jueves, junio 25, 2009

MARIO DEL MONACO

Nessun dorma...

















Lo inquietante de esta derrota contra los norteamericanos es que hemos vuelto a perder del modo en que solíamos hacerlo antes del episodio que nos regaló el inigualable genio de Luis Aragonés en la pasada Eurocopa.

No fueron los americanos sino nosotros quienes nos descartamos del partido. Dejamos el centro del campo para Xavi Alonso y Xavi. Nuestros interiores no bajaron al centro del campo para combinar con nuestros centrocampistas. Dejamos de tocar. Renunciamos a aquella cualidad que nos hace distintos para intentar entrar por las bandas como haría cualquier otro equipo.

Xavi quedó solo. Muchas veces tuvo que conducir el balón diez o quince metros buscando a alguien por delante y la falta de toque inutilizó a nuestros delanteros, veloces y potentes.

Me "mosquea" Del Bosque.

Tendríamos que jugar del mismo modo ante cualquier rival, bien o mal pero sin variar nuestra característica de juego, asociándonos, avanzando y retrocediendo en bloque, escondiendo el balón al rival, agotándolo.

Y ese planteamiento depende del entrenador. No es una cuestión de tener que perder algún día o de que ellos se defendieran como gato panza arriba o que los nuestros no estuvieran afortunados.

Creo que Luis Aragonés está libre ¡Que vuelva ya!
Encontrarte con alguien que hace veinticinco años que no ves es una sensación extraña, como si el tiempo se plegara y de pronto todo hubiera sucedido ayer. Las diferencias fisiológicas se convierten en simples accidentes sin importancia. Los sonrientes y mellados niños de ayer son ahora canosos tipos de mirada más o menos cansada, pero eso es lo de menos.
Lo importante es la materialización del recuerdo en un presente que lo revive intacto, la conexión espiritual que es un puente de cristal construido por encima de las tempestuosos aguas del tiempo. Y muchas cosas se toman justo en el lugar exacto donde se quedaron, como casi nada hubiera sucedido.



Y de algún modo es también encontrarse con esa parte perdida del tiempo en que uno mismo empezó a ser el acierto o error que en mayor o menor medida es.
El excitante momento en que todavía todo era posible y los caminos por recorrer eran cientos.


Primeras copas, primeros cigarrillos, primeros fracasos, primeros aciertos... y en todo la pionera excitación del comienzo cuyo impulso sismico todavía se siente por obra y gracia del encuentro.



Un inesperado espejo en el que mirarse cuyo reflejo es un viaje en el tiempo.

miércoles, junio 24, 2009

EARTH, WIND & FIRE

In the stone...




martes, junio 23, 2009

SEBASTIEN TELLIER

Divine....


NEDA

Es una vieja historia.

El largo y tortuoso camino por el que un régimen intenta perpetuar la mentira de su poder a toda costa suele terminar con un cadáver, el primero, desangrándose sobre la tierra. Como una especie de enorme pirámide invertida cuyo vértice superior, ahora mortalmente inferior, clavandose y abriendo de par en par el pecho de la víctima.

Lo nuevo de esa vieja historia es que ya hay demasiadas imágenes. Constantemente, en todas partes, se repiten una y otra vez, llenando nuestra vida de impactos cada uno de los cuales busca el máximo de intensidad y sugerencia. Así, es imposible que se mantenga el nivel de conmoción. El exceso de imágenes termina por trivializar los significados de las mismas, su efecto de sentido y realidad. Incluso la muerte en directo ya no es nada novedoso.

La imagen de Neda agonizante se repite hasta la saciedad. Da la vuelta al mundo ocupando su lugar correspondiente en el tiovivo de imágenes, agotando su turno hasta que otra muerte la reemplace.

La repercusión será cuantitativa, de espacios y tiempos ocupados, pero en absoluto cualitativa. Como escribe Wim Wenders aquello sagrado y revelador que tienen las imágenes les es arrebatado por el abuso de su reproducción masiva. La repetición consume la experiencia emocional, lo cualitativo, la apertura hacia el sentido de un mundo que una imagen siempre trae consigo.

