VAN MORRISON
Tupelo honey...
martes, octubre 19, 2010
Los ojos que contemplan no son otros,
son los mismos que se revuelven
hambrientos y sedientos
en la abisal profundidad de sus cuencas,
echando en falta lo que nunca tienen
mientras cuelgan inquietos
de la delgada línea del horizonte
como caracoles frenéticos
sobre el filo de la cuchilla de afeitar,
acechando en busca de alguna señal
en el impenetrable rostro del futuro
que con la nueva luz incierta
comienza a mostrarse indescifrable.
domingo, octubre 17, 2010
"Porque uno de los aspectos del retorno de la persona a una vida normal, llena de espiritualidad, es su actitud frente a sí mismo: o se vive la vida de un consumidor dependiente de los desarrollos tecnológicos o materiales en general, entregado ciegamente al supuesto progreso, o se reencuentra la propia responsabilidad , interior que se dirige no sólo hacia uno mismo, sino también hacia los demás."
(Esculpir el tiempo, Andrei Tarkovski)
HANCOCK
Hancock es una de esas historias que no se cuentan bien, que no dan lo mejor de sí mismas.
Prefiere optar por parecerse al resto, por descansar su peso sobre la acción, sobre los efectos de unas causas cuya raíz se encuentra en el ámbito de la introspección. Porque la acción siempre es consecuencia de unos planteamientos narrativos, de unas causas dramáticas que la hacen posible. Nunca es un fin en sí misma. Siempre tiene una causa, una razón, que hace del héroe lo que es.
La soledad que implica ser el último de una forma de vida, la frustración de no encontrar un igual, la tragedia de encontrar uno y tener que existir separado para mantener la propia esencia... Todos son temas con entidad drramática suficiente como para producir algún planteamiento de guión interesante, alguna frase memorable que confiera identidad y profundidad a los personajes, que les permita escapar a la llanura inane y superficial de las dos dimensiones.
Echo en falta la emoción a través de la palabra, palabras que explican al héroe y su especial circunstancia dramática.
Pero Hancock es un producto.
Sólo busca gustar, ser consumido.
No se detiene en explotar su diferencia.
Sólo quiere recordar, enhebrarse en un interminable cordón de sugerencias y reflejos.
Opta por lo fácil.
No se le puede pedir otra cosa.
¿Y ahora qué?
"Florencio Ávalos, el primer minero en salir, pide dinero a destajo. Los medios de comunicación lo llaman y Mónica Araya, su mujer, pregunta: "¿Cuánto dinero me ofrece? ¿Nada? Entonces no puedo seguir perdiendo el tiempo", dice la señora de Florencio Ávalos."
Pues... El Gran Carnaval
"La primera acepción de la palabra prensa que contempla el diccionario de la RAE es "máquina que sirve para comprimir". Los 33 mineros de San José son los nuevos Beatles con fecha al dorso, un producto perecedero, ya casi caducado, precipitándose al vacío por el acantilado de la información. Telerrealidad radical, el blockbuster de la temporada, personas ordinarias en una situación extraordinaria. Periodismo humano, vaya. "
"Florencio Ávalos, el primer minero en salir, pide dinero a destajo. Los medios de comunicación lo llaman y Mónica Araya, su mujer, pregunta: "¿Cuánto dinero me ofrece? ¿Nada? Entonces no puedo seguir perdiendo el tiempo", dice la señora de Florencio Ávalos."
Pues... El Gran Carnaval
"La primera acepción de la palabra prensa que contempla el diccionario de la RAE es "máquina que sirve para comprimir". Los 33 mineros de San José son los nuevos Beatles con fecha al dorso, un producto perecedero, ya casi caducado, precipitándose al vacío por el acantilado de la información. Telerrealidad radical, el blockbuster de la temporada, personas ordinarias en una situación extraordinaria. Periodismo humano, vaya. "
¿Cuánto tardará muestra estupenda y flamante realidad en hacer con esos 33 mineros lo que toneladas de piedra no pudieron hacer?
Muy poco... De hecho ya ha empezado a hacerlo.
THE EVENT
No está mal para empezar.
En "The event" hay extraterrestres, siniestros funcionarios de Washington, presidentes de los estados unidos nada poderosos, misteriosos personajes que asesinan sin pestañear, perseguidos héroes siempre al borde de ser atrapados y, como el titulo de la serie indica, más de un evento inexplicable.
Tiene buena pinta "The event", "flashbacks" constantes incluídos.
Tiene toda mi atención... Veremos hasta dónde porque, y aún siendo complicado, siempre resulta más fácil plantear que resolver.
sábado, octubre 16, 2010
EXIT THROUGH THE GIFTSHOP
Como dice el propio Bansky, “No podemos hacer nada para cambiar el mundo hasta que el capitalismo se derrumbe. Mientras, habrá que ir a comprar para consolarse”.
No es con mucho lo más importante de "Exit through the giftshop" el grado de presencia que el artista y graffitero Banksy tiene durante todo el metraje de la película.
