martes, diciembre 15, 2009

Lo peor de la arriesgada intervención de Esperanza Aguirre en favor del intolerablemente agredido Hermann Tertsch es que, de forma indirecta (pero evidente) , se constata la corta línea recta que separa a la Presidente de la Comunidad Madrileña del presentador del informativo de la noche de la cadena autonómica.
La presidenta en un gesto que la deshonra no ha podido esperar a que las primeras diligencias judiciales se sustanciaran... y quizá, si sus terminales mediáticas no consiguen enmierdarlo todo con el ruido y la furia de opiniones y declaraciones, tenga que arrepentirse de haber corrido antes de tiempo en socorro de uno de sus más fieles y nocturnos servidores.
Esperanza Aguirre está incondicionalmente con los suyos y, a humo de pajas, ha supuesto que lo que está en juego es la libertad de expresión. Con afilado colmillo ha aprovechado la oportunidad para continuar la interminable y sordamente violenta partida de poder entre los suyos y los de ellos.
La arriesgada, poco escrupulosa y muy poco respetuosa parodia que La Sexta hizo de Tertsch se ve contestada con la conversión de un incidente nocturno en un episodio de la eterna lucha entre los justos y los injustos.
Es evidente.
La intervención de la presidenta refleja hasta qué punto un destacado miembro de los servicios informativos de la cadena autonómica es uno de los suyos con todas las consecuencias que los directamente implicados siempre niegan, aunque todos aquellos que, desde hace tiempo,venimos teniendo ojos y oídos críticos perfectamente sabemos.
La reina corre apresurada y un tanto románticamente fuera de control en socorro de su malherido peón, el campeón de sus campeones herido a traición por un malvado en un piano-bar de la calle Almirante, pero no nos equivoquemos su jugada es tan arriesgada, poco escrupulosa y muy poco respetuosa como su jugada predecesora en el tablero del pequeño juego de los intereses creados de nuestra política. Ganará quién logre parece víctima antes, de forma convincente y más tiempo
Los suyos, los de ellos y el nombre de la libertad una vez más usado en vano por todos.
Más de lo mismo en el otro lado, el de la supuesta alternativa.

lunes, diciembre 14, 2009

Sobre la Gripe A...

domingo, diciembre 13, 2009













Definitivamente, este frente de aire siberiano que ha entrado este domingo como una invasión bárbara desde su Norte natal se ha llevado del Atlético de Madrid lo poco que le quedaba de credibilidad como equipo.

El equipo está roto, sin capacidad de respuesta y sólo cuenta para mantenerse a flote con el talento inmenso de Agüero... que no es la primera vez que se las arregla para ganar un partido para su equipo interviniendo en todos los goles, bien fabricándolos, bien haciéndolos.

Desgraciadamente, no hay nada más.

Hay una nada inmensa en ese vestuario que el nuevo entrenador está intentando manejar, pero va a ser complicado. A un punto de los puestos de descenso, y con el frío que he pasado en la tribuna aún sin abandonarme el cuerpo, me cuesta creer que los equipos que están por debajo de la tabla jueguen peor que el Atlético de Madrid. No puedo imaginarlo. Y si me lo aseguraran tendría que verlo para creerlo.


SPANISH MOVIE

Precedida de una importante e inteligente campaña de Marketing en diferentes medios y canales, "Spanish movie" ha conseguido el objetivo nada fácil de ser la película más taquillera en el fin de semana de su estreno.

Me quedo con este aspecto, porque no es nada común dentro de un cine español que, de forma genérica, se ha quedado atrás en el modo de dirigirse a su público potencial; un público potencial que, salvo excepciones, sistemáticamente ignora y al que, de no ignorarle, probablemente no sabría cómo dirigirse.

En general, el cine español primero busca la subvención y luego, si acaso, y si no se compromete la integridad del "autor",busca a su público que, generalmente, está en el cine norteamericano o europeo.

En este sentido, "Spanish movie" con su astuta y eficaz campaña de marketing viral en Internet o el planteamiento imaginativo del material promocional se convierte en precedente y promotora de un modo de comercializar el producto aspirando, con éxito, a convertirlo en el evento que ha sido.

Muchas cosas se pueden aprender de "Spanish movie", pero, y tengo que decirlo, la mayoría de ellas no está en el producto en sí.