Todo se agota en la saciedad.

El único mundo que se detendrá, y para siempre, es el de Neda.
“Creo en los misterios de las cosas, sobre mí mismo y sobre las cosas que veo. Me gusta sorprenderme y llegar a mis propias conclusiones equivocadas.”
(Tom Waits)

Qué menos que llegar a una conclusión equivocada para cada situación...

"Peckinpah knew only too well, from his time in the Marine Corps, the many paradoxes of the professional soldier. He too felt a dark atraction for life at the edge of disaster, for it was here that one experienced life at its most extreme, that one lived most intensely. He couldn't help but admire men who rode to they doom with such panache, characters who, as he wrote in his master's thesis, meet their fate with courage and dignity"
(If they move kill them. The life and times of Sam Peckinpah, David Waddle)

lunes, junio 22, 2009

EL PENSAMIENTO SALVAJE

En el momento de su publicación, el año 1962, esta obra del antropólogo francés Claude Levi Strauss supuso una verdadera conmoción.

Por aquella época, Europa se hallaba en pleno proceso de descolonización. Los salvajes cuyos territorios los "sahibs" europeos habían administrado durante siglos con mayor o menor sentido de responsabilidad, y casi siempre con codicia, accedían a la independencia. Y lo peor no era eso, lo peor era que esos independientes aparecían en los grandes salones enfundados a la manera occidental en trajes de impecable corte y de todo modo reivindicaban una posición de igualdad que implicaba un cierto cambio en el imaginario de los europeos.

Salvo para unos pocos que habían estado en contacto con ellos y para unos muchos que sin conocerlos les condecían de buena gana un nuevo papel en el juego ideológico de la guerra fría, los pueblos sometidos a la colonización se mantenían sumidos en un estereotipo que pintaba una imagen bárbara siempre en eterna y odiosa comparación con las bondades del hombre civilizado y su mundo. Nada podía oponerse a la exitosa combinación de cruz y ciencia. Ante ella, todos los dioses y mitos debían inclinarse y sus propietarios ceder ante una verdad que se antojaba evidente por si misma, intrinsecamente mejor, que parecía imponerse por puras leyes de la física de sólidos aplicadas a las ideas, creencias y conceptos.

"El pensamiento salvaje" aparece con la ambiciosa vocación de cerrar esa grieta que diferenciaba a los hombres y sus culturas situando siempre el mayor valor a un lado del abismo.

La principal tésis del libro es que el hombre civilizado y el hombre salvaje se enfrentan del mismo modo al mundo que les espera afuera. La capacidad de razonar intrínseca al hombre está ahí y Levi Strauss, en un alarde de erudición que (hay que decirlo todo) impide que el libro sea apto para una cómoda lectura de piscina, se encarga de demostrarlo dando un repaso global a los diferentes modos en que aquellos que llamamos salvajes entienden el mundo que les rodea.

A lo largo del libro desfilan complejos sistemas de estratificación de las naturalezas conocidas y de las propias sociedades, sistemas que permiten a los pueblos salvajes sobrevivir explotando al máximo el entorno, pero también organizarse entre ellos para poder existir.

Sobre un mismo espacio y tiempo se superponen los sentidos en el mapa como capas de google y cada uno de ellos cumple perfectamente su función: mantenerles juntos y vivos.

Amparada en sus innegables ventajas, la mirada cosificadora del europeo jamás penetró profundamente en los otros mundos en los que con mayor o menor estrépito irrumpió, pero el talento de Levi-Strauss los convoca, como fantasmas de antemano derrotados por lo que siempre ha sido un proceso de homogeneización global que el sabio francés llegó a intuir y denunciar en su también maravilloso "Tristes Trópicos", un libro publicado en la década de los 50 y en el que llega a afirmar que "la humanidad se instala en la monocultura; se dispone a producir civilización en masa, como cultiva la remolacha".