La curiosidad que la película ha suscitado entre sus fans parece fagocitar una historia que no gira en torno a Banksy, sino en torno a Thierry Guetta, un simpático loco obsesionado con grabar todos y cada uno de los instantes de su vida. Azares del destino, pondrán en contacto a Guetta con el mundo del arte urbano y este trasladará su obsesión documental desde su propia vida hasta el trabajo de estos creadores, incluyendo finalmente al propio Banksy. Pero el viaje de Guetta continuará de manera sorpresiva en una transformación, inducida por el propio Banksy casi como para que le deje tranquilo, que le llevará a convertirse en un artista urbano más... o por lo menos eso es lo que piensa él y los coleecionistas que compran sus obras a precio de otro.
Por encima de todo, y aunque el graffitero no tenga una presencia evidente y central, "Exit through the giftshop" es una intervención de Bansky. En lugar de usar imágenes fijas sobre paredes que dan a las calles de nuestras ciudades, Bansky utiliza imágenes en movimiento que cuelga sobre la blanca pared de una pantalla cinematográfica.
Como cualquiera de sus obras, "Exit through the giftshop" es unJano que nos muestra los dos rostros habituales de su obra: ácido sentido del humor y lúcida reflexión sobre el mundo en el que vivimos casi repartidas a partes iguales.
"Exit through the giftshop" propone y plantea muchos temas.
Principalmente, y esto es algo que conecta de forma directa -a mi entender- con la esencia que mueve la impostura artística del graffitero británico, la arrasadora capacidad devoradora y domesticadora de un sistema capitalista que es capaz de monetizar incluso aquello que se pretende nacido desde el otro lado de la línea, el lugar alejado de la perspectiva y la crítica. De todo modo, Thierry Guetta es la consecuencia final del trabajo reductor y desalmante del sistema que nos vive y contra cuyo constante e imperceptible trabajo deshumanizador Bansky ha puesto la espada de su genialidad incontestable.
Guetta es la domesticación, la total disponibilidad para transformar un lenguaje y una actitud pragmática poniendola al servicio de un sistema en movimiento continuo de autoperpetuación, un sistema que como aquel tren de aquella divertida secuencia de la película "Los hermanos Marx en el Oeste" necesita madera y más madera para continuar moviéndose, una madera que termina procediendo de sí mismo, de sus vagones, hasta que ya no queda casi tren.
Da la sensación de que, y pese a su sentido del humor y su actitud rebelde, Banksy quiere mostrarnos su escepticismo, quizá piense que nada pueda escapar a ese destino y que su batalla sea una batalla perdida... las batallas que más me gustan, por cierto.
Al final, el capitalismo está troceando nuestro mundo, nuestras almas, las está empaquetando y las está colocando en las infinitas estanterías de un supermercado sin fin. Incluso, y aunque Banksy no quiera, continúe oponiéndose, otros, más adecuados y convenientes, tienen su oportunidad. Se apoderan de su lenguaje, de sus propuestas y las desactivan troceandolas a discrección.
¿Qué nos queda si hasta la propia crítica es domesticada y devorada?
El más perfecto sistema de dominación que el hombre ha producido.
Hoy mas que en ninguna época tenemos menos libertad para pararnos y bajar del tiovivo... y sin embargo creemos justo lo contrario.
Y no hay que buscar ningún gobierno en la sombra que nos esté dominando en secreto. Todos y cada uno de nosotros somos víctimas y verdugos. La sociedad de consumo es un nuevo contrato social en el que el individuo lo cede todo a cambio de tener cosas, de la mayor o menor confortabilidad que ofrecen... incluso los menos afortunados a cambio de la mera posibilidad de conseguirlas.
Estupenda película.
viernes, octubre 15, 2010
Seguramente son imaginaciones suyas.
Algo extraño sucede dentro del espejo,
su reflejo se le aparece huidizo,
casi translúcido.
Las cosas que, sabe,
hay a su espalda se transparentan,
lo protagonizan en cada vez mayor medida.
Tiene que empezar a imaginarse,
reconstruirse mentalmente
siguiendo una invisible línea de puntos
que faltan,
que también se desvanecen.
THE FANTASTIC MR. FOX
Tengo que decirlo... Hay algo hermoso y tierno en el cine de Wes Anderson que me enamora, que es superior a mis fuerzas. No soy objetivo. Si Anderson filmase la guía telefónica, seguro que vería una y otra vez la película hasta que el meteorito se estrellase contra mi cabeza.
Y dicho ésto tengo también que decir que he gozado cada segundo de esta pequeña obra maestra del cine de animación que es "The fantastic Mr. Fox".
Basada en un relato del genial escritor noruego Roald Dahl, "The fantastic Mr. Fox" es una historia sobre llegar a ser y, una vez que se es, no querer dejar de ser. Por un lado, está Mr. Fox que ni quiere ni puede dejar de ser el estupendo zorro que es y por otro está su hijo Ash, en el momento adolescente de empezar a descubrir lo que se es, en el momento de encontrar la voluntad de aceptar y querer ser lo que sea que descubra que es.