Lo mejor que se puede decir de "Spanish movie" es que en nada tiene que envidiar de sus referentes norteamericanos... "Aterriza como puedas" o "Hot chots" o "Top secret"... Metahistorias que se cosntruyen con pedazos de otras buscando el humor y la parodia. En este aspecto, "Spanish movie" consigue amalgamar pedazos de películas que han tenido importante repercusión dentro de los últimos años del cine español y con un humor (llamemoslo así) directo, básico y nada elaborado (de acuerdo con las exigencias de este subgénero) fabricar un relato bufo en el que los referentes resultan patentes.

Pero esta cualidad también es su principal defecto, porque no hay nada más que éso... y, personalmente, no disfruto con este humor de trazo grueso y me es imposible apreciarla. Lo que si puedo apreciar es el talento que sus productores han tenido para llevarla hasta el público español y venderla. Siendo éste el principal valor que tiene "Spanish movie", convirtiéndose en un ejemplo a seguir dentro de un sector demasiado conservador en el modo de entender su relación con el público.





INOLVIDABLE

Orfeo negro... Mañana de carnaval..


sábado, diciembre 12, 2009

SNATCH

No descubro nada cuando digo que el cine de Guy Ritchie es un cine de alto voltaje, adrenalínico, frenético.

Los descensos que Ritchie hace a los bajos fondos de Londres, con sus peculiares personajes que hablan el inglés con extraños e incomprensibles acentos, son descensos en una montaña rusa que Ritchie sabe pilotar a la perfección.

El ritmo que Ritchie impone es el de los rigores de la vida moderna en la ciudad... impaciente, exigente, impactante. La vida en la jungla no es un tranquilo paseo por el parque y el propósito de Ritchie es recordarnoslo tanto en fondo como en forma.

Cada día me gusta revisar las películas de Ritchie y entre las joyas de su corona eléctrica se encuentra "Snatch".

En su complicada trama en torno a un diamante y un combate de boxeo que debe ser amañado convergen una serie de líneas argumentales protagonizadas por diferentes personajes, a cual más interesante, generando con sus acciones, acertadas o torpes, una complicada trama sincopada que envuelve y enreda al espectador que asiste de asombro en asombro al desarrollo de una historia en la que cualquier cosa puede suceder... porque de hecho cualquier cosa es lo que está sucediendo.

Ritchie tiene talento para narrar y, lo que es más interesante, para hacerlo de una forma nueva añadiendo velocidad a la historia con montajes rápidos que describen situaciones... por ejemplo, el modo en que cuenta el vuelo de Avi desde Nueva York o Londres.

Ritchie tiene talento para construir historias complicadas y llenarlas de la suficiente energía como para que el espectador, con la verosimilitud que genera ese energía, no cuestione la azarosa locura que a veces nos muestra.

Ritchie tiene talento para pensar personajes interesantes, diferentes y para hacerlos creíbles con unos diálogos que destilan gracia y genio.

Son demasiados talentos que hacen de "Snatch" una película que siempre apetece ver.

Brillante.


La ciudad está llena de oficinistas
que suspiran en el filo de la hora en punto
antes de estrellar su reloj contra el helado suelo,
que se agarran al quicio de la corbata para no caer,
que prefieren la asfixia como la distancia más corta
entre los dos puntos de siempre
antes de caer en el injusto limbo del suelo
y clavarse como punzantes astillas
las manecillas que marcaban las muertas horas de ayer,
que caminan sobre ellas como quién anda sobre brasas,
contando obsesivamente cada llaga despertada,
cada gota de sangre aventada,
anotando concienzudamente su incomprensión de cada dolor
en una interminable cuenta muy larga
mientras se prenden la mancha nueva de cada día en la solapa.

La ciudad está llena de oficinistas
que se miden constantemente la altura y el peso,
que a toda prisa revisan la predicción del tiempo
para un hoy que ya se les escapa
mientras incansablemente se vigilan
el reflejo que les devuelven los espejos
con el detenimiento de quién se toma la tensión,
mientras con desconfianza se espían el latir del pecho
experimentando una vaga y persistente sensación de transparencia,
de progresivo desvanecimiento.


OASIS

Fuckin' in the bushes...




viernes, diciembre 11, 2009

"La señora Haidar entró en España conforme a la ley, teniendo en cuenta que tiene un permiso de residencia por razones humanitarias que le permite entrar en España. No hay ninguna autoridad política que esté en el día a día dedicada a establecer autorizaciones o denegaciones de lo que es simplemente la aplicación de la ley que corresponde a las autoridades administrativas que tienen encomendada esa gestión", aseguró tras ser preguntado por la autoridad política que autorizó la entrada de la activista en territorio español.