Y aún hoy, superada la centena, el viejo Levi-Strauss continúa reivindicando esas voces que nos hablan desde las selvas, estepas y desiertos. Unos saberes quizá intencionadamente desnaturalizados y desactivados por la puesta en evidencia de sus desventajes materiales frente a todo lo que la ciencia, el mercado y la técnica pueden ofrecer... si uno tiene dinero para pagarlo... en un planteamiento maniqueo en el que lo instrumental parece poder al saber final, a la capacidad de dar a la vida un sentido orgánico y completo que muchos de esos pueblos, con los saberes y mitos que vienen contándose los unos a los otros desde un tiempo inmemorial.

"Lévi-Strauss dice hoy que "es imposible no sentir nostalgia ante la tribu de los bororos, una sociedad que abolía el tiempo. ¿Qué deseo más profundo que el de querer el vivir en una suerte de presente que es un pasado revivificado sin cesar y mantenido tal como era a través en los mitos y las creencias?". Para él, "la sabiduría, de entrada, consiste en saber que su sociedad, para ser viable, tiene que ser poco numerosa. Cuando eran demasiados la tribu se dividía en dos. Y en comprender que el hombre no es predominante en la naturaleza, que comparte el mundo con otras especies del reino animal y vegetal. Nosotros bautizamos de supersticiosas, prácticas que no son otra cosa que su forma de expresión del respeto hacia el mundo que les rodea"."

No cabe duda de que la ciencia es la forma más refinada de saber instrumental, mucho más que cualquier modo de organización y explotación del mundo existente en cualquier cultura. Pero, y como decían los sabios de la Escuela de Frankfurt, uno de los grandes errores de la modernidad ha sido y es la conversión de lo meramente instrumental en final. Proceso que viene produciendo una gradual pérdida de un sentido final que lo estructure y organice todo.

El hombre no sólo produce medios sino que genera fines, o por lo menos debiera hacerlo. Prueba de ello es la existencia a lo largo y ancho del globo de sistemas que llevan a quienes los viven a entender y a entenderse en su diaria labor de manejar los medios que les procuran la subsistencia. Y para Levi Strauss esa fuente de sentido está ahí, en el cada vez más escaso borde del camino totalizador que sigue nuestra civilización... hasta que quizá lleguemos a un momento en que no recordemos el sentido de las cosas que hacemos y alcancemos, quizá sin saberlo, el estado de extrema animalidad viniendo por el otro extremo.
WILCO

California Stars...




TOM WAITS

Cribbing...


Don't think that every horse ¡s a genious.... Fantástico!

"A la mayor parte de la gente no le importa si les estás diciendo la verdad o les estás contando una mentira, siempre y cuando les entretengas. Eso lo descubres muy rápido. Puedes decirle a alguien que solías trabajar en el circo, o en un matadero, o que conducías el camión de los helados, o que trabajabas en el hipódromo. No le importa demasiado a nadie. Todo el mundo vende su historia. Inventada o real, eso no importa."
(Tom Waits)

Las únicas mentiras que se descubren, y por lo tanto duelen, son las aburridas, las que se dicen con cansancio y descuido. Cuando se miente con amor es como si se dijera la verdad. No es lo mismo, pero hay ocasiones en las que no se puede ni se debe perdir más. Porque todos tenemos nuestro propio y singular misterio.
SEBASTIEN TELLIER

La dolce vita...


Cualquier puerto no es Itaca.
No cualquier llegada,
ni cualquier bienvenida valen.

Dicen.

El océano es inmenso,
se mueve perezoso como un enorme gato
de mirada reflectante y azul.
A su lado,
el tiempo que nos hace y deshace,
como un incesante oleaje,
parece infinitamente más pequeño
bajo el férreo imperio de la luz del sol
y de sus espejismos,
que nacen del horizonte
como límpidos e irresistibles cantos de sirena
acudiendo, uno detrás de otro,
como falsos pretendientes,
al encuentro del cansancio impaciente del viajero.