"The fantastic Mr. Fox" es, por encima de todo, una hermosa parábola sobre la bendición de encontrarse y la necesidad imperiosa de no rechazar aquello que uno ha encontrado, aquello que uno cree que es.
En mil y un líos se meterá Mr. Fox por empeñarse en ser el zorro que es... y será esa misma condición la que le sacará del intrincado laberinto en que no sólo parece estar el como protagonista sino también aquellos que le rodean.
Merece la pena acompañarle en ese viaje que le llevará al otro lado del valle donde habitan las tres granjas que sistemáticamente intentará con éxito saquear desencadenando la demoledora ira vengativa de sus tres propietarios, una ira que comprometerá el futuro de su pacífica comunidad animal.
Magnífica, entrañable y deliciosa.
Obra maestra.
jueves, octubre 14, 2010
miércoles, octubre 13, 2010
Si algo debía respetar esta dinámica de falta de respeto en pos del propio beneficio en que se ha convertido este país, es el instante dedicado al recuerdo de los que en algún momento acabaron, queriéndolo o no, dando su vida por esta grotesca ficción -a la que últimamente nadie está a la altura- llamada España.
Los marineros que se ahogaron en el San Juan Nemopuceno durante la batalla de Trafalgar o lo que fueron pasados a cuchillo en el desastre de Annual por los rifeños comandados por Abd el-Krim no tienen la culpa de que Zapatero, ahora, en 2010, deba dimitir.
Si algo hay que respetar es el recuerdo de aquellos que en su momento no salieron corriendo y decidieron permanecer hasta dejar de existir defendiendo la razón del sujeto histórico al que pertenecen y por ello se me antoja un gravísimo acto de profanación civil los abucheos de ayer domingo... como si fuesen a faltar horas y momentos para expresar la discrepancia con nuestro presidente del gobierno.
En su momento fueron sacrificada carne de cañón... y ayer, por un instante eterno de vergüenza, volvieron a serlo.
Y también resulta grave el hecho de que aquellos que se levantan tonantes en la crítica, convirtiéndose en la salvaguarda de una nación cuya trayectoria y símbolos consideran Zapatero está destrozando, se dediquen a disculpar y rebajar la gravedad de ese comportamiento que se me antoja con un significado más profundo que el que ya de por sí tiene... la incapacidad para percibir la realidad de un proyecto conjunto, de una trayectoria histórica, la fragmentación y la táctica política convertida en fin... en definitiva, la viga que se ve en el ojo ajeno es un yacimiento de hierro en el propio.
No hay otra...
Se mire por donde se mire esos abucheos son intolerables y revelan la verdadera condición oportunista de quienes los disculpan.
Fueran pocos o muchos los que no callaron merecen ser objeto de la pública condena.
Es una cuestión de sentido común.
Ha amanecido y bajo esta nueva luz que nos alumbra somos todos, sin excepción, un poco más viles que ayer, pero no debemos preocuparnos porque los comercios y grandes superficies abren y seguro que, aunque estemos a miércoles, se nos ocurrirá algo para el fin de semana.
Nada hay más importante que nuestras propias y arrastradas vidas de mierda.
Los marineros que se ahogaron en el San Juan Nemopuceno durante la batalla de Trafalgar o lo que fueron pasados a cuchillo en el desastre de Annual por los rifeños comandados por Abd el-Krim no tienen la culpa de que Zapatero, ahora, en 2010, deba dimitir.
Si algo hay que respetar es el recuerdo de aquellos que en su momento no salieron corriendo y decidieron permanecer hasta dejar de existir defendiendo la razón del sujeto histórico al que pertenecen y por ello se me antoja un gravísimo acto de profanación civil los abucheos de ayer domingo... como si fuesen a faltar horas y momentos para expresar la discrepancia con nuestro presidente del gobierno.
En su momento fueron sacrificada carne de cañón... y ayer, por un instante eterno de vergüenza, volvieron a serlo.
Y también resulta grave el hecho de que aquellos que se levantan tonantes en la crítica, convirtiéndose en la salvaguarda de una nación cuya trayectoria y símbolos consideran Zapatero está destrozando, se dediquen a disculpar y rebajar la gravedad de ese comportamiento que se me antoja con un significado más profundo que el que ya de por sí tiene... la incapacidad para percibir la realidad de un proyecto conjunto, de una trayectoria histórica, la fragmentación y la táctica política convertida en fin... en definitiva, la viga que se ve en el ojo ajeno es un yacimiento de hierro en el propio.
No hay otra...
Se mire por donde se mire esos abucheos son intolerables y revelan la verdadera condición oportunista de quienes los disculpan.
Fueran pocos o muchos los que no callaron merecen ser objeto de la pública condena.
Es una cuestión de sentido común.
Ha amanecido y bajo esta nueva luz que nos alumbra somos todos, sin excepción, un poco más viles que ayer, pero no debemos preocuparnos porque los comercios y grandes superficies abren y seguro que, aunque estemos a miércoles, se nos ocurrirá algo para el fin de semana.
Nada hay más importante que nuestras propias y arrastradas vidas de mierda.
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