Siniestra separación entre responsabilidades administrativas y políticas que, en definitiva, intenta poner el foco sobre el subordinado. Haidar está en España en cumplimiento de una legislación que las autoridades administrativas tienen que hacer cumplir.
Esto tiene todo el sentido... aunque uno podría pensar que en estas palabras se deja espacio para lavarse las manos afirmando que no se comparte esa ley que los funcionarios ejecutan.. aunque es la que hay.
Esto tiene todo el sentido... aunque no sabe ni huele bien del todo... pero lo peor son las palabras de nuestro presidente:

Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado que "no hay ninguna autoridad política" que en el momento de la llegada de Haidar tuviera que decidir si se le permitía entrar en España porque para eso ya hay unas "autoridades administrativas que tienen encomendada esa misión".

¿Qué quiere decir? ¿Por qué se subraya esté hecho que es obvio y que se deduce del planteamiento anterior?
Básicamente, para dejar claro que ellos no estaban allí, sino que fueron otros los que dieron la autorización en cumplimiento de una ley aprobada por el parlamento y este hecho parece algo que nada tiene que ver con lo político, como si se tratara de la aplicación de una ley aprobada por otros que unos administrativos que no son ellos se encargan de hacer cumplir.
Y lo que es peor, para que, quizá, algunos puedan pensar, si quieren, que si ellos hubieran estado allí, quizá, se pudiera haber hecho otra cosa en plan alianza de civilizaciones.

El progreso ya está aquí y forma parte de él el poder diferenciar entre lo político y lo administrativo del estado... cuando las cosas no van bien... y si ya la administración ejecuta una legislación que no se comparte porque se cree manifiestamente mejorable ni te cuento... Igual esa es su siguiente bala... Responsabilizarse políticamente sólo de las leyes que son suyas. Nada de legislaciones heredadas que para nada entienden la levedad del espíritu de los nuevos tiempos.

Pero cuando las cosas van bien, gobierno y administración, cabeza y brazo ejecutor actúan con coordinada perfección, demostrando el único cuerpo que son.

Ya no es que eche en falta verdades, es que me faltan mentiras que parezcan verdades, mentiras de buenos políticos, de esas auténticamente falsas como Holly Golighly.

El nivel es ínfimo y se exhibe con pomposa impunidad... No se qué es peor.

Y lo dicho... Cualquier cosa con tal de no perder el puesto de trabajo.
LEONERA

Ojalá todas las películas de Ken Loach fueran como esta película dirigida por el interesante director argentino Pablo Trapero y escribo ésto porque, esencialmente, y recordando "Looking for Eric", "Leonera" tiene todo lo bueno que veo en las películas del director británico.

"Leonera" cuenta la historia de Julia Zárate (fantástica Martina Gusman), una estudiante que primero es acusada y luego declara culpable del asesinato de su pareja. Julia está embarazada y deberá afrontar el embarazo, el parto y la cría de su hijo Tomás entre rejas.

De algún modo, y sin serlo del todo, Julia es uno de esos "working class heroes" de Loach que encuentran fuerzas dentro de sí mismo para salir adelante y encontrar su camino en un mundo que no parece hecho para ellos. Y lo que "Leonera" nos cuenta fundamentalmente es ese trayecto vital en el que Julia lucha para encontrar un destino para ella y su hijo, un destino cuyo principio comienza en un maravilloso y esperanzado final que no se por qué me recuerda al mejor Renoir, el antropológico e inevitable optimismo de continuar adelante que sus personajes sienten pese a lo complicado de las circunstancias... Recuerdo ahora mismo "La gran ilusión".

Paradójicamente, la cárcel será el lugar donde Julia se encuentre. En ese lugar donde, en teoría, todos se pierden, Julia endereza su camino, En esa Leonera llena de mujeres como ella encontrará con el paso de los años un espacio donde ser ella misma y forjar un carácter que le llevará a tomar la sublime y arriesgada decisión que es el principio del fin de la historia.

