.

La cotidianidad de pronto se transforma en singularidad. La aparición de lo extraordinario se convierte en una amenaza para la estabilidad mental y personal de todos los que se encuentran confinados en el supermercado, apenas separados por un fino cristal de lo desconocido, del horror.

El efecto que tendrá sobre todos ellos terminará siendo demoledor.

Ya no hay garantías.

Cualquier cosa puede suceder en cualquier momento.

El suelo estable de la racionalidad donde descansa la tranquilidad desaparecerá subitamente bajo sus pies y se verán sumidos en una caída libre en la propia irracionalidad a la que sólo unos pocos lograrán resistirse... y no por todo el tiempo.

El animal que todos llevan dentro, ante el desconocido peligro que le amenaza, surgirá sin ataduras para convertir el interior del supermercado en un lugar aún peor que el brumoso e impenetrable a la mirada asustada exterior.

La niebla liberará todos los miedos, soltará todos los perros, disolverá todo orden y sólo quedará el ser humano como puro instinto de supervivencia, reventando como una pompa de jabón en cuanto ya no podemos esperar que lo razonable suceda.

Magnífica.


ELEVENTH HOUR

Es fácilmente entendible que el cinematográfico productor Jerry Bruckheimer sintiera interés por un fallido formato televisivo británico llamado Eleventh Hour.

Producida por la Granada Televisión para la británica ITV, y protagonizada por Patrick Stewart, "Eleventh Hour" sólo sobrevivió cuatro episodios, de enero a febrero del año 2006.

Recuperar el formato para Estados Unidos le permite continuar con el exitoso filón de sus diferentes CSI centrándose de manera más evidente y clara en un aspecto del cóctel CI que, en mi opinión, ha sido fuente importante de su éxito: la investigación científica como fuente de suspense.

Después de todo, gran parte del éxito de la franquicia de la policía científica se basa en una simple secuencia de pregunta-respuesta... La pregunta siempre la plantea uno varios cadáveres, preguntas difíciles y rebuscadas en su totalidad, y la conveniente respuesta la da la policía investigando, procesando pruebas, haciendo hipótesis y finalmente respondiendo a la pregunta de una forma no menos espectacular... pero siempre basada en el conocimiento y la ciencia.

Los personajes protagonistas, especialmente Gil Grissom -el primero de todos- son foco de atención por su capacidad, con su saber casi enciclopédico, de dar respuesta a esa pregunta planteada cada semana, pero también fascinarnos con todo su repertorio de extraños saberes.

En este sentido, el Dcoctor Hood (Rufus Sewell) que protagoniza "Eleventh Hour" en su versión americana es una exagerada variante de Grissom. Sus conocimientos enciclopédicos abarcan desde la física cuántica hasta las últimas investigaciones acerca del autismo y siempre nos sorprende con un dato, con un planteamiento ignorado por el público.

"Eleventh Hour" utiliza como soporte la investigación policial, en este caso el FBI, para convertirse en una especie de revisión de una serie de temas candentes que están presentes en el imaginario de la opinión pública. Cada capítulo toca un tema sensible: productos transgénicos, investigaciones con humanos, virología... Y en cada capítulo, de la mano del doctor Hood, se nos presentan datos e informaciones que resultan interesantes por sí mismas y que sirven de paso para atrapar al culpable de turno.

Quizá se trate de una variante retorcida y perversa de la televisión educativa o más bien de un nuevo tipo de formato propio de las sociedades avanzadas del conocimiento: la información y el saber convertidos en el centro de las tramas y los tipos que están informados y saben (tipos incapacitados para la acción, sólo para el pensamiento y la deducción) convertidos en protagonistas.

Quizá algún día podemos ver una serie que sólo consista en la resolución de ecuaciones sobre una pizarra.

Bien mirado, "Eleventh Hour" se parece bastante a éso.

miércoles, abril 15, 2009

EVENING

Tengo que confesar que "Evening" tiene un punto conmovedor que evita que la deseche completamente. Esta conmoción viene de la mano del trabajo de grandes actrices (principalmente), sobre todo Vanesa Redgreave (que cada vez se parece más a su padre, Sir Michael) que consiguen que dialogos relativamente tópicos, basados en un Reader's Digest sentimental y metafísico, consigan más profundidad y calado del que realmente tienen. 