BUDDY GUY

A man and the blues...




domingo, junio 21, 2009

ARITMÉTICA EMOCIONAL

En la década de los ochentas del siglo pasado, y en un bello paraje de Québec, tres supervivientes de un campo de concentración se reúnen con todas sus fragilidades e improvisadas suturas para unas heridas que jamás terminarán de cerrar.

La agradecida Melanie (Susan Sarandon) invita al viejo Jacob Bronski (Max von Sydow) cuya figura precaria ha emergido de entre las ruinas de los gulags soviéticos a vivir con su familia en Quebec. En un determinado momento, Bronski sobornó a un guardíán alemán para ocupar el lugar de Melanie (Susan Sarandon) y Christopher (Gabriel Byrne), quién también regresa de forma inesperada a la vida de Melanie.

Superviviente de nazis y soviéticos, Bronski representa todo el sufrimiento de ser humano durante el siglo XX y para Melanie su aparición de entre los muertos es la oportunidad que tanto ha estado esperando de devolver de alguna forma el generoso gesto de sacrificio que Bronski para con ella y Christopher.

El marido de Melanie, David (Christopher Plummer), no ve con buenos ojos semejante reunión. Toda su vida con ella ha sido una constante lucha entre su mujer y sus demonios, una lucha en la que él apenas ha podido hacer otra cosa que estar a su lado, la mayoría de las veces como espectador. Y la aparición de Christopher es un desconcertante añadido porque entre su mujer y él componen un lugar emocional al que jamás podrá tener acceso.

Esta es la composición de lugar, una habitación llena de espejos que no siempre devuelven el reflejo deseado y que como minimo producen la duda y el desconcierto.

De algún modo, "Aritmética emocional" destila el aroma de alguna de las primeras peliculas de Bergman, historias de personajes en las que en el limitado espacio de tiempo de un viaje o de una tarde ventilan sus afinidades y diferencias, con la esperanza de en algún momento ser escuchados y entendidos... por si mismos y quizá por los demás.

El eterno conflicto entre la necesidad imperiosa de continuar adelante, viviendo y la imposibilidad, siempre, de hacerlo como si nada hubiera sucedido... y su principal consecuencia... La personalidad como un precario edificio en constante peligro de desmoronamiento total o parcial sobre otros, recién llegados, que nunca podrán entender complementamente el sentido de una historia que encarnan las personas que tienen ante sí.

Y en este sentido, David se me antoja el personaje más interesante.

Por necesidad, él personifica la necesidad de seguir adelante protegiendose de un dolor que no es el suyo con una armadura de cinismo que sólo busca evitar ser herido más de lo necesario por aquellos que sangran por heridas que no son las suyas.

Su gesto de querer y cuidar a Melanie tiene la misma carga de valor que el puntual que tuviera Bronski, ambos le dieron y le dan la vida, pero Melanie es incapaz de ver más alla de aquello que Bronski hizo por ella en el campo de concentración de Dancy.

De algún modo, ella aún sigue allí intentando encontrar una imposible justificación para todo lo sucedido, deslumbrada y sorprendida por la oscuridad de la historia en la luz plena de su juventud.

La imperiosa necesidad de un imposible olvido y todas las circunstancias que suceden alrededor de ese deseo poblarán esa tarde y esa noche de personajes a la búsqueda de un autor que les reescriba de alguna forma más confortable un pasado que no cesa de apretarles el alma con maneras de zapatos demasiado pequeños.



CIELO


sábado, junio 20, 2009

"La libertad consiste en el carácter irrepetible, único del alma de cada vida particular. El reflejo del universo en la mente del individuo es el fundamento del poder del ser humano, pero la vida se transforma en felicidad, en libertad, se convierte en valor supremo sólo en la medida en que el individuo existe como mundo que nunca se repetirá en toda la eternidad"
(Vida y destino, Vasili Grossman)

viernes, junio 19, 2009

THE FOUR TOPS

Sunny...




jueves, junio 18, 2009

ERIC CLAPTON

Something is happening....