Lo mejor del cine de Loach es la integridad de sus protagonistas que les lleva a forjarse un destino contra todo y casi todos y el camino de Julia es el de la forja de esa integridad, de ese destino. Si en un principio, se nos presenta a Julia como un pelele utilizado por su novio y por su amigo, un pelele que al final acabará pagando por los dos, poco a poco, la mujer irá encontrando en su interior esa mismidad incuestionable sobre la que apoyarse e impulsarse hacia delante, hacia una vida auténtica o que, por lo menos, ella concluye que no puede ser de otro modo.

Y el director de "Leonera", Pablo Trapero, nos cuenta la historia con talento, consigue crear verdad y como consecuencia de ello emocionar al espectador con la trayectoria casi nunca agradable de Julia.

Absolutamente recomendable.
ROBERT MITCHUM

Matilda...



































EL BUEN ALEMÁN

Tras la revisión de esta película de Steven Sodervergh, mi punto de vista no ha cambiado.

Como explicarlo... Ver "El buen alemán" me provoca las mismas sensaciones que escuchar a un guitarrista flamenco japonés arrancándose por seguidillas. Virtuosismo técnico, perfecta repetición de las notas en el ritmo y medida requeridos, pero sin encanto y duende.

"El buen alemán" consigue reproducir las maneras de un melodrama postbélico de la década de los 40 o 50 del siglo pasado, pero se queda en esa mera reproducción, en la pura forma, como un imitador que es capaz de reproducir la voz del poeta pero, y como no podía ser de otra forma, es incapaz de componer un verso nuevo.

Una vez superado el efecto sorpresa que genera la perfecta imitación, el espectador se queda a solas con la historia y ésta se muestra incapaz de interesar al espectador por sí misma.

Y el argumento resulta demasiado esquemático, a veces confuso y atropellado y uno tiene la impresión de que su desarrollo no está a la altura de los propósitos iniciales: un relato cruel supervivencia en la que las necesidades materiales y básicas no dejan lugar a otros planteamientos sentimentales o personales que palidecen ante la necesidad de continuar sobreviviendo.

En este sentido, la historia dibuja el enrevesado camino que el corresponsal de guerra, Jakob Geismar (George Clooney), realiza en busca de la mujer que ama, Lena Brandt (Cate Blanchett), y de algo que resultará más importante: su verdad de superviviente.

La carne y la sangre de la historia está ahí. Y la película se demora demasiado en llegar hasta esas causas ultimas por lo que termina primando en la mirada del espectador el frío ejercicio de imitación sobre las emociones que Lena puede vehiculizar con su mirada cansada y su fumar abstraído.

El novelista Graham Greene era un maestro en acceder a esas esencias recurriendo a estructuras relativamente complejas de búsqueda e investigación y está claro que los autores de "El buen alemán" no tienen el talento de Greene.

Sin tener claro cuál es su objetivo, "El Buen Alemán" quiere contar demasiadas cosas. Ofrece demasiadas perspectivas y en demasiadas ocasiones lo que debiera ser el fondo de la trama, la compleja realidad política de Berlín en plena Conferencia de Postdam, pasa a primer plano para convertirse en protagonista. Como si la pelicula vampirizar el contexto para adquirir una justificación y una trascendencia que, creo, no necesita.

Fallida.

jueves, diciembre 10, 2009

INOLVIDABLE

Local hero... going home...


"Mill, que siguió siendo un ardiente defensor de la economía de mercado, no dejó por ello de reconocer que el sistema económico no puede abandonarse totalmente el arbitrio de sus propias fuerzas. Es decir, al ciego determinismo de unas supuestas leyes naturales. Adam Smith interpretó que la libertad de iniciativa privada no es contraria al bien común, porque existe una mano invisible, una mano impersonal, que impone una armonización entre los intereses particulares y el general. Mill empezó a tomar conciencia de que el ejercicio de la libertad no es irresponsable, y que el hombre debe emplear sus facultades racionales en el intento de armonizar sus intereses particulares con los de la sociedad. Cada vez era más evidente que no existe fuerza natural que libere al hombre de la libertad de sus decisiones."
(Evolución del pensamiento económico, Miguel A. Martínez-Echevarría)

La libertad no es sólo un derecho sino un derecho que debe ejercerse con responsabilidad. No es gratuita sino que debe obedecer a alguna razón.
La libertad no es un valor en sí mismo, siempre se es libre para hacer o sentir "algo".
La libertad es el medio de los medios. La absoluta capacidad de poder dentro de los términos de la propia razón.
Siempre se es libre para algo.
Y tener una libertad que no se usa es lo mismo que no tener nada.
"El placer es breve y fugaz. Conviene aprovechar las dulzuras de la vida hasta que el horrible hastío las amargue."
(La Corte de Carlos V, Benito Pérez Galdós)

THE FLYING BURRITO BROTHERS

The older guy...