De otro modo, "Evening" discurriría por el convencional camino del lugar común, la melancólica y tópica mirada hacia atrás.

El recuerdo de instantes inolvidables que marcan una vida y que, en el término de ésta, regresan como fantasmas para poblar los instantes de agonía de la protagonista con sus espléndidas presencias de promesas ya perdidas.

Quién quiera percibir la diferencia entre la mirada tópica de Susan Minot y una mirada más diferente, más especial, que vea la película y luego lea "Las olas" de Virginia Woolf o "Garden Party" de Katherine Mansfield. Dos historias a las que, aún no acierto a saber por qué, esta película ligeramente me huele. Quizá porque a ellas busca parecerse, buscando anclar en esa memoria una pretensión de obra de arte que en absoluto tiene.

Constantemente, "Evening" flirtea con temas emocionantes y esenciales, cuyo contacto hace que los mejores poetas escriban sus mejores versos, pero constantemente, también, no termina de ofrecer lo que promete... autenticidad.

El lugar de "Evening" es el cliché de los géneros.

Del mismo modo que hay películas de acción, hay melodramas lacrimógenos en los que constantemente se pronuncian palabras como "vida", "amor", "memoria", "remordimiento", "Felicidad" o "paz". Como si se tratara de un tablero de scrabble los guionistas las meten en un cubilete, las agitan y las lanzan sobre la mesa, ante nuestros ojos.

Como si ya no supieramos que hay recuerdos que nos duelen de maravillosos instantes no culminados o que la toma de una decisión siempre es una salto en el vacío.

La comodidad de las mismas lágrimas de siempre.

lunes, abril 13, 2009

DESPABÍLATE AMOR

El paso del tiempo es el principal protagonista de "Despabílate amor".

Viejos amantes, viejos amigos, viejos recuerdos, de repente recuperados en la película más nostálgica de Eliseo Subiela. Titulada como un poema de Benedetti, "Despabilate amor" plantea el recuerdo de los tiempos pasados como una especie de agridulce refugio que algunos de los personajes protagonistas encuentran ante el día a día de su madurez.

El horror amanece.. El poema de Benedetti termina así. Despabílate amor porque el horror amanece, un horror que adopta la forma del inflexible pasar del tiempo y contra el que solamente parece estar inmunizado Ricardo, el promotor del encuentro de los viejos camaradas, bailando el rock como cuando tenía los veinte años.

"Despabilate amor" no plantea que cualquier tiempo pasado fuera mejor. No se trata de envolverse en los recuerdos como quién se envuelve en una manta contra el frio sino de aceptar a todos aquellos que vamos siendo conforme duramos en la vida. Recordar a todos esos otros que hemos sido siendo antes de cada cambio de piel.

"Mirame antes de que cambie y me convierta en otro" (o algo asi) se dicen los personajes.

Las personas que vamos dejando atrás conforme la continua erosión que supone el existir
nos transforma y el esfuerzo de hacer puentes que nos conecten con aquellos que fuimos y también con aquellos que nos eran afines en aquel estado de nuestra existencia.

Ya hemos cambiado. 

Somos otros. 

Y el horror todos los días amanece.

Y ante su descarnada lógica que todo lo cuadra, bien vale el recuerdo de todos los buenos momentos que hemos venido viviendo pese a todo, incluso a nuestros propios errores.

domingo, abril 12, 2009

B.B. KING

Time is a thief...





BUENA SUERTE

ESPEJO ROTO Nº 2

ESPEJO ROTO Nº 1



sábado, abril 11, 2009

BRIAN FERRY

It's my party...





Se pronuncian rápidamente las palabras,
con prisa se pasa por encima de sus significados,
se quiere evitar el compromiso de su peso,
se busca la levedad de un vuelo más
hacia el centro del estrellado cielo negro.
Ganar tiempo a tiempo,
aunque ya no quede mucho
y el amanecer insinúe su claridad
con un silencioso estruendo
que suave sucede
en el estrecho espacio que dejan sus dos miradas,
en el ceñido abrazo de sus cuerpos.
WILCO

Jesus etc..





TRAFFIC

Medicated goo...




LOST

La quinta temporada de Lost apuesta fuerte por la confusión y la desubicación.

Pasado, presente y futuro confluyen en una única línea temporal en la que todo es posible. Tras los dos primeros capitulos el carajal cuántico es importante. Todo cambia. Se transforma. Aparece y desaparece...

Claramente, los guionistas apuestan por la física más moderna como fuente de inspiración con la que alimentar una historia sobre cuyo sentido hace mucho tiempo he dejado de preguntarme.

La isla es la isla...

Pero, y que conste, mis simpatías están con los que se han quedado. Si hay algún sitio del que uno no debería marcharse es de esa isla tan misteriosa.
UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS

Teniendo en cuenta lo que todas las semanas uno puede encontrarse en los cines, y comparando, "Una serie de catastróficas desdichas" debería suponer un encuentro agradable para el espectador.

Basada en una serie de libros para los adolescentes, la película nos cuenta la desdichada historia de los tres hermanos Baudelaire constantemente perseguidos por el malvado Conde Olaf que sólo anhela heredar la fortuna que los tres hijos huérfanos heredan a la muerte de sus padres.

Sin ser nada del otro mundo, la película se sigue con placer en todo momento.

La agradable voz del narrador puntúa con gusto e inteligencia una historia llena de giros y situaciones inesperadas resueltas con brillantez. Una serie de catastróficas desdichas entretiene incluso a aquellos a quiénes ya se les pasó el arroz de las historias para niños.

¡Qué mas se puede pedir! 

Siempre y cuando lo que uno busque sea ser entretenido..

viernes, abril 10, 2009

THE DIVINE COMEDY

National express....




THE VAPORS

Turning japanese...



ÚLTIMAS IMÁGENES DEL NAUFRAGIO

No está entre mis películas favoritas de Eliseo Subiela esta historia que, con maneras metafóricas, pretende ser piedra de toque y catarsis de la situación crítica a la que llegó la sociedad argentina a a finales de la década de los ochentas del siglo pasado.

Un escritor que quiere serlo se topa en una estación del metro de Buenos Aires con una hermosa y extraña mujer que le introducirá en los secretos de una no menos misteriosa familia que vive como fantasmas abandonados por el padre en medio de ninguna parte.

Como siempre en el cine de Eliseo Subiela hay imágenes sugerentes e ideas emocionantes, pero, y en esta ocasión, todo resulta demasiado inconexo, farragoso, difícil de seguir... como si al espectador (que soy yo) careciera de la suficiente competencia textual como para entender llamadas al entendimiento y a la emoción que quizá estén demasiado localizadas en un tiempo y en un lugar determinados y que no terminan de prender en el entendimiento con la necesaria intensidad.

Hay personajes muy arriesgados como el hermano que olvida palabras y habla sin ellas. Hay escenas como la del boliche que no terminan de funcionar o que resultan demasiado tópicas como aquella de la construcción del avión o que no terminan de encajar bien como todas las del Cristo descendido de la cruz... Pero el talento de Subiela encuentra ocasiones y lugares para manifestarse... El encuentro de los dos personajes principales reconociéndose en la intención de saltar a las vías del metro o el cansancio del Cristo descendido de la cruz que reniega de todos aquellos malvados a los que tiene que personar mientras le hinca el diente a un bocata de mortadela o el escritor escribiendo atracos que uno de los hermanos realiza en cuanto han sido escritos.

Como en casi todo Subiela, la tristeza ante un mundo en el que los personajes no se encuentran. Un mundo cruel que les niega, con la rácana lógica de la superviviencia en la cotidianidad, la trascendencia emocional y personal que buscan, está también presente en "Últimas imágenes del naufragio". 

Pero seguramente ese carácter catárquico que Subiela busca en esta película.... Convertir a sus personajes en reflejo de un estado de ánimo de toda una sociedad... No le viene bien al cine de Subiela. Un cine que es más una narrativa de las pequeñas cosas, que sucede en los márgenes descastados y perdidos, en los callejones olvidados de un mundo que se mueve en las avenidas amplias de otros valores y sentidos.

Desde la poesía, Subiela intenta construir un experimento parecido al que Ricardo Franco, y para España, desde el documental, consiguió realizar con "El desecanto".

La familia como metáfora de una sociedad sometida a los conflictos que los vaivenes del tiempo siempre producen.

El presente como desierta playa donde los seres, las emociones y los dicursos descansan abandonados sobre la arena... como restos de un naufragio.