PLANET TERROR

La otra película que compone el proyecto Grindhouse de Quentin Tarantino y Robert Rodriguez es "Planet Terror", que dirige el segundo con su habitual vigor y sentido del ritmo... No obstante, confieso que tengo una limitación que me impide disfrutarla: Casi nada me hace gracia cuando hay sangre y vísceras de por medio. Por eso habitualmente me pierdo ese humor que los aficionados a este tipo de películas dicen disfrutar cuando las visceras fluyen y las cabezas revientan; un humor directo y básico, que apela a los instintos buscando hacer reír al animal humano que todos llevamos dentro y que trivializa -quizá demasiado- tanto la vida como la muerte.

No obstante, y bajándome del púlpito para dejárselo a profesionales como Hazel Motes, tengo que confesar que la película tiene un punto muy interesante en su comienzo, en el planteamiento de la epidemia bacteriológica que convierte en sanguinarios zombies hambrientos a los pacíficos ciudadanos de lo que parece una tranquila comunidad del Medio Oeste.

Extrañas erupciones en la piel, pacientes que se descomponen, cadáveres que desaparecen, imposibles diagnósticos médicos, doctores que parecen necesitar un psiquiatra contribuyen a componer un realmente divertido ambiente insano, que siempre sólo puede ir a peor, en un lugar especialmente construido para sanar.

Seguramente, y para mi gusto, se trata de lo mejor de una película que enseguida se convierte en un enloquecido "shooter" montado sobre una montaña rusa. A partir de ahí, la película se convierte en una película de acción no muy diferente de otras tantas, pero que sigue resultando entretenida (y quizá divertida) en su ilimitada capacidad para enloquecer de una forma verosimil.

Entretenida.

miércoles, diciembre 09, 2009










LOOKING FOR ERIC

No soy muy fan del cine de Ken Loach. En muchas ocasiones, he encontrado sus planteamientos políticos y sociales demasiado maniqueos y en la trinchera, muchas veces lindando con la simplicidad arrojadiza y propagandística de la consigna y el slogan.

No obstante, y dicho lo anterior, considero que, de siempre, desde el primer momento, lo que más me ha atraído de su cine, es la entereza moral de muchos de sus protagonistas. "Working class heroes" que siempre encuentran una manera de salvarse de la injusta situación de explotación en que se encuentran.

Eric Bishop (Steve Evets), el protagonista de "Looking for Eric", es un buen ejemplo de esos héroes heridos que siempre encuentran el modo de sobreponerse a sus grandes y pequeñas tragedias cotidianas. Y las de Bishop no son pocas... Abandonado por su segunda mujer y conviviendo con los hijos de aquella cuyas vidas lindan con lo marginal y, por circunstancias de la vida, enfrentado al reencuentro de la primera, Lily (Stephanie Bishop), el gran amor de su vida, a la que abandonó, circunstancia que no ha dejado de reprocharse en ningún momento.

El primer frustrado encuentro con ella hará tocar fondo a Eric y es en ese momento cuando aparece Cantona, como una oportuna solución, que Eric utilizará para encauzar las cosas e intentar poner en orden una vida que lleva mucho tiempo desordenada.

Y de todo modo, el Cantona que Eric ve es una proyección de lo mejor de él mismo, apareciéndose bajo la forma y la palabra del ídolo deportivo que Bishop admira más que a nada o nadie en el mundo.

Así, "Looking for Eric" es una película optimista que, desde el realismo, utiliza lo irreal como artificio narrativo desencadenante de una redención, de un cambio para mejor que el propio Bishop se proporciona a sí mismo a través de una figura poética, la de Eric Cantona que despierta y canaliza, como agente catalizador, lo mejor de Bishop, sus instintos más constructivos y positivos, que harán de él un campeón en el terreno de juego de la vida.

Fantástica.


martes, diciembre 08, 2009

INOLVIDABLE

Tous les matins du monde...


"Si creéis que asesinando a los hombres podéis evitar que se os censure por vuestras maldades, estáis en un error; no es éste el modo posible ni honrado de evadirse; la manera más noble y fácil no es eliminar a los demás sino ser mejores vosotros mismos."
(Apología, Platón)